JABÓN LÍQUIDO O SÓLIDO
¿Es una estafa diferenciar gel y champú?
Nos gustaría hacer un artículo sobre las cápsulas de
café; para que los consumidores las dejaran de usar. Absurda idea. Los
consumidores de esas cápsulas jamás leerán artículos como estos. Prefieren
disfrutar —sin cargos de conciencia— de su café cargado. Prefieren pensar que
las cápsulas son biodegradables o
reciclables, aunque sospechen que su empresa cafetera miente. Prefieren pagar
más, y que nadie les diga que están siendo estafados.
Dejando a un lado ese espinoso y aromático tema, queremos centrar ahora nuestro olfato en un asunto más práctico: el jabón. La industria ha sido capaz de convencer masivamente a la población para que se use separadamente jabón líquido, gel y champú. En el fondo son tres productos prácticamente idénticos, pero al diferenciarlos consiguen que en cada casa haya, al menos, tres botes distintos por cada cuarto de baño (sin contar los de repuesto). A veces incluso hay tres por persona. En envase de plástico de usar y tirar, por supuesto. ¿Cuántos botes hay en tu cuarto de baño? ¿Cuántos de ellos serían prescindibles si estuviéramos en una crisis ambiental sin precedentes?
Hay que acabar con los envases
de usar y tirar, de plástico, de metal, de vidrio o de lo que sea. Además,
los productos con esos envases viajan miles de kilómetros desde donde se
producen y sus ingredientes han viajado aún más kilómetros.
Algunos lectores pueden tener sus preferencias específicas
sobre el tipo de champú, por ejemplo. Lo entendemos. Es fácil de entender. Pero
es justo plantearse hasta qué punto necesitamos ese consumo de químicos,
plástico multicolor y transportes humeantes. Tal vez podamos alternarlo —si no
sustituirlo— con alternativas más sostenibles.
Eco-alternativas para gel, champú y jabón líquido
Lo más responsable es hacer nosotros mismos nuestro jabón
sólido. Es fácil hacerlo en casa, para que sea casero de
verdad (no como las sopas caseras en tetrabrik). También
podemos hacer jabón líquido, pero no merece la pena. El jabón sólido es
práctico y eficiente. Se gasta menos y no requiere envases (solo una jabonera
reutilizable). Se puede hacer jabón para distintos usos (cuerpo, ropa y
lavadora, friegasuelos…) o usar uno para todo.
Aunque no hagas tu propio jabón, pasarse al jabón
sólido es algo que impacta duramente contra la industria del usar
y tirar.
El ecologismo no
aboga por la comodidad a toda costa sino por la responsabilidad aunque
cueste. Y tal vez, esa responsabilidad obliga a comprimir gel, champú y
jabón en una pastilla, cómoda, ecológica, eficiente y perfumada.
https://blogsostenible.wordpress.com/2021/07/27/jabon-liquido-solido-estafa-diferenciar-gel-champu/
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