30/11/17

En marcha iniciativas para desterrar la utilización de los avales hipotecarios

COMO DECIAMOS AYER…


NOVOA ATACA DE NUEVO
Jose Manuel Novoa, dejo colocados los cimientos de muchos asuntos, de muchos temas que por sus características y por su importancia, eran o podían ser motivo de estudio e investigación, para sacar a la luz, todo aquello que pudiera ser calificado como abuso, engaño o estafa. El campo, lamentablemente era y es, amplio y abonado. La corrupción y el engaño, acompañado de la manipulación y la desinformación es constante y permanente. Uno de estos asuntos es el que trataremos de exponer/informar en este primer y posteriores capítulos que tratan sobre AVALISTAS/AVALES/FIADORES/FIANZA
CAPITULO 1.-
Los avalistas según Novoa (En Memoria de José Manuel)

Escribir estas líneas sin una dedicatoria a José Manuel sería una total falta de gratitud, especialmente teniendo en cuenta que él ha sido el gran comunicador que siempre planteaba las preguntas adecuadas a problemas de nuestro tiempo. Fruto de esas preguntas hemos mantenido frecuentes diálogos que condujeron, entre otras cosas, a la búsqueda de la titulización como quien busca el santo grial.
Otra de las grandes búsquedas era la del misterio y el sufrimiento que envuelve a la figura del 
avalista hipotecario”. Nos chirriaba aquello de sabías a lo que te exponías” o  respondes ilimitadamente”.

Habría podido empezar este relato con una introducción jurídica a este tema. Pero en su momento José Manuel ya me dio un revolcón con el libro sobre titulizaciones
 “Quién se ha llevado mi casa”.

29/11/17

Los nuevos creyentes de cosas materiales son igual o más fanáticos que los otros

SALUD: Creencias, Creyentes y Crédulos


Krishnamurti decía que entre creer en Dios o emborracharse no hay ninguna diferencia.
En ambos casos se evade la realidad.
El borrachín bebe para olvidar las penas, y el creyente le pide a Dios que le aparte el amargo cáliz de las consecuencias de sus propios actos.
Lo peor de las evasiones de la realidad es que, cuando los problemas se posponen, tienden a agrandarse y agravar sus consecuencias.

Todas las creencias se asientan sobre los defectos atávicos humanos para disfrazarlos de virtudes, pero, desgraciadamente, nunca consiguen su propósito.

Teniendo en cuenta que este blog se llama “Escuela de Salud” y todas las creencias sin excepción perjudican gravemente la salud, además del bolsillo, he confeccionado una lista de las creencias más habituales, ya que, conociéndolas, se tendrá alguna oportunidad de evitar que exploten en la cara.


CREER EN DIOS O NO CREER

La creencia en Dios es posiblemente la creencia más extendida sobre el planeta. En segundo lugar, puede que se encuentren los que no creen en Dios, que es otra creencia, pues no creer en algo sin poder comprobarlo es otra creencia.

A un NO creyente como yo, no le gusta creerse cosas, por muy placenteras o satisfactorias que puedan resultar. Lo más sensato para la salud, el dinero y la felicidad es aceptar la realidad, LO QUE ES, que es lo único sagrado e inmutable. El que Dios exista o no, no tiene relevancia para la vida, por tanto, es una pérdida de tiempo tratar de averiguar la verdad sobre el asunto.

28/11/17

Encontrar el valor de lo que hacemos como algo que nos trasciende

IKIGAI: EL ARTE DE ENCONTRAR EL PROPÓSITO DE TU VIDA

Hallar nuestro lugar en el mundo, definir aquello que hace levantarnos por la mañana es, probablemente, la búsqueda más trascendental que una persona puede realizar.

Existen pocas cosas más difíciles que justificar nuestra existencia en este universo. Además de tratarse de una exploración esencial del hombre como especie, esta búsqueda también tiene una dimensión más íntima, y ésta implica una búsqueda personal que se nos presenta a todos en algún momento. En Japón, existe un término que define este camino, la búsqueda del sentido de nuestra vida: se llama ikigai. Una revisión de este concepto y su significado podría darnos claves sencillas, pero esenciales, para encontrar aquello que podría justificar nuestro tránsito por este mundo.

Las palabras japonesas, a menudo intraducibles a nuestra lengua, brillan por su minuciosidad, por su capacidad de describir cosas, ideas o sensaciones profundamente específicas (un precioso ejemplo son las 50 palabras del japonés para nombrar la lluvia). Por su parte, la palabra ikigai  resulta de la combinación de dos conceptos: iki que significa “vida” y gai que, a grandes rasgos, podría traducirse como “valor”; a su vez, gai (una voz que viene del Periodo Heian japonés) deriva de kai, que significa “concha”, objetos marinos que en ese entonces eran profundamente valiosos.

27/11/17

La inteligencia de los más listos no se compara con la estupidez del capitalismo

LA CRISIS CLIMÁTICA ES CULPA DEL CAPITALISMO


Incluso los lectores ocasionales de noticias saben que la Tierra probablemente se verá muy distinta en 2100… y no será de mejor manera.


Una columna de opinión reciente de The New York Times incluyó esta cita del paleoclimatólogo Lee Kump: “El ritmo en el que estamos inyectando dióxido de carbono en la atmósfera estos días, según nuestros mejores cálculos, es diez veces más rápido que durante el final del periodo Pérmico”.


El final del Pérmico es una era previa a los dinosaurios de extinción masiva que asesinó al 90 por ciento de la vida en el océano y 75 por ciento en tierra firme. También se llama la Gran Mortandad. Aunque a quienes escriben acerca del cambio ambiental les gusta añadir notas de personalización falsa en este punto —“Mis hijos tendrán x años cuando la catástrofe suceda”— en realidad no es posible para nuestra mente comprender hechos de tal magnitud.


Sin embargo, debe haber una causa más clara para el desastre que —todo indica— ya estamos viviendo. No es que los individuos no hayan adoptado las restricciones moralizantes derivadas de tener conciencia ecológica, y el hecho de que algunos aún crean que cambios como optar por las bolsas de compras reutilizables y el compostaje (que son acciones muy positivas) bastan para evitar este desastre demuestra cuánto nos falta por hacer.

24/11/17

Que las personas se planteen hasta qué punto necesitan y desean lo que compran".

EL 'DÍA DE NO COMPRAR NADA'

En más de 65 países, España entre ellos, se realizan actividades a finales de noviembre para celebrar el 'Día de no comprar nada'

Se trata de una jornada reivindicativa en contra del consumismo desenfrenado propuesto por el Black Friday y la temporada de Navidad

El objetivo principal es llamar la atención sobre el impacto medioambiental de ese modo de vida y sobre el hecho de que la felicidad no se construye a partir de comprar cosas, sino de las experiencias y las relaciones con otras personas

Este sábado, 25 de noviembre, se celebra en España y otros sesenta países una nueva edición del Día de no comprar nada, conocido también como 'Día mundial sin compras'. Como su nombre lo indica, la iniciativa propone no realizar compras durante toda esa jornada, a manera de huelga simbólica contra el consumismo exacerbado que proponen los grandes comercios, la publicidad y los medios de comunicación.

¿Cuál es el objetivo? "Llamar la atención sobre los impactos sociales y medioambientales que está produciendo nuestro modelo de consumo", tal como explica Isidro Jiménez Gómez, miembro fundador de ConsumeHastaMorir, una de las organizaciones  que  promueven esta acción en nuestro país. No comprar nada durante un día es una forma de " cuestionar el modelo actual de producción y consumo, que apunta hacia un sistema que no nos hace felices ni está destinado a satisfacer necesidades", en términos de Ecologistas en Acción, otra de las agrupaciones que se suman a la propuesta.

23/11/17

Tenemos empleos que odiamos para comprar mierda que no necesitamos

UN DÍA SIN COMPRAS FRENTE AL BLACK FRIDAY


Este viernes 24 es el Black Friday, el día más consumista del año

El Black Friday o Viernes Negro es una jornada de descuentos en las cadenas y grandes establecimientos con gran tradición en EEUU. Desde hace unos años está siendo importado a otros países como España, a pesar de representar como ningún otro día, el modelo de consumo que nos llevó a la crisis: despilfarro acrítico y enormes impactos sociales y medioambientales.

El 28 de noviembre de 2008 fue un viernes negro teñido de rojo. Ese día, pasada la festividad de Acción de Gracias, representa en EEUU el inicio del consumo navideño con una jornada de descuentos y grandes ventas (números negros) en los grandes establecimientos. Sin embargo, al poco de abrir las puertas de un Wal-Mart de Arkansas, moría pisoteado un trabajador de la compañía ante la avalancha de los que se agolpaban en las puertas. Esta noticia viene a resumir el enorme impacto que el 
black friday supone para el consumo estadounidense.

En los últimos años, las grandes cadenas intentan extender el fenómeno a otros países, y en España algunos sectores ya se frotan las manos. Por ejemplo, la distribución comercial por internet espera esos días un crecimiento de ventas de entre el 20% y el 25%. El Corte Inglés y Media Markt extienden el viernes varios días más, en algo así como un "weekend friday". Y el lunes de resaca, 1 de diciembre, todavía más con el "Cybermonday", otra jornada de descuentos online que en EEUU movió el año pasado 1.500 millones de dolares. Y esto nada más empezar la campaña de consumo navideño.

Pero este modelo de ofertas, a pesar del explosivo crecimiento, beneficia básicamente a las grandes compañías, oligopolios del descuento, los horarios ininterrumpidos y los sueldos precarios. Antes bien, es un modelo de incentivos de compra a impulsos que desajusta los ciclos del pequeño comercio y zarandea sus posibilidades de subsistencia.

22/11/17

Aunque pueda parecer un proyecto de futuro,es una realidad de presente

SAHARA FOREST: Producir agua, energía y alimentos en el desierto


La primera Planta Piloto del Proyecto Forestal Sahara se construye en Qatar en cooperación con las principales compañías de fertilizantes Yara y Qafco. El proyecto es una nueva solución ambiental para producir alimentos, agua y energía en áreas desérticas.

Está diseñado para utilizar lo que tenemos, para producir lo que necesitamos y más, utilizando desiertos, agua salada y CO2 para producir alimentos, agua y energía limpia.

Ante los retos que se nos plantearan de aumento de demanda energética, necesidad de elementos, escasez de agua y extensión de las zonas desérticas, el Sahara Forest Project pretende concentrar en una planta un sistema de tecnologías que optimicen el trinomio agua, energía y alimentos, y de paso que permita la reforestación de zonas desérticas. Todo ello mediante la interconexión de sistemas de bajas emisiones de residuos, partiendo de una fuente: el mar.

A través de una serie de etapas enlazadas por una cadena cuyos eslabones son de agua salada, el Sahara Forest Projecte pretende:

21/11/17

Sostener lo insostenible no hace mas que restarlo a la necesaria transición

LOS LÍMITES BIOFÍSICOS 
Quienes hablamos sobre el colapso de nuestra civilización, del cambio climático, de la crisis energética o un mundo sin petróleo y además lo hacemos con profusión de gráficos y citando serios estudios científicos, corremos sin embargo, el riesgo de presentar el colapso como algo nunca visto. Y quizá sea así a escala planetaria. Pero a escala local, de países o regiones, puede que solo lo veamos como historia repetida, como un retorno a viejos errores y conflictos. Un motivo para ello es que, por lo general, el impacto de las civilizaciones contra los límites biofísicos está ausente de los relatos históricos u oscurecido por la épica. Resumiendo. Los límites biofísicos están en un ángulo muerto de la representación de la realidad política, histórica, económica, legislativa y mediática. Así pues, es necesario preguntarse por la trascendencia en nuestro momento histórico de ese espacio ciego y cómo encontrar un modelo que pueda sernos útil para hacerlo visible.

Podemos comenzar esta tarea con un símil entre las leyes humanas y las leyes de la Naturaleza. Como nuestras leyes son muchas y complejas acercarnos su estructura, que en nuestro tiempo se sintetiza en forma de Constitución política. También en la Naturaleza podemos encontrar una ley de leyes, algo asimilable a una Constitución: las leyes de la Termodinámica. Aparte de ser inmunes a la complejidad, son extremadamente relevantes y reveladoras cuando de límites biofísicos hablamos. Como las paredes de una habitación, los límites, lejos de molestar, son fuente de orden y de estructura... salvo para quien intenta sobrepasarlos a cabezazos. Lo lamento por quienes piensan que la ley de la selva está regida por la competencia y el darwinismo social y que habrá un bonito podio para quienes consigan eliminar a sus congéneres y resto de seres vivos. El éxito descontrolado tiene su reverso tenebroso en la dinámica de poblaciones. Así pues, si establecemos una jerarquía sobre las leyes naturales y humanas, no sería el darwinismo sino la Termodinámica la que estaría en la cúspide.

20/11/17

Cualquier modelo tiene que tener en cuenta la inclusión de las personas

«RANDI RANDI», EL EQUILIBRIO ES DAR Y RECIBIR

Proyectos de producción y consumo que huyen de la espiral del capitalismo, otra forma de asumir el mundo, más sostenible, más humana… pero seamos ambiciosos: ¿cómo mejorar?, ¿cómo identificar los errores y aciertos? La herramienta Eraldabide de Emaús recoge pautas y consejos.

Desde las iniciativas más pequeñas y locales es posible lograr grandes resultados que pueden mejorar e, incluso, cambiar nuestro entorno. Conceptos como comercio justo, soberanía alimentaria o economía social y solidaria impresionan; se intuye que albergan grandes ambiciones y sus aspiraciones retan en cierta medida al modelo imperante, al capitalismo, a la forma en que vivimos y consumimos.

Estos retos, sin embargo, lejos de constituir un peligro, suponen una gran oportunidad que cada vez más agentes sociales y también instituciones desean aprovechar. Y ya lo hacen, de hecho. Una jornada en el parque de Gladis Enea, con olor a otoño y lluvia, sirvió para reflexionar sobre estos modelos transformadores de la mano de Cristina Enea Fundazioa y Emaús.

Reflexionen varios minutos sobre alguna iniciativa cercana de esta naturaleza. Seguramente identifiquen más de una: agricultura, ecología, energía, educación… cualquier sector es susceptible de cambios e innovación.

Algo tan sencillo como el intercambio de semillas, por ejemplo, ha resultado una grata sorpresa en el seno de la fundación. Su iniciativa “Hazierak” buscaba, entre otros objetivos, contactar a personas que produjeran a nivel local variedades que se estaban perdiendo.

17/11/17

Quien paga impuestos no son territorios o personas, sino las clases sociales

CATALUÑA Y LA SOLIDARIDAD INTERREGIONAL EN ESPAÑA

"Cuando la derecha apela a la solidaridad interregional lo que hace es demandar que las clases populares catalanas, que sufren también la precariedad social y la desigualdad en su comunidad autónoma, sobre todo cuando en la Generalitat gobierna la derecha, contribuyan a mantener la estabilidad en regiones donde la situación social resulta inviable y explosiva y, con ello, apuntalen la pervivencia de los privilegios de las élites de esas regiones. Nunca la derecha española ha defendido ni defenderá que la aristocracia y la alta burguesía andaluzas, y del resto de España, deba cumplir con sus obligaciones impositivas y sociales y deba, por ejemplo, sufragar las ayudas a los desempleados andaluces; por el contrario señalará a la solidaridad interregional como fuente de todo remedio."

En estos momentos convulsos en los que desde Cataluña, por parte del gobierno catalán y los partidos y movimientos sociales independentista, se pone en cuestión la relación entre España y Cataluña, en España las organizaciones, los líderes y los ciudadanos que se consideran de izquierdas toman partido y se posicionan en uno u otro sentido.

Muchos políticos, intelectuales y ciudadanos españoles de izquierda señalan la ilegitimidad de la voluntad independentista de parte de los ciudadanos catalanes apelando a la llamada solidaridad interregional, esta solidaridad se fundamentaría en el deber de las regiones ricas de ayudar a las regiones pobres. Deber del que Cataluña parece querer escapar. Esta apelación es lógica puesto que la solidaridad es un valor fundamental de las ideologías de izquierda. En el presente artículo se pretende argumentar contra esta posición de buena parte de la izquierda española.

El independentismo catalán cifra el llamado “expolio fiscal” en entre 13.000 y 16.000 millones de euros, es decir, dinero que es recaudado a través de impuestos en Cataluña, que llega al gobierno central del Estado y que no vuelve a Cataluña. Frente al argumento del “expolio fiscal” regional, muchas veces se ha oído, a representantes del gobierno central del Estado o a representantes de los partidos hegemónicos en España, argumentar que los impuestos no los pagan los territorios sino los ciudadanos.

16/11/17

Algo que tiene límites físicos no puede sostener el crecimiento constante

EL CAMBIO A UN CONSUMO CONSCIENTE DEBE SER COLECTIVO


Hablamos con Yayo Herrero (Madrid, 1965) de la necesidad de cambiar los hábitos de consumo en un planeta con recursos finitos, de cómo cuidar las relaciones entre las personas que lo habitan y de las consecuencias que tiene para la vida el actual modelo económico.

Yayo Herrero es antropóloga, educadora social, ingeniera agrícola, profesora y activista ecofeminista. Se define como una persona vulnerable que vive en un planeta finito y que trata de construir la vida de forma colectiva para que este planeta dure y para que las personas con las que comparte el mundo tengan vidas “que merezcan la pena vivirse.”

Yayo Herrero se define como una eterna aprendiz, luchadora y consciente de haber perdido batallas a pesar de haber invertido mucho tiempo en ellas. Reivindica la alegría, pero no como un estado de felicidad permanente sino con momentos de conflicto y tensiones que la hacen crecer. Se considera afortunada de tener un marco de relaciones que la sostiene y que ella también ayuda a sostener.

Nunca se había sentido ecologista, hasta que un día visitó una granja de aves industrial cuando estudiaba Ingeniería Técnica. A partir de ahí empezó a preguntarse si realmente era necesario que existieran ese tipo de explotaciones para poder comer. Su mirada, marcadamente anticapitalista, se mezcló entonces con el ecologismo, que le proporcionó la mejor forma de mostrar la inviabilidad física de este modelo, por cómo se opone a la continuidad de la vida.

15/11/17

Subir los salarios haría más contra el fraude que los llamamientos a la transparencia

NUESTRA IMPOTENCIA ANTE LOS PARAÍSOS FISCALES


Para no perder el sentido de la realidad -me decía un buen amigo el otro día-, lo mejor que podemos hacer es pensar con perspectiva hasta dónde alcanzan nuestras demandas de justicia social en un momento dado. Era la razonable conclusión a la que había conducido nuestra conversación sobre los llamados Paradise Papers, después de corroborar nuestro absoluto desarme discursivo ante las lógicas del capitalismo global actual. Su hegemonía se hace tan evidente que ya ni siquiera cabe contradecir lo que tiene de perverso el sistema redistributivo del Estado Social. Por arte de magia, este es ahora el espacio de resistencia contra esa revolución, aparentemente desterritorializada, que está llevando a cabo el 1% de la población mundial – verdadero sujeto nómada- contra ese otro 99% que vive encerrado en el Estado.

Es lamentable que este escenario macabro sea traducido tan a menudo como una lucha entre los ganadores y los perdedores de la globalización. Si bien es cierto que los “penúltimos” son machaconamente empujados a pisotear a los “últimos”, estos y aquellos deberían ser conscientes de que su antagonismo es el fruto de compartir un mismo espacio físico, el Estado nación, desbordado desde hace décadas por un sistema de expropiación mundial para el que se hace indispensable, sin embargo, contar con su capacidad recaudatoria.

El Estado recauda y, cada vez con menos recursos, redistribuye lo que consigue arañar a todos aquellos que no cuentan con lo suficiente como para poner su dinero a salvo en paraísos fiscales. La falta de ingresos fiscales es compensada mediante el endeudamiento público, que crece y concede verosimilitud al dogma de la austeridad. Así, los recortes en el Estado de bienestar se suman a una presión impositiva cada vez más acusada sobre los sectores sociales con rentas medias y bajas -ambas, generalmente, rentas del trabajo-, pues en lo sucesivo será necesario anteponer el pago de la deuda -que conlleva la posibilidad de mantener abiertas las fuentes de financiación- al sostenimiento de unos servicios públicos de calidad. El Estado recauda, sí, pero sobre todo lleva a cabo esa labor de estratificación social que secciona a las mayorías sociales convirtiéndolas en grupos antagónicamente enfrentados.

14/11/17

Pertenece a la condición humana tener que plantearse las tareas imposibles

UNA CONTRACCIÓN DE EMERGENCIA


Hemos dejado que la situación se deteriore tanto que el gradualismo ya no sirve.

Sabemos que el crecimiento material no puede continuar indefinidamente en una biosfera finita –y de hecho estamos ya más allá de los límites del crecimiento, por evocar el título del importante primer informe al Club de Roma en 1972–, pero toda nuestra vida socioeconómica y la ideología dominante se organizan en torno a la aberrante suposición contraria. Como escribía Barry Commoner en 1971, en su clásico The Closing Circle:

“La civilización humana implica una serie de procesos cíclicamente dependientes entre sí, la mayor parte de los cuales [población, ciencia y tecnología, producción económica…] presentan una tendencia inherente a crecer, con una sola excepción: los recursos naturales, insustituibles y absolutamente esenciales (…). Es inevitable un choque entre la propensión a crecer de los sectores del ciclo que dependen del hombre, y los severos límites del sector natural. Está claro que si la actividad humana en el mundo –civilizado– tiene que conservar su relación armónica con todo el sistema global, y sobrevivir, debe acomodarse a las exigencias del sector natural, o sea, la ecosfera”.

Ese ajuste hubiéramos tenido que emprenderlo hace treinta, hace cuarenta años: las opciones de cambio gradual tenían entonces cierto sentido. Hoy hemos dejado que la situación se deteriore tanto que el gradualismo ya no sirve. Si tenemos en cuenta a la vez las exigencias de justicia y de sustentabilidad ecológica (es decir, si creemos que las sociedades humanas viables no pueden apoyarse en el privilegio de unos pocos y el genocidio de la mayor parte de la humanidad), entonces sabemos que, en sociedades ricas como la nuestra, el uso de materiales y energía ha de disminuir en nueve décimas partes aproximadamente. No se cansa de repetirlo –y tiene razón– Ted Trainer en un importante libro suyo recién traducido al castellano,
La vía de la simplicidad.

13/11/17

Crear una distancia entre lo que somos y aquello que se nos presente

VER, PENSAR Y HABLAR CON CALMA

El sentido de la vida surge en la calma y la paciencia.

Para muchos de nosotros, la vida actual tiene como denominador común la prisa y la impaciencia. Tal vez, dicho así, encontremos cierta resistencia a aceptar que nuestra vida transcurre con frenesí, o que muchas de las actividades que la ocupan (que nos ocupan) parecen imparables por definición.

Sin embargo, tomemos una pausa para reflexionar al respecto. Incluso esto suena inusual, ¿no? Que un texto al que quizá llegaste por azar, al que diste clic mientras seguías el scroll infinito de Facebook, te proponga ahora detenerte para pensar. ¿Por qué no hacerlo? ¿Por qué no tomarse unos minutos para abrir un paréntesis no en la vida, sino en las ocupaciones de la vida?: un paréntesis en el hacer que nos permita posar nuestra mirada sobre el ser.

Esta pausa, por sencilla que parece, no es muy habitual en la actualidad. No es fácil des-aprender algunos de los hábitos que en los últimos años hemos desarrollado, muy a nuestro pesar. Aprendimos a desear recompensas inmediatas y fugaces, aprendimos a vivir en un exceso constante de estímulos y aprendimos también a querer siempre más de todo. Entre otros factores, ahí se encuentra el germen de esa prisa y esa impaciencia a las que aludimos antes. Lo insaciable nos lleva necesariamente a la búsqueda frenética pero, sobre todo, irreflexiva. Cabría preguntarse asimismo, en este contexto, si de verdad somos capaces de disfrutar lo que vivimos cuando nos encontramos en una actitud constante de querer siempre otra cosa.

10/11/17

Orientemos nuestros ideales colectivos hacia una nueva utopía de progreso

PSEUDOCIENCIAS Y PSEUDOESCÉPTICOS

¿Por qué lo llaman ciencia cuando quieren decir política?

Hace unas semanas escribí un artículo en mi blog personal para denunciar lo que da la impresión de ser una auténtica campaña[1] en contra de la homeopatía y las llamadas pseudociencias y se viene desarrollando de un tiempo a esta parte en la prensa española. En él denunciaba que, bajo la idea de defender el pensamiento científico frente a creencias mágicas, se está montando un discurso lleno de prejuicios y actitudes que recuerdan enormemente a una caza de brujas (algo muy poco científico, la verdad). A pesar de que lo publiqué en un blog muy modesto que, hasta entonces, apenas acumulaba unos pocos cientos de visitas, el artículo se volvió viral llegando a tener 30.000 visitas hasta la fecha. El tema, es, desde luego, candente, y la avalancha de comentarios y debates que provocó sacó a relucir muchas cuestiones interesantes que merece la pena tratar.


Pseudociencias
Los artículos que están apareciendo en prensa, formando parte de esta especie de campaña (organizada o espontánea), contra las llamadas pseudociencias suelen tomar como punta de lanza el ataque a la homeopatía pero es habitual que amplíen las críticas a quienes se oponen a los transgénicos, las vacunas o la agricultura química. Frente a ellos se sitúa otra corriente que en los últimos años ha conseguido gran popularidad (siendo J. Pamies su miembro más mediático), que defiende la medicina natural y la curación mediante plantas, mientras critica fuertemente los intereses de las compañías farmacéuticas y agroquímicas[2].

9/11/17

Tenemos que diseñar otro modelo donde podamos seguir viviendo bien

UN MODO DE VIDA MUCHO MÁS SIMPLE Y AUTOGESTIONARIO 

 

El escenario futuro de un mundo postpetróleo, donde los recursos escasean y el crecimento ya no encuentra indicadores positivos que lo mantengan, empuja al ser humano a buscar alternativas sostenibles para garantizar la supervivencia. Si, además, incorporamos un enfoque social donde el reparto de los recursos sea justo y equitativo entre todas las personas que conformamos el planeta, entonces nos encontramos con el libro La vía de la simplicidad. Hacia un mundo sostenible y justo, del investigador y activista australiano Ted Trainer (Editorial Trotta, 2017).

Con una amplia trayectoria en el campo de las teorías de transición y del cénit del petróleo, el autor nos abre las puertas de Pigface Point, su espacio personal autogestionado a las afueras de Sydney, donde practica la vida simple que promulga en sus ensayos y donde se encuentra su residencia. En el mismo recinto también desarrollan numerosas actividades de tipo educativo y divulgativo con el fin de mostrar a todas las personas interesadas una de las alternativas posibles a un mundo capitalista basado en el crecimiento y el consumo.
 
La Vía de la Simplicidad es una respuesta holística a un mundo postcapitalista, ¿cuántos años ha estado investigando sobre esto?

Mucho tiempo. Intenté hacer eso con mi primer libro en 1985, Abandon Affluence!, y para ello, lógicamente, ya llevaba varios años estudiando el tema y buscando evidencias. Posteriormente, en 1995, con The Conserver Society: alternatives for sustentability, mejoré los argumentos. Sin embargo, es en La vía de la simplicidad donde presento un intento teórico por superar con tesis y evidencias más fuertes y mejor estructuradas los trabajos anteriores, dando respuestas claras sobre lo que está pasando, hacia dónde vamos y teniendo en cuenta experiencias ilusionantes que existen en este ámbito en la actualidad. 

8/11/17

El hecho de actuar, de hacer algo, te hace mucho más consciente de los problemas

VER LIBRO

CAMBIAR EL SISTEMA: El factor del gancho 


El mundo se puede cambiar, pero ello requiere mucho conocimiento.

Desde Autonomía y Bienvivir proponemos cambios sociales que algunos consideran radicales. Nosotros también, porque consideramos que van dirigidos precisamente a la raíz de los problemas que padecemos. Hemos desarrollado una visión utópica que es muy extraña en la actualidad, en mi opinión porque, como ocurre siempre en las sociedades, se han “reificado” o naturalizado nuestras instituciones sociales, de tal forma que parece tan imposible cambiarlas como a la ley de la gravedad.

En realidad esto no es así, y como dice Satis Khumar, lo que ha sido hecho por el hombre puede ser cambiado por el hombre.

VER VIDEO.
Pero aquí hay que hacer algunas precisiones. Si entendemos la sociedad como un sistema complejo, y creo que esta es la forma correcta de entenderla, debemos reconocer que los sistemas dependen de la trayectoria, son históricos. No es posible darnos la vuelta como un calcetín y cambiar nuestras creencias, ideas, y todo lo que motiva nuestros actos de la noche a la mañana. No tengo la conciencia de que esto sea bien comprendido por la gente que me rodea y que es favorable al cambio. La herencia de la modernidad y su énfasis en la razón instrumental nos hace concebir el proceso de cambio de forma similar a como concebimos un proceso de producción. Diseñar, planificar, redactar leyes y ordenes ejecutivas, movilizar recursos, trabajar. Pero el cambio social no funciona así, no es como construir un coche, es más como educar un niño. Tratamos con seres vivos que además tienen ideas que dan sentido a su historia personal.

7/11/17

Una Europa que dé importancia a las condiciones materiales de vida de sus pueblos

CARGONOMIA: La alternativa económica venida de Hungría


Desde hace varios meses, la calle Dembinszky de  Budapest es objeto de curiosidad: Al fondo de un pequeño patio se escribe una nueva etapa del recorrido  hacia  otra  visión de la sociedad. Aquí se encuentra Cargonomia, el resultado de la búsqueda de otras  alternativas para una mejor convivencia. Entrevistamos a Vincent Liegey, cofundador del proyecto.

El local de Cargonomia está lleno de bicicletas con remolque de carga de tres ruedas fabricados allí mismo con el acero procedente de una fábrica de la ciudad de Csepel, al sur de Budapest. Se crearon específicamente para las necesidades de Cargonomia y con un  fin muy particular: permitir el desarrollo común de varias pequeñas entidades que trabajan  a partir de ahora de forma conjunta sin ánimo de lucro. Cargonomia es también un centro de exposición, prueba, alquiler y compra de soluciones low tech para el transporte de mercancías.

Realmente, Cargonomia no es más que un centro que reúne diversas actividades  haciéndolas codependientes. La granja orgánica de la aldea de Zsámbok produce frutas y verduras que se envían a Budapest, la cooperativa social Cyclonomia construye bicicletas con remolque para carga que son utilizadas después por Kantaa, una asociación de mensajeros, para entregar frutas y verduras a quienes las tienen encargadas dado que  forman parte de una AMAP (Asociación para el Mantenimiento de la Agricultura  Campesina), defensores y partícipes de la agricultura sostenida por la comunidad.

6/11/17

Implementar sistemas económicos que realmente promuevan el bienestar

OBSOLESCENCIA PROGRAMADA

Los productos que compras están diseñados para romperse

¿Cuántas veces ha comprado un dispositivo electrónico, sólo para descubrir que ha dejado de funcionar correctamente poco tiempo después de su compra? Gastó tanto dinero en eso, y de repente está triste porque ya no está funcionando bien. ¿El resultado? Gastos desperdiciados, mano de obra, energía y recursos malgastados, sin mencionar los desechos tóxicos que terminan en los vertederos, envenenando el planeta.

¿Pero por qué es eso así? ¿Por qué la vida útil de la mayoría de los productos es tan corta, teniendo en cuenta los modernos medios tecnológicos de producción? La respuesta es obsolescencia programada.

La obsolescencia programada y el ciclo del consumo perpetuo

Nuestro sistema económico se basa en el consumo constante: cuanto más compramos, más dinero ingresa en la economía y, por lo tanto, crece la economía. Si el dinero deja de moverse, el sistema económico se colapsará, ya que a las personas no se les pagará ni tendrán dinero para pagar los productos y servicios que necesitan o desean.
Hay dos formas principales en que nuestra sociedad logra mantener a la gente comprando cosas:

3/11/17

Un huerto urbano no cultiva solo hortalizas sino que es sobre todo un símbolo.

LA VERDADERA TRANSICIÓN QUE VIENE, Y NOSOTROS TAN LEJOS



La distancia entre la gravedad del problema ecológico y su percepción ciudadana es uno de los abismos más desgarradores del siglo XXI. Un abismo que no es casual, sino que ha sido ideológica y culturalmente incentivado durante más de un cuarto de siglo. La Cumbre de la Tierra de 1992 inauguró una articulación sociedad-medio ambiente bajo el paraguas de un nuevo concepto, el desarrollo sostenible. Un concepto que nació explícitamente para sustituir una idea mucho más fundamentada científicamente, pero políticamente más peligrosa, que tuvo un cierto recorrido en los años setenta: los límites del crecimiento.

El desarrollo sostenible postula que se pueden armonizar la sostenibilidad ambiental y la económica, definida esta última como una actividad financieramente rentable. Desde el momento en que la preocupación por evitar la degradación de la biosfera y la acumulación capitalista se volvieron asuntos compatibles, el marketing verde se tornó una obligación. De esta forma surge, en el primer lustro de la década de los noventa, una explosión de realidades institucionales (Ministerios de Medio Ambiente), bajo unos parámetros más o menos homologados a nivel internacional y que tienen en la idea de desarrollo sostenible su espina dorsal.

Pero el desarrollo sostenible ha fracasado. En 2017 el naufragio del proyecto se ha hecho patente en el hecho de que ni un solo indicador socioecológico importante ha conocido mejora alguna tras 25 años de acción institucional impulsada bajo este marco. Al contrario: en términos globales, todos han empeorado. Que los eventos de educación ambiental que promueven nuestras instituciones sean tan insignificantes es consecuencia directa de una construcción conceptual que nació muerta. Y lo hizo al aceptar, como premisa de partida, aquella famosa línea roja de Bush padre marcó al aterrizar en Río en 1992: "El modo de vida americano no es negociable". Cuando la cuestión del sistema socioeconómico se convierte en un tabú, lo ambiental, como nos advertía Naredo, tiende que rebajarse a un lugar ceremonial y un mantra cosmético que no tiene apenas efectos sociales constatables.

2/11/17

Cientos de ejemplos que se adaptarán a la reducción inevitable de consumo

HACIA UNA ECONOMÍA POSCAPITALISTA



Todo parece indicar que estamos a las puertas del final de un sistema que requiere de un consumo creciente de materia y energía

No veremos una quiebra simultánea ni uniforme, sino que habrá ciclos de crisis y recuperación a los que seguirá una caída más profunda

El desmoronamiento del antiguo orden puede alumbrar sistemas más justos y solidarios, centrados en los cuidados de la vida de las personas y de la biosfera

Cambio climático, pérdida de la biodiversidad, pico del petróleo y agotamiento de otros recursos fósiles y materiales… Los datos que reporta al respecto la comunidad científica son contundentes y nos abocan a un futuro con problemas inéditos: una crisis global civilizatoria cuyo discurrir no podemos vislumbrar con exactitud, pero que sin duda alumbrará un panorama completamente diferente al actual. Este horizonte incierto requiere cierto ejercicio de política-ficción si queremos minimizar sus impactos a tiempo (antes de que los hechos dejen poco margen para la política) y reconducir este declive hacia sociedades más justas, solidarias, democráticas y sostenibles.

Respecto al sistema económico, todo parece indicar que estamos a las puertas del final del capitalismo global, sistema que requiere de un consumo creciente de materia y energía para crecer de forma sostenida, algo que no va a ser posible (1). Probablemente, no veremos una quiebra simultánea ni uniforme, sino que habrá ciclos de crisis y recuperación a los que seguirá una caída más profunda, con tendencia general a la degradación del orden socioeconómico. En cada una de estas etapas recesivas se irán destruyendo infraestructuras (incluida la energética) y capacidad productiva, capacidad de consumo de la población (más paro, menores salarios y pensiones, menos acceso al crédito) y capacidad financiera, así como alguna de las cadenas del mercado mundial y la economía de escala de determinados sectores.