28/8/18

Nadie de los que saldrían beneficiados va a mover un dedo.

MANERAS DE RECAUDAR DINERO PARA SUBIR LAS PENSIONES

Aunque no hace mucho ya dije que la estafa piramidal de las pensiones no tiene solución (aquí está explicado Lo que nunca quiso preguntar sobre las pensiones porque no quería saber la respuesta), voy a proponer varias soluciones temporales y una definitiva para que el carro de las pensiones no se caiga por el barranco.

Es curioso que, cuando la gente habla de subir las pensiones, los sueldos de los funcionarios, las brechas salariales, las subvenciones, la sanidad, la educación o las políticas sociales, por la forma de hablar parece que están asumiendo que no se dedica más dinero a esos menesteres porque el gobierno es un tacaño y quiere quedarse con el dinero en su bolsillo. No comprenden que es un juego de suma -3%. Sería de suma cero, pero al aplicarle la mordida a las partidas del presupuesto, se convierte en un juego de suma -3%.  O sea, que para subirle la pensión a alguien 100 euros, hay que confiscarle 103 a algún incauto que todavía trabaje y pague impuestos (el 3% es una cifra estimada, aunque es muy probable que sea superior).

Uso la palabra confiscar, porque las cotizaciones de los trabajadores y los impuestos ya son abusivos, y la palabra que viene después de impuestos abusivos es confiscación (felices tiempos aquellos en los que los señores de vidas y haciendas cobraban el diezmo a sus vasallos). Esto deberían tenerlo en cuenta todos los grupos de presión que salen a la calle a exigir más mamandurrias. Hay que tener en cuenta que los grupos que piden más sopa boba, son mucho más numerosos que a los que se les tiene que confiscar el dinero para pagar la sopa boba. Eso complica el asunto, pues como hay dos pidiendo por cada uno que paga, para aumentar 50 euros a los que piden hay que sustraerle 100 al del castigado grupo de los paganos. Y puede que un día el pagano saque cuentas y llegue a la conclusión de que para lo poco que le queda limpio, le sale más a cuenta vender falsificaciones encima de una manta, se saca más dinero y se ahorra el papeleo con la liquidación del IVA.

27/8/18

Porque nos morimos tenemos que cuidarnos los unos a los otros.

SÓLO LOS POBRES TIENEN COSAS
En nuestra vieja casa de piedra, en un pueblecito cerca de Madrid, teníamos una parra que había trepado durante décadas, agarrada al muro, para desplegar sobre el balcón su sombra dulce de hojas y de uvas. Un día, no la encontramos; al pie de la pared dolorosamente desnuda, se alzaba un muñón diminuto serrado con violencia, tristísimo cimiento vegetal de la catedral derribada. Al vernos, uno de los vecinos se nos acercó para explicarnos con naturalidad, y casi con reproche:
- Era un engorro. Me he comprado un coche nuevo más grande y tenía que maniobrar mucho para entrar en vuestra calle, exponiéndome además a que la parra me rayara la carrocería. Así que la he talado. Era dura la condenada; he tenido que sudar para cortarla.

Pedía casi que le agradeciéramos el esfuerzo. Tan improcedente le parecía que un árbol obstaculizase el camino de un coche, y tan natural esa jerarquía, que no podía imaginar nuestra contrariedad ni nuestra cólera. Entre coches, la lucha habría estado quizás igualada; pero entre un coche nuevo y una excrecencia natural que nadie había comprado, y que salía de debajo de la tierra, el coche nuevo debía hacer valer rutinariamente todos sus derechos.

Las catedrales a veces crecen solas: se llaman parras o almácigos o colinas o glaciares. Se toman su tiempo en formarse -décadas, siglos o milenios- y desaparecen luego en un minuto porque obstaculizan la multiplicación y disfrute de la verdadera riqueza, fabricada por la Ford o por la Sony y vendida por Wall-Mart o El Corte Inglés.

23/8/18

Su desaparición certificó la pérdida de la independencia financiera del país

¿CATALUNYA PUEDE RECUPERAR AL MODELO DE CAJAS DE AHORRO?

Han pasado casi diez años desde que se inició el proceso de destrucción del modelo centenario de las cajas de ahorro. Catalunya, el territorio de todo el mundo donde estas instituciones tenían proporcionalmente más mercado, quedó prácticamente sin presencia ni existencia de cajas de ahorro. Y hoy todavía la sociedad se cuestiona que pasó. Cuáles fueron las causas, las de verdad, que precipitaron la muerte repentina y el entierro pagado de un modelo financiero que, en otra época, había ido tan íntimamente ligado a las necesidades del territorio. Malas praxis y corrupción directiva sólo son la punta del iceberg. La parte oculta del fenómeno (la que está, interesadamente, sumergida bajo el agua) y la recuperación de un modelo que, en circunstancias normales, tiene que garantizar el retorno de los beneficios a la sociedad; fueron los dos ejes que condujeron un debate sobre la cuestión en el marco de la 50ª edición de la Universitat Catalana d'Estiu.

Conviene aclarar que Joan Olivé, presidente de la Cooperativa Catalana de Servicios Financieros, me invitó a impartir una conferencia-mesa redonda no tanto en mi calidad de ex-empleado y ex-directivo de una caja de ahorros, sino en la de autor de La caixa negra  (Pagès Editors), un thriller que, con grandes dosis de sarcasmo y humor ácido, novela (o por lo menos lo pretende) el proceso detallado y laminado de destrucción de una de estas instituciones.
En todo caso, el debate puso de relieve que la opinión pública está ávida de saber que pasó exactamente; que y quien había detrás de esta demolición escenificada (la de verdad) sobre el cadalso de una crisis económica que, a estas alturas, ya nadie se traga que no haya sido inducida, que es lo mismo que decir provocada. Quien ha visto la serie televisiva norteamericana Billions o ha leído La caja negra se puede hacer una idea muy aproximada.

22/8/18

Optar por ofrecer los cambios como una manera de disfrutar de una vida mejor

ALTERNATIVAS DE CONSUMO ¿SÓLO PARA MINORÍAS?

¿Cómo pueden llegar las alternativas de consumo a más gente? ¿Cómo trascender la escala? A partir de una reflexión colectiva, surgen algunos puntos claves que quizá sirvan para fomentar este crecimiento.

"El actual diseño del Estado limita mucho los usos económicos radicalmente alternativos, como sería la experimentación poscapitalista" (Santiago Muiño, 2016)
"La economía sostenible genera más puestos de trabajo que la sucia, pero solo convive bien con el capitalismo si es minoritaria. La sostenibilidad real requiere otro sistema económico, el defendido por la economía ecológica, feminista y solidaria". (González Reyes, 2017)

"En España la economía social y solidaria ha pasado de facturar 171 millones de euros anuales a 379 en la última década y ha irrumpido en sectores que hace muy poco parecían inalcanzables, como energía, banca y telecomunicaciones a través de cooperativas que empiezan a ofrecer la misma cartera de servicios que las multinacionales, pero con un funcionamiento y unos objetivos en las antípodas" (Rusiñol, 2017)

Cuando se trata de cambiar de cultura de consumo, cuesta pensar en mayorías. Pareciera como si las iniciativas de consumo crítico y transformador estuvieran condenadas a transitar entre pequeños círculos de personas muy concienciadas, formadas y con suficiente capacidad adquisitiva. No obstante, nadie ha dicho que esto tenga que ser así. Es más, si queremos socavar los cimientos de este modelo de consumo generador de residuos humanos y materiales es necesario que aprendamos nuevos modos de trascender la escala.  

Las claves de este proceso de pasar del micro al macro no están claras, pero una aproximación muy resumida podría ser: obtener placer, dar facilidades, hacer pedagogía, y, por último, crear proyectos verdaderamente sostenibles. 

21/8/18

La rutina se desprecia, cuando en realidad es la base de cualquier vida.

BUSCAR LA FELICIDAD TE HACE INFELIZ
Se llevan las experiencias, nos venden viajes inolvidables, sensaciones gastronómicas, amistad y “me gusta” virtuales. Frente a esa necesidad de experimentar novedad constante que nos ha convertido en drogodependientes emocionales, Ruiz defiende en su último ensayo, El arte de pensar (Berenice), promover el pensamiento crítico, conocer las circunstancias y saber interpretar el contexto:

Simplificar significa pensar. No actuemos tan impulsivamente. Si educamos más en entender las circunstancias propias y del otro, y no tanto en el ego, la gente empezará a construir su felicidad y no a exportar modelos de felicidad”.

Nos han condenado a ser felices por obligación, y lo que es peor, por imitación.

- Suena grave.

Lo es, porque la felicidad se ha convertido en un instrumento de tortura. Nos venden que la felicidad es algo instantáneo y fácil de adquirir. Se trata de una felicidad postiza y a la venta que nos convierte en drogodependientes emocionales.

- Me está asustando.

La palabra de moda es tendencia: el viaje que no te puedes perder, el último gadget, el restaurante del momento con su cocina fusión, el imprescindible mindfulness...

Adictos a las experiencias vibrantes. A un consumo de emociones constante porque la oferta es infinita, lo que lo convierte en una tortura. Se trata de dosis perfectamente empaquetadas que nos mantienen sometidos y enganchados a una actividad incesante; esa es la idea de felicidad que ha calado.

20/8/18

Debemos luchar por nuestro bienestar y nuestra propia realización personal

CONSUMISMO: Adicción a la infelicidad


El sistema económico necesita ciudadanos adictos al consumo, que aunque tienen cada vez más cosas, siguen comprando más y más cada día. Y es que la adicción a la compra no es un problema de algunas personas, sino un problema que tiene nuestra sociedad.

Los psicólogos que, en los albores de lo que hoy conocemos como sociedad de consumo, analizaban los cambios que se estaban produciendo, eran optimistas: los avances tecnológicos y la industrialización permitirían fabricar cada vez más bienes, en menos tiempo y con menos trabajo humano. Pronto todos los ciudadanos dispondrían de lo que necesitaban e incluso de adelantos que harían más cómoda su vida ordinaria: lavadora, frigorífico, etc. Cuando esto sucediera, la curva de consumo, acelerada al principio, se estabilizaría. El consumismo inicial se moderaría y, las personas dispondrían de mucho tiempo libre, en una sociedad que progresaría hacía el bienestar. En esa nueva sociedad, los ciudadanos tendrían oportunidad de buscar su auténtica realización personal a través de la cultura, las relaciones humanas, y aquellas actividades que les resultarán gratificantes.

Vista la situación de la sociedad actual, estas profecías nos parecen tan optimistas como ingenuas. Sin embargo, si lo pensamos bien, esa hubiera sido la evolución socioeconómica más lógica, ¿Quién podía pensar que los ciudadanos, que cada vez tenían más cosas, siguieran comprando más y más cada día?, ¿Cómo se podía prever que la curva del consumo subiera de forma exponencial, sin encontrar ningún punto de moderación, aunque fuera a costa de destruir en pocos años todos los recursos del planeta?

16/8/18

Sea cual sea el futuro de los humanos, será conjunto.

SUPERVIVENCIA DEL MÁS RICO
Los multimillonarios no están interesados en evitar la calamidad.
Con todo su poder y su riqueza, no creen que puedan cambiar el futuro.
Simplemente están aceptando el escenario más oscuro.

El año pasado me invitaron a un resort privado de superlujo para dar una charla a un grupo que, creía yo, sería de unos cien banqueros de inversión más o menos. Era, de largo, la oferta más abultada que había recibido nunca por una charla (alrededor de la mitad de mi salario anual como profesor), simplemente por dar algunos apuntes sobre el tema del “futuro de la tecnología”.

Nunca me ha gustado hablar sobre el futuro. Las sesiones de preguntas y respuestas siempre acaban como juegos de sociedad, en los que se me pide que opine sobre las últimas modas tecnológicas como si fueran teletipos bursátiles para posibles inversiones: blockchain, impresión 3D, CRISPR. La audiencia rara vez está interesada en aprender algo sobre estas tecnologías o sus posibles impactos, más allá de la elección binaria de si invertir o no ellas. Pero el dinero es el dinero, así que acepté la oferta.

Al llegar, me condujeron a lo que yo creía que era una sala de espera. No obstante, en vez de ponerme un micrófono o llevarme a un escenario, me quedé allí sentado, viendo cómo, en vez de eso, mi audiencia venía a mí: cinco tipos (sí, todos hombres) súper ricos, de la cúpula del mundo de los fondos de cobertura o hedge funds. Después de una breve charla trivial, me di cuenta de que no tenían ningún interés en la información que yo había preparado sobre el futuro de la tecnología. Habían traído sus propias preguntas.

14/8/18

La vejez puede ser algo positivo y no una etapa de debilidad

VIVIREMOS 100 AÑOS, PERO ¿CÓMO?
La expectativa de una vida cada vez más larga transforma la vejez. El mundo académico investiga cómo emplearemos esos años y si nos podemos permitir ser más longevos

Hace dos siglos pasar de los 40 años era algo infrecuente. Los que lo lograban eran considerados poco menos que seres bendecidos por los dioses. Pero, gracias a los avances médicos y sociales, la esperanza de vida empezó a aumentar a un ritmo considerable a finales del siglo XIX. Ahora, vivir hasta los 80 años es habitual. Y todo apunta a que hacerlo hasta los 100 será, no dentro de mucho, bastante normal. Esta expectativa de una vida larga, compartida cada vez por más gente, es celebrada por la ciencia como un logro en la batalla de la humanidad contra la muerte. Ahora bien, ¿cómo vivir estos nuevos años? Y ¿nos podemos permitir el lujo de ser más longevos?

En el mundo académico se estudian estas cuestiones tratando de vaticinar cómo será la vejez dentro de medio siglo y cómo frenar el incremento de las desigualdades y la soledad, dos males especialmente asociados a esta edad. Un caso extremo es Japón —proporcionalmente es el país con mayor número de ancianos seguido de España—, donde la prensa ha dado cuenta recientemente de casos de gente mayor que comete pequeños delitos, como robar en tiendas, para pasar una temporada en prisión. Allí, dicen, se sienten más cuidados que fuera, donde están o se sienten solos, o no les llega el dinero.

13/8/18

Hay un tipo de vida que ya se mostró. Hay otro que espera para ser experimentado

Y SI LA FELICIDAD ERA OTRA COSA?
Son tiempos de crisis mundial, de modelos de vida frenéticos, de escasos espacios para el placer. "Debemos vivir de forma más simple para que, simplemente, los demás puedan vivir", decía Gandhi. Algunos hacen la prueba...

Creemos que las nubes reciben un trato injusto y que la vida sería infinitamente más pobre sin ellas." Así comienza el Manifiesto de la Sociedad de Observación de Nubes (Cloud Appreciation Society), una institución creada en 2004 por el diseñador y escritor inglés Gavin Pretor-Pinney (Londres, 1968). La asociación ya tiene más de 11.000 adherentes en todo el mundo (su sitio es 
www.cloudappreciationsociety.org ) y su manifiesto declara también lo siguiente: "Creemos que las nubes son para soñadores y que su contemplación beneficia el alma. De hecho, los que piensen en las formas que ven en ellas se ahorrarán la factura del psicoanalista". Y tras la enumeración de otros puntos concluye con esta propuesta: "Alza la vista, maravíllate ante su efímera belleza y vive la vida con la cabeza en las nubes".

Se podría pensar que semejante invitación es ilusoria, ajena a las exigencias de la realidad, nada pragmática e impracticable. Puede ser. Mientras tanto, la
Guía del observador de nubes, libro que escribió Pretor-Pinney y publicación oficial de la Sociedad, lleva vendidos casi 200.000 ejemplares (hay edición en castellano). Y no todo queda en la lectura. Se reproducen los observadores dispuestos a vivir con la cabeza en las nubes. Se trata, dicen quienes la experimentan, de una práctica inspiradora, que permite acceder a uno de los tantos maravillosos obsequios que nos brinda la naturaleza, que limpia la mente y el alma y que, por fin, es gratis.Tiempos complicados

9/8/18

No hay una fórmula, pero todo comienza por actitudes personales y por lo local

DECRECIMIENTO SOSTENIBLE vs. DECRECIMIENTO TRAUMÁTICO
En los últimos años, pero especialmente después de agosto de 2007, cuando la llamada crisis económica y financiera explotaba en los Estados Unidos, venimos oyendo hablar de boca de reputados economistas, filósofos y activistas próximos a los movimientos sociales antisistémicos del decrecimiento (referido a la producción y al consumo de las sociedades capitalistas) como única alternativa posible a la crisis del sistema neoliberal. No es una idea banal, ni despreciable en absoluto.

Antes de comenzar, habría que indicar en primer lugar que quienes participamos de la lucha de los movimientos sociales antisistémicos no buscamos alternativas a la crisis del sistema neoliberal. Buscamos alternativas al sistema neoliberal, esto es, que no nos valen las soluciones que proponen los poderosos, pues sólo tratan de “volver a la senda del crecimiento” y recuperar el estado financiero mundial previo a la crisis, como bien demuestran las inyecciones multimillonarias que el G20 acaba de decidir para el FMI, uno de los principales causantes de este desorden mundial que sólo habla de crisis financiera, pero que sobre todo está configurada por una crisis ambiental, una crisis alimentaria y una crisis humanitaria en todos los aspectos. Como bien dice el filósofo José María Ripalda:
“Nos presentan una crisis ‘en el’ capitalismo, no una crisis ‘del’ capitalismo; como mucho se habla de algunas reformas legales que nadie cree que vayan ser profundas”.

8/8/18

Si no se quiere actuar por arriba, al menos asegurar la existencia a toda la población

LAS GRANDES RIQUEZAS SON UN PROBLEMA PARA LA LIBERTAD

Los hechos en los que se basa este dogma son: de una parte, los asalariados no tienen derecho a interferir en el reparto de la riqueza social entre medios de consumo para los no asalariados y medios de producción. De otra, solo en casos excepcionales y favorables tiene el asalariado el poder de ampliar el llamado “fondo de trabajo” a expensas de los “ingresos” de los ricos”.
Karl Marx, El Capital, t. I, pág 701.

El nuevo gobierno del Reino de España está dando ya señales de por dónde van a ir algunos aspectos fundamentales de su política. De entrada, pocos cambios, más allá de algunas posturas hacia el frente de Cataluña, tensado con la visita del Borbón a Tarragona recientemente, y anuncios de recuperación de derechos en materia de libertades cívicas. Pero sobre la política económica, las primeras declaraciones son completamente obedientes a las directrices de la UE y a los presupuestos aprobados por el PP hasta finalizar el año, como ha puesto de manifiesto la ministra de Economía Calviño en su primera reunión del eurogrupo. Es decir, casi nada. A ello ya se refería la semana pasada un artículo de Sin Permiso con algún detalle.

Queremos ahora referirnos a un problema del que se habla de vez en cuando en la prensa, se refieren algunos políticos, muchos congresos académicos, algunas tesis doctorales, multitud de artículos periodísticos… pero que se da por inevitable: las grandes y crecientes desigualdades sociales. O, para ser algo más precisos, la acumulación creciente de grandes riquezas en muy pocas manos. Creemos que se trata de una realidad extremadamente importante para la libertad de la mayoría, y que no prestarle la atención adecuada más allá de los mítines de los domingos y fiestas de guardar, es una muestra más de las digamos insuficiencias de las políticas de las izquierdas realmente existentes.

7/8/18

El futuro de la humanidad pasaría por adoptar una nueva visión sobre la propiedad

¿PROPIEDAD PRIVADA O DERECHO DE USO?
Los seres humanos vivimos en deuda permanente con la naturaleza que nos proporciona aire, agua, comida y materiales, y con la sociedad que nos regala el lenguaje, el conocimiento y la tecnología. Todo capital sea tangible o intelectual es una obra colectiva. Nunca nadie, por mucho que trabaje, conseguirá liquidar esta deuda.

No obstante aspiramos a devolver al menos una parte de ella en forma de servicios a la comunidad, de nuevos conocimientos, de construcciones que podrán servir a otros o simplemente en "tareas de mantenimiento". El acumulador capitalista no respeta este pacto, apropiándose de bienes que no le pertenecen, estrangulando el reparto o privando a otros de su disfrute. Bajo este punto de vista cuanto más acumula mayor será su delito ya que edifica su patrimonio sobre la base de no restituir las deudas contraídas.

El concepto de propiedad encerraría una apuesta ideológica tramposa en su interior ya que olvida, de forma consciente y premeditada, que sólo la madre Tierra (que corresponde a Dios para los creyentes) y la mente colectiva formada por todas las mujeres y hombres que han vivido, viven y vivirán son los auténticos propietarios de cuanto poseemos. Desde esta cosmovisión deberíamos hablar de "derecho de uso" y no de "derecho de propiedad" ya que este concepto carece de sentido.

6/8/18

El sistema nos condena a no disponer de lo único valioso en la vida, el tiempo

LA NEGACIÓN DE LA VIDA Y EL SISTEMA DE MERCADO
El capitalismo nos ofrece una ficción y una falacia que se sustenta en la creencia de que es posible desarrollar un crecimiento infinito en un planeta que es finito


Tradicionalmente la visión hegemónica en las ciencias sociales ha entendido que el crecimiento económico es el indicador básico de avance de las organizaciones humanas. Así, las concepciones relacionadas con el progreso, el crecimiento, la competitividad y la industrialización han sido los elementos claves sobre los que se estructuran las sociedades contemporáneas. De esta forma, el sistema económico ha puesto en el centro la acumulación de capital, privilegiando las actividades que se encuentran en el mercado y, por tanto, son susceptibles de ser monetizadas, evaluadas y retribuidas económicamente. El capitalismo propone, así, un sistema de crecimiento, producción y consumo sin límites, negando la esencia básica de la naturaleza planetaria y humana que es, por definición, limitada e interdependiente.
En el ámbito académico de los estudios del desarrollo, esta visión está, en teoría, ampliamente superada. En 1992, el Premio Nobel de Economía Amartya Sen establece que el desarrollo es libertad; libertad para que las personas puedan elegir libremente cómo vivir sus vidas. Las sociedades son más desarrolladas cuantas más capacidades cultiven en la ciudadanía y más opciones brinden las estructuras sociales para que las personas podamos elegir qué queremos ser. Sen plantea, así, que el desarrollo tiene una base material –dado que, sin las necesidades materiales cubiertas, las personas no son libres– y una base política y social. Cuanto más libres son las personas frente a las expectativas, creencias y prejuicios sociales, más opciones tienen para elegir libremente cómo vivir, cómo criar, a quién amar o en qué trabajar.

2/8/18

Paradójico que no podamos emplear esa riqueza para que nos haga más felices

LAS PARADOJAS DE LA FELICIDAD Y LA ECONOMÍA GLOBAL
Hablaremos de varias paradojas, la de la globalización y las de la felicidad, estrechamente relacionadas entre si, aunque no parezca evidente en un primer momento.

En una entrevista realizada a comienzos de año en Davos Jamie Dimon, CEO del banco de inversión norteamericano JP Morgan aseguraba que el nivel de vida europeo era excesivo, los salarios, pensiones y prestaciones del Estado son excesivas si Europa pretende competir con el resto del mundo. Dimon aseguraba que esa situación era insostenible “Dicho sea con todo el respeto para los europeos, pero eso tiene que cambiar. Pueden forzar a ello los políticos, o un nuevo tipo de liderazgo”.

Quizás la gran paradoja de nuestro tiempo sea esta, en una sociedad cada día aparentemente más opulenta, según nos muestra los cada día más altos valores que alcanza el Producto Interior Bruto (aunque en realidad no por ello seamos más ricos), nos vemos obligados a ser más productivos, es decir, trabajar por menos dinero y menos prestaciones, si no queremos “dejar de ser competitivos”, es decir, dígalo claramente señor Dimon, ser antiguos, obsoletos, poco modernos, y sobre todo, más pobres, incluso mucho más pobres, depauperarnos hasta límites que nos causen vergüenza y humillación.

1/8/18

Una fascinante lección de economía política, realista, clara y con pocos prejuicios

LAS PENSIONES, EL DECRECIMIENTO Y LA NATALIDAD JAPONESA
La movilización social que viene produciéndose en torno a las pensiones implica muchas cosas, además de las directa e inmediatamente relativas a su objeto. Recordemos sólo un aspecto, para ilustrar la densidad sociológica del asunto. Dsde que comenzó la última crisis en 2007 (seguramente desde antes, pero creo que eso no importa mucho aquí), viene siendo bastante frecuente que la pensión de jubilación de un antiguo obrero u obrera sirva para mantenerle a él o a ella y a su pareja, al hijo o la hija desempleados de larga duración e incluso a los nietos y nietas estudiantes. Un único ingreso está permitiendo la supervivencia en redes de proximidad que se parecen más a la familia extensa tradicional que a la famosa familia nuclear moderna. Dada la situación, cabe imaginar que, tal vez, la gente que está viviendo esa realidad aceptaría políticas restrictivas en materia de pensiones si viera que sus allegados encuentran un trabajo con unas mínimas perspectivas de continuidad e ingresos suficientes, o que las tasas de la universidad pública bajan en vez de subir (como han venido haciéndolo hasta niveles próximos a los de la oferta privada).

Ya sabemos que lo que pasa no es eso, sino algo distinto. El gobierno, un gobierno dejémoslo en que no muy ejemplar, con el aval de expertos -dejémoslo en que dudosamente imparciales- de las universidades, de Bruselas o del FMI, amenaza a las personas afectadas, de manera persistente, con recortarles la paga, sin que las condiciones de quienes tienen a su alrededor se modifiquen sensiblemente. Más aún, a esas personas se les había dicho que las estrecheces angustiosas se acabarían cuando la economía se recuperara, cuando San Crecimiento regresara de sus vacaciones. Resulta, sin embargo, que hace ya unos años desde que, en los papeles, se superó la crisis y la nueva pobreza no se esfuma. Segundo: todo el mundo puede oír y leer, un día sí y otro también, que las redes de seguridad del magro estado del bienestar son insostenibles. Y, encima, el gobierno toma a los pensionistas como rehenes en un chantaje a la oposición para que ésta colabore en su continuidad. ¡Y aún hay quien se extraña de que la depresión y la ira se alternen en un ciclo cada vez más tenso!