PERSONAS O COSAS
En Ébano, Ryszard Kapuściński relata sus viajes por África con una
mirada lúcida y empática. La historia de Madame Diuf en un tren arranca
sonrisas, pero pronto el tono cambia cuando el convoy atraviesa el barrio pobre
de una ciudad, con grandes similitudes respecto a cualquier otra urbe del
mundo, africana o no.
La guerra, la sequía, la pobreza o la verde esperanza en una vida mejor hacen que la gente emigre: del campo a la ciudad, de un país a otro… Lo ha hecho el ser humano desde que existe y no va a dejar de hacerlo. Y ahora se añade un factor que lo cambia todo. Podría ser la desbocada desigualdad, pero nos referimos a la crisis climática y sus inquietantes efectos.
Kapuściński se deja sorprender por los barrios apretados con
personas desamparadas que dependen del azar y de la solidaridad, que solo
tienen lo puesto y, a veces, es prestado. Estas personas no se quejan porque no
tienen dónde hacerlo. Su única posesión de valor es su cuerpo. Entonces, este
periodista y escritor reflexiona:
«Se vuelve cada vez más importante para el mundo la
pregunta no de cómo alimentar a la humanidad —hay comida suficiente, a menudo
solo se trata de organización—, sino de qué hacer con la gente.
Qué hacer con la presencia en la Tierra de millones y millones de personas. Con
su energía sin emplear. Con el potencial que llevan dentro y que nadie parece
necesitar. ¿Qué lugar ocupa esa gente en la familia humana? ¿El de miembros de
pleno derecho? ¿El de prójimos maltratados? ¿El de intrusos molestos?»
Estas preguntas resuenan con fuerza en un mundo marcado aún
hoy por la exclusión. Hubo un tiempo en el que defendíamos limitar la población
mundial. Ahora comprendemos que es mejor actuar de forma indirecta. Centrémonos
en proteger los derechos de las personas más pobres, con especial atención a
niñas y mujeres. Es esencial mejorar la educación, eliminar la discriminación y reducir la desigualdad.
Uno de los problemas más graves de la humanidad —la desigualdad
explosiva— tiene, a la vez, mecanismos fáciles de solución. Se trata de limitar los enormes beneficios de unas élites
económicas que son las principales responsables de los mayores
desastres ambientales, amén de otras injusticias. No se trata solo de subir los
impuestos a los mega-ricos y de eliminar sus paraísos fiscales. También
hay que prohibir ciertas actividades
de altísimo impacto ambiental que simbolizan el despilfarro
extremo, tales como los jets privados, los megayates, el turismo espacial y el antártico, los trofeos de caza exóticos,
usar helicópteros para comprar el pan, o practicar deportes que
deberían estar prohibidos.
Además, debemos asegurar que los beneficios del avance
humano lo sean para la humanidad en general, y no solo —como ocurre a
menudo— para quienes menos los necesitan. Algunos ejemplos de lo que deberíamos
ir haciendo antes de que sea demasiado tarde son:
- Reducir
la jornada laboral y
evitar las horas extras.
- Aprobar
una Renta Básica para
mayores de edad
- Aplicar
una fiscalidad justa y verde con impuestos a robots y ordenadores
industriales.
- Valorar tareas ahora no remuneradas (voluntariado,
cuidado de niños o de mayores, etc.).
- Controlar la deslocalización y el abuso de
las multinacionales exigiendo el mismo comportamiento en
todos los países en los que operen.
- Adoptar
prácticas agrícolas basadas en la agroecología
- Reducir
el consumo de carne y pescado,
así como el presupuesto
militar.
En todos estos asuntos, o bien avanzamos poco, o bien
retrocedemos. Y mientras tanto, debemos recordar que emigrar es un derecho humano fundamental que
debe ser respetado. Tener miedo a perder lo que tenemos es algo natural, pero
no debemos permitir que ese temor derrote a nuestra empatía y solidaridad. Sin
duda, todos podemos imaginar una situación en la que nosotros mismos querríamos
hacer uso de ese derecho a emigrar para buscar un futuro mejor.
No hay soluciones simples, pero sí caminos adecuados.
Actuemos con responsabilidad y coherencia, aunque el resultado no sea inmediato
ni perfecto. Lo imperfecto siempre será mejor que lo inhumano.
https://blogsostenible.wordpress.com/2025/07/14/personas-o-cosas/
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