Cuando llegué a la casa de Arnau y Marcel en el barrio de El Clot de
Barcelona noté algo especial. Una extraña tranquilidad, mucho silencio, de
repente parecía que ya no estaba en la ciudad, no había rastro de ruidos ni de
estrés. Aquel piso era diferente, sobre la vitrocerámica de la cocina había un
camping gas, no había nevera ni lavadora. Tampoco había tele, solo una radio
grande y que además ahora estaba apagada. Aquel piso era distinto porque
no tenía electricidad.
¿Por qué no tenéis electricidad?
Marcel: Una mañana llegaron unos operarios de la compañía eléctrica y
nos dijeron que llevábamos un año sin pagar luz y que nos la iban a cortar.
Nosotros éramos nuevos en el piso y no teníamos ni idea de que existía esa
deuda. Fue un momento duro, nos quedamos un poco tirados e intentamos por todos
los medios conseguir que nos la volvieran a conectar. Teníamos todo eléctrico.
¿Y qué hicisteis después?