SELBA Boletín Noviembre 2013
Hola amigos,
Van pasando los años, ya van unos cuantos. Y de momento, todo sigue
igual. Ninguna verdad se me reveló con absoluta claridad. No sé quién soy, no
sé qué hago en este mundo, no sé por qué estoy vivo ni para qué me sirve ser
consciente de ello.
Tener consciencia de mi propia existencia es algo que, de
hecho, me fascina. Todo el mundo es consciente de sí mismo, todo el mundo es
consciente de algo, pero nadie que yo conozca es absolutamente consciente de
todo. ¿Para qué tener conciencia si no sirve para comprender, si ni siquiera
asegura una acción recta y amorosa? Salvo que la conciencia no sea ningún
final, no sea algo acabado, sino algo por hacer, algo que se halla en proceso
de llegar a ser. Una conciencia imperfecta que evoluciona, sin embargo, hacia
horizontes más amplios, de mayor conocimiento y compasión.
Tal vez como
individuo no sea gran cosa, pero ¿y si fuera un elemento más, tan único como
prescindible, de esa gran conciencia universal que va emergiendo lentamente
desde la materia y la vida a través de una humanidad que apenas ahora está
despertando a su destino? ¿Y si el siguiente paso a esta conciencia individual,
todavía pobre, todavía lejos de su máximo esplendor, fuera una conciencia
colectiva, alimentada y soportada por millones de seres humanos en permanente
conexión, una conciencia común para una nueva esfera del ser, esa noosfera de
la que ya otros nos hablaron antes? Sin duda, esta es mi esperanza. Y de alguna
manera, a ella me aferro.
Mientras llegan las respuestas, vivo los días con calma, feliz de
poder amar y ser amado, de ver salir el sol cada mañana y ponerse al atardecer,
de tener un cobijo donde refugiarme y sentir que a mi alrededor reina la paz.
Seguro, dentro de mis dudas, de que no cabe otro futuro para la humanidad que
el de la paz. De que esta conciencia, de la que ignoro casi todo, seguirá
evolucionando hasta preñarse completamente de amor y hacer que la paz lo sea
todo en la Tierra. Los años van pasando, y aún sin respuestas, la vida
sigue.
Un cordial saludo, Ulises