Campaña contra la vacunación COVID infantil y juvenil
¿Expondrías a tus hijos a una supuesta vacuna que puede
producir daños irreparables en su cuerpo?
El gobierno quiere “vacunar” a nuestros hijos en los días
previos al comienzo del curso escolar. No lo podemos permitir porque no se
trata de vacunas sino de medicamentos experimentales muy peligrosos que a
menudo provocan trombos, convulsiones, parálisis… y además pueden alterar su
ADN con consecuencias impredecibles en el futuro.
Sabemos que sólo entre el 1% y el 10% de los efectos
indeseables se notifican a las autoridades. Aun así, la Agencia Europea del
Medicamento ha reconocido numerosos casos de miocarditis, pericarditis y otras
patologías como efectos adversos a las mal llamadas “vacunas” entre la
población infantil y juvenil.
Usted está a tiempo de evitar que inyecten a sus hijos esos medicamentos experimentales, está a tiempo de advertir al centro donde tenga escolarizado a su hijo o hija, de forma expresa, su NO CONSENTIMIENTO a que su hijo o hija sea inoculado.
La actual legislación le confiere ese derecho. Si no lo hace, no podrá reclamar a las compañías farmacéuticas ni al gobierno por los daños causados a la salud de su hijo, ni siquiera en caso de fallecimiento.Desde la Coordinadora Sin Miedo (CSM),
que aglutina a 72 entidades de la sociedad civil, cuestionamos el relato
oficial sobre la falsa pandemia, aportando información, evidencia científica,
testimonios, documentos… Siempre desde el lado de la ciencia. Y le recomendamos
que manifieste cuanto antes su NO CONSENTIMIENTO a la
“vacunación” de sus hijos.
Con esta campaña pretendemos alertar y movilizar a la
sociedad para impedir que nuestros niños y jóvenes mueran o enfermen gravemente
con esas pseudo vacunas. Llevaremos a cabo manifestaciones y acciones directas
en la calle o en las instituciones, especialmente en los tribunales,
presentando las iniciativas legales que entendamos necesarias para descubrir la
verdad o para obligar a los responsables de las violaciones de derechos
fundamentales, empezando por el derecho a la salud y la vida, a asumir las
consecuencias legales de sus decisiones.
Esta campaña de la Coordinadora Sin Miedo va
dirigida a luchar contra la posible imposición de “vacunaciones” sin
consentimiento y sin la obligatoria prescripción médica previa e
individualizada. Y a informar a la ciudadanía de los graves peligros y riesgos
de las vacunas COVID, que actualmente se encuentran en fase de ensayo, con el
fin de que podamos tomar decisiones libres e informadas tal como establece la
Ley de Autonomía del Paciente.
Para ello, la Coordinadora Sin Miedo ha
preparado un Kit de Resistencia a la Vacunación infantil y
juvenil con el ánimo de llegar a la mayor cantidad posible de
personas, incluyendo a los responsables médicos y políticos. Y con el objetivo
de frenar cualquier intento de inocular a los menores estas pseudo vacunas
experimentales porque son peligrosas y no las necesitan. Los menores están
sanos y no son contagiadores, las estadísticas oficiales dejan claro que no
corren ningún riesgo.
Según la OMS la letalidad por COVID es solo del 0,2% entre
la población mundial (similar a la de la gripe común), y afecta sobre todo a
los ancianos, pero nunca o casi nunca a los niños y adolescentes. Entonces,
¿por qué arriesgarnos? Es mucho más probable que los menores enfermen por la
pseudo vacuna transgénica (no previene la infección) que por COVID. Las
vacunas COVID están en fase experimental y tienen contraindicaciones.
Por otra parte, existen estudios científicos que demuestran
que los niños que no se vacunan tienen mejor salud que los vacunados.
Además, es falso que nos protejan realmente de contraer la COVID. La
revista científica The Lancet publicó el pasado 20 de abril un estudio donde se
señala que la vacuna de AstraZeneca tiene en realidad una eficacia del 1,3%, la
de Moderna del 1,2%, la de Janssen del 1,2% y la de Pfizer del 0,84%”. Este
estudio evalúa el ARR o reducción del riesgo absoluto, la diferencia entre las
tasas de infección con y sin vacuna, considerando a toda la población.
Según Jon Ander Etxebarría, ex decano del Colegio de
Biólogos del País Vasco: “La estadística epidemiológica no justifica en
absoluto el que se vacune a la población de edad inferior a los 40 años y esta
justificación es todavía de menor peso cuando hablamos de la franja de edad
menor de 20 años. La letalidad de la franja de edad de 0 a 9 años es del 0,01%
en la población de esa franja de edad y de un 0,0005% si se tiene en cuenta el
total de la población”. Son datos referidos al País Vasco, pero extrapolables,
por análogos, a toda España.
Para más información contactar con coordinadorasinmiedo@gmail.com
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