LAS ALMAS VACÍAS QUE NOS RODEAN
En un reciente hilo publicado por el usuario @eumelvi, se plantea una reflexión inquietante sobre la existencia de lo que denomina «almas vacías»: personas que, a pesar de su apariencia humana, parecen carecer de una verdadera chispa de conciencia, funcionando como autómatas dentro de un sistema que los controla.
Este concepto, desarrollado en dos partes, no solo invita a
la introspección, sino que también conecta con ideas filosóficas, psicológicas
y culturales que han sido exploradas a lo largo de la historia.
El post inicial «ALMAS VACÍAS: ¿EXISTE UNA HUMANIDAD SIN ESPÍRITU?», comienza con una observación cotidiana: todos nos cruzamos con personas que parecen desconectadas, incapaces de cuestionar su entorno o de buscar una verdad más allá de lo evidente.
@eumelvi plantea que estas personas no son simplemente distraídas, sino que podrían ser «almas vacías», individuos que carecen de una profundidad espiritual o de una conexión con la conciencia. No se trata de una teoría espiritista, sino de una interpretación cruda de la realidad: hay seres humanos que funcionan por inercia, repitiendo patrones sin un sentido trascendental.La imagen que acompaña este post es poderosa: un hombre de
expresión seria, rodeado por una multitud de figuras con rostros vacíos y bocas
abiertas, reminiscentes de zombis. Esta representación visual refuerza la idea
de un individuo consciente en medio de una masa de seres carentes de vida
interior, un tema recurrente en obras distópicas como la película They Live
(1988) de John Carpenter, que critica la conformidad social y la manipulación
sistémica.
El autor del post recurre a varias corrientes de pensamiento
para sustentar su idea. Una de las más destacadas es la filosofía de Gurdjieff,
místico y filósofo del siglo XX que describió a la humanidad como
mayoritariamente «mecánica». Según Gurdjieff, el ser humano promedio vive en un
estado de «sueño», reaccionando a estímulos externos sin verdadera
autoconciencia. Gurdjieff categorizaba la conciencia humana en cuatro estados:
sueño, vigilia, autorrecuerdo y conciencia objetiva. La mayoría de las
personas, según él, permanecen en el estado de sueño, funcionando como máquinas
sin cuestionar su existencia.
Gurdjieff, conocido por su enfoque práctico hacia el
despertar espiritual, afirmaba que los humanos pueden evolucionar
conscientemente al conectarse con una «Mente Mayor» o inteligencia universal,
pero esto requiere un esfuerzo intencional, algo que las «almas vacías» descritas
por @eumelvi parecen incapaces de realizar. En sus palabras, «el hombre, tal
como existe, es una máquina», una idea que ofendía a muchos porque nadie quiere
ser considerado un autómata. Sin embargo, Gurdjieff insistía en que, al
observarnos, podemos notar cuán mecánicamente nos comportamos, repitiendo
patrones sin reflexión.
Otra referencia clave en el post es Gustave Le Bon, un
sociólogo francés que en 1895 publicó Psicología
de las multitudes. Le Bon argumentaba que los individuos, al formar parte
de una multitud, pierden su individualidad y descienden «varios peldaños en la
escalera de la civilización». En una multitud, una persona culta puede
convertirse en un «bárbaro», actuando por instinto en lugar de por razón. Este
fenómeno, según Le Bon, se debe a la «contagiosidad» del comportamiento
colectivo y a una mayor sugestionabilidad, ideas que también influyeron en
Sigmund Freud, quien exploró la psicología de grupo en su obra Psicología de las masas y análisis del yo.
El post de @eumelvi conecta esta teoría con las «almas
vacías», sugiriendo que estas personas no solo siguen la narrativa oficial sin
cuestionarla, sino que atacan cualquier intento de duda. Esta característica se
alinea con la observación de Le Bon de que las multitudes actúan instintivamente,
sacrificando su interés personal por el colectivo, incluso cuando este
colectivo está basado en una mentira. En un contexto histórico, las ideas de Le
Bon surgieron en una época de industrialización y democratización, cuando el
comportamiento de las masas se convirtió en un fenómeno social relevante, a
menudo asociado con movimientos políticos y acciones de turba.
El concepto de «portales orgánicos» mencionado en el post
proviene de corrientes esotéricas modernas, popularizadas en los años 2000 por autores
como Laura Knight. Según esta teoría, que carece de respaldo científico pero
tiene raíces en ideas gnósticas, algunos seres humanos no tienen un vínculo
real con la conciencia superior. Estos «portales orgánicos» serían avatares
biológicos que cumplen una función en la estructura del mundo material, pero
sin un propósito trascendental. La teoría sugiere que todos, incluso aquellos
con potencial espiritual, pueden operar en el nivel de un portal orgánico si no
realizan un trabajo psicoespiritual profundo, como la integración de traumas o
el desarrollo de la autoconciencia.
En el contexto del post, las «almas vacías» serían
equivalentes a estos portales orgánicos: individuos que imitan comportamientos,
repiten patrones y carecen de introspección. Esta idea resuena con las palabras
de Francis Heylighen, un profesor de la Universidad Libre de Bruselas, quien
describe la mente como una colección de programas simples que dan la ilusión de
un «yo» unificado, una teoría que el filósofo Daniel Dennett también explora en
su libro La conciencia explicada.
Para los «portales orgánicos», esta ilusión es todo lo que existe; no hay un
«yo» más profundo que busque trascender.
El post también hace referencia a The Matrix, una película
que popularizó la idea de una realidad simulada donde la mayoría de las
personas están «dormidas», esclavizadas por un sistema que no comprenden. En la
película, los que están dentro de la Matrix prefieren la mentira cómoda a la
verdad dolorosa, una idea que @eumelvi aplica a las «almas vacías». Estas
personas, según el post, defenderán el sistema incluso cuando se les presenten
pruebas de su falsedad, porque dependen de él para dar sentido a su existencia.
Curiosamente, la metáfora de The Matrix ha trascendido la ficción y ha influido
en casos legales reales.
Según los resultados web, existe algo llamado la «defensa
Matrix», un tipo de defensa por insanidad en la que los acusados afirman haber
cometido crímenes porque creían estar en una simulación. Por ejemplo, en 2002,
Tonda Lynn Ansley fue declarada no culpable por razones de insanidad tras
asesinar a su casera, argumentando que creía estar en una realidad simulada.
Otro caso involucró a Vadim Mieseges en San Francisco, quien desmembró a su
casera y fue declarado mentalmente incompetente tras citar una explicación
similar a The Matrix. Estos casos muestran cómo las ideas de la película han
permeado la percepción de la realidad en el mundo real.
En la segunda parte del hilo, publicada el 2 de abril de
2025, @eumelvi ofrece una lista de características para identificar a las
«almas vacías». La imagen que acompaña este post incluye una frase en español:
«Contemplando a su alrededor, él finalmente comprendió por qué tantos estaban
dormidos», que refuerza la metáfora de Gurdjieff sobre el sueño como un estado
de inconsciencia. Las características enumeradas son:
- Rechazo
absoluto a la duda: Las «almas vacías» no solo aceptan la narrativa
oficial, sino que atacan cualquier cuestionamiento, repitiendo consignas
sin buscar argumentos.
- Falta
de autoconciencia: No se cuestionan a sí mismas ni sus motivaciones,
viviendo en piloto automático.
- Ausencia
de empuje espiritual o filosófico: No tienen interés en buscar respuestas
más allá de lo inmediato; la trascendencia les es ajena.
- Miedo
a lo desconocido: Prefieren lo familiar, incluso si es una mentira, antes
que enfrentarse a la incertidumbre de la verdad.
- Defensa
irracional del sistema: Justifican las estructuras que los dominan, sin
importar las pruebas en contra, porque dependen de ellas para sentir que
su existencia tiene sentido.
Estas características reflejan fenómenos psicológicos bien
estudiados, como la disonancia cognitiva, un concepto desarrollado por Leon
Festinger en 1957. La disonancia cognitiva ocurre cuando una persona se aferra
a creencias contradictorias con la evidencia, prefiriendo la comodidad de sus
ideas preconcebidas. En el contexto de 2025, esta defensa del sistema podría
estar influenciada por la baja confianza global en las instituciones: según el
Edelman Trust Barometer de 2024, solo el 40% de las personas confían en
gobiernos y medios, lo que podría alimentar narrativas sobre un «sistema» que
mantiene a la gente dormida.
El post ofrece un consejo práctico: no malgastar energía
intentando despertar a las «almas vacías». Según @eumelvi, no está en nuestras
manos abrir los ojos a quienes no quieren ver. En cambio, sugiere enfocarse en
aquellos que ya tienen dudas, que están empezando a notar que algo no encaja.
Esta idea resuena con las enseñanzas de Gurdjieff, quien creía que solo un
pequeño porcentaje de personas es capaz de despertar, y que los esfuerzos deben
dirigirse a quienes ya muestran signos de autoconciencia.
El autor también advierte contra la desesperanza: «El
sistema necesita a estas ‘almas vacías’ para seguir en pie, pero nosotros no
las necesitamos para construir algo nuevo». Este mensaje es un llamado a la
acción para conectar con quienes están «realmente vivos», aquellos que buscan
respuestas y están dispuestos a cuestionar. En un contexto contemporáneo, esto
se alinea con el auge de movimientos espirituales modernos, como la meditación
y las prácticas de mindfulness, que han ganado popularidad desde los años 2010.
Un estudio de 2023 reveló que el 55% de los adultos en Estados Unidos han
probado la meditación para aumentar su autoconciencia, reflejando un creciente
interés en el despertar espiritual.
Las ideas del post no son nuevas; tienen raíces en debates
filosóficos antiguos. Por ejemplo, la alegoría de la caverna de Platón, escrita
alrededor del 380 a.C. en La República, describe a prisioneros que confunden
las sombras proyectadas en una pared con la realidad, incapaces de ver la
verdad más allá de su ilusión. De manera similar, las «almas vacías» de
@eumelvi no pueden ver más allá del sistema que las controla, prefiriendo la
comodidad de la mentira.
En la cultura contemporánea, el término «NPC» (non-player
character), empleado por la usuaria @CrisRequejo2 en un comentario al post,
refleja cómo las ideas del post se cruzan con la jerga de internet. Popularizado
en la década de 2010, «NPC» se refiere a personas percibidas como carentes de
pensamiento independiente, un concepto que encaja con la descripción de las
«almas vacías». Este término, originado en los videojuegos, muestra cómo la
cultura digital ha influido en las discusiones filosóficas en línea.
El hilo de @eumelvi plantea una pregunta fundamental: ¿vale
la pena intentar despertar a quienes parecen estar vacíos por dentro, o es
mejor enfocarse en quienes ya tienen la chispa de la duda encendida? Al
combinar ideas de Gurdjieff, Le Bon, teorías como «portales orgánicos» y
metáforas culturales como The Matrix, el autor ofrece una visión provocadora de
la humanidad moderna. En un mundo donde la desconfianza hacia el sistema es
alta y el interés por el despertar espiritual crece, estas ideas resuenan
profundamente.
El mensaje final es claro: no te dejes arrastrar por la
desesperanza. Sigue caminando y conecta con aquellos que, como tú, están
buscando la verdad. En palabras de @eumelvi, «es la hora del mundo», un
recordatorio de que estas ideas, aunque no sean nuevas, tienen el poder de
inspirar a quienes están listos para escucharlas.
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