OTRO MUNDO ES POSIBLE
El
precio de la mediocridad social es tan alto, como los billetes de la
tragedia ambiental que enfrentamos en el siglo XXI. Las cucarachas
capitalistas que se vienen comiendo los recursos naturales del
planeta Tierra, son capaces de ensuciar las promesas ecológicas de
todos los soñadores en peligro de extinción.
Vemos
que el año de la misericordia en el continente de la esperanza, hizo
prosperar el astuto llanto de la sangrienta irracionalidad, que
siempre fomenta la venganza en contra de la grandiosa Pachamama,
porque es muchísimo más fácil ganar la violencia de los enemigos
imaginarios, que sembrar la paz de una amistad consagrada en el cielo
terrenal.
Dicen
que el tiempo es una enfermedad en estado terminal, que se roba la
luz espiritual de la materia humana. Cuando te topas cara a cara con
los ojos de la muerte, puedes caminar o correr para ahuyentar la
voluntad del destino, pero después de cansarte y caerte por las
piedras de tus propias mentiras, sabrás que la verdad es un
sacrificio imposible de quebrar con los dientes.
Somos
capaces de morir por dinero, pero somos incapaces de vivir con la
sonrisa de los ángeles. Permitimos que los demonios fecundados por
la globalización,
viertan todas sus montañas de basura en el crepúsculo de nuestra
alma. Estamos causándole mucho daño a gente inocente, y cuando los
ojos decidan llorar con la amargura de las bombas lacrimógenas, ya
no habrá colirio que humedezca las cicatrices de tanto fuego
fosilizado, y los cadáveres ambulantes se convertirán en tus
fantasmas de conciencia.
Vivimos
en tiempos de amenazas, de disturbios y de chantajes. Todos quieren
apoderarse de nuestro intelecto, de nuestras debilidades, y de
nuestras habilidades. La meta de los delincuentes es poder comprarte,
venderte, maldecirte, enmudecerte o canjearte.
Difícilmente
seremos empáticos con la realidad de la Madre Tierra, si cada oferta
cultural te ofrece al dios de los dioses, junto al credo milagroso y
a su majestuosa pócima perfecta, que te hará sentir tan
supersticioso, tan desprotegido y tan indefenso, que realmente te
transformarán en un siervo inútil para desempeñar el trabajo
ambientalista.
Es
como no asistir un domingo a la santa misa. Dicen que es un pecado
tan mortal, que se paga con las cenizas del infierno. Por miedo a
incumplir las reglas de los mandamientos, asistiremos con gran temor
y por simple obligación a la cita dominical.
Pero
cuando entramos al sagrado templo de la oración divina, nos
encontramos a una sagrada feligresía que adora su nuevo Iphone, que
adora su nuevo Galaxy, que adora su nuevo seguidor de Facebook, que
adora el nuevo mensaje de WhatsApp, que adora la sensualidad del sexy
sacerdote, que adora arrodillarse con zapatos Nike, que adora cantar
reguetón en Itunes, y que adora la omnipresencia de todas las redes
Wi-Fi.
No
hay duda que todos caímos en la trampa. Los verdaderos muertos de
hambre, se siguen muriendo de hambre en las mismas calles, mientras
nosotros jugamos con la vida de los muertos, en cuatro gigantescas
paredes de absurda religiosidad. Al final de la eclesiástica
liturgia dominical, te sientes tan vacío por dentro y tan seco por
fuera, que solo puedes mirar el cielo despejado, alzar el par de
brazos y gritarles amén.
Recuerda
que somos afortunados por tener un padre y una madre, que garantizan
la existencia de todas las especies vivas en la Tierra. Hay
muchísimos planetas huérfanos en el Universo, que no tuvieron la
suerte de conocer y amar a sus progenitores, pero nosotros siempre
hemos tenido el abrazo incondicional y el cálido beso, que solamente
el calipso del sol y
la mejilla de la luna pueden regalarle a su prole.
Los
astros saben que a veces se gana y a veces se aprende. Tienen la
sabiduría de los árboles y de las estrellas. Ellos no pierden el
sentido místico de la vida, pero saben que la Humanidad no aprendió
la primera lección de piano, porque la violencia fue una invención
repudiable de los Seres Humanos, para justificar toda su violencia en
las guerras, en las pesadillas y en los genocidios.
Nuestros
padres galácticos nunca nos dan la espalda, sin importar que sus
hijos sean muy malagradecidos. Respetan la personalidad de todos sus
hijos, pero también reprenden y castigan la falta de respeto.
Sin
golpes en la retaguardia, sin insultos de saliva, y sin flechas en el
pecho. Simplemente nos enseñan el milagro fortuito de la vida, y
esperan que podamos reconocer y diferenciar la tormenta del
tormento.
Por
desgracia, los padres también cometen sus propios errores, confiando
ciegamente en los talentos de sus hijos. Con el paso de los días y
sus noches, las energías de los padres se van menguando y
eclipsando, para que los hijos tengan la oportunidad de volar fuera
del nido, y caigan con prisa en el abismo de la inexperiencia solar y
lunar.
Los
astros también se enferman, se quejan y sufren el dolor. Pero
nuestros padres no conocen la medicina tradicional, que se aplica en
los tradicionales hospitales de la Tierra. Si tienes plata, te
tratarán como el rey de los reyes. Si no tienes plata, te tratarán
como el miércoles de la semana.
Por
eso el sol y
la luna se desesperan con sus hijos, porque no entienden la raíz
cuadrada de sus matemáticas, y porque no entienden la figura
retórica de su castellano.
Cuando
nuestros padres finalmente cierren los ojos y fallezcan, se acabarán
todos los males y todos los malos que cohabitan en la Tierra. La
simulación cerebral exterminará la voz de la santísima Trinidad,
acabará con la maldita traición de la Tauromaquia, arruinará el
cosquilleo malsano de la Envidia, aniquilará los gemidos de las
prostitutas de Hollywood, y terminará con el sufrimiento de los
niños de África.
Sin
embargo, creemos que un segundo de vida es suficiente tiempo a favor,
para cambiar el chip de la mentalidad pasiva en la ciudadanía, y
generar la acción conservacionista en los jóvenes, adultos y
ancianos, porque nadie nace con cinco ceños colgando en la frente,
porque nada es eterno durante los vientos de abril, y porque nadie es
monedita de oro en los bolsillos ajenos.
Por
eso es importantísimo reorientar el norte ambiental de la Madre
Tierra, masificando el compromiso social y el activismo ecológico,
por todos los espacios geográficos que perciben la flora y
la fauna universal.
A
continuación, vamos a enriquecernos con estrategias ambientales
latinoamericanas, que vienen cultivando frutos de progreso a lo largo
y ancho del orbe.
En
Perú, conocimos el proyecto “Los Amigalitos” que utiliza telas
recicladas de fibra de alpaca, para diseñar y confeccionar juguetes
que despiertan el ingenio y la creatividad de los niños, quienes
aparte de divertirse sanamente jugando con los muñecos sustentables,
también se retroalimentan con la naturaleza del bien común.
En
México, la asociación civil “Cerrando el Ciclo” promueve la
recolección de todas las botellas de vidrio, que con frecuencia son
tiradas a la calle por los consumidores irresponsables. Pero en el
pueblo azteca de Nezahualcóyotl, los residuos urbanos son reciclados
y canjeados por alimentos para las familias de escasos recursos, son
utilizados como materia prima para la fabricación de objetos
decorativos, y son una posibilidad de reinserción laboral para las
madres solteras.
En
Cuba, la higiene ambiental se edifica con el proyecto “Acualina”,
que viene realizando charlas educativas y tareas de saneamiento en la
hermosa costa de La Habana, con la participación activa de niños y
jóvenes que aprenden el valor ecológico, y ayudan a mantener
limpios los espacios marinos, recogiendo las bolsas de nylon, las
latas de cervezas, los envoltorios de golosinas y demás desperdicios
ordinarios, que asfixian a los peces caribeños y polucionan el
sentir revolucionario.
En
Venezuela, el arte y el reciclaje se unieron en la plaza Bolívar del
estado Mérida, donde los neumáticos usados y las piezas metálicas
de automóviles, se convirtieron en impresionantes figuras de
animales que plasmaban la estampa del gorila, del escorpión, del
flamingo, del toro y hasta del prehistórico dinosaurio, simbolizando
el esfuerzo y la innovación de transformar más de 4.500 kilos de
basura, en una expresión artística que genera inspiración para la
ciudadanía venezolana.
En
Colombia, se apuesta por la seguridad vial y el resguardo ambiental
del “Programa de Conducción Eficiente”, buscando que las
escuelas automovilísticas en Cali y los conductores del transporte
público y privado, reciban clases pedagógicas y material didáctico
sobre la responsabilidad ambiental, tan necesaria para evitar que la
contaminación sónica del tráfico, que las emisiones de gases
tóxicos para la salud humana, y que la exagerada quema de
combustibles fósiles, sigan envenenando el aire y lesionando a las
escandalosas metrópolis.
En
Paraguay, se enfatiza la soberanía agroalimentaria con el programa
“Sustentagro”, que pretende lograr el crecimiento endógeno de
las comunidades rurales, con el desarrollo de
una agricultura de bajo impacto ambiental, que no perjudique los
suelos fértiles que yacen en los departamentos de San Pedro,
Canindeyú, Caaguazú y Alto Paraná, donde los campesinos se vuelven
dueños del porvenir de sus tierras.
En
Bolivia, se realizó el concurso de dibujo infantil llamado “Mi
árbol y Yo”, para que los jovencitos bolivianos descubrieran las
bondades biológicas de los árboles, y se volvieran empáticos con
su preservación y con la siembra voluntaria. Más de 550 coloridos
dibujos fueron pintados por los muchachos, que usaron sus manitas
inocentes para reflexionar sobre el más orgánico de los regalos,
que los protegerá de las garras del Bullying en la etapa de
pubertad.
En
Argentina, se promueve la solidaridad ciudadana con el proyecto “La
Sachetera”, que recolecta y recicla los envases de plástico
flexibles de la leche o del yogurt, para fabricar grandes lonas
impermeables que están llenas de altruismo, con el objetivo de
donarlas a las familias que viven en condiciones precarias, y lograr
que más individuos puedan revestir la esperanza y bloquear la
indiferencia.
En
Chile, se fecundó la semilla del
proyecto “20 mil lengas para el Paine”, que reunió a estudiantes
de más de 50 centros educativos chilenos, quienes participaron con
alegría en el plan de reforestación del Parque Nacional Torres del
Paine, que ha sido víctima de múltiples incendios forestales en sus
protegidas hectáreas, llegando a poner en peligro los tesoros
naturales de la reserva de biosfera chilena.
En
Uruguay, los afortunados niños que viven en la localidad de
Jaureguiberry, siguen sorprendidos por la construcción de la primera
escuela 100% sustentable de la nación uruguaya, que aprovechó la
infinita basura acumulada por el vicio capitalista moderno, para
generar una infraestructura educativa con paneles solares, con huerto
escolar y con talleres de composta, que logran reforzar la misión de
las 3Rs (Reducir, Reutilizar y Reciclar).
En
Ecuador, se construyó una Escuela-Granja ubicada en la zona
periférica de Quito, para educar y alegrar la vida de los niños con
cáncer, que por la enfermedad deben sobrevivir prisioneros en los
hospitales ecuatorianos. Endulzar el trago amargo que sufren los
pequeños pacientes, en un ambiente de relajación y de contacto
directo con la naturaleza, permite que los niños y sus familiares
puedan olvidarse del gran distrés, causado por el terrible entorno
urbano que acrecienta la depresión y
la negatividad.
En
Brasil, el proyecto “Plantando y Aprendiendo” desarrollado en la
región carioca de Piracicaba, ayuda a que los jóvenes en situación
de riesgo tengan una segunda oportunidad en la vida, apoyándose en
el cuidado holístico que merecen los recursos del Medio Ambiente.
Dentro de la Casa do Bom Menino, los niños y adolescentes disponen
de un refugio que invita a practicar la eficiencia energética, el
ahorro del agua potable, la gestión integral de los desechos
sólidos, y el cultivo de alimentos sin fertilizantes químicos.
Queda
claro que otro mundo es posible de alcanzar, si los latinoamericanos
unimos esfuerzos para regenerar el cáliz del planeta Tierra. El
camino es oscuro, ingrato y salvaje, pero basta con la intención y
el interés de forjar cambios positivos, para que la ecología social
empiece a fluir en los corazones más fríos, y recorramos la senda
pasional del conservacionismo.
Una
verdadera cultura ambiental debe estar descafeinada, despolitizada y
descentralizada. La participación popular del pueblo verde y
silvestre, es fundamental para que los ecosistemas en la Reserva
de Biosfera Maya,
en el Parque Internacional La Amistad y en Bosawás, puedan recuperar
el equilibrio natural y no sigan siendo destruidos, por la droga de
codicia que encoleriza a los pobres soldados uniformados.
La
pelea es peleando en la gruta de la batalla pacifista, donde todos
podemos contribuir con la preservación de la vida planetaria, y
evolucionar como la Humanidad que no tiene miedo de humanizarse.
El
romance de la silueta del amor se refleja en los océanos, en los
bosques y en las auroras boreales, que no secuestran con egoísmo los
misterios de la creación mundial. Y el romance del amor también se
refracta en la silueta de los volcanes, de los huracanes y de
los terremotos,
que son trece gotas de arrepentimiento en el ocaso del luto solar y
lunar.
Mientras
exista una paloma con su olivo, un oso panda con su bambú, y una
luciérnaga con su brillo, pues las balas ensangrentadas en los
peligrosos confines del Mundo, NO podrán asesinar el espíritu de
lucha que hoy escribimos con valentía, y no podrán quemar las
ilusiones de vivir ese bonito futuro, que ayer soñábamos con la
alegría genuina de la infancia.
Ekología
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