La
crisis financiera detonada a partir de 2007 ha resultado en un
tremendo golpe para las economías de los países y de las familias,
así como una sustancial merma de los derechos a servicios públicos
fundamentales de calidad de los ciudadanos, por culpa de recortes en
gasto público como en sanidad y educación. Hay que añadir la
reducción de poder adquisitivo de la ciudadanía y la precarización
laboral como problema estructural.
Estos
“ajustes” que nos han constreñido durante estos 10 largos años,
puesto que eran la solución y salida del atolladero, han sido
aplicados en forma de reformas de leyes laborales, ajustes de gasto y
déficit públicos, leyes mordaza... Sin embargo, mientras la mayoría
sufre el impacto de esta crisis, y ve como se esfuma el estado de
bienestar, aumentan las fortunas de unos pocos, de forma que se puede
calificar este proceso de “recuperación” como una estafa. Es un proceso de recuperación que, a poco que se mire, cualquiera
puede darse cuenta que tiene las patitas muy cortas. Solo con ver el
crecimiento de la deuda española hasta pasar del 100% del PIB, algo
inabarcable por nuestra economía.
Y
si esto es así (que lo es), ¿en qué lugar queda un país que
presupuesta en defensa más del doble que en educación y sanidad
juntas?, pues en un país que quiere aplicar un férreo
control social mediante
la represión...
...En
un país, además, que está alimentando un "lucrativo"
mercado de armas que nutren las guerras que asolan el globo,
haciéndonos co-responsables del drama de millones de personas que
mueren, o se lanzan a una situación de vida o muerte cruzando
un desierto o el Mediterráneo en una patera.
También
en un país cuyos gobiernos se han dedicado a mercantilizar los
derechos fundamentales como la educación y sanidad, potenciando los
beneficios de empresas e inversores privados, en estos sectores,
mediante el abandono de la inversión pública.
La
vergonzosa evasión fiscal de las grandes fortunas hace que alrededor
de 125.000 millones de euros se nos escapen ocultos en cloacas
fiscales al estado español.
Por
este mismo motivo la pérdida de impuestos de la Unión Europea
asciende al billón de euros. A nivel internacional la cantidad de
dinero oculto en estas cloacas fiscales ha aumentado un 45% entre
2008 y 2016. En España aumentó un 205% entre 2013 y 2014.
Ingentes
cantidades de fondos públicos para rescatar autopistas (estimado en
2.000 millones) , bancos (60.600 mill.), el proyecto Castor (1.700
mill.). El BBVA ha recibido mas de 9.000 mill. de ayudas públicas a
pesar de mantener 52 filiales en cloacas fiscales y evitar
contribuir. Banco Sabadell (con 14 filiales en cloacas fiscales)
recibió más de 5.000 mill.), etc...
...Y
todo este panorama aderezado con un taladrante discurso de: "hay
que ser realistas, no podemos subir las pensiones, porque eso hay que
pagarlo, y no hay de donde. Pensad en haceros un plan privado si
eso...
Luego
está,...lo otro..., verás, te vas a reír, pero es que no nos han
contado una cosilla importante,... se les ha debido pasar...
...Y
es que, por mucho que los fundamentalistas nos dan posibles
"soluciones" para las crisis desde la pseudociencia de la
economía, todas estas directrices paridas dentro del marco de las
reglas capitalistas del "crecimiento" son del todo ficción.
Este
"crecimiento" implícito, y eje fundamental del sistema
capitalista es algo tan etéreo y fantástico como la resurrección
de los muertos, la levitación y la construcción alienígena de las
pirámides.
Mientras
vivamos en un planeta limitado en recursos y en la capacidad de
absorber la generación de residuos y destrucción del medio que nos
mantiene vivos y sanos (es decir: siempre), no se podrá "crecer"
de forma ilimitada.
Una
solución tecnológica para mantener las reglas del juego, a pesar de
la merma de recursos, contaminación extrema y consecuente cambio
climático, resulta bastante irreal, cuando toda nuestra tecnología
está basada en la extracción de más recursos.
La
enfermiza carrera por dejar atados el máximo de tratados
internacionales de comercio e inversión no es sino una desesperada
forma de seguir extrayendo plusvalías de exprimir las democracias,
derechos y los servicios públicos de los
ciudadanos,
y darle una patada adelante al problema.
Estos
tratados aportan herramientas legales a las multinacionales para
asegurarse los beneficios económicos, herramientas para saltarse las
"barreras" no arancelarias que limitan su comercio
internacional.
Estas
"barreras" no son otra cosa que leyes de protección la
salud pública y el medioambiente (entre otras) y ante las cuales,
las multinacionales, quedan exentas de su cumplimiento (no así las
PYMES, que deben cumplirlas como no puede ser de otra forma).
El
comercio bajo las condiciones de estos tratados de nueva generación
suponen un terrible impacto sobre el ecosistema y la salud pública,
puesto que se aceptan por todas las partes, los estándares
medioambientales y de salud de los otros países,
siendo
en ocasiones prácticamente inexistentes.
Así
pues, esta crisis ha resultado una oportunidad de oro para los
grandes inversores de extraer riqueza de las entidades públicas con
la excusa del "demasiado grande para caer" y de apuntalar
sus cotos de negocio por encima de derechos fundamentales y las
democracias.
La
única solución a largo plazo que se me ocurre es un replanteamiento
del sistema económico actual, abandonar la "logica"
capitalista y comenzar a andar una senda de la racionalización de la
producción, primando la reducción del impacto ecológico sobre
el beneficio económico, el reparto de la riqueza, reducir los
procesos de la globalización tomándolos como lo que son: la
metástasis del capitalismo. Y no será ni fácil, ni rápido ni
agradable, pero sí necesario.
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