Tanto o más importantes que la divulgación científica.
La socióloga
del futuro y sacerdotisa gaiana Érawan
Aerlín (o,
lo que es lo mismo, el profesor de Física Aplicada y Ecología Carlos
de Castro),
tiene lista para publicar una nueva novela de su ciclo inspirado en
el colapso civilizatorio y en una nueva humanidad que se intenta
recrear como especie integrada en la biosfera. La novela se
titula "Iv" y
está actualmente
en fase de micromecenazgo,
para conseguir los algo menos de tres mil euros necesarios para
editarla. Cuenta además con el apoyo de Ediciones
del Genal,
que inaugurarán con ella una nueva colección de temática gaiana,
gracias a la implicación y concienciación en estas cuestiones de su
fundador, Paco Puche.
Hemos querido
aprovechar este lanzamiento para entrevistar a Érawan/Carlos acerca
de la nueva novela y de su doble faceta como científico divulgador y
como novelista de temática fantástica o fantacientífica.
15/15\15:
Lo primero de todo es hacerte una obligada pregunta: ¿por qué un
pseudónimo literario y por qué un alterego femenino?
Carlos: El
pseudónimo literario es parte de las novelas. Resulta que los libros
se los encuentra enterrados una persona del cercano futuro. Como la
idea es que es un libro en construcción que va viajando por el
tiempo, parecía lógico incorporar un personaje que diera cuenta de
su descubrimiento. Se me ocurrió Érawan Aerlín. Érawan tiene un
nombre femenino con significado propio del mundo de Tolkien, y Aerlín
es el nombre de las ballenas yubarta, cuya música parece de otro
mundo… Lo de que fuese un alterego femenino parece obvio porque las
novelas tienen una fuerte carga ecofeminista y los principales
personajes son mujeres. Gaia tiene nombre de mujer. Además, si en el
siglo XIX y parte del XX las novelistas se ponían nombres masculinos
por pseudónimo, ¿por qué no al revés en un mundo que está
dándose la vuelta?
15/15\15:
No es muy frecuente que un científico se meta a novelista, aunque
tenemos algunos divulgadores como Antonio
Turiel, Pedro
Prieto o
tu compañera en la Universidad de Valladolid, Marga
Mediavilla,
que han hecho sus pinitos con cuentos, relatos y creaciones más bien
fuera de lo estrictamente científico o racional, y haciendo uso de
los recursos literarios para ahondar en las mismas cuestiones desde
otra perspectiva. En tu caso, ¿cuándo decides probar con la
creación literaria y con qué motivación?
Carlos: La
creación artística te permite contar cosas de una forma que es
pecado en la ciencia actual (no quizás en la época de Humboldt y
Goethe). Empecé a escribir cortos cuentos de corte ecológico para
canalizar el dolor que sentía ante los ataques continuos a la
biosfera. Eso fue a principios de los 90. Luego me atreví a
incorporarlos en mi primer ensayo: La
revolución solidaria.
Siempre he tenido dificultades para mi comunicación científica
porque me resulta muy difícil la restricción de lenguaje que nos
autoimponemos, esa mentira de que el observador es neutro,
a-emocional. Cuando además trabajas con la idea de cómo y qué
comunicar cuestiones como el cambio climático, el pico del petróleo,
la extinción de especies, la desigualdad humana, y llegas a la
conclusión de que la transición civilizatoria es urgente e
inevitable, te encuentras que los planos filosófico, emocional y
espiritual, y no solo la divulgación tecnico-científica, son tanto
o más importantes. Así que algunos de nosotros nos ponemos a ello,
buscamos sinergias.
15/15\15:
Anteriormente a Iv publicaste
otra novela que en ciertos círculos, podríamos decir colapsistas
o peakoilers tuvo
una gran acogida, aunque su difusión ha sido muy escasa, El
Oráculo de Gaia.
Cuéntanos: ¿cuál es la relación entre las dos obras? ¿Se pueden
leer independientemente? ¿Van dirigidas al mismo público?
Carlos: Las
dos novelas forman parte de la misma historia, la historia de Gaia y
su relación con nosotros. El
Oráculo de Gaia incorpora
seis historias simultáneas, lo que la hace una novela compleja. Eso
que entusiasmó a algunos lectores, a otros les echó algo para
atrás. Además, faltaban por continuar algunas cosas que dejaba El
Oráculo sin
concluir. Así que pronto me puse con la idea de Iv:
más sencilla, solo dos historias, una dentro de otra, más dinámica,
pensando en un público aficionado a las películas de aventura y/o
de ciencia-ficción, y con ciertos matices nuevos, como la violencia
y el erotismo (aunque no es ni mucho menos una novela violenta o
erótica).
Se puede leer
sin saber nada de El
Oráculo,
incluso sin ser consciente de que por debajo hay una reflexión mucho
más profunda de lo que la simple aventura indica. Pero el lector
de El
Oráculo aficionado
a la precisión científica, continuará en ella. Por ejemplo, como
la novela narra hechos que acontecen más de 7.000 años en el
futuro, y el mundo está en época glaciar, se tiene en cuenta la
posición de las estrellas en esa época (por eso no se orientan con
la estrella Polar en el hemisferio norte), el nivel del mar, la menor
lluvia, el descenso de lagos como el Tanganika (hasta busqué las
curvas de nivel de los lagos)… Es por ello que escribir cada novela
me llevó unos tres años.
15/15\15:
Además, en el proceso
actual de mecenazgo popular para
editar Iv,
has dado a la gente la posibilidad de hacerse también con la novela
predecesora, ¿verdad?
Carlos: Sí,
claro. Iv sería
al El
Oráculo lo
que El
Hobbit a El
Señor de los Anillos.
Independientes, pero pertenecientes al mismo universo. ¡Uno
particular que llevo construyendo ya casi 30 años, con la sensación
de estar solamente copiando al dictado de Gaia!
15/15\15:
El crowdfunding de Iv llama
la atención también por algunos detalles que se pueden encontrar
los mecenas entre las recompensas, como la plantación de árboles en
su nombre, o los cuentos manuscritos en papiro. Háblanos del por qué
de estas peculiares recompensas…
Carlos: Sinergias.
Además, creo que corresponde que cualquier libro que se vaya a
publicar tenga la menor huella ecológica que se pueda. La plantación
de árboles parece lo más natural, y todo el que lea las novelas le
parecerá meridianamente claro. ¡Los árboles son sagrados!
Lo de
manuscritos en papiro… bueno, forma parte de la magia que
tratan de incorporar también estas novelas. Forma parte de la
comunidad gaiana que creo que necesitamos entre muchos ir formando.
15/15\15:
Otra pregunta de rigor: ¿tiene pensado Érawan continuar la saga?
Carlos: Es
posible. Por aquello, quizás, de que hablamos de trilogías y no de
bilogías, y de que no hay dos sin tres… Bueno, y porque de nuevo,
quedan cosas abiertas en Iv…
15/15\15:
¿Hasta qué punto crees, como científico, que es factible un
colapso como el que se vive en tus novelas? Sobre todo en El
Oráculo de Gaia podemos
asistir, en una de sus líneas temporales, a un momento contemporáneo
donde algunos de los protagonistas se enfrentan a los albores de ese
colapso, y en otra de las líneas temporales que se entrecruzan en
los diversos capítulos, con una humanidad post-colapso, o al menos
con ciertos colectivos que han sobrevivido…
Carlos: Sí
y no. Dibujé un escenario de rápido colapso (por las guerras
atómicas originadas por el cambio climático y por la lucha de los
recursos naturales) con la idea de facilitarme que dos de las
historias fueran cercanas en el tiempo: una en la próxima década y
otra en los años 70 de este siglo. Además, la guerra atómica
produce una glaciación. En realidad creo que el colapso de esta
civilización, sin descartar las locuras en las que podemos incurrir,
será mucho más lento, con altibajos, algo que durará más de un
siglo. Tampoco pretendía describir con detalle este colapso, porque
nunca acertaremos. El centro de las novelas se sitúa más en los
cambios culturales, filosóficos y espirituales que necesitamos o
creo que vamos a ir construyendo durante esta larga transición
civilizatoria. Además, creo que la sociedad de cuidados y la
cercanía emocional con Gaia serán claves, y puesto que nuestra
sociedad ha cargado mayoritariamente con ello a las mujeres, parecía
natural que las mujeres tomaran el papel protagonista, que creo en
verdad van a tener.
15/15\15:
Algo que está presente en estas obras es también una cierta
explicación de por qué hemos llegado como especie, como
civilización, a este punto sin retorno. ¿Cómo lo resumirías para
la gente que lee nuestra revista? ¿Cuándo y cómo se desvió la
Humanidad de su integración en Gaia?
Carlos: En
las novelas aparece la duda de si es desde que somos plenamente
autoconscientes a la vez que nos hacemos hipertecnológicos. Pero se
resuelve por la vía de que no es algo intrínseco al ser humano sino
de nuestra civilización particular, que al menos desde la Grecia
clásica, pero sobre todo desde el Renacimiento, muta y
pretende separar su destino del de Gaia. En Iv,
siguen las mismas inquietudes, aunque todas las civilizaciones creen
tener ya claro que la integración en Gaia es consustancial a ellos.
Pero…
15/15\15:
Finalmente, me gustaría que abordases otro tema fundamental en tus
historias: ¿crees que es posible una religión sin dioses, una
sacralidad estructurada como herramienta que nos reintegre en la
biosfera, en esa Gaia de la que tú hablas, tanto en tus novelas como
en libros como El
origen de Gaia?
¿Debemos complementar la concienciación por medio del logos,
de la razón, con el mythos,
con la creación de contramitos que
nos ayuden a desbancar a los mitos destructivos que nos han llevado a
este precipicio como especie?
Carlos: Sí
es posible, porque de hecho, ha ocurrido en la historia humana
previamente. Para nuestro caso concreto, Gaia no es incompatible con
creer en un Dios tradicional, pero es verdad que para los que somos
agnósticos o ateos, se puede estructurar una sacralidad y
espiritualidades basadas en conjugar la intuición ancestral de
nuestra pertenencia a un todo que nos transciende —Gaia— con las
emociones —estas sí, intrínsecas— que experimentamos en la
Naturaleza y
con una ciencia de la Biosfera que empieza a casar razón científica
con todo ello. Creo que por primera vez en Occidente, justo ahora que
este se desmorona y tiene la tarea de reconstruirse, podemos hacer
una buena simbiosis entre las esferas racional, intuitiva, emocional
y espiritual, la primera artificialmente separada de las segundas.
15/15\15:
Muchas gracias, Carlos, y suerte con tu
nueva novela y su crowdfunding.
Si quieres añadir algo más…
Carlos: Sí,
una cosa más: el amor es una ley que
no tiene ningún principio de conservación. Amar a los árboles o a
Gaia no es incompatible —creo que más bien lo contrario— con
amar a las personas o a algo supernatural. Iv creo
que ayudará. Me gustaría ver Iv y El
Oráculo,
es decir, el tema de Gaia, en otras expresiones culturales: teatro,
cine, música o danza…
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