20/11/24

La conciencia es el estado que nos permite recuperar el poder y la libertad personal

INGENIERÍA LINGÜÍSTICA                 

LO QUE NO QUIEREN QUE SEPAS

Entrevista con Carmen Jiménez Huertas sobre su nuevo libro. Si hay un libro que debes tener en tu biblioteca sagrada es este: Ingeniería Lingüística. Artimañas lingüísticas con las que manipulan la mente y controlan la conducta humana. Y es que cuando conoces cómo funcionan los procesos cognitivos y el lenguaje ya no pueden engañarte.

Sabemos cómo lo hacen y no vamos a permitir que se salgan con la suya nunca más. Para ello vamos a utilizar los ingredientes que una mujer sabia y visionaria nos propone: el conocimiento aplicado, la ética, la magia, el humor y el amor. Se trata de poner conciencia y dejar de obedecer. El nuevo libro de la filóloga y lingüista Carmen Jiménez Huertas es un manual para aprender a desprogramarte y deshacerte del hechizo.

Tu último libro fue el super ventas “Estamos hechos de lenguaje”. Han pasado 5 años y ahora nos sorprendes con el libro “Ingeniería lingüística”. ¿Qué quieres aportar con este nuevo libro, por qué has decidido escribirlo y a quién va dirigido? 

Decidí escribir este libro cuando me di cuenta de la facilidad con la que la gente se olvida y distrae de los temas importantes. Va dirigido al público en general y, en especial, a los disidentes que creen que pueden recuperar su anterior vida pasando página a todo lo ocurrido en el 2020. No se dan cuenta de que la ingeniería lingüística ha venido para quedarse… 

¿Qué es la ingeniería lingüística y por qué dices que es una carrera con mucho futuro a pesar de que no se puede estudiar en ninguna universidad?

Llamamos ingeniería lingüística a la suma de la lingüística y la informática cuando esta tecnología se utiliza para manipular a las masas. Los conocimientos de gramática son imprescindibles para emular el lenguaje natural humano, que actúa como software o programa base de los procesos cognitivos. También hay que saber psicología y es muy útil la PNL tanto para conocer los mecanismos de la sugestión como para inducir respuestas emocionales. Para procesar este conocimiento, se requiere el uso de la informática, con acceso a grandes bases de datos y, desde luego, a los medios y recursos para su masiva difusión. Para aplicar esa ingeniería es imprescindible la connivencia de varias partes que se retroalimentan y reparten el pastel: estados, corporaciones, medios de comunicación, expertos, publicidad.

Le veo futuro porque produce un enorme rédito a quienes lo dominan a costa de ocultar el método a los inocentes ciudadanos. A mí me encantaría que se diera un uso responsable a esa tecnología. No obstante, estando de momento en manos de psicópatas, se ha convertido en un lucrativo modo de generar mentiras que propician el engaño con el que se manipula y controla a la población. Esta situación tiene una puerta de salida: ¡conocer cómo lo hacen! En cuanto comprendes cómo funcionan los procesos cognitivos y el lenguaje, ya no pueden engañarte.

La lengua es el programa base de nuestro cerebro y el lenguaje es la base imprescindible para la inteligencia artificial. ¿Hacia dónde crees que vamos con la inteligencia artificial? 

Ante todo debo aclarar que el término “inteligencia artificial” es un oxímoron: si es artificial no es inteligente. Aunque lo parezca, una máquina no piensa, sólo ejecuta órdenes previamente programadas. Y no es casualidad que una IA parezca inteligente, porque en su desarrollo se busca la similitud con el lenguaje natural, es decir, con el lenguaje humano. Una IA se programa con lenguaje, se le introduce un corpus de textos con su respectiva gramática básica (lenguaje compilado). Lo que hace una IA es obedecer un programa informático al cual se ha vinculado una enorme base de datos que coteja y procesa a una tremenda velocidad. Pero repito: no es inteligente. Es rápido y eficaz, porque no se distrae de su objetivo con emociones, ni sentimientos, ni recuerdos, ni pensamientos. Son máquinas que han sido programadas, no lo olvidemos. Una IA nunca podrá igualar la riqueza, plasticidad, creatividad y singularidad de la mente humana. Deberíamos tenerlo claro si no queremos dejarnos enredar por los que abogan por el transhumanismo como una evolución mejorada del ser humano. Cada paso que dé la humanidad en esa dirección, la aleja de su esencia humana, de su conciencia del Ser espiritual que esEs importante que pongamos límites a esa IA si no queremos vernos arrastrados a un futuro de humanos robotizados. De nosotros depende. Hay que actuar. 

Tu nuevo libro incorpora la neolengua y el lenguaje de la posverdad de toda la etapa PLANdémica y también hay nuevas aportaciones vinculadas al tema de moda: la amenaza climática. ¿Cambia el escenario pero las estrategias de manipulación son las mismas?

Exacto. Funciona como en un teatro: se acabó la función y empieza la siguiente, se adapta el escenario, se redistribuyen los papeles y los actores, se les da el nuevo guion y ¡a seguir con el espectáculo de entretenimiento!

Cito de tu libro: “quien sabe mover las emociones es quien tiene el control del poder y esto se consigue a través del lenguaje”. ¿Nos pones un ejemplo?

Fíjate que el discurso público siempre busca generar el conflicto para asustar a la población para que sean los propios ciudadanos los que acepten (o incluso, exijan) una solución que les libre del problema. Lo estamos viendo a diario con el cambio climático que, se nos dice, hemos ocasionado nosotros. Se genera el conflicto, por ejemplo se impide que llueva deshaciendo las nubes con geoingeniería; se elabora el discurso con un lenguaje alarmista, para el cual se utiliza la autoridad de los expertos; se repite incesantemente a través de los medios de comunicación y se genera el miedo. En unas semanas, la gente acepta medidas coercitivas: corte del suministro de agua, incluso para uso agrícola, aumento de impuestos. Tengo una vecina que ha dejado de regar las plantas, porque hay sequía. Yo le pregunté si también dejaría de ducharse…

Explicas algunos factores que determinan la efectividad de las respuestas emocionales como la indefensión aprendida, la disonancia cognitiva, el uso de metáforas o los “trucos orwellianos”. Explícanos uno de esos trucos para que podamos entenderlo mejor. 

Los llamé así en honor a la novela 1984, de George Orwell. La leí mucho antes del año 1984 y, en aquellos años, creí que se trataba de ciencia ficción. ¡Qué inocente era yo entonces! Desde luego, Orwell sabía de lo que hablaba e intentó avisarnos para que reaccionáramos. Los trucos están relacionados con las asociaciones inconscientes que hacemos con imágenes, signos, arquetipos, símbolos. Nuestra psique interpreta el lenguaje simbólico, así que quien conoce esos “trucos” puede inducir reacciones emocionales en los demás sin que se den ni cuenta.

Otra cita: “nos controlan el inconsciente y para el inconsciente todas las creencias son ciertas. Toda la enseñanza está basada en creencias, no en saberes”. En el colegio nos dijeron que venimos del mono y que la lengua en la que hablamos viene del latín. Y aquí he de preguntarte por otro tema muy importante en tu proceso evolutivo y que tiene que ver con las creencias: ¿creer que vivimos en un globo viajando en un espacio infinito sin propósito ni sentido ha sido para ti una de las grandes operaciones de manipulación? 

La ciencia se ha convertido en una religión a la que hay que creer sin cuestionarse sus principios, lo cual es una auténtica paradoja, porque la ciencia debería basarse en la evidencia y en el debate. Para evitar el cuestionamiento, se introducen los principios básicos del modelo científico durante la etapa de la escolarización. Uno de estos grandes temas, considerado un axioma incuestionable, es la cosmovisión heliocéntrica. ¿Qué objetivo persigue? Hacernos sentir insignificantes, fruto de un azar caprichoso.   

Nos dices que con esta información que compartes el lector tendrá herramientas para discernir la verdad de lo falso, para protegerse de la manipulación y que nunca más van a pillarnos por sorpresa porque ahora ya sabemos cómo lo hacen. Mi pregunta es muy concreta: ¿cuál es la llave que les permite entrar en la mente de los demás? 

Básicamente se resume en una sola palabra: miedo. Podemos disfrazarlo con muchas otras palabras, pero en el fondo siempre encontramos el miedo. ¿Cuándo se pierde el miedo? Cuando sabes quién eres y tienes confianza absoluta en el orden de la creación. Igual que la luz disuelve la oscuridad, la comprensión disuelve la duda y la falsedad. Cuando no sabes quién eres ni qué sentido tiene la vida, eres vulnerable al miedo como un niño huérfano y desvalido.

El punto central de la ingeniería lingüística son las frecuencias electromagnéticas y las armas psicotrónicas silenciosas. Hay gente que aún no se ha enterado y hay que decirlo claro, ¿verdad? El 5G no es para bajarse programas de ordenador más rápido…

Existe tecnología militar basada en la emisión de frecuencias específicas para provocar determinados efectos, sean terremotos, tsunamis, cambios de rumbo de las tormentas o alteraciones en el cuerpo humano. Imagina que no les gusta lo que dice el doctor Fulano de Tal o el presidente de un país que no obedece sus directrices: pues hale, le dan una descarga de frecuencia a través del móvil y el disidente sufre un infarto fulminante. No hacen falta balas. Y eso no deja rastro. También se utiliza el 5G para modular señales inteligentes de baja frecuencia dentro de una señal portadora de alta frecuencia, ya sean frecuencias distorsionadoras, o sean  mensajes subliminales encapsulados en el límite de la banda audible que nuestro cerebro descodifica. Para aplicar esta tecnología en contra y para el control de la población, se requerían dos elementos: tener a todo el mundo geolocalizado a través de un móvil y disponer de antenas emisoras-receptoras con potencia y rapidez para procesar todo este ingente volumen de big data. Eso es el 5G. ¡No es para jugar ni ver películas en el ordenador!  

Para que “ellos” logren nuestro nivel de obediencia necesitan nuestra complicidad. Háblanos un poco de estas dos palabras que apuntan hacia dos caminos muy distintos para la historia de la humanidad: “complicidad” o “empoderamiento”. 

Son caminos antagónicos. La COMPLICIDAD se da tanto si creo en “ellos” y obedezco, siguiendo la corriente general, como si no hago nada para evitarlo o incluso si me desentiendo de los hechos como si no fueran conmigo, mirando hacia otro lado. No decidir también es una decisión, es una decisión por omisión. La mayoría de ciudadanos han sido vencidos por su indefensión y con su propia complicidad al favorecer, por activa o por pasiva, los mecanismos de control del sistema. Bastaría con que dejáramos el móvil en casa; sin móvil “desaparecemos” y ya no pueden controlarnos. 

El EMPODERAMIENTO es el camino responsable de los seres libres que deciden pensar y sentir en vez de creer y obedecer. Hay que mirar y decidir con responsabilidad y sin miedo, porque cuando hay miedo no hay libertad. Y sin libertad no hay empoderamiento. 

Pasar a la acción con proyectos concretos, crear red entre la disidencia real, reprogramarnos con palabras positivas y valores…. son algunos de los consejos que das con ese decálogo para darle la vuelta a la situación. La palabra clave es CONCIENCIA. 

La única forma de transformar nuestras vidas es con  conciencia. Hemos de aprender a observar, a escuchar, a pensar, a discernir. Al observar, tomamos CONCIENCIA (percepción elevada y reflexiva que permite el discernimiento del bien y del mal), de la CONSCIENCIA (conocimiento de uno mismo, de los actos y reflexiones) es decir, aprendemos a ser sabedores de la consciencia que interpretamos en este plano y que es una pequeña parte de la conciencia de nuestro Ser.

Cuando llegamos a este saber, dejamos de arrastrarnos a merced de la corriente para aprender a dirigir nuestra propia embarcación con el remo en la mano. La conciencia (el saber que nos ayuda a comprender los acontecimientos, nuestras emociones, y nos acerca a nuestro Ser espiritual) es el estado que nos permite recuperar el poder y la libertad personal para luego empezar a crear un conocimiento interpersonal con los demás. Es esencial conocerse uno mismo. La conciencia es un trabajo de dimensión espiritual. 

El mal tiene un plan, pero no es el nuestro. Tenemos que utilizar la magia, el arte y el humor. ¿El humor es una de las vibraciones más altas?

Desconfía de la gente que se define espiritual y que no haya desarrollado un buen carácter. Saber reír, reírnos de nosotros mismos, es una señal de inteligencia. No me  refiero al sarcasmo, que ofende y es una forma de maltrato. Me refiero al buen humor como estado jovial capaz de brillar por un instante con esa chispa generadora de vida, esa ocurrencia divertida y sana que desdramatiza y da la vuelta a las situaciones. El humor es ingenio creativo. Es una característica genuinamente humana que las máquinas no pueden emular, porque no tienen sentimientos. Y además es una vibración sanadora y armonizadora. Cuando el humor se alinea con la conciencia, somos indestructibles.     

https://mariallompart.com/ingenieria-linguistica-lo-que-no-quieren-que-sepas/

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