INGENIERÍA LINGÜÍSTICA
LO QUE NO QUIEREN QUE SEPAS
Entrevista con Carmen Jiménez Huertas sobre su nuevo libro. Si hay un libro
que debes tener en tu biblioteca sagrada es este: Ingeniería Lingüística. Artimañas lingüísticas con las que manipulan la
mente y controlan la conducta humana. Y es que cuando conoces cómo
funcionan los procesos cognitivos y el lenguaje ya no pueden engañarte.
Sabemos cómo lo hacen y no vamos a permitir que se salgan con la suya nunca más. Para ello vamos a utilizar los ingredientes que una mujer sabia y visionaria nos propone: el conocimiento aplicado, la ética, la magia, el humor y el amor. Se trata de poner conciencia y dejar de obedecer. El nuevo libro de la filóloga y lingüista Carmen Jiménez Huertas es un manual para aprender a desprogramarte y deshacerte del hechizo.
Tu último libro fue el super ventas “Estamos
hechos de lenguaje”. Han pasado 5 años y ahora nos sorprendes con el libro “Ingeniería
lingüística”. ¿Qué quieres aportar con este nuevo libro, por qué has
decidido escribirlo y a quién va dirigido?
Decidí escribir este libro cuando me di cuenta de la
facilidad con la que la gente se olvida y distrae de los temas importantes. Va
dirigido al público en general y, en especial, a los disidentes que creen que
pueden recuperar su anterior vida pasando página a todo lo ocurrido en el 2020.
No se dan cuenta de que la ingeniería lingüística ha venido para
quedarse…
¿Qué es la ingeniería lingüística y por qué dices que es
una carrera con mucho futuro a pesar de que no se puede estudiar en ninguna
universidad?
Llamamos ingeniería lingüística a la suma de la lingüística
y la informática cuando esta tecnología se utiliza para manipular a las masas.
Los conocimientos de gramática son imprescindibles para emular el lenguaje
natural humano, que actúa como software o programa base de los procesos
cognitivos. También hay que saber psicología y es muy útil la PNL tanto para
conocer los mecanismos de la sugestión como para inducir respuestas
emocionales. Para procesar este conocimiento, se requiere el uso de la
informática, con acceso a grandes bases de datos y, desde luego, a los medios y
recursos para su masiva difusión. Para aplicar esa ingeniería es imprescindible
la connivencia de varias partes que se retroalimentan y reparten el pastel:
estados, corporaciones, medios de comunicación, expertos, publicidad.
Le veo futuro porque produce un enorme rédito a quienes lo
dominan a costa de ocultar el método a los inocentes ciudadanos. A mí me
encantaría que se diera un uso responsable a esa tecnología. No obstante,
estando de momento en manos de psicópatas, se ha convertido en un lucrativo
modo de generar mentiras que propician el engaño con el que se manipula y
controla a la población. Esta situación tiene una puerta de salida: ¡conocer
cómo lo hacen! En cuanto comprendes cómo funcionan los procesos cognitivos y el
lenguaje, ya no pueden engañarte.
La lengua es el programa base de nuestro cerebro y el
lenguaje es la base imprescindible para la inteligencia artificial. ¿Hacia
dónde crees que vamos con la inteligencia artificial?
Ante todo debo aclarar que el término “inteligencia
artificial” es un oxímoron: si es artificial no es inteligente. Aunque lo
parezca, una máquina no piensa, sólo ejecuta órdenes previamente programadas. Y
no es casualidad que una IA parezca inteligente, porque en su desarrollo se
busca la similitud con el lenguaje natural, es decir, con el lenguaje humano.
Una IA se programa con lenguaje, se le introduce un corpus de textos con su
respectiva gramática básica (lenguaje compilado). Lo que hace una IA es
obedecer un programa informático al cual se ha vinculado una enorme base de
datos que coteja y procesa a una tremenda velocidad. Pero repito: no es
inteligente. Es rápido y eficaz, porque no se distrae de su objetivo con
emociones, ni sentimientos, ni recuerdos, ni pensamientos. Son máquinas que han
sido programadas, no lo olvidemos. Una IA nunca podrá igualar la riqueza,
plasticidad, creatividad y singularidad de la mente humana. Deberíamos tenerlo
claro si no queremos dejarnos enredar por los que abogan por el transhumanismo
como una evolución mejorada del ser humano. Cada paso que dé la humanidad en
esa dirección, la aleja de su esencia humana, de su conciencia del Ser espiritual que es. Es
importante que pongamos límites a esa IA si no queremos vernos arrastrados a un
futuro de humanos robotizados. De nosotros depende. Hay que actuar.
Tu nuevo libro incorpora la neolengua y el lenguaje de la
posverdad de toda la etapa PLANdémica y también hay nuevas aportaciones
vinculadas al tema de moda: la amenaza climática. ¿Cambia el escenario pero las
estrategias de manipulación son las mismas?
Exacto. Funciona como en un teatro: se acabó la función y
empieza la siguiente, se adapta el escenario, se redistribuyen los papeles y
los actores, se les da el nuevo guion y ¡a seguir con el espectáculo de
entretenimiento!
Cito de tu libro: “quien sabe mover las emociones es
quien tiene el control del poder y esto se consigue a través del lenguaje”.
¿Nos pones un ejemplo?
Fíjate que el discurso público siempre busca generar el
conflicto para asustar a la población para que sean los propios ciudadanos los
que acepten (o incluso, exijan) una solución que les libre del problema. Lo
estamos viendo a diario con el cambio climático que, se nos dice, hemos ocasionado
nosotros. Se genera el conflicto, por ejemplo se impide que llueva deshaciendo
las nubes con geoingeniería; se elabora el discurso con un lenguaje alarmista,
para el cual se utiliza la autoridad de los expertos; se repite incesantemente
a través de los medios de comunicación y se genera el miedo. En unas semanas,
la gente acepta medidas coercitivas: corte del suministro de agua, incluso para
uso agrícola, aumento de impuestos. Tengo una vecina que ha dejado de regar las
plantas, porque hay sequía. Yo le pregunté si también dejaría de ducharse…
Explicas algunos factores que determinan la efectividad
de las respuestas emocionales como la indefensión aprendida, la disonancia
cognitiva, el uso de metáforas o los “trucos orwellianos”. Explícanos uno de
esos trucos para que podamos entenderlo mejor.
Los llamé así en honor a la novela 1984, de
George Orwell. La leí mucho antes del año 1984 y, en aquellos años, creí que se
trataba de ciencia ficción. ¡Qué inocente era yo entonces! Desde luego, Orwell
sabía de lo que hablaba e intentó avisarnos para que reaccionáramos. Los trucos
están relacionados con las asociaciones inconscientes que hacemos con imágenes,
signos, arquetipos, símbolos. Nuestra psique interpreta el lenguaje simbólico,
así que quien conoce esos “trucos” puede inducir reacciones emocionales en los
demás sin que se den ni cuenta.
Otra cita: “nos controlan el inconsciente y para
el inconsciente todas las creencias son ciertas. Toda la enseñanza está basada
en creencias, no en saberes”. En el colegio nos dijeron que venimos del
mono y que la lengua en la que hablamos viene del latín. Y aquí he de
preguntarte por otro tema muy importante en tu proceso evolutivo y que tiene que
ver con las creencias: ¿creer que vivimos en un globo viajando en un espacio
infinito sin propósito ni sentido ha sido para ti una de las grandes
operaciones de manipulación?
La ciencia se ha convertido en una religión a la que hay que
creer sin cuestionarse sus principios, lo cual es una auténtica paradoja,
porque la ciencia debería basarse en la evidencia y en el debate. Para evitar
el cuestionamiento, se introducen los principios básicos del modelo científico
durante la etapa de la escolarización. Uno de estos grandes temas, considerado
un axioma incuestionable, es la cosmovisión heliocéntrica. ¿Qué objetivo
persigue? Hacernos sentir insignificantes, fruto de un azar caprichoso.
Nos dices que con esta información que compartes el
lector tendrá herramientas para discernir la verdad de lo falso, para
protegerse de la manipulación y que nunca más van a pillarnos por sorpresa
porque ahora ya sabemos cómo lo hacen. Mi pregunta es muy concreta: ¿cuál es la
llave que les permite entrar en la mente de los demás?
Básicamente se resume en una sola palabra: miedo.
Podemos disfrazarlo con muchas otras palabras, pero en el fondo siempre
encontramos el miedo. ¿Cuándo se pierde el miedo? Cuando sabes quién eres y
tienes confianza absoluta en el orden de la creación. Igual que la luz disuelve
la oscuridad, la comprensión disuelve la duda y la falsedad. Cuando no sabes
quién eres ni qué sentido tiene la vida, eres vulnerable al miedo como un niño
huérfano y desvalido.
El punto central de la ingeniería lingüística son las
frecuencias electromagnéticas y las armas psicotrónicas silenciosas. Hay gente
que aún no se ha enterado y hay que decirlo claro, ¿verdad? El 5G no es para
bajarse programas de ordenador más rápido…
Existe tecnología militar basada en la emisión de
frecuencias específicas para provocar determinados efectos, sean terremotos,
tsunamis, cambios de rumbo de las tormentas o alteraciones en el cuerpo humano.
Imagina que no les gusta lo que dice el doctor Fulano de Tal o el presidente de
un país que no obedece sus directrices: pues hale, le dan una descarga de
frecuencia a través del móvil y el disidente sufre un infarto fulminante. No
hacen falta balas. Y eso no deja rastro. También se utiliza el 5G para modular
señales inteligentes de baja frecuencia dentro de una señal portadora de alta
frecuencia, ya sean frecuencias distorsionadoras, o sean mensajes
subliminales encapsulados en el límite de la banda audible que nuestro cerebro
descodifica. Para aplicar esta tecnología en contra y para el control de la
población, se requerían dos elementos: tener a todo el mundo geolocalizado a
través de un móvil y disponer de antenas emisoras-receptoras con potencia y
rapidez para procesar todo este ingente volumen de big data. Eso es
el 5G. ¡No es para jugar ni ver películas en el ordenador!
Para que “ellos” logren nuestro nivel de obediencia necesitan
nuestra complicidad. Háblanos un poco de estas dos palabras que apuntan hacia
dos caminos muy distintos para la historia de la humanidad: “complicidad” o
“empoderamiento”.
Son caminos antagónicos. La COMPLICIDAD se da tanto si creo en “ellos” y obedezco,
siguiendo la corriente general, como si no hago nada para evitarlo o incluso si
me desentiendo de los hechos como si no fueran conmigo, mirando hacia otro
lado. No decidir también es una decisión, es una decisión por omisión. La
mayoría de ciudadanos han sido vencidos por su indefensión y con su propia
complicidad al favorecer, por activa o por pasiva, los mecanismos de control
del sistema. Bastaría con que dejáramos el móvil en casa; sin móvil
“desaparecemos” y ya no pueden controlarnos.
El EMPODERAMIENTO es
el camino responsable de los seres libres que deciden pensar y sentir en vez de
creer y obedecer. Hay que mirar y decidir con responsabilidad y sin miedo,
porque cuando hay miedo no hay libertad. Y sin libertad no hay
empoderamiento.
Pasar a la acción con proyectos concretos, crear red
entre la disidencia real, reprogramarnos con palabras positivas y valores…. son
algunos de los consejos que das con ese decálogo para darle la vuelta a la
situación. La palabra clave es CONCIENCIA.
La única forma de transformar nuestras vidas es con conciencia. Hemos de aprender a observar, a escuchar, a pensar, a discernir. Al observar, tomamos CONCIENCIA (percepción elevada y reflexiva que permite el discernimiento del bien y del mal), de la CONSCIENCIA (conocimiento de uno mismo, de los actos y reflexiones) es decir, aprendemos a ser sabedores de la consciencia que interpretamos en este plano y que es una pequeña parte de la conciencia de nuestro Ser.
Cuando
llegamos a este saber, dejamos de arrastrarnos a merced de la
corriente para aprender a dirigir nuestra propia embarcación con el remo en la
mano. La conciencia (el saber que nos ayuda a comprender los acontecimientos,
nuestras emociones, y nos acerca a nuestro Ser espiritual) es el estado que nos
permite recuperar el poder y la libertad personal para luego empezar a crear un
conocimiento interpersonal con los demás. Es esencial conocerse uno mismo. La conciencia
es un trabajo de dimensión espiritual.
El mal tiene un plan, pero no es el nuestro. Tenemos que
utilizar la magia, el arte y el humor. ¿El humor es una de las vibraciones más
altas?
Desconfía de la gente que se define espiritual y que no haya
desarrollado un buen carácter. Saber reír, reírnos de nosotros mismos, es una
señal de inteligencia. No me refiero al sarcasmo, que ofende y es una
forma de maltrato. Me refiero al buen humor como estado jovial capaz de brillar
por un instante con esa chispa generadora de vida, esa ocurrencia divertida y
sana que desdramatiza y da la vuelta a las situaciones. El humor es ingenio
creativo. Es una característica genuinamente humana que las máquinas no pueden
emular, porque no tienen sentimientos. Y además es una vibración sanadora y
armonizadora. Cuando el humor se alinea con la conciencia, somos indestructibles.
https://mariallompart.com/ingenieria-linguistica-lo-que-no-quieren-que-sepas/
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