UNA CONJURA CONTRA LA HUMANIDAD
AGENDA 2030: ¿El fin de la era humana?
Para quienes nos movemos en el ámbito del periodismo de
investigación y, más en concreto, entre la llamada disidencia despierta, es un
tema conocido y no hay demasiado que explicar. Sin embargo, la gran mayoría de
la población desconoce el fin último de este programa de control de la
humanidad, llamado Nuevo Orden Mundial que se sustancia en la llamada Agenda
2030, la estocada final de aquellos “Objetivos del milenio” y después
“Objetivos 2015” de las Naciones Unidas, con unas intenciones nada halagüeñas
para el ser humano, aunque revestidos de un disfraz de primera. Dicho de otra manera,
un auténtico caballo de Troya introducido en pleno día en nuestra sociedad y en
nuestras mentes.
Esta selección de artículos es una síntesis transversal de lo acontecido en estos cuatro años, y lo que estamos viviendo. A quienes conocen esta estrategia malévola de los controladores del mundo, les servirá para asentar algunas piezas, dado que el tratamiento de los temas aborda lo denso y lo sutil, lo material y lo espiritual, lo mental y lo emocional. Sin embargo, nuestro punto de mira apunta a los ciudadanos creyentes en el sistema y acostumbrados a comulgar con ruedas de molino.
Los ideólogos de la Agenda 2030 son el Fondo Monetario
Internacional, el Foro de Davos, el Banco Mundial, fundaciones como la
Rockefeller, Rothschild o Gates y otros centros y corporaciones, oenegés,
clubs, institutos y chiringuitos abstrusos de dudoso origen. Pero nada de esto
habría sido posible sin la activa colaboración de la ONU y sus organismos
internacionales con sus cadenas de filiales y múltiples tentáculos, dirigidos
por personajes sin demasiados escrúpulos, dispuestos a todo para servir a sus
amos y a sí mismos. Todo esto, amparándose en la credulidad, ignorancia y
obediencia del pueblo desinformado, que cree a pies juntillas que todo lo hacen
¡por su bien!
El refrán “Dime con quién andas y te diré quién eres” se ha
quedado obsoleto. Debería ser sustituido por otro de nueva creación, más acorde
con los tiempos actuales. Algo así como: “Dime qué pin llevas en la solapa y te
diré quién eres”, pero de verdad. Portar la corona de colores, sea por orden o
por gusto, es toda una declaración de intenciones; es llevar la mente y el
espíritu al desnudo. No hacen falta palabras. Los colores que distinguen los 17
objetivos de la Agenda 2030 son más que un libro abierto. Son el símbolo de la
ruta hacia el control total, al estado policial, a la obediencia, a la falta de
libertad, a dejar de ser humanos, al transhumanismo.
Vamos a enumerar los 17 objetivos, es decir, los 17 engaños disfrazados en los laboratorios de la ingeniería social. Después, traduciremos su auténtico significado:
- Terminar
     con la pobreza en todo el mundo.
- Acabar
     con el hambre, seguridad alimentaria, mejor nutrición y promover la
     agricultura sostenible.
- Salud
     y bienestar para todos en todas las edades.
- Educación
     de calidad inclusiva y equitativa y promover oportunidades de aprendizaje
     permanente para todos.
- Igualdad
     de género y empoderamiento de las mujeres y las niñas.
- Gestión
     del agua y saneamiento para todos.
- Acceso
     a una energía asequible, confiable, sostenible y moderna.
- Trabajo
     decente y crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible.
- Industrialización
     sostenible, innovación e infraestructura resiliente.
- Reducción
     de desigualdades dentro y entre los países
- Ciudades
     y comunidades sostenibles.
- Producción
     y consumo responsables y sostenibles.
- Medidas
     urgentes para combatir el cambio climático.
- Utilización
     sostenible de océanos, mares y recursos marinos.
- Proteger
     los ecosistemas, gestionar los bosques de manera sostenible.
- Promover
     sociedades pacíficas, acceso a la justicia para todos y crear
     instituciones eficaces.
- Crear
     alianzas mundiales para el desarrollo sostenible.
Aparentemente, si eliminamos la matraca de los vocablos de
la ingeniería social –sostenible, inclusivo y resiliente—, todo es aceptable;
incluso suena bien. ¡Cómo no vamos a estar a favor de la eliminación de la
pobreza, del hambre, de una buena educación, un sistema sanitario decente,
trabajo para todos con salarios dignos, agua potable y justicia para todos! Si
esto fuera así, estaríamos consiguiendo casi el mundo ideal, el nuevo paradigma
por el que luchamos. Pero la verdad es otra. Veamos qué esconden estas golosas
propuestas y cuál es, en realidad, su significado:
- Reducción
     de la población. Eso significa el punto “acabar con la pobreza”. El control
     de la población es un objetivo fijo de todos los gobernantes, ya desde la
     antigüedad, que ven al pueblo como una amenaza. En estos momentos están
     reduciendo la población con guerras y enfermando a los ciudadanos con
     agroquímicos, fumigaciones, campos electromagnéticos y medicamentos. ¡Y
     siempre con engaño! Aparte del pactado control de la natalidad con los
     Estados en Vías de Desarrollo. Pero no acabarán con la pobreza. Muy al
     contrario, convertirán a todo el mundo en pobre, sin posibilidad de
     mejorar su bienestar, dependiente de una “limosna” del gobierno en forma
     de cupones, lo cual convertirá a los ciudadanos en obedientes y
     controlados esclavos de la dictadura mundial; a excepción, claro está, de
     una pequeña minoría privilegiada que sí gozará de cuanto le
     apetezca.  
- Monopolio
     de los alimentos. Lo de hambre cero es falso, pura falacia. Nunca han
     querido eliminar el hambre; todo lo contrario: siempre la han fomentado,
     traficando con el trigo y otros alimentos básicos, o regalando migajas de
     comida a cambio de esterilización de mujeres. Por eso pretenden eliminar a
     los agricultores y ganaderos. Por eso llevan años imponiendo en todo el
     planeta los transgénicos y todo tipo de semillas patentadas por Monsanto,
     aparejadas con su herbicida correspondiente. Por eso están prohibiendo la
     agricultura de subsistencia y llevando un exhaustivo control sobre el
     número de gallinas de los pequeños campesinos jubilados. Esto es solo una
     pincelada. 
- Vacunas
     para todos, Aborto libre y anticoncepción; eutanasia obligada o a
     petición. Esto es su “salud y bienestar para todas las edades”. Es la
     salud reproductiva de la ONU para que no nazcan niños. Este punto se
     complementa con el 1, a través del control de la natalidad, englobado en
     la llamada Cultura de la Muerte que abarca la eugenesia, el aborto y la
     eutanasia. Suponen que el bienestar de un viejo es la sedación. Por eso
     están fomentando las leyes de “punto final” en todos los países.
     Eliminación del derecho a aceptar o rechazar tratamientos, que incluirá
     vacunación obligatoria. ¡Aunque contengan grafeno y otros tóxicos!
- Adoctrinamiento
     en la educación. A esto llaman educación de calidad. Siempre han
     adoctrinado. De hecho, una buena parte de lo que nos enseñan en ciencia,
     en historia o en tecnología, o es falso o está tergiversado. La educación
     prusiana en fondo y forma, incluso la universitaria, está pensada para
     crear seres trabajadores, obedientes y estancados, en lugar de personas
     críticas, con discernimiento y creativas. En la actualidad, con los nuevos
     parámetros ético/morales de la nueva antropología contranatura, el
     adoctrinamiento es más preocupante y peligroso que nunca.
- Transexualidad
     y pederastia. A esto se refiere la igualdad de género y el empoderamiento
     de las mujeres y las niñas. No tiene nada que ver con la igualdad, sino
     que, muy al contrario, fomenta la desigualdad. Se trata de normalizar la
     nueva concepción del significado hombre y mujer en relación con el sexo.
     Esto se está llevando a cabo a través de los centros de enseñanza y de los
     medios de comunicación, pero todas las instituciones están trufadas de
     esta nueva ideología totalitaria, contra la heterosexualidad, a favor de
     la transexualidad y la condena del hombre y su energía masculina; a favor
     también de que los niños en edades tempranas practiquen sexo con adultos,
     si así lo desean. Es la legalización “de tapadillo” de la pederastia. Se
     trata de una ideología contra la religión, la familia y el sentido común;
     todo ello bajo la presión de los lobbies LGTBI. Este punto es
     complementario del punto 1: reducir la población.
- Gestión
     del agua por parte de empresas privadas. Esto quiere decir, en román
     paladino, la “garantía sostenible del agua”. Así, corporaciones privadas
     ajenas a los ciudadanos se han ido adueñando de los ríos, embalses y
     fuentes, convirtiendo un bien común en un filón para enriquecerse a costa
     de los usuarios. Nada podrían hacer, no obstante, sin las leyes ad
     hoc que los políticos de turno promulgan para beneficiar el expolio. 
- Pobreza
     energética. En esto se traduce la penalización al gas, al carbón y al
     petróleo, en favor de las llamadas energías “verdes”, un negocio de pillos
     elegidos a dedo, que funciona gracias a las subvenciones de los gobiernos
     de turno. 
- Explotación
     laboral y esclavitud fiscal. Se trata de una dinámica diabólica de
     destrucción de autónomos y pequeñas empresas que no puedan cumplir con
     ciertas normas de contratación, por ejemplo, la paridad y cuotas de
     trabajadores LGTBI. Paradójicamente, es hacer insostenible lo que era sostenible. 
- Cuarta
     revolución industrial. Transhumanismo. Esto es lo que significa
     la “industrialización inclusiva y la innovación”. Se trata de ir creando
     un mundo nuevo y robotizado, con “personas aumentadas”, como dicen los de
     la Singularity de Silicon Valley: hombres/máquina con sensores en el
     cerebro. Para esta nueva reconversión “humana” no faltarán los fondos del
     Banco Mundial. 
- Leyes
     únicas para todos los países. Pensamiento único. Conseguir “eliminar
     la desigualdad” no se refiere a instaurar la democracia, con las
     libertades que en teoría conlleva, en las naciones dirigidas por gobiernos
     dictatoriales –comunistas—, sino a implementar leyes y normas comunes
     –esta es la esencia del NOM— de restricción de libertades en los países
     libres. ¿Se dan cuenta de la presión que sufrimos desde marzo de 2020 y de
     los pactos oscuros que se realizan a espaldas de los ciudadanos? 
- Vigilancia
     y control absoluto. Totalitarismo. El “ojo que todo lo ve” vigilará
     constantemente a través de la Inteligencia Artificial. Aglutinarán a los
     ciudadanos por sectores, llamados “ciudades de quince minutos”, de las que
     estará prohibido salir sin un salvoconducto. Allí estarán sometidos a todo
     tipo de manipulación, incluso al bombardeo con diferentes frecuencias
     electromagnéticas. El humano apenas tendrá derechos; solo deberes, entre
     ellos, el de respetar todo aquello que no es humano. Es decir, podrá
     abortar, pero pobre de quien pise una lagartija o corte una ramita de
     árbol. 
- Alimentos
     transgénicos. Granjas de insectos. En esto se sustanciará la nueva
     alimentación a base de productos sostenibles; o sea, carne sintética,
     “leche” de cucaracha y harina de gusanos. Todo esto ya se está
     comercializando. Y quienes no se avengan a los nuevos modelos de consumo,
     aparte de pagar más impuestos por adquirir alimentos tradicionales, serán
     mal vistos socialmente, por negarse a contribuir al fomento del nuevo
     paradigma. Los vecinos se convertirán en enemigos denunciadores, a cambio
     de recompensas del Estado. ¡Igual que en tiempos de la Inquisición!, que
     se premiaba por denunciar.
- Geoingeniería
     climática. Continuarán implementando medidas surrealistas para apoyar la
     gran mentira del cambio climático. Se está haciendo en la actualidad y se
     incrementará en los próximos años, con penalizaciones a quienes se excedan
     en el consumo máximo asignado por persona. En realidad, se penalizará por
     todo, tal como ocurre en algunas regiones de China, donde existe el “carné
     de ciudadano”, y al que le restan puntos, por ejemplo, por comprar un
     perfume o algo innecesario. La privacidad y la intimidad serán cosas del
     pasado.
- Control
     absoluto de los mares y los alimentos marinos. Se prohibirá la pesca; solo
     podrán hacerlo determinadas empresas elegidas por los gobiernos. Algo así
     como las eólicas y resto de energías “sostenibles”. Asimismo, se
     restringirá cualquier actividad en el mar, porque eso significa una
     intrusión en un medio que no es humano y podrían asustarse las medusas.
- Expropiación
     y control de los recursos naturales. Llevan mucho tiempo engañando a los
     ciudadanos, haciéndoles abandonar sus pueblos para trabajar en fábricas y
     vivir en las ciudades dormitorio de las grandes urbes. Pero primero
     tuvieron que acogotarlos hasta que su vida en el rural se hizo insoportable.
     ¡Lo han hecho muy bien! Ahora no quieren a nadie en el campo. Por eso,
     desde determinadas cloacas, organizan los incendios forestales, tan
     extraños como nocivos. Su fin último es acabar con la propiedad privada,
     expropiando tierras y montes. “No tendrás nada y serás feliz” es la frase
     que todo el mundo conoce y repite. Quieren al ser humano despojado de
     todo, sin nada; completamente dependiente de la caridad del Estado. Por
     eso están prohibiendo la jardinería, los huertos privados y pequeñas
     fincas agrícolas, recoger agua de lluvia o encender la chimenea de leña.
     No pueden soportar que el ser humano sea libre, incluso estando en la
     cárcel.
- Estados
     policiales. Política del miedo. Nada que ver con el enunciado “paz y
     justicia para todos”. Es todo lo contrario. Quienes hayan vivido en un
     país comunista ya conocen el escenario. Y quienes, por suerte, no han
     tenido que vivir en un país totalitario –en los que, sin excepción, la
     corrupta cúpula gobernante y sus familias y allegados viven con todo tipo
     de lujos, abusando del pueblo, encarcelando y asesinado a los oponentes—,
     pueden ver alguna película al respecto. Es tal cual. 
- Gobierno
     global. Nuevo Orden Mundial. Para el desarrollo del nuevo mundo
     “sostenible y resiliente”, con seres humanos controlados las 24 horas,
     hacen falta leyes globales que anulen cualquier derecho individual. El
     nuevo sistema estará en manos de corporaciones que seguirán al pie de la
     letra las dinámicas y estrategias para la domesticación y el control de la
     “granja humana”.
 
 Hasta aquí la exégesis de este plan maquiavélico contra el ser humano; esta conjura contra la vida. Lo tienen minuciosamente programado y así consta por escrito en sus memorandos. Es cierto que algunas iniciativas han podido implementarlas con éxito, pero también lo es que en otras han fracasado estrepitosamente. Y esa es nuestra esperanza. Su acelerada obsesión suma menos que nuestro valor y espíritu de lucha. Nunca debemos olvidarnos de quiénes somos. El ser humano no es cualquier cosa. Ellos lo saben; por eso nos persiguen y quieren destruir nuestra esencia. Pero no nos dejaremos vencer.
Todos estos puntos están tratados en la presente selección
de artículos, publicados con el único fin de descorrer el velo de la gran
mentira.
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VISTO EN: https://eldiestro.info/2024/07/agenda-2030-una-conjura-contra-la-humanidad-el-fin-de-la-era-humana/


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