COMUNICACIÓN EN ALZHEIMER
Hace unos días hablamos con la Dra. Popel sobre el Alzheimer
y expliqué algunos consejos importantes a la hora de manejar la convivencia con
las personas con Alzheimer.
La enfermedad pasa por muchas etapas diferentes. En la
primera etapa, la persona es consciente de su deterioro y eso causa mucha
frustración, enfado y conductas de huida. Se resisten a esa realidad en la
medida en que pueden, pero a la dificultad para asumir la realidad se añade la
incomprensión y la agresividad de la familia. Reproches, desprecios e insultos
aparecen frente a sus despistes y olvidos.
El Alzheimer puede ser un desastre total o una bendición, y todo depende de cómo afrontemos cada una de las etapas de la enfermedad.
Pocas enfermedades te dan tiempo para reparar heridas
emocionales como el Alzheimer; pocas te permiten hacer una despedida ordenada;
pocas te permiten hacer las paces de corazón; pocas te permiten demostrar el
cariño debido, con tanta intensidad como el Alzheimer.
Algunos tips para sobrevivir al Alzheimer.
- Respeta
las normas de cortesía. Gracias, perdón, lo siento, disculpa, usted,
por favor, etc. son formalismos que los acompañaron en su niñez y los
agradecen mucho. Llamar a la puerta antes de entrar y pedir permiso para
lo que hacemos, les da tiempo a adaptarse a un mundo que va a una
velocidad que no pueden seguir. La cortesía suaviza la aspereza de la vida
con Alzheimer
- Muestra
interés por lo que te están contando. Estate atento a lo que dicen,
aunque lo hayan repetido mil veces o aunque lo cuenten mal. Ten paciencia
incluso aunque parezca que están inventando o mintiendo descaradamente.
Pero muestra interés. Mira a la persona cuando habla. Sigue sus gestos.
Acompáñalo en su relato. Si pareces despistado y no concretas,
probablemente se sienta muy frustrado y termine por no contarte nada o por
enfadarse.
- Habla
a una velocidad y con un tono adecuado. Su capacidad para entender y
recordar lo que has dicho es muy limitada. Si tienes que hablar de
distintas cosas, organiza las ideas y separa los temas. No mezcles temas y
no vayas de uno a otro sin hacer una pausa. La voz debe ser calmada y
cariñosa y la velocidad debe ser suficientemente lenta como para que pueda
entender sin esforzarse. No lo trates como si fuese tonto, pues también lo
notaría. No seas condescendiente. Simplemente, habla con un tono calmado y
cariñoso.
- Comunicación
no verbal. Además de la velocidad y el tono, es importante cuidar la
mirada y los gestos. Ayuda a que entienda las cosas con gestos,
movimientos y muecas.
- Pregunta
con cuidado. Una pregunta cada vez. Pausas suficientes. Preguntas
simples. Dale tiempo para que conteste. Permite un equilibrio entre la
paciencia y la ayuda. Que se sienta cómodo. Desdramatiza los errores al
contestar y no hagas que se sienta como un idiota. No interrumpas cuando
esté contestando una pregunta.
- No
grites, no reproches. Sigue la corriente. Si tiene un falso recuerdo,
no sirve de nada negarlo, criticarlo o desmentirlo. Es su recuerdo. Puede
que seas tú el equivocado. Si ve bichos, o fuego, goteras o charcos, no te
empeñes en discutir y demostrar que se equivoca. Lo ve y punto. Desdramatiza
y haz que esa experiencia no sea motivo de miedo o incomodidad. Si ve
fuego, di que son solo unas bombillas modernas que acabas de comprar. Si
ve goteras, di que ya has llamado al fontanero y que tenga cuidado con no
pisarlas. Si ve charcos en casa, pon un trapo en el suelo sobre el charco.
Si ve bichos, di que son buenos pero que aun así, has puesto un producto
para acabar con ellos. Es probable que esté deshidratado y por eso tenga
esas alucinaciones. Discutir con ellos, no va a eliminar las
alucinaciones.
- Disfruta
de su pobre memoria. Puede que estén enfadados. Puede que estén
irritados y quieran marcharse con su madre a su casa. Tienen una memoria
muy breve. Si les hablas con tranquilidad y les acompañas, se calmarán
enseguida. Cambia de plano. ¿Quieren ir a casa de su madre? pide que te
ayuden primero a buscar la cartera, o unos zapatos nuevos para caminar.
Cuando quieras darte cuenta, ya se les ha olvidado el plan de marcharse.
- Cuida
la alimentación. Una persona con Alzheimer pierde la sensación de
hambre y de sed. Hay que recordarles a las 9 que no han desayunado y es
probable que a las 10 de la mañana haya que recordarles de nuevo que no
han desayunado. Que desayune dos veces no es un problema. Puede que haya
que recordarles que no han bebido nada a las cuatro de la tarde y se
tomarán agua o zumo, y a las cinco de la tarde les podremos recordar que
no se han tomado su bebida preferida. A veces todos estos síntomas se
deben a la falta de hidratación, la falta de proteínas o la falta de
vitaminas. Poca comida pero de calidad, varias veces al día y con
suficientes líquidos, son todo lo que necesitan.
- La
ira es lo normal y es buena. No hay que asustarse por los enfados y la
ira, es lo normal. Se está diluyendo su mundo frente a sus ojos. Y además
de normal, ¡es buena! Las personas con Alzheimer necesitan emociones en
sus vidas. A veces las emociones negativas son las más fáciles y las
necesitan para sentirse vivos. Acompáñales en su ira. Discute. Contesta. Permite
que se sientan vivos. Después de todo en media hora habrán olvidado todo.
- La
sinceridad no está de más. La vida te permite querer y cuidar.
Aprovecha para sincerarte, para hacer las paces, para despedirte poco a
poco. Puedes decirles todo lo que no te atreverías a decirles antes del Alzheimer.
Aprovecha. No se reirán de ti, ni te despreciarán por lo que les digas.
- Tienen
memoria. Ayúdale a vivir del pasado. Canciones, juegos, oficios,
rimas, chistes, esos recuerdos no los han perdido. Son los últimos en
perder.
Luis de Miguel Ortega
https://www.scabelum.com/post/comunicaci%C3%B3n-en-alzheimer
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