UNIR MENTE, MATERIA Y VIDA
El popular eslogan "Somos la naturaleza
defendiéndose", que se ve en las protestas ecologistas de todo el mundo,
dice algo sobre cómo la idea de que los humanos no están separados de la
naturaleza se está convirtiendo en algo muy común. Desde esta perspectiva, las
crisis del clima y de la biodiversidad están intrínsecamente ligadas al destino
de la humanidad y del planeta vivo. Una razón clave para este entendimiento es
el trabajo de los biólogos chilenos Humberto Maturana y Francisco Varela, que
publicaron su teoría de la autopoiesis, que definía la vida como un sistema de
interacciones, en 1972. Cincuenta años después, cuando nos enfrentamos a la sexta extinción masiva, el legado de esta teoría es
ahora más relevante que nunca.
Maturana murió hace apenas un año. Su enfoque sistémico le llevó a estudiar la organización de la vida, más que sus componentes por separado, viendo la vida como un proceso circular ininterrumpido de autocreación. Esta es la base fundamental de la teoría de la cognición de Maturana y Varela, que identificó el proceso de conocimiento como la actividad que permitía la autogeneración de los sistemas vivos: la cognición es el proceso de la vida. En el caso de los humanos, esto incluye el lenguaje y el pensamiento conceptual.
Aunque la autopoiesis no responde a la vieja pregunta de qué
es la vida, nos dice qué hace la vida. Muchos científicos la consideran una de
las mejores definiciones científicas de la vida. En opinión del físico Fritjof
Capra, la teoría santiaguista de la cognición es "la primera teoría
científica que realmente supera la división cartesiana de mente y materia"
y "por primera vez, tenemos una teoría científica que unifica mente,
materia y vida".
Teoría de Santiago sobre la cognición - Fuente: SCIELO
Entre los aportes más significativos de la teoría de
Santiago se encuentra la identificación del momento en que, desde su punto de
vista, surge la cognición, acoplada a la vida como fenómeno natural. Para
Maturana y Varela el conocer es inherente al vivir, en tanto la mente y la vida
se originan al unísono.
- La
teoría de Santiago sobre la cognición se inserta en los esfuerzos de la
ciencia por sustituir el ideal de simplicidad por el de complejidad.
- Actúa
como puente de articulación entre las ciencias naturales y sociales y ha
resultado decisiva para superar la división cartesiana entre mente y
materia.
- Explica,
desde el punto de vista biológico, múltiples aspectos que han sido
estudiados por la filosofía, la sociología, psicología y las ciencias de
la educación, entre otras disciplinas.
- Demuestra
que los fenómenos sociales son solo una manifestación cualitativamente
superior de otros equivalentes que se evidencian en los niveles
elementales de la vida.
- Merece
especial atención como fundamento epistémico para investigaciones en el
campo de las ciencias sociales y las humanidades.
Lynn Margulis se interesó por la autopoiesis en su búsqueda
de los fundamentos microbiológicos de la teoría Gaia. Tanto la hipótesis Gaia
como la autopoiesis afirman que el organismo y el entorno coevolucionan
acoplados; no hay uno sin el otro. La autorregulación a escala planetaria sería
también una forma de autopoiesis: la vida creando el entorno adecuado para la
creación y subsistencia de la propia vida.
¿Por qué esta teoría
se ha extendido a tantos campos del conocimiento? Porque redefine la vida, el
lenguaje y el conocimiento. Esto lo cambia todo, incluso lo que entendemos por
realidad y conciencia. Maturana afirma que la realidad es diferente para cada
ser vivo porque se percibe según los procesos sensoriales de cada organismo.
Por lo tanto, ningún ser vivo tiene acceso a una realidad independiente de su
propio organismo, y por lo tanto nadie puede pretender tener acceso a una
verdad absoluta. En la ciencia siempre hemos sabido que no es posible
alcanzar una verdad absoluta: la teoría
de Santiago proporciona una base teórica para ello, socavando uno de los
supuestos más importantes de la ciencia moderna: la objetividad.
La
"verdad" surge en las conversaciones, como un consenso con
otros, y por tanto cambia constantemente según cada momento histórico. Además,
como seres que viven en el lenguaje, cada nueva verdad (idea aceptada) tiene el
potencial de cambiarnos a nosotros también: paradójicamente, el lenguaje
también crea la realidad. Pero, al contrario de lo que entendemos
actualmente, para Maturana las
emociones son más importantes que el lenguaje y la razón: "Los humanos
somos seres emocionales que utilizamos la razón para justificar o negar según
nuestras preferencias."
¿Por qué son
relevantes estas ideas para el futuro? Nos liberan de una visión del mundo
separada entre cuerpo y mente, sujeto y objeto, organismos y entorno, ciencias
duras y blandas, individuo y sociedad. Nos muestran que en la evolución, la cooperación es más fuerte que la
competencia. En lugar de estar
en una carrera por llegar a la verdad última mediante el razonamiento, somos
libres de decidir cómo queremos ser. Conseguirlo depende de nuestra capacidad
de llegar a un consenso conjunto a través del lenguaje como comportamiento
cooperativo que nos hizo humanos.
La democracia no es
simplemente un sistema de gobierno, sino una forma de vivir en la aceptación
mutua. Lo que creemos realmente importa porque estamos co-creando nuestra
realidad tal y como la pensamos. En conclusión, las ideas de Humberto
Maturana implican un cambio radical en la comprensión de la vida, abriendo la
puerta a la posibilidad y a la transformación de sistemas completos hacia una
existencia más justa entre nosotros, los humanos, y con el resto del mundo
viviente.
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