¡QUÉ PERVERSA DECADENCIA!
“¡¡Qué
perversa decadencia!!” Así decía el robot hedonista de la
serie Futurama (con
permiso del robot demonio, mi personaje secundario preferido) para, a
continuación, completar la expresión con algún retorcido placer
robótico que su hedonismo le dictara en ese momento (desde pedir que
le rociaran con chocolate caliente a que le lijaran los pezones con
una lija de metales…). Pero la perversa decadencia a la que me
quería referir no es la de esos pequeños
placeres personalesque
no hacen daño a nadie o, en el peor de los casos, sólo a quien los
disfruta. Quería referirme a una decadencia más extendida
(o sistémica,
que es una palabra de más nivel). Se trata de una decadencia que, a
medida que los seres humanos tenemos más influencia en nuestro
entorno, se vuelve más (auto)destructiva, y que muestra sus efectos
en la creciente desigualdad entre las personas, la destrucción de
nuestros recursos naturales, la cronificación de problemas como la
pobreza o muchos conflictos armados, el surgimiento de movimientos
extremistas de todo tipo o el recrudecimiento de la xenofobia. Una de
esas decadencias de manual.
Si excavamos un
poco en todo este lodo de problemas se pueden adivinar varios
pilares. Esos pilares descansan en el modelo de extractivismo global
exacerbado, que tiene un claro sesgo de poder hacia una serie de
élites (élites que son en mayor medida originarias de una serie de
países, aunque no exclusivamente). Me gustaría detenerme en tres
pilares que creo que reflejan especialmente bien esta decadencia y
que, si se actuase sobre ellos, quizás fuera viable otro mundo con
menos sufrimiento.
Pilar 1
Tendencia
al individualismo exacerbado, en el sentido de que se promueve más y
más la competividad entre personas individuales, pero también entre
grupos o países en un contexto más global (ignorando las
necesidades de otras personas tanto en el espacio como en el tiempo).
Como si no hubiera para todas y fuera necesario un darwinismo social
de algún tipo para que al menos algunos grupos sobrevivan. En
realidad, para lo que no hay suficiente para todas es para mantener
un nivel de vida como el de muchas élites o clases medias-altas (que
ni siquiera han demostrado su eficacia, ya no digamos su eficiencia,
a la hora de producir una vida
mejor o
que merezca más la pena ser vivida). Algunos de los efectos que
podemos observar en el lodo más superficial más próximos a este
pilar pueden ser el cómo se mira para otro lado ante problemas de
las personas que tenemos más cercanas. Se evita incluso mirarlas, no
sea que la pobreza o la mala suerte se contagien…
Pilar 2
Afán
de homogeneización, que puede parecer incompatible con el
individualismo, pero que no sólo no lo contrarresta, sino que es muy
complementario. A la hora de ganar dinero, para las élites globales
es más fácil hacerlo (economías de escala y demás) cuanto más
grandes son los mercados (y homogéneas son, ya no los gustos o
pseudo-necesidades, sino la propia necesidad de consumir
individualmente). A lo largo de la historia se iban produciendo de
vez en cuando oleadas
de heterogeneidad y
de diversidad, a medida que surgían ideas o se conocían culturas y
se contraponían. Ahora, con la globalización, cada vez se dan menos
esas oleadas.
Pilar 3
Alejamiento
de las personas de los impactos de sus acciones (que cada vez tienen
mayor impacto gracias a la tecnología de extracción y el comercio
global) y su dilución en problemas aparentemente más lejanos y
fuera de su alcance ¿Es esto en realidad la globalización? Algunos
de los problemas que se ven en la superficie apoyados en este pilar
son la pérdida de soberanía ciudadana y tecnológica. Esa soberanía
ha ido sustituyéndose por unas presuntas relaciones de confianza
social que, en un contexto de insostenibilidad, también generan
insostenibilidad, ya que en realidad solo se sustentan en la falta de
tiempo, conocimientos o simple desinterés para ocuparse de todos los
problemas/asuntos/tecnologías a utilizar. Ejemplos de esto son el
hecho de delegar toda nuestra soberanía digital en empresas como
Google, o todos los asuntos del gobierno de nuestras comunidades o
países en élites políticas (a las que, eso sí, luego criticamos
amargamente).
Relacionado con este pilar está la inacción ante
problemas globales que se retroalimentan y, como se ven lejanos o
demasiado grandes, no se toman acciones individuales o colectivas
para atajarlos o para presionar a los gobiernos para que se atajen
sus causas profundas. Un ejemplo de este tipo de problemas es el
cambio climático, con el que quizás va viéndose un poco más de
sensibilización al ir viendo efectos más claros y cercanos (aunque
no se acaban de tomar medidas enérgicas ya que la presión ciudadana
aún no ha llegado a los estamentos políticos y aún quedan muchas
personas que no acaban de ver la urgencia de cambiar prácticas muy
arraigadas en su día a día en aras de paliar este problema). Otro
de estos problemas son las migraciones causadas por pobreza,
desigualdad o conflictos (en gran medida generados por el propio
sistema que se sustenta en la desigualdad entre países, personas,
grupos sociales…). Lo que ocurre en Siria o Honduras está
demasiado lejos…, hasta que empiezan las oleadas de inmigrantes o
atentados en países de Occidente.
Se
trata de la sensación de que un enorme rodillo nos pasa por encima,
vendiéndonos una falsa sensación de libertad, pero logrando en
realidad una horrenda homogeneización social (o al menos
estratificación). Esto, eso sí, es muy útil para las estrategias
comerciales de las grandes compañías y para el consumismo en
general, así como para la estrechez de mente de muchos gestores
públicos. En ensayos como El
negocio de la contracultura se
afirma que con el capitalismo y el consumismo se busca lo contrario a
la homogeneización, más bien el que cada persona “se sienta
especial”. Sin duda, esto es así, pero “dentro del sistema de
consumo y libertad de capital”. El ensayo es un acierto a la hora
de criticar el “falso alternativismo” y como no solo no afecta al
sistema sino que le abre nuevos sectores pero, como no podía ser de
otro modo, no hace mella en modelos basados en la cercanía o el
decrecimiento (aunque es justo reconocer que estos sistemas realmente
alternativos son, en el mejor de los casos, pequeñas iniciativas
bastante aisladas). El modelo dominante está muy pensado para
varones, adultos, occidentales, heterosexuales, de movilidad y
capacidades normativas y que quieran hacerse
a sí mismos.
Cuanto más distinto seas de esto, más posibilidades tienes de no
lograr siquiera un mínimo de aseguramiento de tus Derechos como
persona, lo cual se agrava cuanto más corrupto y defensor de
la libertad
individual sea
el gobierno que te ha tocado aguantar. La diversidad es mala para la
producción basada en economía de escala y en lo descomunal,
por lo tanto el rodillo y homogeneización es lo mejor…
Lo que no tiene
nada de placentero (sí de retorcido) es lo que tienen en común las
siguientes…
…Historias
Rosa formaba
parte de un grupo de investigación sobre física teórica que vio
cómo su grupo era incapaz un año tras otro de lograr captar una
financiación cada vez más escasa (y enfocada a temas que generaran
productos comercializables y patentables a corto plazo).
Chus
tiene 9 años y estudia en un colegio público con 25 compañeros y
compañeras más. Entra a las 9 y sale a las 17:30, con un montón de
materias reguladas, comedor y extraescolares (difícil identificar
las que realmente le gustan, a las que va medio obligado y las que le
gustan pero preferiría desarrollarlas por su cuenta y no en otro
medio reglado). Ah, y al llegar a casa aún quedan los deberes o
alguna otra extraescolar que no entra por el AMPA.
Juana
y Manuela son pareja y quieren tener un hijo como pareja. Después de
miles de trabas de todo tipo (sociales, legales, burocráticas…) lo
consiguen. El hospital donde fue el parto estaba forrado de panfletos
y carteles a favor de la lactancia materna. Pero nadie les indicó la
mejor manera de llevarla a cabo, aunque sí les dieron un papel
explicando cómo se prepara un biberón y recomendándole una marca
de leche (además de meterle un biberón al bebé al poco de nacer).
Luego ya vino lo de los regalos y el tema azul y rosa, aunque
afortunadamente de eso les ha sido más fácil librarse…
Pedro es un
ganadero de vacuno con una cabaña mediana, al que apenas le da lo
que le paga la empresa envasadora de leche para cubrir los costes de
producción y pagar la cotización mensual y que le quede una
jubilación medio decente. Planta maíz para complementar la
alimentación del ganado.
Una pequeña
radio comunitaria, que llevaba varios años emitiendo gracias al
esfuerzo de personas que aman la radio y no se deben a ningún grupo
empresarial ni color político que le subvencione, recibe un aviso de
la administración que concede los permisos de banda conminándoles a
dejar las emisiones en FM. Cautelarmente tienen que suspender la
emisión por este medio, resistiendo en Internet. Varios años
después llega una resolución de que no debían haberles prohibido
cautelarmente la emisión. Pero igual es que lo comunitario no
lucrativo es más independiente y molesto.
En cierto país,
como había bastante dinero oculto en paraísos fiscales, se impulsó
una amnistía fiscal para sacarlo a la luz, además de contar con
filtraciones de datos fiscales de personas con cuentas en esos
paraísos (filtraciones que son ilegales). Son avances “a lo
chafalleiro”, lo mismo que el que se produzcan geniales inventos
como el GPS o los satélites para predicción meteorológica solo
porque inicialmente eran necesarios para tema militar.
Ese mismo país
vende armas a un país que reprime a su población, que vive en unas
condiciones lastimosas mientras una élite de familias controlan los
medios de producción del país, compran equipos de fútbol y son
amigotes de élites de otros países (que luego les venden armas). Al
fin y al cabo, si no le vende armas, llegará otro país y se las
venderá, con lo que se perderán puestos de trabajo de las fábricas
de armas. Y eso que se supone que la venta de armas está regulada a
nivel mundial…
María jugaba al
fútbol en su colegio con otras amigas y amigos. Al llegar a cierta
edad notó cierta dificultad para jugar con los niños, y como la
mayoría de sus amigas dejaron de jugar y simplemente se sentaban en
las gradas a mirar como jugaban sus compañeros chicos. Muchos de
estos compañeros, como Manuel, jugaban en equipos de chicos torneos
de fin de semana. El pasado fin de semana en el partido se produjo
una pelea entre padres de los chicos de ambos equipos. Su padre tuvo
que ir al hospital con un ojo morado. Manuel quiere ser como
Cristiano Ronaldo.
Pablo acaba de
pagar un millón de euros en una subasta por una escultura que
consistía en un retrete negro metido en un pequeño búnker esférico
de hormigón de un metro de radio pintado por fuera como la Tierra,
retrete que se autodestruyó con una bomba que tenía en su interior
nada más que se lo adjudicaron. Mierda de mundo, se llamaba la obra.
Lo colosal y
mastodóntico mola mucho. Los puentes más largos del mundo, las
presas más grandes del mundo, los rascacielos más altos del mundo,
los trenes más rápidos del mundo. Tecnología para lo mastodóntico,
pero no pensadas para el bien común, ni para las generaciones
futuras. Penalización del autoconsumo energético, no se promocionan
soluciones técnicas y baratas para acceso al agua y saneamiento, la
vivienda, etc.
Conclusión
La
homogeneización monetarizante es la clave de esta perversa
decadencia. Todo debe tener forma de cadena de montaje porque es lo
más eficiente económicamente a corto plazo, y eso cada vez nos
imposibilita más para pensar de una manera que no sea a corto plazo.
Pero la multitud no es masa, y la promovida competencia entre
personas y países, en el espacio y en el tiempo, es también un
concepto cortoplacista que conduce a un mal
vivir.
Todos los aspectos de la vida como una gran línea de producción en
serie, donde se pierde diversidad, diversión y responsabilidad, y
hace que nadie, y menos las instituciones públicas, quieran hablar
del suicidio, con tasas cada vez mayores. Quizás sea eso a lo que
alguien llamó alienación.
Hace
un mes se celebraba el Día de los Derechos Humanos. Como se trata de
un concepto en permanente construcción, defiendo el Derecho
a ser distinta (y
no simplemente en lo que consumes, sino sobre todo en la manera de
vivir, donde se pueda poner en el centro realmente otra cosa que no
sea la producción y extracción). Esa diversidad no solo contribuirá
a que las personas sean más felices sino que, posiblemente, la
propia sociedad sea mejor, más dinámica, creativa y retroalimentará
a la propia felicidad de las personas. ¿O no es fuente de energía
la diferencia
de potencial?
La
diversidad de maneras
de vivir no está para nada reñida con el asegurar
unas oportunidades mínimas comunes para el desarrollo de las
personas, sin importar su lugar de nacimiento o condición. Esas
oportunidades comunes pasan por el acceso a servicios
básicos y el aseguramiento de los derechos humanos (que,
si bien pueden ser criticables, fueron y siguen siendo un avance en
las condiciones de vida de muchísimas personas). Una herramienta que
creo que tiene mucho potencial para complementar estas otras dos es
la renta
básica universal.
En todos los casos sería importante avanzar en una legislación a
nivel global que asegure unos mínimos (estamos aún lejos de esto,
una prueba es los acuerdos de cambio climático o la ambigua Agenda
2030 de Objetivos de Desarrollo Sostenible). Pero para desarrollar
posibles soluciones tendré tiempo, espero, más adelante, si es que
no me paso al bando de los robots hedonistas, que ganas me dan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario