RENTA
BÁSICA
Cada
vez se habla más de Renta Básica Universal, sin embargo esta
propuesta ha quedado fuera del debate partidario y los programas
electorales. El
Salto conversa
con uno de sus principales defensores, Daniel Raventós sobre el
potencial de la medida y las resistencias para su concreción.
Podría
decirse sin exagerar que Daniel Raventós (Barcelona, 1958) es el
principal referente entre quienes defienden una renta básica
universal e incondicional en el Estado español. Presidente de la Red
Renta Básica desde su fundación, ha escrito varios libros e
incontables artículos defendiendo la propuesta de dar un ingreso
monetario individual e incondicionado a todas las personas ciudadanas
o residentes de un territorio, argumentando la deseabilidad de esta
renta básica, explicando sus diferencias frente a otro tipo de
rentas —ingresos condicionados como son los subsidios o rentas
mínimas— o demostrando su aplicabilidad de la mano de los también
economistas Lluis Torrens y Jordi Arcarons. Conversamos con él tras
su participación en las Jornadas sobre Renta Básica que tuvieron
lugar a finales de marzo en A Coruña.
¿Llevas la cuenta de cuántas charlas, entrevistas, conferencias has dado sobre renta básica?
No, pero si me diesen un euro por cada una estaría bien.Después de todos estos años hablando sobre una renta básica universal, tras verla aparecer y desaparecer de programas electorales, ahora que cada vez oímos más hablar de esta idea, pero que también se llama renta básica a todo tipo de ayuda condicional ¿en qué momento dirías que estamos?
Me gustaría poder responderte con mucha concreción, pero no tengo datos para decirte tal o cual porcentaje la aprueba. Indiscutiblemente creo que hay un conocimiento social mucho mayor que el de hace seis, siete u ocho años, decía Philippe Van Parijs [uno de los fundadores de la red Basic Income Earth Network] en una entrevista que en el 2018 se había hablado más de la renta básica que en toda la historia de la humanidad anterior, creo que en el 2019 vamos camino de superarlo.
¿Por
qué? Creo hay al menos tres razones, uno es el fracaso de los
subsidios condicionados: hay gente que no quiere tropezar no dos sino
cuarenta veces en la misma piedra, tenemos sobrada experiencia de que
no funcionan. Otra es que las condiciones de vida de la inmensa
mayoría de la población no rica han empeorado en estos años. Por
último, la robotización también ha creado nuevos amigos de la
renta básica.
Pero más allá de que tenga mayor aceptación como idea, ¿qué posibilidad hay, respecto al pasado reciente, de que se avance a una hipotética implementación?
Si te refieres al Reino de España no tengo ninguna esperanza, los partidos —excepto creo que Equo, o Anova— no apoyan la renta básica aunque tengan muchos militantes que la defiendan. Ni Podemos, ni el PSOE, ni IU están de acuerdo con una renta básica. Están de acuerdo con una renta para pobres.
Se diría que la derecha está marcando la dirección de los debates. ¿No está perdiendo la izquierda la posibilidad de romper este marco introduciendo una propuesta con el potencial de transformación de las vidas de la gente como es la Renta Básica?
En esto no tengo ningún tipo de duda, un partido político de izquierdas que realmente apostara por la renta básica, tendría mucha fuerza. Pero no introduciendo la propuesta como se ha hecho en algún momento, de manera un poco oportunista, sino conociendo bien lo que implica. Si la gente ve que la proponen porque consideran que está bien estudiada, que es una herramienta seria y los partidos lo argumentan, yo creo que la gente entendería perfectamente que es una iniciativa interesante, pues como decíamos, las personas cuanto más conocen la propuesta más a favor están.
Cuando defiendes la renta básica sostienes esta idea desde el republicanismo. Sin embargo, percibo que como referente este le queda distante a mucha gente, que republicanismo aquí resuena a la oposición a la monarquía o peor, al partido de Trump. ¿Cómo traducirías esta idea del republicanismo?
Cuando hablamos de republicanismo estamos hablando de una tradición de libertad que tiene ya 2300 años. No estamos hablando de nada que tenga que ver con Trump y su partido republicano y esas cosas. Por supuesto el republicanismo implica que una república es superior a una monarquía, pero esto es solo una pequeña parte. Si tú me preguntas exactamente cómo se podría definir esto de la libertad republicana, aunque sea muy esquemático, es que nadie es libre si no tiene la existencia material garantizada. Dicho de una forma más larga, la libertad republicana nunca ha separado la idea de libertad de las condiciones materiales de existencia, que es lo que ha hecho el liberalismo.
Se
nos presenta la economía como un dominio técnico, materia de
expertos en la que el común de la ciudadanía no puede bregar. Por
otro lado, se nos transmite una idea de escasez que motiva la lucha
entre los de abajo por recursos que serían cada vez menores. ¿Cómo
se sale de ahí?
La
economía es política. Es evidente que la economía tiene un aspecto
técnico, no voy a decir que solo con política se hace economía,
está la parte de la teoría económica que efectivamente sería
la parte más abstracta. Pero la política económica, que es la
política aplicada, las medidas prácticas que se ponen en
funcionamiento en un momento determinado, son eso: primero política
y después economía.
Esto es algo que conocíamos, que economistas de todo tipo han dicho desde hace tiempo, cosas como primero es la política y luego la economía que sirve para concretar lo que se ha decidido políticamente. Tú dime una medida económica, la que quieras, que beneficie a toda la población o que perjudique a toda la población. No hay ninguna, si subimos los salarios unos salen beneficiados y otros perjudicados. Si retenemos las pensiones unos salen beneficiados y otros perjudicados, si bajamos los tipos de interés hay algunos sectores que quedan beneficiadas y otros no.
Esto es algo que conocíamos, que economistas de todo tipo han dicho desde hace tiempo, cosas como primero es la política y luego la economía que sirve para concretar lo que se ha decidido políticamente. Tú dime una medida económica, la que quieras, que beneficie a toda la población o que perjudique a toda la población. No hay ninguna, si subimos los salarios unos salen beneficiados y otros perjudicados. Si retenemos las pensiones unos salen beneficiados y otros perjudicados, si bajamos los tipos de interés hay algunos sectores que quedan beneficiadas y otros no.
Toda
medida de política económica con un poco de importancia beneficia a
uno sectores sociales y perjudica a otros, por lo tanto una política
económica de izquierdas, tal y como ya lo entiendo, es para
beneficiar a la gran mayoría de la sociedad no estrictamente rica,
por una cuestión de libertad, porque los grandes poderes privados no
pueden ser tan poderosos que impongan su concepción del bien al
Estado.Te
he oído comentar que cada vez más sindicatos van superando sus
iniciales resistencias a la renta básica y abriendo debates en este
sentido. ¿Será que los sindicatos acabarán tomando la delantera a
los partidos?
Me gustaría decirte que sí, pero en este momento no tengo elementos para hacer una afirmación tan arriesgada, es cierto que, en general, hay más gente en los sindicatos, que están haciendo reflexiones sobre la renta básica porque las medidas habituales, como mínimo —tenemos evidencia— no han dado resultado.Hace unos días entrevisté a Silvia Federici y pude preguntarle su opinión sobre la renta básica, pues había leído que se posicionaba en contra. A medida que avanzaba la entrevista me pareció que la idea empezaba a gustarle, pero también subrayó una cuestión que me parece central: se preguntaba, qué organización, movimiento, sujeto político, estaba defendiendo la medida en la calle.
Me gustaría decirte que sí, pero en este momento no tengo elementos para hacer una afirmación tan arriesgada, es cierto que, en general, hay más gente en los sindicatos, que están haciendo reflexiones sobre la renta básica porque las medidas habituales, como mínimo —tenemos evidencia— no han dado resultado.Hace unos días entrevisté a Silvia Federici y pude preguntarle su opinión sobre la renta básica, pues había leído que se posicionaba en contra. A medida que avanzaba la entrevista me pareció que la idea empezaba a gustarle, pero también subrayó una cuestión que me parece central: se preguntaba, qué organización, movimiento, sujeto político, estaba defendiendo la medida en la calle.
Me
alegro que le vaya gustando la idea, porque admiro mucho a Federici.
Respecto a la pregunta, más que un sujeto político yo creo que hay
una mayoría social, cuando se hacen los números de financiación y
se dice un 80% de la población que está por debajo del 20% rico
sale ganando pues es que objetivamente este 20% de la población esté
interesado, otra cosa es que tenga la información, tenga la
convicción, o tenga otras ideas que la impidan ver la renta básica.
Yo
no tengo ninguna duda de que la única forma de que se implemente la
renta básica es que haya una mayoría social que esté a favor, y
esto cómo se logrará, pues no lo sé. Ayuda que algún partido,
sindicato, la defienda, pero sobre todo los movimientos sociales, que
algún movimiento social defienda esto, como en un momento
determinado hizo el 15M en su primer aniversario, cuando
explícitamente defendió la renta básica universal.Claro,
pero incluso contar con una mayoría social, ¿alcanzaría? Hablamos
de implementar una política económica que implica una
redistribución de la riqueza enorme en un escenario en el que la
tendencia es la contraria: siempre mayor desigualdad. ¿Basta ver la
medida justa o necesaria para afrontar un conflicto social de esta
envergadura?
Efectivamente
la renta básica es conflictiva, y ¿por qué lo es?, pues porque no
todo el mundo gana y hay una parte que es muy poderosa que sale
perdiendo, pero yo no creo que sea desde un punto de vista
exclusivamente económico. Yo creo que quien mejor lo definió fue un
empresario catalán que hace unos 20 años, después de un programa
de radio, cuando no estábamos en antena dijo, “yo una renta básica
la considero muy muy peligrosa, porque no es un problema de
financiación, hacemos números y sale, lo que pasa es que la renta
básica daría un poder de negociación muy importante a los
trabajadores. ¿Para qué se lo vamos a dar?” Y creo que el hombre
lo definía perfectamente: es peligroso para ellos porque
incrementará la libertad de la inmensa mayoría de la población no
rica.
Hablamos siempre de la apropiación liberal o neoliberal de la renta básica , me viene otra preocupación con la derecha, con esas derechas que en Francia o Italia, por ejemplo, se dirigen a los obreros desilusionados con la izquierda liberal. ¿Y si se apropiasen de una idea así para establecer dos tipos de ciudadanía.
No creo que en estos momentos los movimientos de extrema derecha se les pase por la cabeza una implementación de la renta básica pero si hablamos de “los italianos primero” o “los franceses primero”, claramente no estamos hablando de una renta básica universal incondicional en la definición que hacemos en la Red Renta Básica, y que incluye a los ciudadanos y ciudadanas y también a quienes tienen residencia acreditada.
Lo
que es la residencia acreditada lo dice una ley, que evidentemente,
quienes somos progresistas, preferimos que sea más amplia. Pero si
tú eres fascista o un populista de derechas pues estarás de acuerdo
con una ley de Extranjería muy restringida. Evidentemente, como
estamos hablando de recursos públicos tenemos que definir quién
tiene derecho a recibir esta renta, nuestra propuesta es que sean
todas las personas residentes.En
una de las charlas de la jornada, una joven preguntó si pensábamos
que las personas de su generación estaban más cercanas a defender
una renta básica. Se me ocurre que, como en el caso de las
movilizaciones sobre el cambio climático, las personas jóvenes
puedan ser más permeables a esta demanda y reclamar activamente su
implementación, pues le dan menos centralidad al trabajo como
espacio de dignificación o identidad.
Lo has dicho tú perfectamente, si me permites una reflexión parcialmente personal, yo creo que antes de la crisis la renta básica no era algo conocido como lo es ahora. En los últimos tiempos, en seminarios o conferencias, he encontrado muchos jóvenes con los que he podido charlar. Es significativo cómo coincidían en un punto, aunque ideológicamente podían estar separados por otras cosas. Todos decían: “Con una Renta Básica yo no aceptaría condiciones de trabajo que ahora estoy obligado a aceptar”. Esto me parece fundamental. Es esperanzador que los jóvenes, en general, ven la renta básica con una simpatía o apertura de ideas, bastante superior a la de las personas más mayores.
Lo has dicho tú perfectamente, si me permites una reflexión parcialmente personal, yo creo que antes de la crisis la renta básica no era algo conocido como lo es ahora. En los últimos tiempos, en seminarios o conferencias, he encontrado muchos jóvenes con los que he podido charlar. Es significativo cómo coincidían en un punto, aunque ideológicamente podían estar separados por otras cosas. Todos decían: “Con una Renta Básica yo no aceptaría condiciones de trabajo que ahora estoy obligado a aceptar”. Esto me parece fundamental. Es esperanzador que los jóvenes, en general, ven la renta básica con una simpatía o apertura de ideas, bastante superior a la de las personas más mayores.
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