SISTEMA DE
“SEGURIDAD SOCIAL”
Instrumento
maquiavélico para la dominación de masas
A través del Estado,
las élites de poder diseñan la sociedad a su medida, manipulándola eficazmente
Introducción:
Los mitos sobre las “conquistas” sociales del proletariado se
desvanecen cuando uno se acerca a la historia con una predisposición hacia la
verdad concreta. En unos momentos de decadencia como los actuales y en los que
la mayoría de nosotros todavía no sabemos en dónde estamos, qué
mejor que intentar comprender en la medida de lo posible de dónde
venimos, para así, poder situarnos en el mundo con algo sobre lo que
apoyarnos. Para ello, en el presente artículo intentaremos arrojar algo de luz
sobre el moderno Sistema Español de Seguridad Social, más conocido actualmente
como Estado
del Bienestar. Eso sí, para llevar a cabo dicha tarea, nos
apoyaremos en el libro titulado “El sistema español de seguridad social (y de
la comunidad europea), 5ª Edición actualizada” de Jose María Ordeig Fos.
Dice textualmente el
libro, “el
inicio de la estructuración de la previsión social como conjunto de seguros
sociales, se efectúa al empezar el siglo xx, siguiendo la orientación alemana
de Bismarck“.
Efectivamente, en una Alemania recientemente industrializada y modernizada, el
Estado necesitaba entonces introducir algunas modificaciones en su estructura
social para solucionar de esa manera, algunos de los problemas derivados de
dicha industrialización (prostitución, alcoholismo, violencia o envilecimiento
de la sociedad, entre otros). Por ejemplo, que la gente (los nuevos
proletarios) muriera en las mismas fábricas (como ocurriría también en Inglaterra)
debido a la explotación sin cuartel y a las condiciones infrahumanas a las que
estaban sometidos, a la larga, no era bueno para los intereses del par Estado –
Capital en su más que apresurado rearme hacia la primera de las metas en el
gran proyecto secularizador de la modernidad, la primera gran hecatombe de la
Humanidad, la infame y atrincherada I Guerra Mundial. En nuestro territorio
ocurriría más o menos algo parecido, aunque aquí las circunstancias fueran
diferentes. En esta cosa que comenzó a llamarse España por aquel entonces (a
partir de Cádiz), esa industrialización no lograría desarrollarse tan deprisa
como sí lo había logrado en Alemania por “culpa” de un mundo rural incompatible
con los intereses genocidas y capitalistas de las élites mandantes (corona,
aristocracia, Iglesia, la nueva burguesía, etcétera).
Evolución
histórica:
En el año 1890 se
aprueba la Ley de accidentes de trabajo en la industria por
iniciativa del ministro de Gobernación, Eduardo Dato.
La Ley de 27 de
Febrero de 1908 creó el Instituto Nacional de Previsión (este Instituto ha sido
el organismo vivo que ha gestionado y desarrollado toda la acción jurídica
aseguradora en España).
En 1919 el Seguro de
Accidentes de Trabajo se constituyó como forzoso para los accidentes del mar.
Este mismo año se aprueba el Decreto que dio lugar al régimen llamado del
“Retiro Obrero”.
En 1929 se implanta
un seguro de maternidad, como accesorio del Retiro Obrero.
Desde 1932, el
seguro de Accidentes de Trabajo se hace obligatorio, de modo general.
Hasta aquí, se dice
que “estos
son los fundamentales logros anteriores a la guerra española de 1936 – 1939“. Y continúa, añadiendo que “alumbrado el nuevo
Estado español, el Fuero del Trabajo manifiesta la finalidad y propósito de
incrementar los seguros sociales, hacia la implantación de un seguro total“.
Destacan como normas
de este periodo: la Ley de 18 de Julio de 1938, sobre Protección Familiar; la
Ley de 1 de Septiembre de 1939, sobre Seguro de Vejez; la Ley de 14 de
Diciembre de 1942, sobre Seguro Obligatorio de Enfermedad; en 1946 se modifica
el régimen familiar, creando el “plus familiar”; en 18 de Abril de 1947 y 18 de
Julio de 1947, se organiza y regula el “Seguro obligatorio de vejez e
invalidez”; en 1947 y 1949 se regula la enfermedad profesional; desde 1946 se
organizan y funcionan las Mutualidades Laborales; desde 22 de Junio de 1956,
tenemos la nueva Ley de Reglamento de Accidentes de Trabajo; en 1961 se
instaura el Seguro de Desempleo.
Y termina diciendo
que “la
necesidad, mundialmente sentida (sic), de sustituir la
previsión social por un completo sistema de Seguridad Social es recogida
igualmente en nuestra patria, y se formula a través del Decreto de
14 de Junio de 1957, el cual, lleva al proyecto de Ley de bases, que será
aprobado por las Cortes el 28 de Diciembre de 1963 como ‘Ley de Bases de
Seguridad Social’.“. Esta ley se
aprobó por Decreto el 21 de Abril de 1966 y entró en vigor en Enero de 1967
(constituyendo la primera Ley española sobre Seguridad Social).
Reflexiones:
a) Sería interesante
comprender que las famosas “conquistas” sociales nombradas al inicio del artículo, más allá de ser tales,
como se habrá podido observar, fueron en realidad imposiciones progresivas
del ente estatal al cuerpo social (primero te cortan un brazo para luego
ponerte una prótesis que deberás abonar a plazos mensuales durante el resto de
tu vida).
b) Tras la noción de
“conquista” se esconde una idea perversa, repetida una
y mil veces por uno de los brazos armados más importantes para los intereses del
sistema, las izquierdas burguesas y pro-capitalistas (lo que no significa que
existan otras, nunca las ha habido), a saber, la idea del envilecimiento progresivo
de la sociedad, que la llevaría directamente a la negación de las metas
inmateriales (libertad, amistad, convivencia…) para ser sustituidas por otras,
manifestadas en luchas cuyo único afán será el de lograr más prebendas y más
abundancia material (lo que ocurre en realidad en el presente y desde los años
cincuenta – sesenta del siglo pasado, momentos en los que las luchas pasaron a
tener un denominador común, el dinero).
c) Existe una
relación directamente proporcional entre industrialización y
aumento de los seguros sociales. Por ello, la etapa franquista resultó
ser la más prolífica en ese sentido. No para menos, fue el franquismo quien
organizó e impuso a la sociedad el Estado del bienestar. Al mismo tiempo,
existirá también una relación directamente proporcional entre industrialización
y militarismo – expansionismo – imperialismo, realidad que será
ocultada tras la cortina de humo que resultarán ser los medios de
desinformación y de manipulación de las conciencias subvencionados por el
sistema (televisión, prensa, radio e Internet).
d) Quienes se
declaran abiertamente antifranquistas mientras que al mismo
tiempo apoyan, defienden y legitiman el Estado del bienestar, deberían
preguntarse seriamente si dicha relación sería muy coherente a los ojos de los
datos aportados anteriormente.
e) El Sistema de
Seguridad Social o Estado del bienestar resultará ser una forma de organizar a
la sociedad verticalmente (militarización o estatitación del cuerpo social), de
forma piramidal o jerárquica, y en la que tan sólo una pequeña élite
minoritaria tendrá la potestad (ilegítima) de dirigir a la inmensa mayoría de
la población. El Estado, de ese modo, quedará interpuesto entre nuestros
iguales, dictaminando y decidiendo cómo habrán de ser nuestras relaciones. Al
mismo tiempo, acabará con cualquier manifestación de ayuda mutua preexistente
en la sociedad ya que aquellas serán incompatibles con cualquier tiranía. Para
el Estado, aquellas habrán de ser combatidas y firmemente destruidas (como así
se hizo desde que Jovellanos diera el pistoletazo de salida), de modo que sea
el Estado el único que pueda “ayudar” (interesadamente) y no los otros,
nuestros iguales (desinteresadamente).
f) Para igualar,
homogeneizar y normalizar a los individuos se reinventará una de las relaciones
más perversas que hayan ideado jamás los seres humanos, aquella que vendrá a
decirnos que para educar harán falta escuelas,
dando a entender que por supuesto, todo lo demás, lo que se haga fuera de las
cárceles – escuelas estatales, no se podrá llamar en ninguno de los casos,
educación. De ese modo, estatuirá un sistema “publico” de escuelas por
todo el territorio (ahora, desde Cádiz) nacional con ese fin, el de fabricar seres
automatizados con una única capacidad, la de ser productivos para
la empresa capitalista, tanto estatal como privada. Dichos ¿sujetos? deberán al
mismo tiempo, ser totalmente dóciles, sumisos y por supuesto, jamás deberán
atreverse a cuestionar todo aquello que aprendieron en dichas escuelas. Al
secuestro de los niños explicado brevemente en las líneas anteriores, se le
llamará educación “pública” y será aquella en la que se dictará lo que será
verdad y lo que no. Esta atrocidad, aunque cueste creerlo, será apoyada y
defendida por la inmensa mayoría de la población.
g) Con el objetivo
de mantener en un estado de salud “normal” al proletariado, se instaurará el
servicio nacional de salud, cuya estructura será copiada de los centros de
salud militar organizados en tiempos de guerra. Dicha sanidad, se dirá que será
de todos, que nos pertenecerá, porque será “pública”, lo cual, será
falso se mire por donde se mire. Si la educación – adiestramiento –
adoctrinamiento es gestionada por una pequeña élite ministerial, la sanidad,
del mismo modo, será conducida y dirigida por otra élite, en este caso,
sanitaria, que en cualquiera de sus manifestaciones, se encontrará subyugada a los
poderes eugenistas y criminales de quienes utilizan a las industrias químico –
farmacológicas para llevar adelante sus planes de reducción de la población y
de dominación de las sociedades modernas.
h) Si tanto la
educación como la sanidad se tratan de servicios públicos, ¿por qué la gente
del común no pinta un pimiento en ninguno de los dos servicios?
i) Con el secuestro
realizado a todos los niños por el Estado desde su nacimiento, se logrará que
aparezca, tras el síndrome de abandono provocado en los partos, la figura
del Estado protector.
j) Una vez
destruidas todas las formas de vida preindustriales en la península ibérica,
aquellas en las que existían cientos de mecanismos de ayuda mutua y en las que
se veneraba a los ancianos por su sabiduría, será el Estado quien comience a
“ayudar” a partir de ese momento a los ancianos con el sistema general de
pensiones. A su vez, dichos ancianos serán apartados de la sociedad cual perros
sarnosos, pasando a ser olvidados e ignorados.
k) La destrucción de
la familia como núcleo primordial de convivencia será uno de los principales
objetivos de las élites estatales puesto que una vez arrancada de cuajo la raíz
de la trama social, la imposición del Estado del bienestar podrá estar
justificada y al mismo tiempo, será incluso bien recibida por quien carece de
toda ayuda familiar.
l) La promoción de
la soledad como logro social también será muy promocionada desde determinados
ministerios. La soledad, unida a la desaparición de la vecindad o de la
amistad, dejará a los individuos a merced de los tentáculos de los trabajadores
sociales.
m) Las leyes
criminales de violencia de género será otro de los pilares del Estado actual,
neopatriarcal así como feminista, para acabar con cualquier relación horizontal
entre las clases populares, esta vez, entre hombres y mujeres.
Conclusión:
Mientras que el
pueblo asturiano del año 1934 luchaba por metas e ideales que nada tenían que
ver con el dinero y que esto les llevó directamente a enfrentarse con el
mismísimo ejército de Franco, las reivindicaciones actuales no dejan de ser una
mera repetición de la frase pedigüeña por excelencia, “dame más“. Esta
realidad presente, nos llevaría a la conclusión de que casi todos los
movimientos sociales actuales no habrían conseguido romper con esa línea
burguesa y reaccionaria propia de los últimos decenios. Es triste comprobar que
en estos momentos de decadencia como los que vivimos se sigan dirigiendo todas
las luchas en una misma línea, la de volver a ese pasado en el que la
abundancia material (así como la capacidad de endeudamiento) parecía no tener
límites.
Alguien que ame
(aunque sólo sea un poquito) la libertad no puede permitirse
el lujo de seguir legitimando el actual régimen de dictadura política, porque
eso sería el Estado del bienestar, una dictadura. Una de las más
peligrosas que se habrían conocido en la historia puesto que cada uno de sus
integrantes sería al mismo tiempo policía y terrorista. Policía de
si mismo y al mismo tiempo, de los demás y posible terrorista para el sistema
en caso de no encajar en él.
Dicen que
actualmente el Estado estaría formado por casi 3 millones de personas (porque
el Estado son personas de carne y hueso y no una entidad divina y celestial) y
por ello, a veces me pregunto, ¿qué podrían hacer esos 3 millones de personas
por la sociedad si en lugar autoengañarse, mentir y hacer el mal (en la mayoría
de los casos, no en todos) para mantener el estatus organizativo y coercitivo del Estado, se dedicasen a ayudar
desinteresadamente a la gente de verdad? Sería increíble, un poder magnífico.
Esta crítica al
Estado del bienestar es realizada en unos momentos en los que parece que ni
siquiera se puede mantener por ser demasiado caro e inviable económicamente. Y
no ha de ser baladí, sino un primer paso hacia la reflexión.
Para terminar, decir
que la ayuda que nos prestemos los unos a los otros ha de ir
dirigida de forma horizontal y no de forma vertical, hacia arriba, sobre la
rueda de la dominación. Además, ha de ser realizada desde el corazón y
no desde los ceros de una nómina perpetua (por lo menos hasta hace unos años,
porque ahora ya ni eso).
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Reedición artículo, título post y pie de foto: Freeman
Compartido por Pere Ardevol, de Equipo Mizar de Reporteros
Ciudadanos.
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