Portem mesos ofegats en un mar de sensacions que col·lapsen la nostra ment: Indignació, inseguretat, impotència, desorientació... POR! Amb cap d'elles anem enlloc. És hora de replantejar prioritats passant per sobre de creences o prejudicis i aplicar a l'actual situació el remei que tenim ben a ma: estimar-nos els uns als altres, la “fórmula magistral”.
Després
de donar algunes voltes al desesperançat estil de vida actual, en
caiguda lliure i sense traces raonables de recuperació, sembla que
aquesta fórmula magistral apareix com l'únic revulsiu que ens cal
aplicar, per difícil que se'ns faci la seva pràctica.
Estem
dotats de la facultat d'estimar (res a veure amb "fer l'amor")
i exercir aquesta facultat ens pot ajudar a sortir del clot on ens
ficat i proporcionar-nos dues coses ben concretes: benestar propi i
bones relacions amb el nostre entorn.
La
pregunta a fer-nos podria ser: M'interessa,
per sobre de tot, estar bé? Per
obvia que sembli, respondre-la ens aclarirà quin valor donem a la
nostra vida. Si la resposta és positiva, renunciarem a tot el
superflu i el benestar s'instal·larà a dins nostre. Si la resposta
és negativa, la insatisfacció serà permanent atrapats en la trampa
del pal i la pastanaga.
Està
demostrat que ser feliç no depèn d'allò que volem aconseguir a
costa d'esforç i males relacions. Ens deixem la vida en activitats
que no ens reporten benestar real (aquell que ens fa sentir bé
interiorment) i ens oblidem de les coses senzilles, autèntiques i
reconstituents. Potser serà que ens agrada patir?
En
aquesta època tecnològica cap repte ens sembla inassolible, per què
doncs ens resistim tant a l'aplicació d'una fórmula de resultats
segurs? Per què no fer servir una energia que tenim a ma i en
quantitat inesgotable? Hi ha multitud d'exemples que en confirmen la
efectivitat.
Què
hi guanyo amb estimar als altres?
Guanyo
tot el que soc capaç de donar. Guanyo sempre que els altres guanyen.
Tingues
present: Només tens
allò que dónes. I
tot el que dónes et torna incrementat!!
Cóm
pot ser que “tinguis” el que “dónes”?
Posem
un exemple: Si somrius estàs donant alegria als que t'envolten
alhora que tu et sents bé. O es que quan somrius et pots sentir
malament? Un altre exemple: Vas pel carrer i veus algú a terra
inconscient, encara que tens molta pressa, truques a urgències per a
que puguin fer-se'n càrrec. Penses: Si jo estes en el seu lloc ho
agrairia.
Aquest
caire d'auto-ajuda de tot plegat no te molt bona premsa, cert?
Pren-t'ho com vulguis, la qüestió es que ho provis. O, tens
alternatives millors per a sortir del forat? No et sembla un bon
negoci? Doncs a que esperes per a posar-ho en pràctica.
I
per acabar, un altra cita apropiada: No et preocupis pel que t'ha de
portar el demà. Gaudeix i agraeix el que cada dia la vida t'ofereix.
Joan
Martí
Pots
mirar també : No
importa a quien ames, pero ama
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LA
FÓRMULA MAGISTRAL
Llevamos meses ahogados en un mar de sensaciones que colapsan nuestra mente: Indignación, inseguridad, impotencia, desorientación ... MIEDO! Con ninguna de ellas vamos a ninguna parte. Es hora de replantear prioridades pasando por encima de creencias o prejuicios y aplicar a la actual situación el remedio que tenemos muy a mano: amarnos los unos a los otros, la "fórmula magistral".
Después de darle vueltas al desesperanzado estilo de vida actual, en caída libre y sin trazas razonables de recuperación, parece que esta fórmula magistral aparece como el único revulsivo que necesitamos aplicar, por difícil que se nos haga su práctica.
Estamos dotados de la facultad de amar (nada que ver con "hacer el amor") y ejercer esta facultad nos puede ayudar a salir del hoyo donde nos hemos metido y proporcionarnos dos cosas bien concretas: bienestar propio y buenas relaciones con nuestro entorno.
La pregunta a hacernos podría ser: Me interesa, por encima de todo, estar bien? Por obvia que parezca, responderla nos aclarará qué valor damos a nuestra vida. Si la respuesta es positiva, vamos a renunciar a todo lo superfluo y el bienestar se instalará en nuestro interior. Si la respuesta es negativa, la insatisfacción será permanente atrapados en la trampa del palo y la zanahoria.
Está demostrado que ser feliz no depende de lo que queremos conseguir a costa de esfuerzo y malas relaciones. Nos dejamos la vida en actividades que no nos reportan bienestar real (aquel que nos hace sentir bien interiormente) y nos olvidamos de las cosas sencillas, auténticas y reconstituyentes. Tal vez será que nos gusta sufrir?
En esta época tecnológica ningún reto nos parece inalcanzable, ¿por qué pues nos resistimos tanto a la aplicación de una fórmula de resultados seguros? ¿Por qué no utilizar una energía que tenemos a mano y en cantidad inagotable? Hay multitud de ejemplos que confirman la efectividad.
¿Qué gano con amar a los demás?
Gano todo lo que soy capaz de dar. Gano siempre que los otros ganan.
Ten presente: Sólo tienes lo que das. Y todo lo que das te vuelve incrementado!
¿Cómo puede ser que "tengas" lo que "das"?
Pongamos un ejemplo: Si sonríes estás dando alegría a los que te rodean a la vez que tú te sientes bien. O es que cuando sonríes te puedes sentir mal? Otro ejemplo: Vas por la calle y ves a alguien en el suelo inconsciente, aunque tienes mucha prisa, llamas a urgencias para que puedan hacerse cargo. Piensas: Si yo estuviera en su lugar lo agradecería.
Este cariz de auto-ayuda de todo lo dicho no tiene muy buena prensa, ¿verdad? Tómalo como quieras, la cuestión es que lo pruebes. O, ¿tienes alternativas mejores para salir del agujero? ¿No te parece un buen negocio? Pues a que esperas para ponerlo en práctica.
Y para terminar, otra cita apropiada: No te preocupes por lo que te ha de traer el mañana. Disfruta y agradece lo que cada día la vida te ofrece.
Llevamos meses ahogados en un mar de sensaciones que colapsan nuestra mente: Indignación, inseguridad, impotencia, desorientación ... MIEDO! Con ninguna de ellas vamos a ninguna parte. Es hora de replantear prioridades pasando por encima de creencias o prejuicios y aplicar a la actual situación el remedio que tenemos muy a mano: amarnos los unos a los otros, la "fórmula magistral".
Después de darle vueltas al desesperanzado estilo de vida actual, en caída libre y sin trazas razonables de recuperación, parece que esta fórmula magistral aparece como el único revulsivo que necesitamos aplicar, por difícil que se nos haga su práctica.
Estamos dotados de la facultad de amar (nada que ver con "hacer el amor") y ejercer esta facultad nos puede ayudar a salir del hoyo donde nos hemos metido y proporcionarnos dos cosas bien concretas: bienestar propio y buenas relaciones con nuestro entorno.
La pregunta a hacernos podría ser: Me interesa, por encima de todo, estar bien? Por obvia que parezca, responderla nos aclarará qué valor damos a nuestra vida. Si la respuesta es positiva, vamos a renunciar a todo lo superfluo y el bienestar se instalará en nuestro interior. Si la respuesta es negativa, la insatisfacción será permanente atrapados en la trampa del palo y la zanahoria.
Está demostrado que ser feliz no depende de lo que queremos conseguir a costa de esfuerzo y malas relaciones. Nos dejamos la vida en actividades que no nos reportan bienestar real (aquel que nos hace sentir bien interiormente) y nos olvidamos de las cosas sencillas, auténticas y reconstituyentes. Tal vez será que nos gusta sufrir?
En esta época tecnológica ningún reto nos parece inalcanzable, ¿por qué pues nos resistimos tanto a la aplicación de una fórmula de resultados seguros? ¿Por qué no utilizar una energía que tenemos a mano y en cantidad inagotable? Hay multitud de ejemplos que confirman la efectividad.
¿Qué gano con amar a los demás?
Gano todo lo que soy capaz de dar. Gano siempre que los otros ganan.
Ten presente: Sólo tienes lo que das. Y todo lo que das te vuelve incrementado!
¿Cómo puede ser que "tengas" lo que "das"?
Pongamos un ejemplo: Si sonríes estás dando alegría a los que te rodean a la vez que tú te sientes bien. O es que cuando sonríes te puedes sentir mal? Otro ejemplo: Vas por la calle y ves a alguien en el suelo inconsciente, aunque tienes mucha prisa, llamas a urgencias para que puedan hacerse cargo. Piensas: Si yo estuviera en su lugar lo agradecería.
Este cariz de auto-ayuda de todo lo dicho no tiene muy buena prensa, ¿verdad? Tómalo como quieras, la cuestión es que lo pruebes. O, ¿tienes alternativas mejores para salir del agujero? ¿No te parece un buen negocio? Pues a que esperas para ponerlo en práctica.
Y para terminar, otra cita apropiada: No te preocupes por lo que te ha de traer el mañana. Disfruta y agradece lo que cada día la vida te ofrece.
Joan Martí
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