ENCUENTRO DE ECOALDEAS 2014
La vida es un encuentro, no una búsqueda.
Hace unos días, el universo y una familia que aprecio mucho me
regaló la oportunidad de acompañarles y asistir por segundo año consecutivo al Encuentro
de Ecoaldeas de la RIE, realizado esta vez en el Cortijo los Baños-Al Hamam
(Almería).
Un lugar especial por su emplazamiento, instalaciones y personas
que nos reuníamos de toda la península y de fuera de ella. Al igual que el año
pasado, terminó marcándome y generando un cambio que tocó varios aspectos de mi
ser.
En los encuentros se hacen muchísimos talleres y charlas que nos
llevan a tener muchas experiencias que se manifiestan en emociones tras
emociones; descubrimientos tras descubrimientos y en compartir tras compartir.
Todo ello bajo el prisma de cuatro dimensiones: la social, la ecológica, la
espiritual y la económica.
Las “dinámicas” que se realizan en los talleres muchas veces, sea
por el número alto de asistentes, por el espacio y entorno natural donde se
realizan o por las propias personas que mayoritariamente asisten (personas que
se nota que trabajan mucho su parte personal hacia los otros y/o tienen
experiencia en comunidad o deseos de generar proyectos parecidos) se genera un
ambiente que muchas veces raya la línea entre el típico estado de conciencia
ordinario y el estado de conciencia que generan momentos de éxtasis o altamente
emotivos que parecen cosa de magia. Una magia acariciada por música y tambores
indios acompañados de las noches estrelladas del desierto y del sol cálido y
observador que nos ilumina.
Todos los talleres son especiales (todos nos sorprenden, aunque
creamos que ya sabemos de qué tratan por ver el título en el panel informativo)
no sólo por su contenido sino por el ambiente ecoaldeano que todos respiramos y
sentimos durante los días que dura el encuentro. Sobre todo para aquellas
personas que ves que es su primera experiencia en “dinámicas”, ecología,
alimentación natural y contacto con Gaia y todos los seres. Muchos de ellos
salen en medio del círculo y expresan abiertamente su deseo de salir de la
Matrix, de los convencionalismos y de ese forma de vivir basada muchas veces en
el objetivo de acumular bienes para llenar el vacío que tenemos. Un vacío que
muchas veces no llegamos a comprender pero que simplemente es porque estamos
separados de los entornos naturales y de nuestro ser de luz interior, al que
acallamos con todo tipo de distracciones para nuestra mente física que tan bien
manipulada tiene el sistema y que está contenta y distraída en su zona de
confort.
A título personal, lo que yo percibo que más denota los Encuentros
de la RIE son:
- El aspecto de tener claro que el sistema nos lleva al
individualismo desmesurado e inhumanizado y cómo podemos hacer el cambio.
- Saber que lo más complejo y necesario para desarrollar un
proyecto de comunidad es trabajar los aspectos de la comunicación entre los
miembros y la resolución de conflictos.
- Comprender que si una sociedad no sabe celebrar la vida, no
baila ni ríe todos los días sin necesidad de comilonas, alcohol, drogas y
estupideces es una sociedad enferma.
Una de las razones por las que asisto al encuentro es para conocer
proyectos que ya están en marcha y a personas con quien puedo vincularme para
compartir ideas u otros nuevos proyectos. Son unos días muy buenos donde
conoces gente muy agradable afín a tus inquietudes. Un espacio donde te das
cuenta de que somos muchos los que tenemos cosas en común y aunque luego
vuelves a tu pueblo, sientes que no estás tan solo como me suele suceder. Vuelves
con ganas de hacer cosas y seguir mejorando para crear nuevos retos y sueños
que realizar.
También quiero agradecer la energía y muchísimas sonrisas que
hemos puesto todos para que esto sea real. Desde los voluntarios, organizadores
del encuentro, facilitadores, los propios residentes de la ecoaldea que acogió
el encuentro este año y los asistentes.
GRACIAS POR COMPARTIR.
La vida es un encuentro, no una búsqueda.
La vida es un encuentro, no una búsqueda.
Fran Xavi Forés
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