ACCIONES COMUNITARIAS PARA SALVAR NEGOCIOS
A través de
 las 'community shares', ciudadanos británicos preservan y mejoran
 empresas que creen esenciales. Desde 2009, unas 100.000 personas han
 invertido más de 100 millones de euros en dar apoyo a más de 350
 proyectos. Aunque no hay fines de lucro, el dinero de los inversores
 se devuelve. No se trata de donaciones
El pub Star Inn,
 en Salford, cerca de Manchester, cuna del cooperativismo mundial, es
 carne fácil para un argumento de película. Es así: imagínense
 2008, viene la gran crisis, los negocios cierran, la gente se queda
 sin trabajo. Reina la desazón, y, entre otros, cierra el pub del
 barrio, el único en 800 metros a la redonda que hay en una zona
 residencial de la ciudad. Un pub en Reino Unido no es sólo un pub,
 es centro de reunión vecinal que más que un lugar donde tomar
 cervezas es donde se apaga el fantasma de la soledad. Donde siempre
 se encuentra a un vecino. Donde siempre hay un amigo, y donde el
 individualismo reinante no pasa por la puerta.
El pub, que tenía
 también una fábrica de cervezas, cierra. Sí. Cierra, después de
 no poder pagar las cuentas, después del envejecimiento y el
 deterioro de las instalaciones. Pero los clientes-vecinos no pueden
 permitirse perder ese rincón de encuentro. No pueden. Seis
 habituales deciden no quedarse de brazos cruzados y acuerdan que van
 a comprar el bar. Pero… ¡ay!, en las películas siempre hay
 obstáculos: no consiguen reunir suficiente dinero, los bancos no
 prestan ni un alfiler y el ayuntamiento no tiene un centavo… 
Así
 que llaman a otros vecinos, y a otros, y a otros... Llega la prensa.
 Los visitan actores famosos. Se hacen conocidos, hasta que, por fin,
 se forma el primer pub cooperativo inglés, con 75
 accionistas-vecinos, cada uno de los cuales ha aportado lo que
 podía, dinero o trabajo manual para arreglar el baño o hacer otras
 pequeñas obras. El bar sale a flote y hoy no sólo es centro de
 reuniones, para ver el fútbol, la telenovela, o hablar con amigos,
 sino que es un ejemplo para otros pubs de Reino Unido que han
 logrado salir adelante, de la mano de los vecinos. 
 
"Nunca
 estarás solo si está el pub", asegura Paul Castello, que puso
 dinero y esfuerzo físico para arreglar las instalaciones. Esto es
 un acto de solidaridad con la comunidad". ¿Y por qué no poner
 el dinero ayudando a los refugiados en vez de en un pub? ¿No sería
 más solidario? "No. Porque si no tenemos el pub, no podremos
 juntar el dinero para otras causas comunitarias. Este es un pub sin
 fines de lucro. Es una cooperativa, una iniciativa comunitaria. Los
 beneficios de este pub no sólo irán a mí y a mi hijo, que siempre
 tendrá un lugar donde reunirse con los suyos. Los beneficios del
 pub volverán a la comunidad, de diferentes formas".
Star Inn es una
 entre muchas iniciativas comunitarias, que han logrado recuperar
 espacios que creían que les correspondían. No se trata de empresas
 recuperadas, como en España o Argentina, sino de espacios que son
 salvados por la comunidad. En el Star Inn trabaja gente que no es
 socia de la cooperativa.
"No lo soy
 [socia], pero me siento parte del proyecto", agrega Vicki
 Hughes, encargada del local. Son las ocho de la tarde y las cervezas
 no paran de salir de la barra. Ella, con aire maternal, sigue
 conversando mientras tira cervezas sin descanso. Cada libra que
 factura, servirá para pagar su salario y para devolver el dinero a
 la comunidad. "Si aquí algún socio cooperativista se
 emborracha y se pone pesado, lo puedo echar del pub. Podría echar a
 mi jefe, aunque sea el presidente del consejo rector, y nadie me
 dirá nada. Aunque la verdad es que no ha pasado. Se vive muy buen
 ambiente". 
"En Reino
 Unido hay una ley que da prioridad a la comunidad en caso de que un
 inmueble o un negocio que se considere bien comunitario se ponga a
 la venta", explica Alice Wharton, manager del Community Shares
 Unit Programme de Cooperatives UK, la mayor organización de
 cooperativas del Reino Unido. La entidad apoya a los vecinos cuando
 quieren poner en marcha una iniciativa comunitaria. Y lo han hecho
 en muchísimos sectores, desde pubs hasta clubes de fútbol,
 hospitales, huertos o transporte local.
Co-operatives UK
 ha calculado que, desde 2009, unas 100.000 personas han invertido
 más de 100 millones de libras (cerca de 116 millones de euros) para
 dar apoyo a más de 350 negocios comunitarios alrededor de Reino
 Unido.
Legislación especial
El término
 Community shares,
 que se traduciría como Acciones
 comunitarias, trata de
 una forma de acciones cooperativas que se rigen bajo una legislación
 especial, que indica que los beneficios del negocio deben ser
 comunitarios. Este tipo de acciones sólo pueden ser sacadas a la
 venta por sociedades cooperativas u otras sociedades de iniciativa
 social.
"Las acciones
 comunitarias pueden salvar negocios, financiar energías renovables,
 transformar espacios comunitarios, dar apoyo a la agronomía local,
 restaurar edificios con valor histórico y, sobre todo, ayudar a
 construir comunidades más vibrantes, fuertes e independientes",
 se explica en la 
 página web
 del programa de Co-operatives UK.
En el Star Inn no
 importa cuánto dinero hayan aportado los socios. Cada socio
 representa un voto en la asamblea, y las acciones no se pueden
 vender como en un negocio normal. Lo que sí se hace –y es lo que
 quiere hacer el Star Inn, aunque por ahora nadie está esperándolo–
 es devolver el dinero a los socios, una vez que el negocio ha dado
 suficiente base para sostenerse a sí mismo.
El hecho de que
 sea comunitario o sin fines de lucro no quiere decir que los
 accionistas que ponen dinero lo hagan como una donación. De hecho,
 para que se forme una empresa con acciones comunitarias y la gente
 pueda invertir hace falta tener un buen plan de negocio, que "debe
 mostrar cómo el dinero invertido va a permitir que sucedan buenas
 cosas (...). El dinero debe tener posibilidades muy reales de
 sobrevivir como un negocio rentable", se explica en
 Co-operatives UK. La cantidad invertida en una empresa basada en
 acciones comunitarias puede incluso generar, si así se decide,
 intereses a los accionistas. Y por ley, el Gobierno ofrece ventajas
 fiscales para quienes decidan invertir en este tipo de negocio.
Los interesados en
 formar una empresa de acciones comunitarias pueden hacerlo a través
 de Co-operatives UK, o de forma independiente, a través de una 
 plataforma de Internet,
 donde se presentan proyectos y quien quiera puede invertir en ellos,
 una especie de crowdfunding,
 pero con acciones y participación en las asambleas. 
Por Mariana
 Vilnitzky para Alternativas
 Económicas

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