18/2/11

HA ARRIBAT L'HORA DE LA TAXA TOBIN

Optimismo sobre el “impuesto global” a los bancos

Los defensores de una tasa que controle la especulación financiera llevaban décadas avisando de la crisis. 

Francia, que preside este año el G20, apuesta ahora por su implantación. 

Las organizaciones necesitan disfrazarse de Robin Hood para llamar la atención de los medios

18.02.2011 · Juan Luis Sánchez
Ni para defender la subida de la tarifa de electricidad, ni para la del IVA; ni para reclamar la reforma de las pensiones ni para presionar por la “flexibilización” del mercado de trabajo. No se ha visto a ningún economista disfrazado por la calle para convencer a los ciudadanos de que sus posturas tenían que ser tomadas en cuenta o para conseguir que los medios de comunicación llenen páginas con sus tesis.

Y, sin embargo, aquellos que apuestan por modelos económicos de más control público sobre LosMercados™ suelen tener que recurrir a estrategias de marketing de todo tipo para llamar mínimamente la atención.

Esta es la enésima vez, aunque dicen que ahora es diferente. En 17 ciudades de España, entre otros 20 países, se han podido ver este jueves a decenas de Robin Hoods; personajillos de verde inspirados en el personaje que, según la leyenda, le quitaba a los ricos para dárselo a los pobres.




Hablamos con Valentín Vilanova, de la Campaña por la Tasa Robin Hood

Valga la metáfora para que organizaciones como Médicos del Mundo, el Observatorio de RSC, Inspiraction, Intermon Oxfam, Ayuda en Acción o Save the Children reclamen la puesta en marcha de algo que se parezca a la Tasa Tobin, un impuesto sobre ciertas operaciones económicas internacionales, esas transacciones rápidas que se hacen y deshacen en apenas minutos y que, tachán, generan beneficio inmediato; esos movimientos rápidos de capital que ahora todo el mundo está de acuerdo en llamar “especulativos”.

Nadie vio venir la crisis, dice el mantra, y sin embargo en 1997 se creó ATTAC (Asociación por la Tasación de las Transacciones por la Ayuda a los Ciudadanos) con el primer propósito de promocionar la gravación de los flujos de capitales y evitar una burbuja como la que hemos visto después. El objetivo, según dijo en su momento el Nobel de Economía James Tobin, es “echar arena al aceitado mecanismo de las especulaciones que hacen viaje de ida y vuelta en días o pocas semanas“.

El ex presidente y coordinador del Comité Científico de ATTAC, Ricardo Gª Zaldívar, nos cuenta que estamos más cerca que nunca de que el “impuesto global” sea una realidad. “Hemos llegado a un momento de madurez social”, dice, equiparable a cuando se asumió la necesidad del IRPF o el IVA; “poca gente discute ahora que quienes más tienen deben dar parte del dinero que han ganado a un interés colectivo”. Es el momento, según su jucio, de “que los que toman decisiones financieras sin control político, también entren en la lógica de lo público”.

El presidente francés Nicolas Sarkozy se ha manifestado varias veces en favor de esta medida y ha encontrado apoyos intermitentes en el Gobierno de España, Alemania, Brasil, y en voces autorizadas como las de Paul Krugman o George Soros; el papel de Sarkozy como anfitrión del G20 en 2011 se ve como una posible lanzadera para la reforma.

Sarkozy no es el último recién llegado a la defensa de una tasa financiera global. El Consejo Económico y Social Europeo acaba de dar su impulso a la puesta en marcha de un “impuesto sobre las transacciones financieras” con un dictamen publicado el 11 de febrero (pdf).

Este órgano consultivo de la Unión Europea calcula que si se aplicara en toda Europa, “los ingresos tributarios rondarían el 1,5 % del PIB y su mayor parte procedería del mercado financiero británico. Si se aplica en todo el mundo, el ITF aportará unos ingresos fiscales en torno al 1,2 % del PIB mundial”.

Según otro informe de la Comisión Europea del verano de 2010, si se aplicara esta tasa a las transacciones financieras con bonos y acciones en la bolsa española, la recaudación sería de unos 4.566 millones de euros: 1.311 millones provenientes del mercado de acciones y 3.255, del de bonos.

¿Es ahora el momento? ¿Procede apretarle las tuercas al sector financiero con la que está cayendo? Dice el Consejo que el negocio de los derivados financieros “comenzó a incrementarse nuevamente en la primera mitad de 2009. No parece, pues, que hayan cambiado mucho las cosas en el comportamiento del sector financiero”.

Lo que sí divide a las organizaciones que defienden el impuesto de transacciones financieras es el ‘y después qué’. ¿Quién va a gestionar ese dinero recaudado? ¿Naciones Unidas? ¿De cuánto debe ser la tasa para no causar demasiados efectos colaterales: del 0,1%, del 0,05%? ¿Cómo se reparte lo ingresado? Las versiones más optimistas hablan de 300.000 millones de euros anuales para luchar contra la pobreza. “Todas esas preguntas hay que dejarlas para después; son discusiones posteriores. Ahora hay que centrarse en lo que estamos de acuerdo: el impuesto es necesario”, nos dice Gª Zaldívar.





La Tasa Robin Hood explicada de manera simple.

http://periodismohumano.com/economia/tasa-tobin-robin-hood-bancos.html

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