LA ILUSIÓN DEL CONDUCTISMO
Cómo la autoayuda nos atrapa en su engranaje
En su afán por "mejorar", la autoayuda nos
convierte en prisioneros de una ilusión vacía, donde la verdadera libertad
queda sacrificada en el altar de la perfección. La promesa dorada no es más que
un espejismo, y el precio es nuestra autenticidad
Hay algo inquietante en la promesa dorada de los libros de autoayuda (los cuales llenan las estanterías y los sellos de best seller). Detrás de sus fórmulas de éxito y mantras relucientes –"levántate a las 4 am, bebe agua, agradece, repite, emprende"– se oculta un mecanismo más profundo, casi invisible, que parece extraer de las personas no sólo su complejidad, sino su espíritu mismo.
Lo que a simple vista parece un llamado al crecimiento y superación personal, termina siendo una maquinaria sofisticada de condicionamiento.