1.7.25

Cada aprendiz debe decidir cuándo es momento de explorar y cuándo comprometerse

APRENDER PARA SEGUIR SIENDO HUMANOS     

Ars longa, vita brevis — Hipócrates

Aprender no es una actividad más del ser humano. Aprender es la actividad que nos ha hecho humanos. Desde los primeros gestos imitados en la infancia hasta los sistemas de conocimiento más sofisticados que hoy pueblan la inteligencia artificial, nuestra historia es una historia de aprendizaje. 

Sin él, no habríamos domesticado el fuego, ni inventado la escritura, ni podríamos interrogarnos por el sentido de la existencia. Aprender es un juego infinito: no se gana, no se termina; se juega porque el juego en sí es el que sostiene la vida.

Antropológicamente, aprender es una estrategia evolutiva. La antropóloga Sarah Blaffer subraya que lo que distingue al Homo Sapiens no es su fuerza ni su tamaño, sino su sociabilidad: nuestra tendencia a observar, imitar y cooperar con otros. En este contexto, el aprendizaje no es solo acumulación de información, sino una forma de inserción en una cultura. 

30.6.25

Aun si damos por hecho que el colapso es inevitable, no da igual la forma de colapsar

ASALTO AL PODER ABSOLUTO               

EL FINAL DE LA MEGAMÁQUINA

Por casualidad se han cruzado en mis lecturas estas dos publicaciones (El fin de la Megamáquina y «NRx: El movimiento subterráneo que quiere cargarse la democracia») que, desde diferentes perspectivas, son complementarias y desvelan muy bien las fuerzas que operan en la deriva de una civilización suicida.

No sé hasta qué punto hay un cerebro central maquiavélico que dirija esta deriva, pero el resultado es el mismo si hay muchos pequeños centros empujando en la misma dirección. Es «La Megamáquina» de la que habla Fabian Scheidler retomando un conglomerado de intereses económicos y de poder político y militar (con su correlato ideológico) que adopta múltiples disfraces, que todo lo fagocita, que nunca se sacia, que ha engordado mórbidamente. 

27.6.25

Saber por qué se combate, hoy que nos anega la desorientación no es poca cosa

LA ÉTICA QUE APRENDÍ EN UNA CANCHA

Una parte de lo que sé sobre el bien —sobre el honor, la bondad y el coraje— lo aprendí en una cancha de baloncesto. No es mala escuela del carácter el deporte: se adquieren hábitos virtuosos de forma experiencial, como se dice ahora, es decir, que lo que hay que hacer apenas se explica, solo se hace. Mi aprendizaje, en cuanto a esto, ha sido sobre todo adulto. Hice mis pinitos de joven, pero, como comprenderá cualquiera que me haya visto, jamás pasé de las tardes en descampados con canastas sin red y aro de hierro ni de recreos a trompicones, porque ni daba ni doy el tipo. 

Fue a partir de 2008, en medio de una crisis profesional, un tanto noqueado, cuando ingresé en el Excelentísimo Club Butrón, donde sigo. A pesar de mis muchas torpezas, el grupo me acogió; como doy para lo que doy, pronto añadí como aportación llevar de cabeza el marcador y después la tesorería y los asuntos administrativos. Mi gente es muy generosa, pero conviene darle motivos.

26.6.25

Muchas personas han desarrollado una forma de vida en torno a estos oficios

VOLVER A LAS MANOS                         

El renacer de los hobbies artesanales

Los oficios están enamorándonos de nuevo: el bordado, la caligrafía, la pintura y, sobre todo, la cerámica, se están poniendo de moda gracias a internet porque nos animan, precisamente, a recuperar esa vena de trabajar con las manos que pasa a un segundo plano entre tablas de Excel y reuniones por videollamada. 

Los hobbies artesanales están recobrando el éxito. Basta con zambullirse en las redes sociales para descubrir cientos de cuentas y creadores especializados en ámbitos como la pintura, el bordado, la costura, la cerámica o la caligrafía que acumulan cientos de miles de likes y seguidores.  

Actividades analógicas que, puestas de moda por internet, nos animan paradójicamente a abandonar las pantallas, volver a las actividades manuales y recuperar esa vena artesana que solemos olvidar en el día a día de trabajos de oficina y tablas de Excel.

25.6.25

La vida es dura. Nadie sale ileso. Pero es también hermosa, digna de ser vivida

VIENTOS DE CAMBIO                           

Probablemente muchos de vosotros crecisteis con una idea que parecía incuestionable: que el mundo mejora solo, que el futuro está garantizado, que todo irá a mejor porque, bueno… porque sí. Como si fuese una ley natural.

Pero hoy, al mirar alrededor, os encontráis con algo muy distinto: incertidumbre, precariedad, cinismo, corrupción, desconfianza, fatiga. Un ambiente extraño en el que muchos adultos —los mismos que os prometieron que el mundo sería vuestro— ahora os advierten que no seáis demasiado ambiciosos, que empobrecerse es algo virtuoso porque así se protege al medio ambiente, que mejor no tengáis hijos, que quizá lo mejor que podéis hacer por el planeta es desaparecer.

Esta idea, muy de moda, se presenta como lúcida y compasiva. Pero es profundamente falsa y cruel. Por eso hoy quiero hablaros de una palabra que parece fuera de moda y sin embargo está en el centro de todo lo que nos pasa. Una palabra que bien entendida forma parte del conservadurismo.

23.6.25

El desconeixement de les respostes bàsiques ens omplen de desassossec i ràbia

© LA VIDA ÉS UN GRAN DO O UNA ESTAFA?         

Segons com ens ho mirem pot ser una cosa o l’altra. És evident que el fet d’existir és un gran do, perquè de ser-hi a no ser-hi hi ha una gran diferència.

Però deixant de banda aquesta opció bàsica, l’experiència vital no deixa de ser un plantejament semblant als gladiadors romans que estaven sotmesos a una lluita constant entre ells per a sobreviure mentre suposaven un espectacle per als qui s’ho podien permetre.

El cas és que aterrem en aquest món amb data de caducitat incorporada i sense manual d’instruccions. Disposem d’unes facultats físico-mentals i una consciència amb la que ens podem donar el vistiplau o no als nostres actes.

19.6.25

Más allá de lo anecdótico o superficial, esta tendencia tiene implicaciones profundas

TRAD TRAP                                                 

La idealización del pasado en la era de la incertidumbre

En una época dominada por la volatilidad, el caos informativo y la hiperconectividad, una parte significativa de la juventud ha comenzado a mirar hacia atrás. Pero no con nostalgia inocente, sino como quien busca refugio. Frente a un presente percibido como inestable y un futuro cada vez más sombrío, emerge una tendencia inesperada: la recuperación e idealización de los valores tradicionales como forma de rebeldía cultural. Una tendencia analizada en Consumer Trends 2025 (*). 

Añorar lo que no se vivió

El 54% de la población joven en España admite admirar los contenidos del pasado por  considerar que «todo parecía más sencillo», según el informe Culture Next de Spotify. Y en  efecto, esta añoranza de lo no vivido ha encontrado en los medios digitales una potente  herramienta de visibilidad.