28/9/18

La única solución a largo plazo es un replanteamiento del sistema económico actual

CÓMO 10 AÑOS DE CRISIS SE CONVIERTEN EN UNA ESTAFA

La crisis financiera detonada a partir de 2007 ha resultado en un tremendo golpe para las economías de los países y de las familias, así como una sustancial merma de los derechos a servicios públicos fundamentales de calidad de los ciudadanos, por culpa de recortes en gasto público como en sanidad y educación. Hay que añadir la reducción de poder adquisitivo de la ciudadanía y la precarización laboral como problema estructural.

Estos “ajustes” que nos han constreñido durante estos 10 largos años, puesto que eran la solución y salida del atolladero, han sido aplicados en forma de reformas de leyes laborales, ajustes de gasto y déficit públicos, leyes mordaza... Sin embargo, mientras la mayoría sufre el impacto de esta crisis, y ve como se esfuma el estado de bienestar, aumentan las fortunas de unos pocos, de forma que se puede calificar este proceso de “recuperación” como una estafa. Es un proceso de recuperación que, a poco que se mire, cualquiera puede darse cuenta que tiene las patitas muy cortas. Solo con ver el crecimiento de la deuda española hasta pasar del 100% del PIB, algo inabarcable por nuestra economía.

Y si esto es así (que lo es), ¿en qué lugar queda un país que presupuesta en defensa más del doble que en educación y sanidad juntas?, pues en un país que quiere aplicar un férreo control social mediante la represión...

...En un país, además, que está alimentando un "lucrativo" mercado de armas que nutren las guerras que asolan el globo, haciéndonos co-responsables del drama de millones de personas que mueren, o se lanzan a una situación de vida o muerte cruzando un desierto o el Mediterráneo en una patera.


También en un país cuyos gobiernos se han dedicado a mercantilizar los derechos fundamentales como la educación y sanidad, potenciando los beneficios de empresas e inversores privados, en estos sectores, mediante el abandono de la inversión pública.

27/9/18

Ser valiente implica no necesitar nada para darlo todo


INMOVILIZADAS POR LA "CONFIANZA"

La fe en el progreso y nuestra confianza en los líderes son las dos falsas esperanzas de la sociedad actual.

Hablando de indefensión, de la ausencia del sujeto y su revolución, de las raíces que sostienen nuestro desaliento, deberíamos reconocer, para cuestionar radicalmente, nuestra tendencia a la confianza en el “gran hombre” y a la espera de “el salvador”.

Para nosotros los humanos, es muy difícil “ser”. Las palabras se nos quedan muy cortas para explicar nuestra vida, y han muerto con Dios tantas cosas… El posmodernismo” es para valientes y puede actuar fácilmente como un veneno.

A los “hombres superdotados” les está sucediendo algo verdaderamente preocupante, y es que no parecen conformarse con lo que vamos descubriendo.

El relativismo innegable en el que se sitúa la experiencia humana, tanto puede desesperar como se puede transformar en superficialidad y autocomplacencia: ¡si nada es “verdad” bien puede ser entre todo y nada posible!, ¡juguemos! Y ahí tenemos “jugando” a los genios, como el mismísimo Elon Musk o el difunto Stephen Hawking, fluctuando entre la realización de lo fantástico y el darlo todo por perdido. Un descapotable rumbo a Marte y las respuestas al origen del universo vs “nuestro mundo es una realidad virtual” (Code Conference, 2016) * o “dar la tierra por perdida y huir a Alpha Centauri” (Cumbre Tencent WE China, 2017)**.

Para Elon hay una posibilidad entre billones de que la nuestra sea “la realidad”, lo más probable es que todo lo que somos y nos rodea sea una realidad simulada o virtual, un juego o experimento generado por una civilización más avanzada. Nos dice: “Y en realidad quiero y espero que esto sea cierto, porque, si no, si la civilización deja de avanzar —y no somos una “realidad simulada”, porque no hay una civilización más avanzada que la nuestra en el universo capaz de hacer esto— entonces estamos dirigiéndonos a un desastre que acabará con nuestra civilización.

26/9/18

Basta de exigencias de los mercados como dioses reclamando sacrificios humanos

UNA UTOPÍA REALISTA 
No estamos locos y sabemos lo que queremos

Diez años de crisis, diez años de luchas contra las consecuencias de una estafa financiera que ha servido para que las élites políticas y económicas se apropien de lo común al implantar medidas ideológicas que, lejos de resolver la crisis y dar soluciones a la mayoría, han convertido derechos de toda la ciudadanía en mercancía para beneficio de unos pocos.

Las luchas contra las consecuencias de esta crisis siguen vigentes, pero ha llegado el momento de luchar contra sus causas si queremos recuperar el control de nuestro futuro. Las causas de la crisis, por todos es sabido, fueron unos mercados financieros desregulados y un poder político al servicio de esta locura de casino. Hace diez años algunos dijeron que habría que refundar el capitalismo, pero el descontrol y la voracidad financiera era tan grande que solo fueron capaces de poner algunos parches para que no se les acusara de inacción. Desde el 15 de septiembre de 2008 nada se ha hecho para poner coto a unos mercados que se han demostrado peligrosos, capaces de arruinar países y generar hambre en poblaciones enteras.

Recientemente, en el Estado español hemos visto cómo la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), el organismo responsable de la “libre competencia”, ha denunciado medidas reguladoras hechas por diversos ayuntamientos para limitar la especulación sobre la vivienda de alquiler. Es decir, pretenden que la libertad de inversión de unas entidades o individuos quede por encima del derecho ciudadano, reconocido por la Constitución, a una vivienda digna.

25/9/18

Necesitamos construir una economía que se base en la totalidad de nuestros seres

SIETE FORMAS DE CONSTRUIR LA ECONOMÍA SOLIDARIA

La economía solidaria es un movimiento global para construir un mundo poscapitalista que enfrente a las personas y al planeta, en lugar de la búsqueda del crecimiento ciego y la maximización de los beneficios. No es un anteproyecto sino un marco que incluye una amplia gama de prácticas económicas que se alinean con sus valores: solidaridad, democracia participativa, equidad en todas las dimensiones, incluida la raza, la clase y el género, la sostenibilidad y el pluralismo, lo que significa que no puede ser un enfoque único para todos. Sin embargo, la noción de buen vivir, o vivir bien y en armonía con la naturaleza y entre sí, impregna todo lo que hace el movimiento.

Algunas de estas prácticas son viejas y algunas son nuevas; algunas son convencionales y otras son 'alternativas'. Las prácticas de economía solidaria existen en todos los sectores de la economía: producción, distribución e intercambio, consumo, finanzas y gobierno / estado. La gente a menudo piensa en cooperativas y cooperativas de ahorro y crédito que son propiedad y administración colectiva de sus miembros, pero son solo un ejemplo. Otros incluyen fideicomisos de tierras comunitarias, presupuestos participativos, monedas sociales, bancos de tiempo, préstamos entre pares, sistemas de trueque, intercambio de regalos, huertos comunitarios, ideas sobre "los comunes", algunos tipos de comercio justo y la economía colaborativa, y el trabajo de cuidado no monetizado .

24/9/18

La “alargascencia” pretende darle una nueva vida a las cosas rotas o gastadas

¿REPARAR TU ORDENADOR O MÓVIL? 
Esto es lo que debes saber

El reciclaje es crucial, pero hacerse con aparatos electrónicos y eléctricos reparables contribuye a generar menos residuos.

Reparar es tendencia, un movimiento global que, aunque con timidez, está despertando. Y para ello recupera la lógica de nuestros abuelos concentrada en la frase “aquí no se tira nada”. Este proyecto incluye iniciativas para dar una segunda vida a zapatos, electrodomésticos y hasta bicicletas. Aprenda qué es la “alargascencia” (contraria a la obsolescencia programada) y cómo practicarla. Pero sepa que mientras que hay aparatos electrónicos y eléctricos (AEE) fáciles de reparar (y formas de reconocerlos), otros lo ponen imposible.

1. Contra la obsolescencia programada, alargascencia

El término “alargascencia” propone poner fin a la conocida obsolescencia programada, una práctica que viene de lejos y que implica diseñar los aparatos electrónicos y eléctricos con fecha de caducidad: productos con fallos, que incluyen componentes efímeros o, directamente, creados sin ninguna vocación de durabilidad para que el consumidor los use y, al poco tiempo, tenga que pasar por caja otra vez para hacerse con otro. La obsolescencia deja cada año, dicen los expertos, cerca de 215.000 toneladas de residuos electrónicos (RAEE) en los vertederos.

21/9/18

Nos queda todavía un gran trecho para ser tan eficientes como la naturaleza

ECONOMÍA CIRCULAR PARA UN CAPITALISMO LINEAL

El sistema productivo actual, basado en el ciclo producir-consumir-tirar, genera graves impactos. Frente a él, la economía circular plantea la variable producir-consumir-reintegrar. Pero aunque el término esté de moda, nos queda todavía un gran trecho para ser tan eficientes como la naturaleza.

La economía circular es un concepto de moda. Nació del ecologismo basándose en el sistema de la naturaleza y hoy también se usa por los neoliberales. Madrid acogió el pasado seis de julio la primera Cumbre de economía circular e innovación que contó con la presencia de Barack Obama y otros cuatro premios nobel, a la que acudieron Albert Rivera y Pablo Casado. Pero la cuestión primordial es: ¿es posible aplicarla con éxito en un modelo capitalista lineal? Para responder esta pregunta vayamos por partes. 

Nuestro modelo económico y productivo capitalista global es abierto, lineal e industrial, por lo que produce-consume-tira, mientras el que funciona en la naturaleza es cerrado o circular (produce-consume-reintegra), es decir, que no genera residuos y lo reaprovecha todo en ciclos.

Si pensamos, por ejemplo, en la piel de una fruta tirada al campo, esta al descomponerse genera humus (abono) que fertiliza el suelo y sirve de nutrientes para crear nueva vida, nada que ver con los plásticos industriales convencionales que persisten en el medio ambiente siglos.

Y por esta idiosincrasia lineal el sistema productivo actual genera graves impactos, no solo de residuos sino también de contaminación aérea, hídrica o terrestre, además de contribuir al cambio climático y a la brecha social mundial. 

20/9/18

La propiedad privada se ha infiltrado en nuestras vidas como una necesidad irreal

DROGAS QUE MATAN A LOS OTROS

Cada día una dosis mayor. Lo que en un principio era suficiente y me permitía llegar a ese punto, hoy ya no lo es. Maldigo el día que todo empezó, pero era perfecto. Cualquier situación al alcance de tus manos, cerrabas los ojos y ya está. Sin embargo cada vez necesitas más para vivir lo mismo. Entré en la espiral y cuando estás ahí pierdes de perspectiva a los demás. Eres tú y tú necesidad. Es lo que tienen las adicciones.

El acumulador es así, un adicto al dinero. Como todos sabemos el primer vaso de agua en el desierto es mejor que el oro representa la diferencia entre la vida o la muerte. El décimo me sobra y muchos más pueden ahogarme. Hasta los economistas sabemos que cada unidad que se añade tiene un valor menor que la anterior cuando se ha sobrepasado la dosis necesaria, el valor marginal. Acumular te enferma y como los yonkis no lo aceptas. Estás convencido de que lo controlas, mientras... destrozas la vida a tu alrededor.
Los grandes desequilibrios, unos pocos con tantas riquezas y muchos con tan poca, son cada vez mayores. El sistema está enfermo, vive y alimenta la adicción de las personas. El que ha conseguido una renta elevada necesita más, pues la dosis se le ha quedado corta. Su posición preeminente le permite seguir abriendo la brecha de la desigualdad y las normas del juego le aplauden el egoísmo y la codicia.
¿Cómo parar esto entonces? Quizá lo primero sea reconocer la realidad pues tener una flota de catorce coches no sólo no te aporta felicidad sino que es estúpido. El acumulador pierde el pulso de la vida y confunde cantidad con felicidad y lo peor es que otros que no tienen miran a través del mismo cristal.

19/9/18

Cada ser es una ola en un océano de relaciones en el que todos participamos

LA CRISIS DEL EGO
¿Hasta dónde alcanza la crisis?

Lo que ha entrado en crisis no es solo el neoliberalismo, ni siquiera el capitalismo. Podríamos decir que ha entrado en crisis el economicismo, la visión del mundo que considera la economía como el elemento clave de la sociedad y el bienestar material como clave de la autorrealización humana. El economicismo es común al capitalismo y el marxismo, y durante mucho tiempo a la mayoría de nosotros nos pareció de sentido común —pero hubiera sido considerado un disparate o una aberración por la mayoría de las culturas que nos han precedido, que generalmente veían la clave de su universo en elementos más intangibles, culturales, religiosos o éticos.

En el fondo, sin embargo, no sólo ha entrado en crisis el economicismo, porque la crisis actual es sistémica y no sólo económica. Tiene una clara dimensión ecológica (pérdida de biodiversidad, destrucción de ecosistemas, caos climático), pero también hay crisis desde hace tiempo en la vida cultural, social y personal. La sociedad, los valores, los empleos y hasta las relaciones de pareja se han ido volviendo cada vez menos sólidos y más líquidos, en la acertada expresión del sociólogo Zygmunt Bauman. Disminuyen las certezas y crece la incertidumbre en múltiples ámbitos, incluso en las teorías científicas que en vez de volverse cada vez más simples y generales se vuelven más parciales y complicadas.

Vivimos una crisis sistémica, que habíamos conseguido ignorar porque el crecimiento de la economía nos hechizaba con sus cifras sonrientes y porque los goces o promesas del consumo sobornaban nuestra conciencia. Pero el espejismo del crecimiento económico ilimitado se desvanece y de repente nos damos cuenta de que no podemos seguir ignorando la crisis ecológica, la crisis de valores, la crisis cultural.

18/9/18

Los actores econòmicos no pueden ser ajenos al bienestar de las personas.

UN SISTEMA ECONÓMICO JUSTO Y SOSTENIBLE ES POSIBLE

Tenemos que construirlo juntas.

Manifiesto 15-S: Caminando hacia un nuevo modelo socio-económico

El próximo día 15 de septiembre se cumplieron 10 años de la caída de uno de los cuatro bancos de inversión más grandes de Estados Unidos, el famoso Lehman Brothers, hito que desencadenó una crisis económico-financiera de dimensiones globales. Originada por las conocidas “hipotecas subprime”, productos financieros derivados tóxicos, esta crisis no sólo acabó con la quiebra de una serie de entidades financieras sino que se extendió hacia toda la ciudadanía, que vio como sus condiciones de vida se reducían drásticamente.

Más allá de la falta de responsabilidad de los principales agentes financieros, el sistema financiero en su globalidad ha sufrido un enorme proceso de financiarización debido al proceso de liberalización y a la falta de control. Cuando hablamos de financiarización nos referimos a que el sistema financiero se ha desviado de sus propósitos originales, que eran los de canalizar el ahorro de las unidades excedentarias, familias o empresas, hasta las deficitarias. Tanto es así que actualmente solo el 3% de las transacciones financieras se corresponden con la economía real, mientras que el 97% restante corresponde con operaciones especulativas.

Mientras todos los responsables de la crisis (altos directivos de entidades financieras, corredores, reguladores e incluso agentes políticos) han salido impunes, en muchos casos indemnizados con pensiones vitalicias millonarias, los estados y con ello, las familias, se han hecho cargo del enorme descubierto.

17/9/18

Ten una visión por la que puedas luchar: sueña, crea, inspira.

HAZ LO QUE AMAS Y NUNCA TENDRÁS QUE TRABAJAR

La inspiradora visión de “WORKISNOTAJOB”


Un manifiesto cabal que te hará replantear tus hábitos laborales a la luz de tus verdaderos talentos.

Las diseñadoras y emprendedoras Sophie Pester y Catharina Bruns comenzaron el proyecto workisnotajob (“el trabajo no es un empleo”) en el 2012, con la idea de inspirar a la gente a adoptar una filosofía de vida donde el trabajo fuera una experiencia lúdica y no una cárcel para obtener los medios para sobrevivir.

Con su maravilloso manifiesto, workisnotajob nos aporta una serie de insights o visiones sobre nuestros hábitos de trabajo, sobre lo que entendemos comúnmente por esta palabra, y cómo reprogramar nuestras ideas acerca del trabajo puede llevarnos a adoptar como forma de vida nuestra verdadera vocación.

Y es que el trabajo en nuestros días se ha convertido en una penosa obligación. Tenemos un sistema económico que pareciera jugar en nuestra contra, pero ¿qué pasaría si tratamos de utilizarlo a nuestro favor en lugar de tratar de cumplir sus imprecisas exigencias?

Toda prisión es una prisión mental: parafraseando al conde de Montecristo en la inolvidable novela de Alejandro Dumas, nadie puede encerrar en una prisión material a alguien que es libre en su interior.

14/9/18

La crisis en la que estamos ha conseguido que se replantee el “usar y tirar”

OBSOLES ¿QUÉ?
La obsolescencia de los productos es uno de los recursos de los que se sirve la sociedad de consumo para que no cese el ciclo de compra y descarte. Analizamos iniciativas que, desde las instituciones y la sociedad civil, intentan contrarrestar este sistema perverso y de consecuencias ambientales catastróficas. 

Obsolescencia, según Wikipedia, es la caída en desuso de las máquinas, equipos y tecnologías motivada NO por un mal funcionamiento de éstos, sino por un insuficiente desempeño de sus funciones. En 1954, Brook Stevens, diseñador industrial estadounidense, acuñó el término dotándolo de contenido: "instalar en el comprador el deseo de poseer algo un poco más nuevo, un poco mejor, un poco antes de lo necesario".

Hace algunos años esta palabra era prácticamente desconocida para la mayoría de los consumidores, pero poco a poco se ha ido instalando en la conciencia colectiva, ya nadie pregunta obsoles ¿qué?, hoy se empieza a ser consciente que el objetivo de la obsolescencia es exclusivamente el lucro económico, lucro que no solo no tiene en cuenta las necesidades de los consumidores, sino tampoco las repercusiones medioambientales de la producción y, mucho menos, las consecuencias desde el punto de vista de acumulación de residuos, con la contaminación que conllevan.

13/9/18

Vamos a construir y a crear, pero también vamos a destruir lo que nos destruye

DESTRUYE LO QUE TE DESTRUYE

Para cambiar el mundo y construir un mundo más justo, sustentable, ecofeminista y queer es necesario tanto destruir como construir.

Crear el mundo que queremos es una forma mucho más sutil y poderosa de actuar, 
que intentar destruir el mundo que no queremos” 
Marianne Williamson.

La cita de Marianne Williamson suena bien. No obstante, oculta la necesidad de destruir, de luchar en contra de las estructuras de poder o, simplemente, en contra de situaciones y actos negativos. Está sesgada hacia el lado positivo y, por ello, quizás sin pretenderlo, contribuye a mantener las cosas como están —quizás, eso sí, con un poco de gentrificación verde y psicología positiva—. 

Para cambiar el mundo y construir un mundo más justo, sustentable, ecofeminista y queer es necesario tanto destruir como construir. Ocultar la necesidad de destrucción hace que Marianne Williamson sea cómplice del sistema capitalista heteropatriarcal y productivista que nos destruye.

En los últimos años se ha difundido en los movimientos sociales una exigencia de hablar siempre de lo positivo, de construir alternativas positivas, mientras que la destrucción o la lucha en contra de lo negativo —lo injusto, insostenible e indeseable— parecen no estar bien vistas. Esto ocurre especialmente en el caso del movimiento de transición, que rehuye de los conflictos y se caracteriza por una ausencia del análisis del poder.

12/9/18

El problema de los bulos es que casi se convierten en creencias


MALDITOS CONTRA MALOS 
La batalla por engañarte que se gesta en internet
Cantidad no es calidad, al menos ya no. Hace años solía decirse que cuantos más medios leyeras, más informado estarías. En la actualidad tenemos una cantidad ingente de periódicos y revistas a nuestro alcance, las redes sociales dan voz incluso a personas ajenas al negocio editorial, brindando una información más plural y variada, analizada desde más perspectivas.
Consumimos más información que en ningún otro momento de nuestra historia pero, ¿estamos mejor informados? «El acceso a más información también significa acceso a más desinformación», explica Clara Jiménez Cruz, «es un arma de doble filo». La periodista, cofundadora junto a Julio Montes de Maldita.es, explica que la desinformación ha existido siempre, pero considera que antes estaba más limitada: «En el pasado desinformaban el Estado, la Iglesia y los grandes grupos de comunicación. Ahora puede hacerlo cualquiera, es muy fácil mentir en un tuit, muy fácil crear una noticia falsa y viralizarla».
Por eso existe  Maldita Bajo este curioso nombre se engloban Maldita hemeroteca (una web dedicada a contrastar las opiniones pasadas y presentes de políticos), Maldito bulo (responsable de desmentir las noticias falsas o faltas de contexto) y Maldita ciencia (centrada en las noticias falsas de ciencia y sanidad).
Surgieron como secciones de programas de La Sexta, cadena a cuyos informativos estaban vinculados estos dos periodistas hasta el pasado junio. Pero en los últimos meses Maldita se ha independizado y está en proceso de convertirse en una fundación para seguir luchando, de forma más independiente, contra la desinformación.

10/9/18

Disentir es ser el indeseable aguafiestas de la reunión, la personificación del mal

EL “BUENISMO”, UNA NUEVA RELIGIÓN
El rito sacrificial está en el origen de la civilización y, por ende, de prácticamente todas las religiones. Las más arcaicas sacrificaban a una persona que era considerada siempre culpable. El rito devolvía así la paz a una comunidad ocasionalmente crispada. Según René Girard, escritor y antropólogo francés, el cristianismo cambió el guión de este viejo drama: un único sacrificado al que todos reconocieron como víctima inocente acabó con todos los sacrificios. Desde entonces, al menos en Occidente, fue suficiente con recordarlo periódicamente de forma simbólica. Para Girard esto supuso un avance civilizatorio.

Cuando hay un único sacrificado que es reconocido como inocente, la Humanidad se hermana: el Cordero de Dios quita el pecado del mundo; y no solo de un grupo, de una comunidad o de una nación. Todos somos inocentes porque todos somos culpables. Sin embargo, cuando alguien se considera víctima inocente en virtud de su pertenencia a un grupo, la Humanidad se fragmenta: unos son los malos y otros son los buenos. En nombre del progreso se produce un regreso, y la política se convierte en una religión primitiva que no sabe que lo es.

6/9/18

Tenemos la oportunidad de construir una sociedad más justa

LA SOBERANÍA ALIMENTARIA ARIETE CONTRA EL CAPITALISMO

El capitalismo ha convertido la vida en un privilegio al mercantilizar los derechos más básicos como la alimentación, la vivienda, la seguridad o la educación.
La miseria devora la cara de los niños menores de cinco años más pobres, se llama “noma” y a nadie le importa. La enfermedad recibe su nombre del termino griego devorar, porque eso hace, gangrena huesos, músculos y carne de los enfermos. Tiene una mortalidad del 90%. Los supervivientes viven de por vida en medio del ostracismo social debido a sus cicatrices, problemas respiratorios y alimenticios. La OMS estima que 140.000 niños contraen noma al año en el conocido como “cinturón del noma”, que va desde Senegal hasta Etiopía. ¿Por qué la denomino “la miseria devoradora de niños”? Lo hago porque afecta a aquellos que solo hacen una comida al día consistente en gachas de trigo, carecen de higiene bucal y sufren desnutrición. Es el “mal” de los más pobres y por ese motivo las grandes farmacéuticas -privadas- no mueven ni moverán un solo dedo o destinarán un solo euro en su erradicación.
El capitalismo ha convertido la vida en un privilegio al mercantilizar los derechos más básicos como la alimentación, la vivienda, la seguridad o la educación. 

5/9/18

Una comunidad resiliente debe ser diversa, descentralizada, autónoma y flexible

EL MOVIMIENTO DE TRANSICIÓN
El Movimiento de Transición es el esfuerzo colectivo de más personas cada día, que optan por organizarse para hacer frente al desafío del Pico del Petróleo y el Cambio Climático, desarrollando iniciativas en sus comunidades (barrios, pueblos, islas, vecindarios, ciudades...) que aumentan la capacidad de supervivencia y bienestar, en la perspectiva de los importantes cambios que vamos a vivir en los próximos años, como consecuencia de la decreciente disponibilidad de los recursos energéticos fósiles y la alteración del clima.

El concepto de transición parte del intento de aplicar el diseño de la permacultura a asentamientos y ciudades teniendo como pilares básicos a nivel conceptual el pico de producción del petróleo, el cambio climático y, para hacer frente a esos dos fenómenos interrelacionados, la resiliencia.

Fomentando la creación de huertos urbanos, la plantación de árboles productivos, la construcción de casas y la mejora del aislamiento con materiales de la comarca, la recogida y reutilización de desechos, la creación de bancos de semillas y de plantas medicinales, la creación de talleres de aprendizaje de labores tradicionales (tejidos, conservación de alimentos, creación de herramientas), instalación de paneles solares, creación de sistemas de trueque y monedas locales, cría y cuidado de animales de tiro, mantenimiento de granjas avícolas, producción sostenible de leña...

4/9/18

Las tecnologías digitales están diseñadas específicamente para ser adictivas

DESCONECTARNOS DE LAS MÁQUINAS PARA SOBREVIVIR

A propósito de su libro más reciente, Throwing Rocks at the Google Bus (Penguin), el teórico de los medios Douglas Rushkoff, heredero de Marshall McLuhan, critica el industrialismo digital de Facebook, Amazon y Uber y reafirma su fe en el arte y el humanismo ante el avance de la inteligencia artificial.

Para Facebook somos el producto, no el cliente”, ha venido repitiendo desde el 2011 el teórico de los medios estadounidense Douglas Rushkoff (Nueva York, 1961). Aunque el episodio Cambridge Analytica y la comparecencia ante el Senado estadounidense de Mark Zuckerberg remecieron a la opinión pública, lo que realmente llamó la atención de este escritor y documentalista de 57 años fue “lo sorprendida que estaba la gente”.

El plan de negocios de Facebook —asegura desde el suburbio neoyorkino de Hastings-on-Hudson, donde reside— siempre ha sido extraer datos de la actividad de las personas, y luego venderlos”.
Las críticas del profesor de Teoría de los Medios y Economía Digital de la Universidad del Estado de Nueva York a la compañía de Mark Zuckerberg son también extensibles a la mayoría de las grandes compañías fundadas en tiempos de economía digital.

En su último libro Throwing Rocks at the Google Bus: How Growth Became the Enemy of Prosperity [Lanzándole piedras al autobús de Google: Cómo el crecimiento se convirtió en el enemigo de la prosperidad], editado por Penguin en Estados Unidos, el teórico de los medios argumenta que empresas como Amazon, Netflix o iTunes terminaron utilizando la web —que a sus ojos prometía ser más una herramienta de utilidad pública que una plataforma comercial— para revivir las peores prácticas del capitalismo industrial pero, esta vez, “funcionando con esteroides digitales”.

3/9/18

Abolir la esclavitud a tiempo parcial y hacer del trabajo asalariado sólo otra opción


UNA VIDA NO SE SUPLICA

Un curro, el que sea; si nos atrevemos, uno que vaya un poco más con nosotros; un salario superior al umbral de la pobreza; si nos atrevemos, uno que se sitúe algo más allá; y si no, un salario y santas pascuas -que sea lo que Dios quiera-; una reducción de la jornada; una baja; un papel que diga “concedida”; un subsidio; un expediente administrativo favorable; una beca; una línea de crédito; un techo; luz, gas y agua; un trato digno en casa; un rato para nosotros -para hacer política, para cuidar a los demás, para perder el tiempo siguiendo el vuelo de la golondrina o vaciando la cabeza con la mirada fija en un principio de grieta en la pared de la habitación-: he aquí todo aquello, que es mucho más todavía, que las grandes mayorías sociales, desposeídas de los medios necesarios para una existencia autónoma, mendigan día tras día. Y esto no es vida. Porque una vida no se mendiga, una vida no se suplica: instalados en la súplica, bajamos la cabeza y dejamos de ser nosotros.

Centrémonos en el trabajo asalariado. El grueso de la tradición republicana, desde Grecia hasta nuestros días, lo ha visto como algo incompatible con la libertad. ¿Por qué? Cuando firmamos un contrato de trabajo “con el frenesí de los desesperados”, decía Adam Smith, desde la urgencia de quien debe salvar la vida porque previamente ha sido desposeído, transferimos el derecho a decidir nuestra propia existencia a instancias ajenas a nosotros mismos: ¿cómo, con quién, cuándo, a qué ritmo, por qué, para qué trabajamos en lo que trabajamos? Desde la desposesión, estas preguntas no las respondemos nosotros. “Esclavitud salarial”, lo llamaba Marx. “Esclavitud a tiempo parcial” -porque “sólo” estamos unas horas al día-, lo llamaba Aristóteles.