¿CRISIS DEMOGRÁFICA?
¿Es verdad que somos demasiados en este planeta? Existe un discurso muy transversal que asegura que somos demasiados para este mundo. Sin embargo, a continuación hay que preguntarse cuántas personas podrían vivir en este mundo si viviéramos como un campesino en Etiopía, como un trabajador pobre en Europa o como un millonario estadounidense. Las dos primeras permiten muchas almas sobre la Tierra. La última no.
En las postrimerías del siglo XIX, las tesis del economista Thomas Malthus fueron retomadas desde distintos ámbitos. La izquierda veía en el control de la natalidad una forma de soberanía individual y colectiva que ponía en manos de la persona trabajadora la decisión de cuándo y cómo tener descendencia. El neomalthusianismo, así, promovió medidas de higiene y salud sexual, métodos anticonceptivos y el aborto como un elemento central en la soberanía, sobre todo, de la mujer.
El ejemplo más depurado de esta rama la encontramos en el grupo de Mujeres Libres que, en el Estado español, dio un impulso decisivo a todas estas políticas progresistas. En el otro bando, la derecha retomó a Malthus para resaltar la necesidad de priorizar los recursos. Las ideas no tardaron en materializarse: medidas de segregación, de pureza de la raza, de esterilización de los pobres y “débiles mentales”, serían sus medidas favoritas. Éstas alcanzarían su cenit con el fascismo.