EL AGUA QUE NOS UNE
En España, la
sequía condiciona la vida de más de 700 000 personas. Mientras en algunas
ciudades el agua sale con naturalidad en las fuentes públicas, en otros
territorios el caudal se ve a veces restringido por la escasez. Estas cifras no
solo hablan de una crisis hídrica, sino también de una crisis social: el agua
se ha convertido en un recurso en disputa y en un indicador de desigualdad.
El agua ha acompañado a la humanidad desde sus orígenes. No solo es indispensable para la vida, también ha sido y (sigue siendo) una fuente de significados culturales, espirituales y emocionales. A lo largo de la historia y en diversas culturas, el agua se ha vinculado con la fertilidad, la calma, la renovación o la trascendencia. Muchos mitos de creación sitúan el agua como el principio del mundo, del mismo modo que numerosos rituales de purificación la emplean como medio para recomenzar y limpiar.









