12.8.25

Siguen siendo una forma de sabiduría que nos ayuda a entender el mundo

¿VERDADES O MITOS?                          

LA CIENCIA DETRÁS DE LOS REFRANES

Hasta el 40 de mayo, no te quites el sayo

¿Y si las abuelas fueran las primeras científicas ciudadanas? Algunos refranes y dichos populares han llegado hasta nosotros a través de generaciones. Pero, ¿sostiene la evidencia científica esta sabiduría popular?

Cuando el grajo vuela bajo, hace un frío del carajo

Lo sabías antes de que lo dijera el parte meteorológico.

Es posible que Camilo José Cela fuese uno de los primeros autores en recoger este refrán que nos invita a sacar la bufanda; años después, la meteorología confirmaría la lógica detrás de este barómetro aviar. 

Volar en las capas de aire frío (que son más densas y están más altas), es como intentar nadar en gelatina: requiere el doble de esfuerzo. Por eso, en  los días más fríos, el grajo desciende de las grandes alturas a las que vuela habitualmente, a tan solo unos cientos de metros del suelo. 

Y no solo es el grajo: muchas aves, como los cuervos, vuelan más bajo cuando desciende la temperatura. De hecho, hay también una versión de este comportamiento “Si el cuervo vuela bajo, soplará el viento” 

¿Por qué, entonces, citamos  concretamente el grajo? Quizás porque rima, o porque su vuelo inconfundible sobre campos y pueblos hacía fácil observar este cambio de altura.  

Tener dos dedos de frente

La medida de la inteligencia. El origen de esta expresión nos lleva a un viaje un tanto peculiar por la historia de la  pseudociencia. 

En el siglo XIX, anatomistas como Franz Joseph Gall propusieron la teoría de la frenología – hoy completamente desacreditada – que intentaba vincular el tamaño y la forma del cráneo con el carácter y la inteligencia. 

Al igual que se pensaba que había protuberancias que indicaban si se te daban bien las matemáticas o si eras una buena madre, también se creía que una frente amplia era sinónimo de lucidez. «Tener dos dedos de frente» era entonces la medida mínima de esa supuesta inteligencia visible.

Hoy sabemos que no hay cinta métrica capaz de medir la inteligencia humana, pero el dicho ha  resistido al paso del tiempo mejor que su origen científico. 

En otoño y en invierno, tiembla el enfermo 

¿Cuántas veces hemos escuchado a nuestras madres y abuelas decir eso de “¡abrígate, que vas a coger frío!” justo antes de salir de casa? El frío no causa directamente resfriados  ni gripes, pero sí crea un entorno más favorable para ponernos malos

Cuando bajan las  temperaturas, pasamos más tiempo en interiores con escasa ventilación, aumentando el contacto cercano con personas enfermas. 

Además, la calefacción reseca nuestra mucosa nasal, que es la primera barrera del cuerpo contra las infecciones, y algunos estudios sugieren que el frío debilita nuestra respuesta inmune.

En otras palabras: no es el frío en sí, pero sí cómo vivimos cuando lo hace.

Por San Blas, la cigüeña verás  

El 3 de febrero, día de San Blas, marca según el refrán la vuelta de las cigüeñas desde África.  Durante años, este patrón era cierto: las cigüeñas migraban para buscar comida y regresaban más o menos por esas fechas. Hoy, las cigüeñas encuentran alimento durante todo el año en vertederos o zonas urbanas 

¿Para qué arriesgarse entonces a una migración agotadora y peligrosa, si ya tienen la despensa llena? Cada vez es más común verlas ya instaladas mucho antes de San Blas, o incluso no haberse ido; aunque, según la Sociedad Española de Ornitología, al menos los ejemplares jóvenes continúan migrando a África. 

Una golondrina no hace verano 

Las golondrinas son aves migratorias que anuncian la llegada del calor, pero la aparición  solitaria de una no garantiza el fin del invierno. 

Este refrán, que ya usó Aristóteles en su  Ética a Nicómaco y que existe en 49 lenguas europeas, nos recuerda que una señal  aislada, por muy prometedora que sea, no es suficiente para confirmar una tendencia  general. En otras palabras, no podemos generalizar a partir de un solo dato – una idea que conecta directamente con el pensamiento crítico y la estadística. Una golondrina es solo un punto: necesitamos muchas más para dibujar la tendencia del verano. 

En abril, aguas mil

Uno de los refranes más conocidos en el acervo popular, evoca las lluvias abundantes de  la primavera… solo que la primavera, al menos en la historia reciente, no es especialmente lluviosa.

Si consultamos los datos de la AEMET 2024, veremos que los meses con más precipitación media acumulada en la Península fueron enero, febrero, septiembre y octubre. ¿Y si abril ha dejado de ser sinónimo de paraguas? Quizás ya no sea el mes más lluvioso, por mucho que lo diga el refranero.

El que mucho abarca poco aprieta

¿La multitarea? Mala idea. Pensamos que somos capaces de hacer varias cosas al mismo  tiempo (y todas bien, por supuesto), pero nuestro cerebro no está diseñado para eso. Aunque Sempronio, el personaje que emplea este refrán en La Celestina, es muy anterior al famoso  multitasking, el mensaje se mantiene vigente. 

Lo que entendemos por multitasking es, en realidad, un cambio de foco rápido entre tareas. Cada cambio  consume tiempo y energía, reduce la eficiencia (paradójicamente) y aumenta la  probabilidad de cometer errores. Además, intentar abarcarlo todo genera estrés y fatiga  mental. En este caso, el refranero y la neurociencia coinciden en otro refrán distinto: Mejor una cosa bien hecha, que diez a medio hacer. 

Quizá tu abuela no hablaba de productividad, pero sabía lo que decía. 

Así, la ciencia avanza y los refranes, también. Entenderlos (y usarlos) sigue siendo activar una forma de sabiduría compartida que nos ayuda a entender el mundo.

https://igluu.es/verdades-o-mitos-la-ciencia-detras-de-los-refranes/  

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