EL HECHIZO SE ESTÁ ROMPIENDO
Durante siglos, la llamada élite parásita formada por tecnócratas, bancos, lobbies geopolíticos y sociedades que operan en la sombra ha mantenido la ilusión, repito la ilusión, de ser totalmente invencible.
Ellos mismos se presentan como superpoderosos e inevitables, pero hay un
detalle que siempre intentan ocultar, y creo que lo sabes, ese detalle es
que son minoría absoluta, dependen de la energía, la atención y la obediencia
de millones para sostener su teatro. Realmente son parásitos, y un
parásito sin huésped no tiene ningún poder.
Por eso mismo su obsesión nunca ha sido destruir a la humanidad, sino mantenerla sumisa, dormida, distraída y, sobre todo, como consecuencia de todo eso, obediente. Pero ese juego ya no funciona como antes porque el hechizo se está rompiendo.
Y no se está rompiendo por las
masas, ni por manifestaciones, ni por movimientos sociales, sino por algo
mucho más simple y devastador para ellos. Me refiero a que cada individuo que
deja de consentir les arrebata más poder del que cualquier protesta pueda
imaginar.
En realidad la élite no teme a las multitudes, teme al
individuo soberano, porque ellos saben que una masa enfadada sigue siendo una
masa manejable, pero un ser que ha comprendido su poder interior, que ha dejado
de obedecer por inercia, que cuestiona, razona, dice “no” y actúa desde su
soberanía, es un ser totalmente incontrolable, y lo que no se puede controlar,
se convierte en una amenaza para su estructura parasitaria.
Por eso el sistema se centra tanto en educar, en guiar,
en dirigir, porque si cada persona empezase a pensar por sí misma, el
castillo de naipes se derrumbaría en semanas. La élite parásita no
logrará su objetivo por una razón fundamental, y es que necesitan lo que ya
están perdiendo, me refiero a tu miedo, a tu atención, a tu obediencia y a tu
energía emocional. Y lo cierto es que cada vez menos seres están dispuestos a
ofrecérsela.
Hace 20 años la gente creía ciegamente en la televisión pero
hoy muchos dudan de cada palabra. Hace 10 años la gente obedecía sin
cuestionar, pero hoy son millones los que sienten que algo no encaja. Hace 5
años con la dictadura sanitaria mundial muchos confiaban en la narrativa
oficial, pero hoy gran parte de la población ve la manipulación muy
evidente.
¿Y qué hace un parásito cuando el anfitrión empieza a darse
cuenta? Pierde fuerza, control y futuro, porque el poder no se recupera con
manifestaciones, sino con desobediencia tranquila, no consintiendo y este
punto es crucial. Estos parásitos no temen que la gente salga a la calle un día
sino que la gente deje de obedecer todos los días. Por ejemplo, una
manifestación se puede disolver pero un individuo que ha dicho internamente: No
consiento, no participo, no obedezco lo injusto, ese individuo no vuelve atrás.
Lo más interesante es que no se necesitan millones, ni “un movimiento”, bastan suficientes individuos desobedeciendo en los puntos clave. Piénsalo, todos los imperios caen así, no por la masa, sino por la ruptura del consentimiento.
El trasfondo de todo, el gran secreto
evidente que está a la vista es que su poder depende del tuyo.
La élite no crea nada sino que se alimenta de lo que tú
creas, no decide nada sin que tú lo aceptes en tu mente. No controla nada sin
tu obediencia voluntaria, por eso pueden imponer normas, decretos, crisis
artificiales o narrativas apocalípticas, pero si tú no consientes, si tú no
obedeces aquello que viola tu conciencia, si tú no sostienes su juego
entonces no pueden hacer absolutamente nada, y su poder queda totalmente
arrebatado.
Porque lo que realmente los sostiene no son sus leyes, sino tu creencia en ellas. Ese es el conocimiento que ellos temen y también el secreto de todas las tradiciones iniciáticas, que ningún poder externo puede dominar a quien se domina a sí mismo.
Mi conclusión es que el futuro no lo
decide la élite, lo decide cada uno de nosotros, y no importa cuántos
planes tengan ni cuántos proyectos transhumanistas impulsen ni cuánta ingeniería
social desplieguen ni cuántos “grandes reset” fabriquen.
Sin tu energía, no son nada, sin tu consentimiento, no existen, y sin tu obediencia no pueden avanzar. Y aquí está la noticia que no verás en ninguna portada: Cada vez más seres están retirando su consentimiento y cada vez más están despertando a su soberanía y diciendo un sencillo, poderoso e irreversible NO.
El futuro de la humanidad no se
decidirá en los despachos de los parásitos sino en la conciencia del individuo
que comprende que la verdadera revolución es dejar de obedecer lo que te
esclaviza.
John Artiles / El Adepto Iniciado
https://eldiestro.info/2025/11/el-hechizo-se-esta-rompiendo/#google_vignette

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