LA FIRA DE L'ECONOMIA SOLIDÀRIA MUESTRA LA POTENCIA DEL COOPERATIVISMO
EN CATALUNYA
La tercera edición
del certamen indica que la economía solidaria ya es una alternativa a la
convencional
El cooperativismo
se convierte en el centro de gravedad de la nueva economía basada en la
democracia
La Feria de la Economía Social (Fesc) muestra, en sólo tres ediciones
que el movimiento cooperativista y por una economía alternativa crece con
fuerza en Catalunya. El espacio donde se celebra, la antigua fábrica Fabra i
Coats, en Sant Andreu (Barcelona), paradigma de la antigua economía, se
convierte durante tres días en crisol de iniciativas que demuestran que otra
visión del mundo es posible.
El cooperativismo que es el centro de la nueva economía, ha mostrado
durante la crisis que da mejores respuestas que el capitalismo. Sólo dos
muestras: el
empleo en el sector cooperativo ha crecido en Catalunya un 11% según
la Federació de Cooperatives de Treball de Catalunya (FCTC), mientras que en la
economía convencional el paro no se frena y la calidad de la empleo se degrada
hasta límites desconocidos. La segunda es la morosidad. Mientras los bancos han
superado el 13% de créditos incobrables, Coop-57 tiene su morosidad en el 1,9%
y, como dice uno de sus responsables, Ramon Pasqual, "sin haber ido nunca
al notario".
La feria, organizada por la Xarxa d'Economía Solidaria, (XES) se
configura como un punto de encuentro de las diversas tradiciones del mundo
asociativo que busca una organización más humana de las relaciones sociales. La
XES, nace a mediados de los años 90 entre cooperativas catalanas y brasileñas y
continúa en un proceso de debate y reflexión dentro de la FCTC.
El encuentro se produce en un conjunto de espacios donde las
cooperativas y otras empresas de la economía social pueden mostrar lo que
hacen, debatir sobre los aspectos que les preocupan, proyectarse de cara al
futuro y disfrutar de ocio creativo.
Cooperativas grandes y pequeñas, veteranas y nuevas ocupan los
espacios y se comunican. En la antigua Fabra i Coats conviven entidades con
nóminas que superan las 3.000 personas y otras que son fruto de iniciativas
casi individuales. En conjunto es el cooperativismo el que agrupa la mayor
parte de las entidades de la economía social.
La FCTC incorpora unas 3.000 entidades. Sólo en la feria 80 de las 180
colectivos que participan en la FESC, son socios de la federación. Y eso se
nota también en la participación que desde el presidente, Perfecto Alonso,
hasta muchos asociados a título personal tienen en los diferentes coloquios.
Entre el público se pueden ver cooperativistas de base, simpatizantes
de la idea. También diputados catalanes e incluso el director general del ramo.
El vínculo entre el pasado y el futuro queda claro en las
denominaciones dadas a los espacios en que se celebran las charlas. Sus nombres
corresponden a personas vinculadas con el cooperativismo, hombres y mujeres que
en muchos casos compaginaban su compromiso con el sindicalismo y la defensa de
la libertad.
Solidaridad con Grecia
La feria tiene este año como invitada la economía social de Grecia, el país quizá más castigado por la crisis económica en Europa. Entre los cooperativistas griegos está Ilias Ziogas, de la cooperativa Synallis, www.synallis.org. También se ha previsto la visita de Yianis Barkai y de Georgia Bekridaki, de la organización Solidarity for all. Finalmente también estará presente la cooperativa Syn.zo www.synzo.gr, entidad de consumo, que desde 2013 ha creado hasta cuatro centros y que se dedica a facilitar el consumo de alimentos a las personas con dificultades.
Solidaridad con Grecia
La feria tiene este año como invitada la economía social de Grecia, el país quizá más castigado por la crisis económica en Europa. Entre los cooperativistas griegos está Ilias Ziogas, de la cooperativa Synallis, www.synallis.org. También se ha previsto la visita de Yianis Barkai y de Georgia Bekridaki, de la organización Solidarity for all. Finalmente también estará presente la cooperativa Syn.zo www.synzo.gr, entidad de consumo, que desde 2013 ha creado hasta cuatro centros y que se dedica a facilitar el consumo de alimentos a las personas con dificultades.
Los organizadores de la Fesc confían, con cierta seguridad, que este
año se superará la asistencia conseguida la edición anterior, que llegó a las
12.500 personas. En el recinto de la antigua Fabra i Coats se ve la diversidad
de la economía solidaria. Desde Barnaciber, una cooperativa especializada en
diseño y alojamiento de páginas web, pasando por la histórica Fundación Roca y
Galés, los bancos de tiempo o el proyecto de nueva compañía de
telecomunicaciones éticas y solidarias, Eticom o las paradas productos de
Altermercat.
Este año, además, hay un plató donde se hacen entrevistas
retransmitidas por televisiones comunitarias. En este sentido, durante la
mañana del sábado la feria contaba con un nutrido grupo de reporteros del canal
TEBvist, chicos y chicas de la cooperativa TEB. También los asistentes pueden
recargar sus móviles utilizando una placa solar de Som Energia o comer en los
tres restaurantes cooperativos que ofrecen manjares para todos los gustos.
En el territorio de la Fesc no impera el euro. Adelantándose, quizás,
a lo que vendrá, todas las transacciones se hacen con el Ecosol, la moneda
alternativa que desde hace varias temporadas se usa en la feria.
¿A QUIÉN BENEFICIA LA ECONOMÍA INSOLIDARIA?
Si la economía solidaria puede llegar a todas partes, ¿por qué sigue siendo la economía insolidaria la que dirige el mundo?
La Tercera Feria de economía solidaria de Cataluña se ha celebrado, los días 24, 25 y 26 de octubre en el recinto de Fabra y Coats, en Barcelona. Unas doscientas entidades han montado puestos en este recinto y miles de personas se han dejado caer y han asistido y participado en las charlas que han tenido lugar allí. Cada vez quedan menos sectores a los que no llegue la economía solidaria. Ámbitos como los servicios de telefonía, luz, gas o las finanzas ya forman parte de ella.
Si la economía solidaria puede llegar a todas partes, ¿por qué sigue siendo la economía insolidaria la que dirige el mundo? ¿Por qué la gente sencilla, cercana, asequible, colaboradora, abierta al diálogo, constructiva, humana, solidaria que se ha reunido estos días en Fabra y Coats no tiene más peso a la hora de determinar cómo se debe construir una sociedad diferente, más sana, relajada y saludable, donde vivir no represente una carrera de obstáculos permanente?
¿Por qué el mundo está controlado por unos señores encorbatados y señoras muy arregladas que se reúnen en despachos despersonalizados donde se toman decisiones que sólo benefician a una minoría de los ciudadanos y perjudican al resto? ¿Por qué la economía insolidaria es la que damos por buena e inevitable?
Paseándome entre los stands de las asociaciones, cooperativas y entidades presentes en la Feria, me imaginaba como sería una dedicada a la economía insolidaria. Una Feria donde detrás de cada mesa nos encontráramos un financiero que nos vendiera su entidad como la que mejor sabe esconder el dinero en los paraísos fiscales, la que especula más discretamente para hacer subir el precio de los alimentos y provocar hambre en buena parte del mundo, la que vende las islas más privilegiadas a los mafiosos de cualquier tipo y procedencia o que sabe sacar más provecho de la quiebra económica de países enteros.
Estudiantes de Economía de la Universidad de Harvard se fueron, en noviembre de 2011, de la clase que estaba dando un profesor neoliberal eminente, Gregory Mankiw, hartos de que les contara una economía pensada para beneficiar a una élite.
¿Dónde estarán hoy aquellos estudiantes?
Algún día el mundo seguirá las directrices que marquen gente como ellos. Entonces, tal vez no será necesario organizar Ferias de economía solidaria porque la solidaridad y la economía no sólo no serán incompatibles sino inseparables.
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