REIMAGINAR LA ECONOMÍA
- Numerosas iniciativas buscan nuevas fórmulas para capear la crisis
- Algunos grupos proponen replantearnos nuestras necesidades básicas
“Un problema no se puede solucionar con la misma mentalidad con la que se
creó”, decía Einstein. Y sin embargo eso es lo que seguimos haciendo cuatro
años después de la debacle financiera. Lejos de experimentar con nuevas ideas, los
gobiernos reinciden en las fórmulas gastadas de la vieja economía y
ahí estamos: asistiendo como meros espectadores al derrumbamiento de un sistema
que nos arrastra en plena caída.
Más allá de las manifestaciones callejeras, los ciudadanos de todos los
países ricos –y los no tan ricos- se están organizando como nunca antes. La
explosión de grupos e iniciativas ante la crisis es tal que podríamos hacer una
serie diaria para dar espacio a sus protagonistas.
En el Reino Unido, el movimiento de la Transición
–extendido ya a 34 países- ejerce cada vez más como el catalizador necesario de
las respuestas aún incipientes. Este fin de semana se ha celebrado en Londres
la sexta conferencia anual, con una nutrida representación española y bajo una
consigna de traducción libre y múltiple: “REconomy” (algo así como
Reimaginar, Reactivar y Relocalizar la economía).
“La era de la energía barata y del crédito barato ha quedado atrás”,
advirtió el cofundador del movimiento, Rob Hopkins. “El sistema es como un
viejo dinosaurio que está cayendo por su propio peso. Lo que necesitamos es una
nueva manera de pensar, formas distintas para dinamizar la economía y construir
comunidades resilientes y adaptadas a estos tiempos extraordinarios”.
Empezar por lo personal
Inderpaul Johar, confundador del Hub de Westminster, habló de los siete años
de experiencia del laboratorio para el cambio y la nueva economía. Julie Brown,
de Growing Comunities en Hackney, habló del avance imparable de la agricultura
urbana. Susan Thomas, de Totally Locally en Slaithwaite, relató del poder
transformador de 5.000 vecinos volcados en cuerpo y alma en “reactivar” sus
comercios locales.
El Bzzzbnk ofreció esperanzadores
ejemplos de “crowdfunding” para empresas sociales. La gente de
Good for Nothing demostró el poder de la innovación y la colaboración, como
antídoto a la competitividad extrema. Y Ugo Vallauri, fundador del Restart
Project, vaticinó el fin de la cultura de “usar y tirar” y del valor de
“reusar” ante lo que se avecina...
“Ha llegado el momento de repensar por completo la economía”, sostiene la
portuguesa Filipa Pimentel, que coordina desde Bruselas todos los “hubs” de
transición repartidos por el mundo. “Y tenemos que empezar desde lo
personal, reevaluando nuestras necesidades básicas, incluida la
“necesidad” de tener que usar dinero para todo”.
Filipa es una teórica y práctica de la “gift economy” (la
“economía de dar”). En Portalegre, su patria chica, los “transicionistas” han
creado un centro comunitario bajo un principio que parecía en principio
utópico: “cero euros”. Unos ofrecen mano de obra gratis, otros llevan muebles,
otros donan ropa vieja, telas, máquinas de coser... En poco tiempo, el centro
(que antes era una tienda) ha generado un círculo de economía gratuita que poco
a poco se va extendiendo por el pueblo de 10.000 habitantes.
“En momentos tan duros como los que estamos pasando, hay que abrirse
necesariamente y buscar soluciones con imaginación”, añade Juan del Río, un
joven formador ambiental mallorquín y miembro del primer 'hub' español de
transición, creado este mismo año tras el primer encuentro nacional en
Zarzalejo. “Pero lo peor que podemos hacer ante la crisis es cerrarnos y
ofuscarnos, y pensar que esto no tiene solución”.
'REconomy Project'
Del Río participó en el seminario de “Transición en Tiempos de Austeridad”
y admitió que la situación se está haciendo muy acuciante en España por culpa
del paro y los precios de los alquileres: “Los problemas se van precipitando y
ya empezamos a tener serios problemas para pagarnos la alimentación y otras
necesidades básicas. La sociedad española responde con iniciativas como las
cooperativas integrales, los grupos de “prosumidores”, los bancos de tiempo,
las monedas sociales... Pero hay poco contacto entre los grupos, y una
tendencia a marcar las diferencias, en vez de abrazar la diversidad”.
En cualquier caso, el terreno está más que abonado para adaptar a nuestras
tierras el REconomy Project que ya se ha puesto en marcha en Totnes (el
epicentro de la Transición) y que pronto encontrará réplica en los más
de mil grupos en todo el mundo, con la meta de cómo crear y alimentar
“un nuevo tipo de economía local que beneficie a la gente y al planeta”.
“Nunca cambiarás las cosas luchando simplemente contra la realidad
existente”, podía leerse en otro lema anónimo que circuló durante la
conferencia. “Para cambiar algo, hay que
construir algo de un modo totalmente nuevo que haga quedar obsoleto el modo
viejo”.
Carlos Fresneda (corresponsal) | Londres
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