QUIEREN POTENCIAR EL PAGO EN EFECTIVO
Las autoridades suecas reculan y ahora quieren potenciar el pago en efectivo
Un artículo publicado el 16 de marzo de 2025 por The
Guardian arroja luz sobre un cambio significativo en la trayectoria de Suecia,
pionera mundial en la adopción de pagos digitales, que ahora reconsidera su
ambición de convertirse en una sociedad completamente sin efectivo.
Durante años, Suecia ha liderado la transición hacia un sistema financiero dominado por transacciones electrónicas, con tecnologías como Swish —una aplicación de pagos móviles ampliamente utilizada— y sistemas de identificación digital como BankID. Sin embargo, preocupaciones recientes sobre seguridad nacional y vulnerabilidades asociadas a la dependencia total de la banca electrónica han llevado al país a replantear esta dirección.
Según el informe de The Guardian, Suecia no es el único país
nórdico que ajusta su enfoque. Noruega, por ejemplo, ha introducido legislación
que impone sanciones o multas a los comercios que rechazan pagos en efectivo,
una medida que contrasta con la popularidad de su sistema de pagos móviles
Vipps MobilePay. Este retroceso se debe, en gran parte, a temores relacionados
con la seguridad, especialmente en un contexto geopolítico tenso.
Las autoridades suecas y noruegas han expresado preocupación
por cómo una dependencia excesiva de la banca digital podría dejar a sus
ciudadanos vulnerables ante ciberataques o interrupciones en caso de crisis,
como conflictos internacionales o desastres naturales. En este sentido, el
efectivo sigue siendo visto como una red de seguridad esencial, incluso en las
sociedades más digitalizadas del mundo.
El artículo destaca que, en 2018, un ex subgobernador del
banco central sueco predijo que el país podría ser completamente sin efectivo
para 2025. Sin embargo, esa visión utópica se ha topado con realidades
prácticas: la digitalización, aunque eficiente, expone a riesgos como el robo
de identidad, el fraude en línea y la exclusión de sectores de la población que
no tienen acceso o confianza en las tecnologías digitales.
The Guardian señala que, a pesar de los avances, el gobierno
sueco y el Riksbank (el banco central) están evaluando estrategias para
mantener el efectivo como una opción viable, equilibrando los beneficios de los
pagos digitales con la necesidad de proteger la seguridad nacional.
Este cambio de rumbo también refleja una lección global: la
adopción masiva de tecnologías digitales, aunque revolucionaria, no está exenta
de problemas. Suecia, que en 2017 ya veía cómo menos del 20% de las
transacciones minoristas se realizaban en efectivo, según datos del Riksbank,
ahora se enfrenta a la tarea de garantizar que su sistema financiero sea
resistente frente a amenazas emergentes.
El artículo de The Guardian subraya que, en última
instancia, incluso las sociedades más avanzadas en materia de pagos digitales
están «apostando por el efectivo» como un respaldo crucial en tiempos de
emergencia, marcando un punto de inflexión en el futuro del dinero en el mundo.
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