16/1/19

Hay que trabajar por nuestra vida, la de otras especies y la de los ecosistemas

ESPERANZA ACTIVA: Salud emocional para alimentar el Gran Giro

¿Qué hacer cuando nos entra el desánimo ante la catástrofe socioecológica que se avecina? Tenemos análisis muy buenos y contundentes de lo que está pasando y lo que va a a pasar, también (aunque menos) de lo que hay que hacer, pero muy pocos de cómo afrontarlo personal y colectivamente. Sabemos menos de qué hacer con el miedo, el dolor, la frustración y la impotencia.

Esperanza activa de Joanna Macy y Chris Johnstone (Ediciones la Llave, 2018) aborda esta cuestión. Sin ignorar la magnitud del colapso, proponen pautas, formas de encarar y de tomárselo personal y colectivamente  que provoquen el empoderamiento en lugar del nihilismo o la desesperación. Buscan un sentido que alimente el inmenso trabajo que hay que hacer. Sin tener que estar de acuerdo con todas las propuestas, tienen el inmenso valor de poner el tema sobre la mesa.

Distinguen tres tipos de relatos de nuestro tiempo: el “todo como siempre” del pensamiento dominante. Hay que seguir creciendo, aumentar la producción y el consumo, competir hasta extenuarse e implícitamente que se salve quien pueda.
El segundo relato es el de “El gran Desmoronamiento”, conocedor de la inminencia y gravedad del colapso, reconoce que no se puede hacer gran cosa, que ya tendríamos que haberlo hecho, para qué molestarse, sin conseguir encontrar sentido al trabajo por el cambio. El tercer relato es el del Gran Giro.

La aventura esencial de nuestro tiempo consiste en la transición de una economía de crecimiento industrial condenado al fracaso a una sociedad sustentadora de la vida y comprometida con la recuperación nuestro mundo.

Para este tercer relato propone pautas que resultan muy útiles.

Partir de la gratitud, agradeciendo el trabajo que otros seres vivos hacen para que podamos vivir como especie humana, empezando por las bacterias sin las cuales no se habría transformado la atmósfera para permitir las formas de vida de conocemos, siguiendo por las plantas, animales, o los ecosistemas que alumbraron nuestra existencia y finalmente que con el resto de personas que nos cuidan y nos facilitan nuestra propia vida.

Honrar el dolor, asumirlo, encararlo y convertirlo en acción. Nos duele el mundo porque nos importa y formamos parte de él.

Asociarse, compartir, encontrar apoyo, crear poder cooperativo y construir comunidad.

Cambiar la visión del primer relato ciego e interesado y ponerse a trabajar por el Gran Giro. Asumiendo que no está garantizado el éxito, pero que también la incertidumbre puede ser nuestra aliada.

Si se mira con perspectiva la evolución de la vida y de la historia dio grandes sorpresas incluso de causas que eran muy improbables. Recuérdese las primeras mujeres que lucharon por el voto. Así verán las próximas generaciones el trabajo de quienes lucharon por el Gran Giro.

Hay que trabajar por la vida, las nuestras, las de las próximas generaciones, las de otras especies y las de los ecosistemas. No está asegurado el éxito, pero eso no impide que mejore la probabilidad.

Agradecemos a Joanna y Chris por preocuparse por la salud mental y emocional necesaria para abordar el Gran Giro.


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