SUPERMERCADOS CERO RESIDUOS
Los
‘supermercados cero residuos’ son un modelo de negocio donde los
alimentos se comercializan a granel, exponen sus productos en tarros
de cristal, cestas y otros contenedores reutilizables. Trabajan con
empresas locales, orgánicas y de comercio justo, y su principal
premisa es evitar generar desperdicios, evitando utilizar materiales
que son susceptibles de ser desechados y que contribuyen a contaminar
el planeta, como el plástico, dos ejemplos de esos establecimientos
son Bulk Market y Earth Food Love.
Poco
a poco va apareciendo en algunas ciudades un nuevo
concepto de supermercado cuya
premisa principal es no
generar desperdicio de ningún tipo,
por eso, sus productos se presentan en contenedores de cristal y se
comercializan a granel con el propósito de evitar utilizar cualquier
tipo de envases cuyo material sea susceptible a ser desechado y
contribuir a contaminar y aumentar el volumen de desperdicios que
afectan al planeta, como es el caso del plástico, material muy
presente en los productos de alimentación que se comercializan en
cualquier supermercado convencional.
Los supermercados
cero residuos basan
su modelo de negocio en la consideración de que la forma en la que
los alimentos se producen y presentan es errónea, sus políticas,
directrices y prácticas llevan a agricultores y productores a
desperdiciar alimentos que se tarda meses en producir, el envasado es
excesivo, utilizándose sobre todo el plástico, lo que deriva en
toneladas de desperdicios que acaban en vertederos y en el mar.
Algunos de estos materiales no pueden ser reciclados, otros sí, sin
embargo, apenas se lleva a la práctica, se puede citar el ejemplo
de este
post en
el que hablábamos sobre la producción de botellas de agua en el
mundo fabricadas con Pet, a pesar de ser un material perfectamente
reciclable, sólo se recicla el 6’6%. La razón es que las empresas
no quieren utilizar este material por motivos estéticos, lo que hace
que no sirva de nada su elevado grado de reciclaje.
Todo tipo de envases, sean reciclables o no, generan millones de toneladas de residuos, así que para luchar contra este problema estos nuevos supermercados facilitan que los consumidores realicen compras sin que tengan que generar residuo alguno, los productos son suministrados por empresas locales, orgánicas y de comercio justo y se exponen en contenedores permanentes, como cestas, tarros de cristal, etc. Los clientes deben traer sus propias bolsas reutilizables y contenedores o comprar los que ofrece el establecimiento para llevarlos con los alimentos que van a necesitar. No hay presencia de aluminio, plástico o cualquier otro material que sea susceptible de ser desechado.
Un
ejemplo de este modelo de negocio es el supermercado londinense Bulk
Market,
un establecimiento donde todos los productos
se comercializan a granel.
Los responsables de esta iniciativa comentan que el embalaje que se
utiliza actualmente, y concretamente el plástico, es responsable de
uno de los mayores problemas medioambientales y de salud de nuestra
época, es un material diseñado para tener una larga duración,
recordemos que el Pet tarda unos 400 años en descomponerse de forma
natural en el medio ambiente. Encontramos todo tipo de productos
fabricados con este material, bolsas, botellas, envases de alimentos,
vasos, platos, etc., embalaje y envases que necesitan recursos
naturales para ser producidos, que consumen recursos económicos para
ser recolectados, clasificados y reciclados, aunque ya hemos
comentado que se recicla una ínfima cantidad de lo que se podría
reciclar.
Los
creadores de Bulk Market decidieron simplificar las cosas, los
clientes sólo pueden llevarse los productos en contenedores
reutilizables, lo que ayuda de forma significativa a reducir la
cantidad de residuos que se producen en un hogar. Basta con dar un
vistazo a la bolsa de basura de un domicilio para darse cuenta que
una buena parte de su contenido son envases de productos
alimenticios. Con este modelo de negocio se persigue crear un planeta
más limpio para las próximas generaciones, evidentemente es un
modelo radical que para muchos consumidores no será una solución
debido a que incrementa el tiempo que se necesita para comprar,
obliga a tener que llevar sus propios envases reutilizables para
comprar los alimentos que necesita, limita la variedad de alimentos
que se pueden adquirir, etc.
Si
accedemos a la web
del supermercado podemos
comprobar que se comercializan todo tipo de legumbres, cereales,
harinas, aceites y vinagres, pasta, hierbas y especias, frutas
deshidratadas, frutos secos, productos lácteos, frutas y verduras,
bebidas, productos de panadería e incluso alimentos para mascotas.
El sistema propuesto es uno de los principios de la economía
circular,
estrategia cuyo objetivo es reducir tanto la entrada de materiales
como la producción de desechos, cerrando el flujo económico y
ecológico de los recursos. Este modelo de negocio convence a quienes
quieren contribuir en la política de ‘cero desperdicios’, siendo
un movimiento al que poco a poco se suman más personas.
Bulk
Market no es el único supermercado cero residuos, aquí hablan
de Earth.
Food. Love,
otro supermercado de Inglaterra cuyo modelo de trabajo sigue una
línea idéntica y su filosofía es crear un planeta más saludable.
A continuación podéis ver un vídeo de la presentación de Bulk
Market donde se habla del problema de los residuos que se asocian al
actual sistema alimentario, la filosofía de trabajo, las metas que
se persiguen, etc.
Es
un modelo de negocio que para algunos representa un paso atrás, la
vuelta a los tiempos en los que todo se vendía a granel.
Acostumbrados a la comodidad de los envases, con la que el consumidor
sólo tiene que coger los paquetes que necesite y meterlos en la
cesta de la compra, quizá a muchos les resulte difícil aceptarlo,
porque aunque proporciona ventajas, también algunos inconvenientes.
La tecnología
y los avances científicos son parte de la solución del
problema, veamos algunos ejemplos: en el caso de las botellas de
agua, recordemos que hace años se dieron a conocer unas botellas de
agua fabricadas a partir del almidón de maíz y que se degradaban
en sólo cuatro meses.
También se pueden citar los envases plásticos biodegradables
fabricados con residuos de frutas de los que hablábamos en este
post,
o los envases alimentarios presentados por expertos del USDA
(Departamento de Agricultura de los Estados Unidos) que se fabrican
con una proteína
de la leche y
que además de ofrecer una mayor protección a los alimentos, puede
ser consumida eliminando cualquier posible residuo.
Lo
cierto es que se han desarrollado a lo largo de los años varias
soluciones, pero parece que a la industria alimentaria no les
convencen, ya que prácticamente ninguna de estas soluciones se han
llevado al mercado. Por tanto, y hasta que este tipo de avances no se
instauren, para quienes tienen conciencia ecológica y quieren
contribuir a preservar el planeta, los supermercados
cero desperdicios son
la alternativa.
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