CONTROL DEL
COMPORTAMIENTO HUMANO
143. Desde el comienzo de la civilización, las sociedades
organizadas han tenido que presionar a los seres humanos a causa del
funcionamiento del organismo social. Los tipos de presión varían enormemente de
una sociedad a otra. Algunas son físicas (dieta pobre, trabajo excesivo,
polución ambiental), algunas son psicológicas (ruido, hacinamiento, forzar el
comportamiento humano al molde que la sociedad requiere).
En el pasado, la naturaleza humana ha sido aproximadamente
constante, o de cualquier modo ha variado sólo cerca de ciertos lindes.
Consecuentemente, las sociedades han sido capaces de empujar a la gente sólo
hasta ciertos límites. Cuando se sobrepasa el límite de la resistencia humana,
las cosas empiezan a ir mal: rebelión, o crimen, o corrupción, o evasión del
trabajo, o una tasa menguante de nacimiento o alguna otra cosa, por lo que la
sociedad también se colapsa, o su funcionamiento se vuelve demasiado
ineficiente o es (rápidamente o gradualmente, a través de consecuencias,
desgaste o evolución) reemplazada por alguna otra forma más eficiente de
sociedad.
144. Así, la naturaleza humana ha puesto ciertos
límites en el pasado al desarrollo de las sociedades. La gente podía ser
empujada a un punto y no más allá. Pero hoy esto puede estar cambiando, porque
la tecnología moderna está desarrollando formas de modificar a los seres
humanos.
145. Imagina una sociedad que somete a la gente
a condiciones que los hacen terriblemente infelices, entonces les da drogas
para quitarle su infelicidad. ¿Ciencia ficción? Ya está ocurriendo en cierta
extensión en nuestra sociedad. Es bien sabido que la tasa de depresiones
clínicas se ha incrementado enormemente en las décadas recientes. Creemos que
esto es debido al colapso del proceso de poder, como explicamos en los párrafos
59-76. Pero incluso si estamos equivocados, el incremento de la tasa de
depresiones es ciertamente el resultado de ALGUNAS condiciones que existen en
la sociedad de hoy. En vez de extirpar las condiciones que hacen que la gente
esté deprimida, la sociedad moderna les da drogas antidepresivas. En realidad,
los antidepresivos son un medio de modificar el estado interno de un individuo
de tal manera que le permita tolerar las condiciones sociales que de otra
manera encontraría intolerables. (Sí, sabemos que la depresión es con
frecuencia de origen puramente genético. Aquí nos estamos refiriendo a esos
casos en los que el medio juega un papel predominante).
146. Las drogas que afectan a la mente son sólo
un ejemplo de los métodos de control del comportamiento humano que la sociedad
moderna está desarrollando. Veamos algunos otros.
147. Para empezar, están las técnicas de
vigilancia. Las videocámaras ocultas se usan en la actualidad en la mayoría de
los almacenes y en otros muchos lugares, los ordenadores se usan para recoger y
procesar enormes cantidades de información sobre personas. La información así
obtenida aumenta enormemente la efectividad de la coacción física (es decir
*ley de aplicación). (Si piensas que una ley de aplicación más efectiva es
inequívocamente buena porque suprime el crimen, entonces recuerda que el crimen
como lo define el sistema no es necesariamente lo que Tú llamarías crimen. Hoy
en día fumar marihuana es un «crimen», y, en algunos sitios de EE.UU., también
es la posesión de una pistola sin registrar. Mañana, la posesión de CUALQUIER
arma de fuego, registrada o no, puede ser contemplado como delito, y lo mismo
puede suceder con métodos desaprobados de criar a los niños, tales como los
azotes. En algunos países, expresiones de disidencia política son un crimen, y
no hay certeza de que esto no ocurra en los EE.UU., ya que ninguna constitución
o sistema político dura para siempre. Si una sociedad necesita el
establecimiento de una ley de aplicación amplia y poderosa, entonces algo grave
ocurre con esa sociedad; tiene que haber gente sujeta a presiones severas si
tantos se niegan a seguir las reglas, o seguirlas sólo porque están forzados.
En el pasado muchas sociedades se las han arreglado con pocas o ninguna ley de
aplicación formal). También están los métodos de propaganda, para los cuales
los medios de comunicación de masas proporcionan vehículos efectivos. Se han
desarrollado técnicas eficientes para ganar elecciones, vender productos,
influir en la opinión pública. La industria del entretenimiento sirve como
importante herramienta psicológica del sistema, posiblemente incluso cuando se
están repartiendo grandes cantidades de sexo y violencia. El entretenimiento
proporciona al hombre actual un medio de escape. Mientras es absorbido por la
televisión, los videos, etc. se puede olvidar la tensión, la ansiedad, la
frustración, la insatisfacción. Mucha gente primitiva, cuando no tiene ningún
trabajo que hacer, está lo bastante contenta como para sentarse durante horas
por un tiempo sin hacer nada, porque están en paz consigo mismos y con su
mundo. Pero la mayoría de la gente moderna debe estar constantemente ocupada o
entretenida, de otro modo se «aburren», es decir se vuelven inquietos,
incómodos, irritables.
148. Otras técnicas golpean más profundamente
que las precedentes. La educación ya no es un simple asunto de paddling detrás
de un chaval cuando no se sabe la lección y de darle una palmadita en la
espalda cuando se la sabe. Se está convirtiendo en una técnica científica para
controlar el desarrollo del niño. Los Centros de aprendizaje Sylvan, por
ejemplo, han tenido mucho éxito motivando a los niños al estudio y también han
usado técnicas psicológicas con más o menos éxito en muchos colegios convencionales.
Las técnicas de «paternidad» que se enseñan a los padres están diseñadas para
hacer que los niños acepten los valores fundamentales del sistema y se
comporten de la manera que éste encuentra deseable. Los programas de «salud
mental», las técnicas de «intervención», la psicoterapia y así sucesivamente
están ostensiblemente diseñadas para beneficiar a los individuos, pero
normalmente en la práctica sirven como métodos para inducir a pensar y
comportarse como el sistema requiere. (No hay ninguna contradicción aquí; un
individuo que sus actos o su comportamiento le llevan a un conflicto con el
sistema está en contra de una fuerza demasiado poderosa como para conquistarla
o escapar de ella, por tanto es probable que sufra tensión, frustración,
derrota. Su patología será mucho más fácil si piensa y se comporta como desea
el sistema. En este sentido se está actuando en beneficio del individuo cuando
se le lava el cerebro para que esté conforme). Se desaprueba el abuso de niños
en sus formas más indecorosas y obvias, si no en todas, en la mayoría de las
culturas. Atormentar a un niño por ninguna razón o por una sin importancia es
algo que horroriza a casi todo el mundo. Pero muchos psicólogos interpretan el
concepto de abuso mucho más extensamente. ¿Son los azotes, cuando se usan como
parte de un sistema de disciplina racional y consecuente, una forma de abuso?
En última instancia la respuesta será decidida por si los azotes tienden o no a
producir comportamientos que hagan a una persona encajar bien con el sistema
existente de sociedad. En la práctica la palabra «abuso» tiende a ser
interpretada para incluir cualquier método de criar niños que produzca
comportamientos inconvenientes para el sistema. Así, cuando van más allá de la
prevención de la crueldad obvia y privada de sentido, los programas para
prevenir el «abuso de niños» son dirigidos hacia el control del comportamiento
humano por parte del sistema.
149. Presumiblemente, la investigación
continuará para incrementar la efectividad de las técnicas psicológicas de
control del comportamiento humano. Pero pensamos que es improbable que sólo las
técnicas psicológicas sean suficiente para adaptar a los seres humanos a la
clase de sociedad que la tecnología está creando. Probablemente tendrán que
usar métodos biológicos. Ya hemos mencionado el uso de drogas en relación con
esto. La neurología puede proporcionar otros caminos de modificación de la
mente humana. La ingeniería genética en seres humanos está ya empezando a darse
en la forma de la *»terapia de gen», y no hay razón para asumir que tales
métodos no serán usados a la larga para modificar aquellos aspectos del cuerpo
que afectan al funcionamiento mental.
150. Como mencionamos en el párrafo 134, la
sociedad industrial parece estar entrando en un periodo de severa tensión, en
parte a causa de los problemas del comportamiento humano y en parte debido a
los problemas económicos y ambientales. Y una proporción considerable de estos
dos últimos resultan de la manera en que se comportan los seres humanos. La
alienación, la baja autoestima, la depresión, la hostilidad, la rebelión; niños
que no estudian, las bandas de jóvenes, el uso de drogas ilegales, el robo, el
abuso de niños, otros crímenes, el sexo inseguro, los embarazos de
adolescentes, el crecimiento de la población, la corrupción política, el odio
racial, la rivalidad étnica, el amargo conflicto ideológico (por ejemplo
pro-elección contra pro-vida), el extremismo político, el terrorismo, el
sabotaje, los grupos antigubernamentales, los grupos de odio. Todo esto amenaza
la sola supervivencia del sistema. Por tanto se verá FORZADO a usar todos los
medios prácticos de control del comportamiento humano.
151. El colapso social que hoy vemos no es desde
luego el resultado del simple azar. Sólo puede ser el resultado de las
condiciones de vida que el sistema impone a la gente. (Hemos argumentado que la
condición más importante es el colapso del proceso de poder). Si el sistema
tiene éxito imponiendo suficiente control sobre el comportamiento humano para
asegurar su propia supervivencia, se habrá pasado un momento crítico en la
historia de la humanidad. Mientras antiguamente los límites de la resistencia
humana han impuesto límites al desarrollo de las sociedades (tal como
explicamos en los párrafos 143,144) la sociedad tecnológico-industrial será
capaz de traspasar esos límites modificando a los seres humanos, ya sea por
métodos psicológicos, biológicos o por ambos. En el futuro, los sistemas
sociales no estarán adaptados para ajustarse a las necesidades de los seres humanos.
En cambio, los seres humanos estarán adaptados para ajustarse a las necesidades
del sistema. Para ser exactos, las sociedades pasadas han tenido medios de
influenciar el comportamiento humano, pero estos han sido primitivos y de baja
efectividad comparados con los medios tecnológicos que están desarrollándose
ahora..
152. Hablando en general, el control tecnológico
sobre los seres humanos probablemente no será introducido con una intención
totalitaria ni siquiera a través de un deseo consciente de restringir la
libertad humana. Sin embargo, algunos psicólogos han expresado públicamente
opiniones indicando su desprecio a la libertad humana. Y el matemático Claude
Shannon fue citado en Omni (agosto de 1987) diciendo «visualizo un tiempo en el
que seremos para los robots lo que los perros son para los humanos, y yo estoy
apoyando a las máquinas». Cada nuevo escalón en la afirmación del control sobre
la mente humana será tomado como una respuesta racional a un problema al que se
enfrente la sociedad, tal como curar el alcoholismo, reducir la tasa de crimen
o inducir a la gente joven a que estudie ciencia e ingeniería. En muchos casos,
habrá una justificación humanitaria. Por ejemplo, cuando un psiquiatra
prescribe un antidepresivo a un paciente deprimido, le está haciendo claramente
un favor a esa persona. Sería inhumano negar la droga a alguien que la
necesita. Cuando los padres mandan a sus hijos a los Centros de aprendizaje
Sylvan para que sean manipulados para que se entusiasmen con sus estudios, lo
hacen desde la preocupación del bienestar de sus hijos. Puede que algunos de
estos padres deseen que uno no tuviera que tener entrenamiento especializado
para conseguir un trabajo y que su niño no tuviera que sufrir un lavado de
cerebro para convertirse en un primo de los ordenadores. Pero, ¿qué pueden
hacer? No pueden cambiar la sociedad, y su hijo puede estar en el paro si no
tiene ciertas destrezas. Así que lo mandan a Sylvan.
153. Así, el control sobre el comportamiento
humano será introducido no por la decisión calculada de las autoridades, sino a
través de un proceso de evolución social (evolución RÁPIDA, de cualquier
manera). El proceso será imposible de resistir, porque cada avance, considerado
en sí mismo, parecerá beneficioso, o, al menos, el mal envuelto en hacer el
avance parecerá ser menor de lo que resultaría no hacerlo. (Ver párrafo 127).
La propaganda, por ejemplo, se usa para muchos propósitos buenos, tales como
desalentar el abuso a los niños o el odio racial. La educación sexual es
obviamente útil, a pesar de todo el efecto de ésta (hasta el punto de que tiene
éxito) es quitar la formación de actitudes sexuales de la familia y ponerlas en
las manos del Estado, representado por el sistema de colegio público.
154. Supongamos que se descubre un rasgo
biológico que incrementa la probabilidad de que un niño crezca para ser un
criminal, y supongamos alguna clase de terapia genética que pueda extirpar ese
rasgo. Por supuesto, la mayoría de los padres cuyos hijos posean el rasgo lo
someterían a la terapia. Sería inhumano el hacerlo de otra manera, puesto que
el niño probablemente tendría una vida miserable si creciera para ser un
criminal. Pero muchas o la mayoría de las sociedades primitivas tienen una tasa
baja de crímenes en comparación con la nuestra, aunque no tuvieran ni métodos
de alta tecnología para criar a los niños, ni sistemas crueles de castigo. Ya
que no hay razón para suponer que más hombres modernos que primitivos han
iniciado tendencias depredadoras, la alta tasa de crímenes en nuestra sociedad
tiene que ser debida a las presiones que las condiciones modernas ponen en la
gente, a las cuales muchos no pueden o no podrán ajustarse. Así, un tratamiento
diseñado para extirpar tendencias criminales potenciales es, al menos en parte,
una manera de rediseñar a la gente para que ajusten a los requerimientos del
sistema. ¡Esto no es ciencia ficción! Después de escribir este párrafo
encontramos un artículo en Scientific American según el cual están
desarrollando activamente técnicas para identificar posibles futuros criminales
y para tratarlos con una combinación de medios biológicos y psicológicos.
Algunos científicos abogan compulsivamente por la aplicación del tratamiento,
que puede estar disponible en el futuro próximo. (Ver «Buscando el Elemento Criminal» por
W. Wayt Gibbs, Scientific American, marzo 1995). Puede que pienses que esto
está bien porque el tratamiento será aplicado a aquellos que puedan convertirse
en criminales violentos. Pero, por supuesto, no pararía ahí. Lo siguiente, un
tratamiento sería aplicado a aquellos que puedan convertirse en conductores
borrachos (también ponen en peligro la vida humana), igual luego a la gente que
azota a sus hijos, luego a los medioambientalistas que sabotean equipamiento
para la tala de árboles, en el futuro a cualquiera que su comportamiento sea
inconveniente para el sistema.
155. Nuestra sociedad tiende a considerar como
una «enfermedad» cualquier forma de pensamiento o comportamiento que es
inconveniente, y esto es creíble porque cuando una persona no ajusta en el
sistema se causa sufrimiento a ella misma así como problemas al sistema. De
esta manera la manipulación de un individuo para ajustarlo se ve como una
«cura» para una «enfermedad» y por tanto como buena.
156. En el párrafo 127 señalamos que si el uso
de un nuevo artículo tecnológico es INICIALMENTE opcional, necesariamente no SE
MANTIENE como opcional, porque la nueva tecnología tiende a cambiar de tal
manera la sociedad que se vuelve difícil o imposible para una persona el
funcionar sin usar esa tecnología. Esto también es aplicable a la tecnología
del comportamiento humano. En un mundo en el que la mayoría de los niños son
lanzados a través de un programa para entusiasmarlos por el estudio, unos
padres se verán prácticamente forzados a poner a su hijo a través de tal
programa, porque si no lo hacen, entonces el niño crecerá para ser, hablando
comparativamente, un ignorante, y por tanto, un parado. O supongamos que se
descubre un tratamiento biológico que, sin efectos secundarios, gradualmente reducirá
la tensión psicológica de la que demasiada gente sufre en nuestra sociedad. Si
una gran cantidad de personas elige experimentar el tratamiento, entonces el
nivel general de tensión se reducirá, por lo que será posible para el sistema
incrementar las presiones que producen la tensión. Esto conducirá a que más
gente experimente el tratamiento y así sucesivamente, por lo que en el futuro
la tensión puede convertirse en tan pesada que poca gente pueda sobrevivir sin
sufrir el tratamiento de reducción de la tensión. De hecho, algo como esto
parece haber pasado ya con una de las herramientas psicológicas más importantes
de nuestra sociedad para permitir a la gente el reducir (o al menos escapar
temporalmente) la tensión, llamados, entretenimientos de masas (ver párrafo
147). Nuestro uso de ellos es «opcional»: ninguna ley nos obliga a que veamos
la televisión, oigamos la radio, leamos revistas. Sin embargo los
entretenimientos de masas son un medio de escapar y de reducir la tensión a los
que muchos de nosotros nos hemos vuelto dependientes. Todo el mundo se queja
sobre la mala calidad de la televisión, pero casi todo el mundo la ve. Unos
pocos han dado un puntapié al habito de la televisión, pero sería una persona
rara la que pudiera pasar hoy sin usar NINGUNA forma de entretenimiento de masa
(sin embargo hasta hace bastante recientemente en la historia de la humanidad
la mayor parte de la gente lo llevaba muy bien sin otro entretenimiento que el
que cada comunidad local creaba para sí misma). Sin la industria del
entretenimiento el sistema probablemente no hubiera sido capaz de poner
impunemente en nosotros tanta presión de producción de tensión como lo hace.
157. Asumiendo que sobreviva la sociedad
industrial, es probable que la tecnología adquiera a la larga algo próximo al
control completo sobre el comportamiento humano. Se ha establecido más allá de
cualquier duda racional que el pensamiento y el comportamiento humano tienen
unas importantes bases biológicas. Como han demostrado los experimentadores,
sentimientos tales como el deseo, el placer, la cólera y el miedo pueden ser
conectados y desconectados mediante la estimulación eléctrica de las partes
apropiadas del cerebro. Dañando otras partes se pueden destruir recuerdos o se
pueden traer a la superficie mediante la estimulación eléctrica. Las drogas
pueden inducir alucinaciones o cambios de humor. Puede haber o no un alma humana inmaterial, pero, si la hay, es
claramente menos poderosa que los mecanismos biológicos del comportamiento
humano. Puesto que, si ese no fuera el caso, entonces las investigaciones no
podrían manipular tan fácilmente los sentimientos y el comportamiento humano
con drogas y corrientes eléctricas.
158. Presumiblemente, no sería práctico que toda
la gente tuviera electrodos insertados en la cabeza para poder ser controlada
por las autoridades. Pero el hecho de que los pensamientos y los sentimientos
humanos estén tan abiertos a intervenciones biológicas muestran que esta
cuestión es principalmente un problema técnico; un problema de neuronas,
hormonas y moléculas complejas; la clase de asunto que es accesible al ataque
científico. Dada la marca destacada de nuestra sociedad en resolver problemas
técnicos, es abrumadoramente probable que los grandes avances se harán en el
control del comportamiento humano.
159. ¿La resistencia del público prevendrá la
introducción del control tecnológico del comportamiento humano? Seguramente, si
hicieran un intento de introducir tal control de una sola vez. Pero ya que será
introducido a través de una larga secuencia de pequeños avances, no habrá
resistencia racional y efectiva. (Ver párrafos 127, 132, 153).
160. A aquellos que piensen que todo esto suena
a ciencia ficción, les señalamos que la ciencia ficción de ayer es el hecho de
hoy. La Revolución Industrial ha alterado radicalmente el medio y el modo de
vida del hombre y sólo se puede prever que, como la tecnología se aplica
crecientemente al cuerpo y a la mente humana, el hombre será alterado tan
radicalmente como lo ha sido su medio y su modo de vida.
Theodore Kaczynski (Freedom Club)
LA SOCIEDAD INDUSTRIAL Y SU FUTURO
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