3/12/14

No hay dinero para ayudas sociales pero se tira una millonada que se carga en la factura del gas en los próximos 30 años

EL DEPÓSITO CASTOR SÓLO SIRVE PARA ESPECULAR CON LOS PRECIOS DEL GAS (1)

Una y otra vez los oligarcas nos engañan con la complicidad y deslealtad del gobierno y la cúpula del partido de turno al frente de la nación. Mienten más que hablan. El almacén de gas Castor frente a las costas de Amposta solo tiene un propósito: especular con los precios de esta energía. Esta claro que al muñeco se le viste de gala y en la web de estos artistas de meter mano a los bolsillos de los españoles dice algo diferente: 

“El objetivo de Escal UGS con el Proyecto Castor es convertir el antiguo yacimiento marino de petróleo Amposta en un almacenamiento subterráneo de gas natural para proporcionar estabilidad y fiabilidad de suministro al sistema gasista español”. Nos quieren hacer creer en la recuperación económica y los dichosos brotes verdes que el país esta creciendo que se sale del mapa y todos los consumos van hacia arriba y el gas no puede ser menos por lo que necesitamos urgentemente ampliar la capacidad de almacenamiento. Junto al almacén Castor de 1.300 millones de metros cúbicos, están Gaviota de 1.546 millones y Yela de 1.050 millones. 
La picaresca esta instalada y cuando estos listillos del gas han visto los pelotazos que se zumban los de la mafia eléctrica con una enloquecida tarifa y un déficit de tarifa todavía más loco, se apuntan al bombardeo. El negocio está en comprar barato y vender caro y para eso ya tienen montado un simulacro de subasta, el mecanismo de la subasta Platts por el que se construyen los precios de la gasolina y el gas. 

Todo el circo se limita a recabar datos proporcionados por los distintos operadores. A través de estos datos surgirá el precio de la gasolina y el gas facilitado por las propias petroleras donde magnifican el precio al que han comprado el crudo que necesitan para su acopio o refino. Tan solo es una ficción ya que la remisión de los datos es voluntaria y no necesariamente total y lo más importante nadie, absolutamente nadie, comprueba la veracidad de la información remitida.Sin control alguno es de esperar que las mentiras sobrepasen a la verdad y que se magnifiquen, únicamente,  aquellas transacciones que benefician sus intereses. 



El negocio es tan fabuloso que la oligarquía no se conforma en dominar el mercado en forma de monopolio: quiere más. Para ir a más necesita un lugar, grande, muy grande, para almacenar cuando el precio esté barato. Necesitan el almacenamiento para poder controlar la subasta. Cuando el precio toque fondo compraran de nuevo y volverán a llenar el almacén subterráneo. ¿Quién se beneficiará de esta especulación? Los de siempre, los mismos perros con distinto collar. Los perjudicados no cabe ni preguntar: los usuarios ese populacho que sólo sirve para que se forren unos y otros. Para dar una idea del precio la extracción del gas les cuesta 4 dólares, transporte y refino un dólar, hace un total de 5 dólares y lo colocan por encima de los 20 dólares. Con estos márgenes las compañías gasistas se parten el pecho. Se las saben todas, el gas es el producto más manipulable sin que el consumidor se pueda percatar que lo están engañando. El fraude es tan fácil como echar agua al vino, en el caso del gas consiste en rebajar el poder calorífico. ¿Alguien se percata que para cocinar un potaje en una olla tardó unos minutos más que el año pasado? Con la electricidad no se le puede echar agua al vino: los electrodomésticos no funcionan. Con la gasolina, si se rebaja el octanaje el motor no funciona correctamente. Bajo el principio, con la reputación de estos canallas, que el fraude puede existir lo podemos dar por hecho que lo están haciendo. Desde luego siempre tendrán excusas por un tubo: que venden metros cúbicos, que la temperatura ambiente afecta al poder calorífico y mil rollos más.

Los tiburones que dominan el mundo se han percatado que los consumidores somos la pescadilla de un océano que consideran suyo. El control de los precios de las materias primas les permite amañarlos y forrarse. No se trata de explicar que viene el lobo: el lobo ya ha llegado. Un informe del Senado de los EE.UU. sobre Wall Street por su actividad con los productos básicos pone de manifiesto la acusación que los precios se manipulan. Señala a los mayores bancos del país, Goldman Sachs, JPMorgan y Morgan Stanlay como los artífices de esta singladura. El informe, resultado de una investigación de dos años efectuada por el Subcomité Permanente de Investigaciones del Senado, analiza la participación de JPMorgan en un amaño de los precios de la electricidad. ¿El Senado español también se dedica a esta clase de informes? Ese comportamiento, sin embargo, ya le había supuesto al banco una multa de 410 millones de dólares de la Comisión Federal Reguladora de la Energía el año pasado. El informe critica a la Reserva Federal por no detectar los incumplimientos de las normas. La cabra tira al monte y ahora todo son evasivas, la Reserva Federal afirma que desconocía el intento de Morgan Stanley de ampliar sus instalaciones de gas natural hasta que Reuters lo publico. Los grandes bancos de inversión ya le han echado el ojo a las materias primas de consumo directo en los hogares y recurren a su almacenamiento. La historia reciente demuestra que los problemas resaltados por el Senado no se limitan a ese campo, los tiburones buscan frenéticamente en el océano la pescadilla de los consumidores.

Después de este repaso y de verificar que no se trata de elucubraciones de quien esto escribe, vuelvo al Proyecto Castor. Nos tendría que sorprender que España, un país de sol y viento nos decantemos por el gas que hay que importar a precio de oro. A quien le toca en suerte la concesión del almacén de gas Castor es a la compañía ACS de Florentino Pérez que posee el 66% de la sociedad Escal UGS d´Espanya y Dundee Energy de Canada con un 33% del capital. Obtienen la concesión una vez publicada en el BOE del 16 de mayo de 2008 (Real Decreto 855/2008) y es de todos conocido que el dichoso proyecto Castor se ha muerto. Cientos de terremotos, de diferente intensidad, se dieron en las poblaciones de la costa cuando intentaban recargar gas en la cavidad subterránea dejada por la extracción de una bolsa de petróleo. En el último momento, temiendo lo peor, el Ministro de Industria dio la orden de paralizar la inyección de gas. Conviene traer aquí el artículo 14 de la concesión para poder apreciar con que desvergüenza nos engañan.

Artículo 14. Extinción. Sin perjuicio de lo establecido con carácter general en la Ley 30/1992, de 26 de noviembre de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común, y disposiciones que la desarrollan, son causas de nulidad las señaladas en el artículo 33 de la Ley 34/1998, de 7 de octubre, del Sector de Hidrocarburos. Son causas de extinción de la presente concesión las señaladas en el artículo 34 de la Ley 34/1998, de 7 de octubre, del Sector de Hidrocarburos, y las demás previstas en la legislación vigente, en particular el apartado a) del citado artículo. La extinción de la concesión por la causa prevista en el artículo 34.1 apartado c) habrá de ser expresamente autorizada por resolución administrativa. La extinción de la concesión se producirá sin perjuicio de las sanciones a que dieran lugar las causas que la provocan. En caso de caducidad o extinción de la concesión, las instalaciones revertirán al Estado. En tal caso, y para asegurar la recuperación de la inversión realizada por los titulares, en coherencia con lo establecido en el artículo 92.1.a) de la Ley 34/1998, de 7 de octubre, del Sector de Hidrocarburos se compensará a la empresa concesionaria por el valor neto contable de las instalaciones afectas al almacenamiento subterráneo siempre que estas continúen operativas. Lo anterior no será de aplicación en caso de dolo o negligencia imputable a la empresa concesionaria, en cuyo caso la compensación se limitará al valor residual de las instalaciones, sin perjuicio de otras responsabilidades de la empresa concesionaria.

A la velocidad del rayo nuestro insigne gobierno le ha pagado, sin rechistar, a la empresa concesionaria 1.300 millones de euros por un supuesto valor neto contable de las instalaciones siempre que estas continúen operativas.  Lo dice claramente, se paga si la instalación continua operativa y resulta que no lo está. Si es evidente que no está operativa ¿Por qué se les paga? La triquiñuela consiste en que el glorioso gobierno la califica en estado de hibernación como si fuera un oso. No hay dinero para ayudas sociales y por otro lado se tira una millonada que se carga en la factura del gas en los próximos 30 años. El total que asciende la broma con sus correspondientes intereses: 4.200 millones de euros. A esta monstruosa cifra habrá que añadir otra que rondará la que ahora se ha pagado, se trata de que la instalación no está en estado de hibernación si no que está inservible y con la regulación de la UE las compañías petrolíferas están obligadas a desmontar las plataformas sobre el mar que dejan de funcionar. Actualmente la Shell está retirando las plataformas sin uso en las explotaciones del Mar del Norte. Del coste de desmontaje, tan costoso como el de instalación, no se dice nada, se supone que esperan que la tormenta amaine para sigilosamente cargarnos bajo mano el coste. Estamos apañados, fue con el gobierno del PSOE que se dio esta concesión que sirve para especular con los precios y encima se carga sobre las espaldas del populacho unos costes que nada tienen que ver y es el gobierno del PP que sin auditoria ni revisión da la orden de pago que ateniéndose a lo pactado en la concesión la puede esquivar y que el marrón se lo coman los especuladores. Los regalos multi millonarios continúan. Se advierte la necesidad de un par de tazas de tila para seguir adelante.

La vuelta de la tortilla

Que Dios los coja confesados a los de la puerta giratoria, a los asentados en las poltronas, y a todos aquellos que deberían de haber hecho y no hicieron nada, a los que miraron para otro lado, a los oligarcas y psicópatas que enfermos de insensibilidad se han ganado un puesto en el banquillo en una Comisión de la Verdad y de un Tribunal que los juzgue por alta traición. 

Claro, todo esto si se consigue dar la vuelta a la tortilla. Todo se andará, de momento un relato vomitivo de la tarifa eléctrica más cara de Europa con sueldos de miseria. La historia se inicia en 1997 con la liberalización del mercado eléctrico, el PP a través del ministro de Industria, Josep Piqué, crea los Costes de Transición a la Competencia (CTC) para compensar las inversiones que el Gobierno obligó a acometer a las eléctricas mientras el sector estuvo regulado. Un teatrillo para que en lugar que los oligarcas tuvieran que pagar por las compañías que se privatizaban, cobraran y les saliera el negocio en gratis total. Estos costes, que se pagaban en la factura de la luz “como costes permanentes del sistema” ¡Manda huevos! ¿Quién los calificaría como permanentes? (igual como se carga el fiasco de Castor en la factura del gas). El objeto era devolver a esas empresas 8.600 millones de euros por el valor de esas supuestas inversiones. El Gobierno socialista, en 2006, suprime los CTC al considerar que “genera  distorsiones en los precios de mercado”, “porque han quedado obsoletas las hipótesis sobre las qua se basaron” y también por el “alto grado de amortización de las instalaciones”. Las razones para suprimir este cargo sobre la factura de la luz eran más que suficientes.

Mal asunto el de cargar conceptos en la factura de la luz además de los estrictamente necesarios del coste de producir electricidad ya que estamos rodeados de ladrones de la peor calaña y para demostración estos angelitos de las compañías eléctricas, en el momento de la suspensión, se habían cobrado de más 3.396 millones de euros. Las razones de la suspensión del cobro de los CTC a través de la factura de la luz ya no eran los argumentos expuestos por los socialistas si no que se habían cobrado, a la chita callando, un 40% más. En 13 de marzo de 2008 la abogacía del Estado establece en un informe solicitado por la Secretaría de Estado de Energía en el que se expone que las eléctricas cobraron de más a través de los CTC y considera ese exceso un “enriquecimiento injusto” que el Estado puede reclamar a estas empresas. EI informe asegura que el Gobierno tiene de plazo hasta 2010, cuatro años a contar desde que entrara en vigor la ley de 2006 que los suprimió, para reclamar esas cantidades abonadas de forma indebida. El 25 de junio de 2010 caducaba el derecho a reclamar a las eléctricas los cobros ilegítimos.Hasta el momento nuestro glorioso gobierno no ha exigido a las compañías el dinero cobrado de más. Legalmente ha prescrito o mejor dicho han dejado que prescribiera. Al populacho no se le deja pasar ni una pero a los oligarcas les besan el culo. ¿Hay o no hay razón, si se da la vuelta a la tortilla, de un juicio por alta traición?

Para acabar algo que no entiendo ¿A que esperan los damnificados por los terremotos del Castor para poner en marcha sus reclamaciones? El artículo 10 de la concesión no da lugar a ninguna duda. Dice así: 
Artículo 10. Conservación y seguro de responsabilidad civil. El titular de la concesión deberá garantizar la cobertura de su responsabilidad civil por los daños que pudieran causarse a terceros en el desarrollo de sus actividades de construcción desarrollo y explotación del almacenamiento subterráneo. ¿A qué esperan? http://www.boe.es/boe/dias/2008/06/05/pdfs/A26051-26052.pdf

Todavía hay más pero lo dejo para una próxima ocasión.

El Proyecto Castor según su web: http://www.escalugs.com/saber_galeria_videos_ver.asp


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