EL DEPÓSITO CASTOR SÓLO
SIRVE PARA ESPECULAR CON LOS PRECIOS DEL GAS (1)
Una y otra vez los
oligarcas nos engañan con la complicidad y deslealtad del gobierno y la cúpula
del partido de turno al frente de la nación. Mienten más que hablan. El almacén
de gas Castor frente a las costas de Amposta solo tiene un propósito: especular con los precios de esta
energía. Esta
claro que al muñeco se le viste de gala y en la web de estos artistas de meter
mano a los bolsillos de los españoles dice algo diferente:
“El objetivo de Escal UGS con el Proyecto Castor es convertir el antiguo yacimiento marino de petróleo Amposta en un almacenamiento subterráneo de gas natural para proporcionar estabilidad y fiabilidad de suministro al sistema gasista español”. Nos quieren hacer creer en la recuperación económica y los dichosos brotes verdes que el país esta creciendo que se sale del mapa y todos los consumos van hacia arriba y el gas no puede ser menos por lo que necesitamos urgentemente ampliar la capacidad de almacenamiento. Junto al almacén Castor de 1.300 millones de metros cúbicos, están Gaviota de 1.546 millones y Yela de 1.050 millones.
“El objetivo de Escal UGS con el Proyecto Castor es convertir el antiguo yacimiento marino de petróleo Amposta en un almacenamiento subterráneo de gas natural para proporcionar estabilidad y fiabilidad de suministro al sistema gasista español”. Nos quieren hacer creer en la recuperación económica y los dichosos brotes verdes que el país esta creciendo que se sale del mapa y todos los consumos van hacia arriba y el gas no puede ser menos por lo que necesitamos urgentemente ampliar la capacidad de almacenamiento. Junto al almacén Castor de 1.300 millones de metros cúbicos, están Gaviota de 1.546 millones y Yela de 1.050 millones.
La
picaresca esta instalada y cuando estos listillos del gas han visto los
pelotazos que se zumban los de la mafia eléctrica con una enloquecida tarifa y
un déficit de tarifa todavía más loco, se apuntan al bombardeo. El negocio está en comprar barato y
vender caro y para eso ya tienen montado un simulacro de subasta, el mecanismo
de la subasta Platts por el que se construyen los precios de la gasolina y el
gas.
Todo el circo se limita a recabar datos proporcionados por los distintos
operadores. A través de estos datos surgirá el precio de la gasolina y el gas
facilitado por las propias petroleras donde magnifican el precio al que han
comprado el crudo que necesitan para su acopio o refino. Tan
solo es una ficción ya que la remisión de los datos es voluntaria y no
necesariamente total y lo más importante nadie, absolutamente nadie, comprueba
la veracidad de la información remitida.Sin control alguno es
de esperar que las mentiras sobrepasen a la verdad y que se magnifiquen,
únicamente, aquellas transacciones que benefician sus intereses.
El negocio es tan
fabuloso que la oligarquía no se conforma en dominar el mercado en forma de
monopolio: quiere más. Para ir a más necesita un lugar, grande, muy grande,
para almacenar cuando el precio esté barato. Necesitan el almacenamiento para poder controlar la subasta. Cuando el precio toque fondo compraran
de nuevo y volverán a llenar el almacén subterráneo. ¿Quién se beneficiará de
esta especulación? Los de siempre, los mismos perros con distinto collar. Los
perjudicados no cabe ni preguntar: los usuarios ese populacho que sólo sirve
para que se forren unos y otros. Para dar una idea del precio la extracción del
gas les cuesta 4 dólares, transporte y refino un dólar, hace un total de 5 dólares
y lo colocan por encima de los 20 dólares. Con estos márgenes las compañías
gasistas se parten el pecho. Se las saben todas, el
gas es el producto más manipulable sin que el consumidor se pueda percatar que
lo están engañando. El fraude es tan fácil como echar agua al
vino, en el caso del gas consiste en rebajar el poder calorífico. ¿Alguien se
percata que para cocinar un potaje en una olla tardó unos minutos más que el
año pasado? Con la electricidad no se le puede echar agua al vino: los
electrodomésticos no funcionan. Con la gasolina, si se rebaja el octanaje el
motor no funciona correctamente. Bajo el principio, con la reputación de estos
canallas, que el fraude puede existir lo podemos dar por hecho que lo están
haciendo. Desde luego siempre tendrán excusas por un tubo: que venden metros
cúbicos, que la temperatura ambiente afecta al poder calorífico y mil rollos
más.
Los tiburones que
dominan el mundo se han percatado que los consumidores somos la pescadilla de
un océano que consideran suyo. El control de los precios de las materias primas
les permite amañarlos y forrarse. No se trata de explicar que viene el lobo: el lobo ya ha llegado. Un
informe del Senado de los EE.UU. sobre Wall Street por su
actividad con los productos básicos pone de manifiesto la acusación que los
precios se manipulan. Señala a los mayores bancos del país, Goldman Sachs,
JPMorgan y Morgan Stanlay como los artífices de esta singladura. El informe,
resultado de una investigación de dos años efectuada por el Subcomité Permanente
de Investigaciones del Senado, analiza la participación de JPMorgan en un amaño de los precios de la
electricidad. ¿El Senado español también se dedica a esta clase de informes? Ese comportamiento, sin embargo, ya le
había supuesto al banco una multa de 410 millones de dólares de la Comisión
Federal Reguladora de la Energía el año pasado. El informe critica a la Reserva
Federal por no detectar los incumplimientos de las normas. La cabra tira al
monte y ahora todo son evasivas, la Reserva Federal afirma que desconocía el
intento de Morgan Stanley de ampliar sus instalaciones de gas natural hasta que Reuters lo publico. Los
grandes bancos de inversión ya le han echado el ojo a las materias primas de
consumo directo en los hogares y recurren a su almacenamiento. La historia
reciente demuestra que los problemas resaltados por el Senado no se limitan a
ese campo, los tiburones buscan frenéticamente en el océano la pescadilla de
los consumidores.
Después de este
repaso y de verificar que no se trata de elucubraciones de quien esto escribe,
vuelvo al Proyecto Castor. Nos tendría que sorprender que España, un país de sol y viento nos
decantemos por el gas que hay que importar a precio de oro. A quien le toca en suerte la concesión
del almacén de gas Castor es a la compañía ACS de Florentino Pérez que posee el
66% de la sociedad Escal UGS d´Espanya y Dundee Energy de Canada con un 33% del
capital. Obtienen la concesión una vez publicada en el BOE del 16 de mayo de
2008 (Real Decreto 855/2008 )
y es de todos conocido que el dichoso proyecto Castor se ha muerto. Cientos
de terremotos, de diferente intensidad, se dieron en las poblaciones de la
costa cuando intentaban recargar gas en la cavidad subterránea dejada por la
extracción de una bolsa de petróleo. En el último momento, temiendo lo
peor, el Ministro de Industria dio la orden de paralizar la inyección de gas.
Conviene traer aquí el artículo 14 de la concesión para poder apreciar con que
desvergüenza nos engañan.
Artículo 14. Extinción. Sin perjuicio de lo establecido
con carácter general en la Ley 30/1992, de 26 de noviembre de Régimen Jurídico
de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común, y
disposiciones que la desarrollan, son causas de nulidad las señaladas en el
artículo 33 de la Ley 34/1998, de 7 de octubre, del Sector de Hidrocarburos.
Son causas de extinción de la presente concesión las señaladas en el artículo
34 de la Ley 34/1998, de 7 de octubre, del Sector de Hidrocarburos, y las demás
previstas en la legislación vigente, en particular el apartado a) del citado
artículo. La extinción de la concesión
por la causa prevista en el artículo 34.1 apartado c) habrá de ser expresamente
autorizada por resolución administrativa. La extinción de la concesión se
producirá sin perjuicio de las sanciones a que dieran lugar las causas que la
provocan. En caso de caducidad o extinción de la concesión, las instalaciones
revertirán al Estado. En tal caso, y para asegurar la recuperación de la
inversión realizada por los titulares, en coherencia con lo establecido en el
artículo 92.1.a) de la Ley 34/1998, de 7 de octubre, del Sector de
Hidrocarburos se compensará a la empresa
concesionaria por el valor neto contable de las instalaciones afectas al
almacenamiento subterráneo siempre que estas continúen operativas. Lo anterior no será de aplicación en caso
de dolo o negligencia imputable a la empresa concesionaria, en cuyo caso la
compensación se limitará al valor residual de las instalaciones, sin perjuicio
de otras responsabilidades de la empresa concesionaria.
A la velocidad del
rayo nuestro insigne gobierno le ha pagado, sin rechistar, a la empresa
concesionaria 1.300 millones de euros por un supuesto valor neto contable de
las instalaciones siempre que estas continúen operativas. Lo
dice claramente, se paga si la instalación continua operativa y resulta que no lo
está. Si es
evidente que no está operativa ¿Por qué se les paga? La
triquiñuela consiste en que el glorioso gobierno la califica en estado de
hibernación como si fuera un oso. No hay dinero para ayudas
sociales y por otro lado se tira una millonada que se carga en la factura del
gas en los próximos 30 años. El total que asciende la broma con sus
correspondientes intereses: 4.200 millones de euros. A
esta monstruosa cifra habrá que añadir otra que rondará la que ahora se ha
pagado, se trata de que la instalación no está en estado de hibernación si no
que está inservible y con la regulación de la UE las compañías petrolíferas
están obligadas a desmontar las plataformas sobre el mar que dejan de
funcionar. Actualmente
la Shell está retirando las plataformas sin uso en las explotaciones del Mar
del Norte. Del coste de desmontaje, tan costoso como el de instalación, no se
dice nada, se supone que esperan que la tormenta amaine para sigilosamente cargarnos
bajo mano el coste. Estamos apañados, fue con el gobierno del PSOE que se dio
esta concesión que sirve para especular con los precios y encima se carga sobre
las espaldas del populacho unos costes que nada tienen que ver y es el gobierno
del PP que sin auditoria ni revisión da la orden de pago que ateniéndose
a lo pactado en la concesión la puede esquivar y que el marrón se lo coman los
especuladores. Los
regalos multi millonarios continúan. Se advierte la necesidad de un par de
tazas de tila para seguir adelante.
La vuelta de la tortilla
Que Dios los coja
confesados a los de la puerta giratoria, a los asentados en las poltronas, y a
todos aquellos que deberían de haber hecho y no hicieron nada, a los que
miraron para otro lado, a los oligarcas y psicópatas que enfermos de
insensibilidad se han ganado un puesto en el banquillo en una Comisión de la
Verdad y de un Tribunal que los juzgue por alta traición.
Claro, todo esto si
se consigue dar la vuelta a la tortilla. Todo se andará, de momento un relato
vomitivo de la tarifa eléctrica más cara de Europa con sueldos de miseria. La
historia se inicia en 1997 con la liberalización del mercado eléctrico, el PP a
través del ministro de Industria, Josep Piqué, crea los Costes de Transición a
la Competencia (CTC) para compensar las inversiones que el Gobierno obligó a
acometer a las eléctricas mientras el sector estuvo regulado. Un
teatrillo para que en lugar que los oligarcas tuvieran que pagar por las
compañías que se privatizaban, cobraran y les saliera el negocio en gratis
total. Estos
costes, que se pagaban en la factura de la luz “como costes permanentes del
sistema” ¡Manda huevos! ¿Quién los calificaría como permanentes? (igual como se
carga el fiasco de Castor en la factura del gas). El objeto era devolver a esas
empresas 8.600 millones de euros por el valor de esas supuestas inversiones. El
Gobierno socialista, en 2006, suprime los CTC al considerar que “genera
distorsiones en los precios de mercado”, “porque han quedado obsoletas las
hipótesis sobre las qua se basaron” y también por el “alto
grado de amortización de las instalaciones”. Las razones para suprimir este cargo
sobre la factura de la luz eran más que suficientes.
Mal asunto el de
cargar conceptos en la factura de la luz además de los estrictamente necesarios
del coste de producir electricidad ya que estamos rodeados de ladrones de la
peor calaña y para demostración estos angelitos de las compañías eléctricas, en
el momento de la suspensión, se habían cobrado de más 3.396 millones de euros.
Las razones de la suspensión del cobro de los CTC a través de la factura de la
luz ya no eran los argumentos expuestos por los socialistas si no que se habían
cobrado, a la chita callando, un 40% más. En 13 de marzo de 2008 la abogacía
del Estado establece en un informe solicitado por la Secretaría de Estado de
Energía en el que se expone que las eléctricas cobraron de más a través de los CTC y considera ese
exceso un “enriquecimiento injusto” que el Estado puede reclamar a estas
empresas. EI informe asegura que el Gobierno tiene de plazo
hasta 2010, cuatro años a contar desde que entrara en vigor la ley de 2006 que
los suprimió, para reclamar esas cantidades abonadas de forma indebida. El
25 de junio de 2010 caducaba el derecho a reclamar a las eléctricas los cobros
ilegítimos.Hasta el momento nuestro glorioso gobierno no ha
exigido a las compañías el dinero cobrado de más. Legalmente
ha prescrito o mejor dicho han dejado que prescribiera. Al
populacho no se le deja pasar ni una pero a los oligarcas les besan el culo.
¿Hay o no hay razón, si se da la vuelta a la tortilla, de un juicio por alta
traición?
Para acabar algo que
no entiendo ¿A que esperan los damnificados por los terremotos del Castor para
poner en marcha sus reclamaciones? El artículo 10 de la concesión no da lugar a
ninguna duda. Dice así:
Artículo 10. Conservación y
seguro de responsabilidad civil. El titular de la concesión deberá garantizar la cobertura de su
responsabilidad civil por los daños que pudieran causarse a terceros en el
desarrollo de sus actividades de construcción desarrollo y explotación del
almacenamiento subterráneo. ¿A
qué esperan? http://www.boe.es/boe/dias/2008/06/05/pdfs/A26051-26052.pdf
Todavía hay más pero lo dejo
para una próxima ocasión.
El Proyecto Castor según su web: http://www.escalugs.com/saber_galeria_videos_ver.asp
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