31/10/21

Más que nada en el mundo, Juan Salvador Gaviota amaba volar…

¿ERES ORIGINAL O ERES UNO MÁS? 

El mensaje de Juan Salvador Gaviota

Amanecía y el nuevo sol pintaba de oro las ondas de un mar tranquilo. Un pesquero chapoteaba a un kilómetro de la costa cuando, de pronto, rasgó el aire la voz alertando a la bandada de la comida y una multitud de mil gaviotas se aglomeró para regatear y luchar por cada pizca de comida.

Comenzaba otro día de ajetreo.

Pero alejado y solitario, más allá de barcas y playas, está practicando Juan Salvador Gaviota.

A treinta metros de altura, bajó sus pies palmeados, alzó su pico, y se esforzó por mantener en sus alas esa dolorosa y difícil posición requerida para lograr un vuelo pausado. Aminoró su velocidad hasta que el viento no fue más que un susurro en su cara, hasta que el océano pareció detenerse allá abajo. Entornó los ojos en feroz concentración, contuvo el aliento, forzó aquella torsión un sólo centímetro más… Encrespáronse sus plumas, se atascó y cayó.

Las gaviotas, como es bien sabido, nunca se atascan, nunca se detienen. Detenerse en medio del vuelo es para ellas vergüenza, es deshonor.

Pero Juan Salvador Gaviota, sin avergonzarse, y al extender otra vez sus alas en aquella temblorosa y ardua torsión -parando, parando, y atascándose de nuevo-, no era un pájaro cualquiera… 

La mayoría de las gaviotas no se molesta en aprender sino las normas de vuelo más elementales como ir y volver entre playa y comida.

Para la mayoría de las gaviotas, no es volar lo que importa sino comer. Para esta gaviota, sin embargo, no es comer lo que importaba, sino volar.

Más que nada en el mundo, Juan Salvador Gaviota amaba volar…

https://loquepodemoshacer.wordpress.com/2021/10/30/la-fuerza-del-espiritu-81-eres-original-o-eres-uno-mas-el-mensaje-de-juan-salvador-gaviota/  

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