Hasta cuando vamos a consentir que
el desequilibrio presupuestario, elevado a cataclismo social, se aposente sobre
las espaldas de los trabajadores mientras las grandes empresas se van de
rositas en lo que respecta a su contribución fiscal. Cuando el populacho se
entere de verdad como funciona la fiscalidad en España se llevará las manos a
la cabeza. A precario se tienen noticias que la causa tiene responsables
conocidos. La clase política está rendida a los pies de unos lobbys que
no han tenido un momento de descanso con tal de conseguir para sus amos las exenciones
fiscales de bancos y grandes empresas.
Se permite que la élite económica
no pague impuestos y el sostenimiento del país recae en una gran parte de la
sociedad que no tiene quien, de cierto, la represente. Los lobbys que personifican
al gran capital han remado todos a una para establecer una política fiscal a
base de impuestos indirectos que resulta fotocopia de los Estados Unidos: quien
más tiene menos paga. El resultado salta a la vista, nuestros
representantes han basado la recaudación fiscal en el rendimiento del trabajo
(IRPF) y el impuesto sobre el consumo (IVA). Los millones de parados no rinden
impuesto y tampoco consume más allá de lo vital para vivir. La demás población
visto lo visto restringe el gasto superfluo. Esto es lo que hay después de
dejar que se marchen sin cotizar a los que mueven el dinero.
El cambio es radical, la economía
real que proporciona puestos de trabajo ha sido sustituida por una economía
especulativa que vacía las arcas públicas y los bolsillos del populacho. ¿Somos
tan imbéciles como para consentir todo esto sin mover el culo del sofá? El descalabro de la economía
no ha sido a causa del derrumbe de la economía productiva ha sido a causa de la
vorágine de los mercados financieros.
A pesar que estas causas las ve hasta
un ciego nuestros gobiernos siguen como si nada hubiera ocurrido y nadie
tuviera culpa de nada y seguimos a lo de siempre: a magnificar unos índices que
no tienen una existencia real, puesto que solo representan un panel teórico de
valores cotizados en la Bolsa. El Ibex—35 de Madrid, el Cac 40 de Paris, el Dow
Jones de Nueva York, el Dax 30 de Francfort, el ET de Londres, o el Nikkei de
Tokyo se utilizan para adivinar su evolución futura. Esta economía de casino se
ha ido extendiendo a una velocidad supersónica igual a la expansión de los
intercambios exteriores promovidos por masas financieras de enorme tamaño de
petrodólares, eurodólares, de fondos de pensiones por capitalización y de la
necesidad de financiación de los Estados y las empresas. El desarrollo
exponencial de estos capitales flotantes puede desestabilizar países
enteros.
Los que en un principio, en los años de la posguerra, fueron
paraísos fiscales, en poco tiempo, con la llegada de los ordenadores, los
satélites y el desarrollo de los mercados financieros, se transformaron en
paraísos bancarios. La liberalización de los mercados ha transformado los
paraísos fiscales en paso obligado de los capitales, cualquiera sea su
origen. Mientras los paraísos fiscales continúen ahí la precariedad se irá
incrementando hasta el punto de un sometimiento total y absoluto.
Los casos de infidelidad fiscal se multiplican, se puede decir, que cada uno a
lo suyo, se les ha ido de las manos. En el blog ya he ilustrado de varias
empresas (del Ibex-35 y fuera de él) que dan esquinazo a Hacienda. En marzo de
2013 le tocó el turno al icono de los refrescos (Ver:Coca-Cola, la
chispa de la vida, nos la da con queso.) vale la pena seguir este
acontecimiento que es el vivo ejemplo de lo que necesitamos … si nos queremos
suicidar.
La compañía Coca-Cola
se estableció en España a través de una política expansiva que se sostenía
en concesiones territoriales al igual que la empleada en otros países.
Pero las cosas cambian, ahora lo que interesa es la agrupación de la
oferta, una epidemia que se extiende por el mundo occidental, y en
España se ha consolidado con la fusión de los siete concesionarios
y fabricantes del refresco que había repartidos por España, Portugal y
Andorra. Esta concentración de la oferta en las mismas manos se ha
materializado a través de la sociedad Coca-Cola Iberian Partners y
tiene que ver con una cuestión fiscal impuesta, tutelada y auspiciada por la
compañía madre desde Atlanta. Ahora nos podemos situar, después de consumado
este múltiple matrimonio, en los daños colaterales de esta decisión
empresarial. Las 15 plantas embotelladoras agrupaban una
plantilla de 5.000 trabajadores. Coca-Cola Iberian Partners ha presentado un expediente de regulación de empleo (ERE) que afectará
a un total de 1.250 trabajadores y ha comunicado el cierre
de cuatro de sus once plantas en España, ¡¡Agua vaaa!! De una tacada
se fulmina al 25% de la plantilla y esto es solo el empezar. Cabe
preguntarse que nos aportan estos negocios, adheridos a las multinacionales,
cuyo objetivo es el máximo beneficio. La orientación mundial se ha propuesto
conseguir el objetivo de la concentración de la oferta con el rollo patatero del
libre mercado que nuestros representantes políticos aplauden a rabiar como cosa
divina olvidando las políticas de pleno empleo. Todavía hay más, la producción
del líquido oscuro y con burbujas se le califica como el primer grupo
alimentario, no obstante los antecedentes de Coca-Cola al escaquearse
de la contribución fiscal perduran desde hace años. Cada vez que alguien
toma una Cola-Cola en un bar o carga en el carro de la compra un pack de esta
marca, ingenuamente pensará que un producto tan conocido y vendido ayudará a la
economía del país. No es así.
La batalla entre Coca-Cola y
Hacienda por discrepar sobre el pago de impuestos viene de años atrás por lo
que cada una de las actas atraviesa su particular proceso legal. Es un
continuo, cuando no se trata del IVA, se trata del Impuesto Sobre
Sociedades ya que se discute la mayor: Coca-Cola no fabrica sus bebidas
en España. Los 3.000 millones de euros de facturación son totalmente
invisibles respecto a la fiscalidad, La magia consiste en que la marca
vende a las embotelladoras españolas el concentrado del producto, que
llaman charop, y
que se elabora en Irlanda. Refrescos Envasados, la compañía con los contenciosos
pendientes con Hacienda, es una sociedad sin personal, con
beneficios de 637.000 euros en 2009, pero de la que cuelgan Compañía de
Servicios de Bebidas Refrescantes, Pemberton Productions y Coca-Cola
Gestión. Todo esto es un montaje ya que resulta que el dichoso charop se factura, por la empresa
radicada en Irlanda, al precio del oro. La empresa madre de Coca-Cola situada en Atlanta (EE.UU.)
extrae de esta forma los beneficios hacia Irlanda con un régimen fiscal super
favorable y España se queda a dos velas, destruyen puestos de trabajo,
se llevan los beneficios y no tributan fiscalmente. ¿Para que coño necesitamos
a estas sanguijuelas? No se trata solo de esta compañía la que extrae los
beneficios obtenidos en el país en el sector alimentario es una plaga, para
hacer boca veremos como se lo monta la cervecera Damm, Gallina Blanca y sus polvos
mágicos para la sopa y el gigante de los supermercados Carrefour.
Las grandes empresas representadas
en el IBEX-35, prácticamente todas, tienen sociedades radicadas en los paraísos
fiscales con el único fin de expatriar beneficios y escaquearse de pagar los
impuestos correspondientes. Todo se hace legal ya que a base de sobornos han
conseguido las exenciones fiscales para no pagar nada o casi nada. (Ver: Escrache a las
empresas del IBEX-35 que dan esquinazo a Hacienda (1)) Esto es
lo que hay, una corrupción que ha dejado al país sin ingresos por lo que para
mantener el tinglado hace falta apretar las clavijas al populacho con
nuevos impuestos o apretar de lo lindo con los que ya teníamos.
Aparte de esta élite del IBEX-35
están las familias tradicionales que controlan negocios boyantes, entre ellas
está la familia Carceller que controla la cervecera Damm. El
presidente, Demetrio Carceller Coll, se le acusa presuntamente de
defraudar 72 millones a Hacienda y de cometer el delito de blanqueo de
capitales además se atribuye desde los años noventa “una actividad dirigida a
ocultar que su residencia efectiva y real radicaba en España” a pesar de que su domicilio
estaba en Madrid y Galapagar, el empresario llevó a cabo maniobras para “ocultar sus rentas y
patrimonios a la Hacienda Pública española” mediante la utilización de estructuras
fiduciarias radicadas en paraísos fiscales y la reinversión de las cuotas
defraudadas en sociedades que también controlaba. Los Carceller utilizaban un
entramado societario y planificaron la simulación de su residencia en Portugal
y Reino Unido. Su hijo, Carceller Arce participó “activamente” en la gestión del patrimonio
de su padre, especialmente en las inversiones que tiene en Arizona (Estados
Unidos). Entre las actividades de ocultación que habría realizado Carceller se
encuentran la de la titularidad de “importantes paquetes accionariales”.
Las familias cambian pero la
historia se repite con un común denominador: pagar los mínimos impuestos en
España, son muchos los empresarios que contratan a despachos de abogados y
fiscalistas para pagar menos impuestos. No siempre sale todo bien y en el afán
por “ahorrarse” dinero meten la pata. La familia Carulla que controla, entre
otras empresas el grupo Agrolimen (un conglomerado en la que se distinguen
Gallina Blanca, Ausonia o Pans & Company). Al frente de la familia Carulla
se encuentra Jordi Carulla Font, uno de los seis hermanos cuyo domicilio está ubicado en Londres, pero que hace vida en
Barcelona. El rollo siempre es el mismo y se argumenta motivos
de estructura corporativa para eludir pagar impuestos. Sería conveniente preguntarse la necesidad que tiene el grupo
Agrolimen para situar empresas en paraísos fiscales de Sudamérica y de las
Antillas Holandesas para moverse en un negocio que no lo requiere.
El descubrimiento de la
trama se sustentaba en dos sociedades: Marimare Investments y Venelpark,
domiciliadas en las Antillas Holandesas. Estas dos compañías están
administradas por Jordi Carulla, el hermano que tiene la condición fiscal de no
residente en España. Con esta condición de no residente es el primer eslabón
para eludir fácilmente la fiscalidad española que se acompaña de una
compleja operación de ingeniería financiera y el resultado no puede ser más
beneficioso: se evaporan los beneficios de vender en España y se colocan a buen
recaudo. El Impuesto de Sociedades queda para hacer bonito. Los Carulla
intentaron repatriar todas las sociedades a España. Sin embargo, ya era tarde y
Hacienda había empezado a investigar un fraude que podría ascender a entre 160
y 180 millones de euros.
La plaga de la evasión fiscal
cubre todo el espectro va desde las empresas que cotizan en Bolsa, las
selectivas del IBEX-35 las poderosas familias que en sagas controlan
importantes empresas y ahora, para completar el desaguisado, nos falta dar una
pincelada por las multinacionales se han hecho con el mercado, venden en España
y sin ningún miramiento se llevan los beneficios fuera del país sin pagar un
euro. Para seguir con la cadena alimentaria cumple traer a escena el grupo Carrefour que opera en España a través de la
sociedad de cartera Norfin Holvés que a pesar de movilizar cifras
impresionantes (cobra al contado y paga a sus proveedores cuando se acuerda)
Hacienda le ha echado el
ojo. Se trata de discrepancias que ascienden a 366 millones de euros que
la empresa del supermercado ha recurrido al Tribunal Económico Administrativo
Central. El escaqueo es completo y variado: descuadre en las retenciones de
IRPF, Impuesto de Sociedades, IVA y otros impuestos. En el blog ya se ha dejado
constancia de cómo se lo montan las
multinacionales que se apoderan del mercado y no dejan un euro en las arcas
públicas. Bruselas ya se ha pronunciado sobre esta plaga pero
pasan los meses, los años y no se hace nada de nada. ¿Tan indefensos estamos
como demandantes de bienes y servicios? Appel traslada sus
beneficios a una filial en Irlanda. Google refactura los gastos a
una filial irlandesa que deja escuálida a la red de ventas en España. Más de lo
mismo en Facebook que los ingresos los traslada a la
dichosa Irlanda. Microsoft actúa como comisionista de las ventas
que realiza Ireland Operation Ltd. Amazon, factura prácticamente
todo su negocio en España a una filial en Luxemburgo. Las ventas en España
de e-Bay se van hacia Suiza. Así, por el procedimiento de que
si te he visto no me acuerdo centenares de multinacionales y miles de
empresas se marchan sin pagar un euro siempre bajo la más estricta legalidad. Hasta
que no se publiquen listas con las ventas de las sociedades que cotizan en
Bolsa, las empresas controladas por sagas familiares y las multinacionales que
actúan en nuestro mercado especificando los impuestos “ingresados realmente” en
Hacienda no habrá solución alguna para el populacho que le tocará pagar lo que
estos canallas eluden. (Ver: ¡Queremos la lista de los listos!)
Máxima de Upton Sincler: Es difícil conseguir que
un hombre entienda algo cuando su salario depende de que no lo
entienda.
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