27/1/14

Se permite que la élite económica no pague impuestos y el sostenimiento del país recae en una gran parte de la sociedad que no tiene quien la represente

 LOS TRABAJADORES A LA CALLE Y LOS BENEFICIOS A LOS PARAÍSOS FISCALES

Hasta cuando vamos a consentir que el desequilibrio presupuestario, elevado a cataclismo social, se aposente sobre las espaldas de los trabajadores mientras las grandes empresas se van de rositas en lo que respecta a su contribución fiscal. Cuando el populacho se entere de verdad como funciona la fiscalidad en España se llevará las manos a la cabeza. A precario se tienen noticias que la causa tiene responsables conocidos. La  clase política está rendida a los pies de unos lobbys que no han tenido un momento de descanso con tal de conseguir para sus amos las exenciones fiscales de bancos y grandes empresas. 

Se permite que la élite económica no pague impuestos y el sostenimiento del país recae en una gran parte de la sociedad que no tiene quien, de cierto, la represente. Los lobbys que personifican al gran capital han remado todos a una para establecer una política fiscal a base de impuestos indirectos que resulta fotocopia de los Estados Unidos: quien más tiene menos paga. El resultado salta a la vista, nuestros representantes han basado la recaudación fiscal en el rendimiento del trabajo (IRPF) y el impuesto sobre el consumo (IVA). Los millones de parados no rinden impuesto y tampoco consume más allá de lo vital para vivir. La demás población visto lo visto restringe el gasto superfluo. Esto es lo que hay después de dejar que se marchen sin cotizar a los que mueven el dinero. 

El cambio es radical, la economía real que proporciona puestos de trabajo ha sido sustituida por una economía especulativa que vacía las arcas públicas y los bolsillos del populacho. ¿Somos tan imbéciles como para consentir todo esto sin mover el culo del sofá?  El descalabro de la economía no ha sido a causa del derrumbe de la economía productiva ha sido a causa de la vorágine de los mercados financieros.

A pesar que estas causas las ve hasta un ciego nuestros gobiernos siguen como si nada hubiera ocurrido y nadie tuviera culpa de nada y seguimos a lo de siempre: a magnificar unos índices que no tienen una existencia real, puesto que solo representan un panel teórico de valores cotizados en la Bolsa. El Ibex—35 de Madrid, el Cac 40 de Paris, el Dow Jones de Nueva York, el Dax 30 de Francfort, el ET de Londres, o el Nikkei de Tokyo se utilizan para adivinar su evolución futura. Esta economía de casino se ha ido extendiendo a una velocidad supersónica igual a la expansión de los intercambios exteriores promovidos por masas financieras de enorme tamaño de petrodólares, eurodólares, de fondos de pensiones por capitalización y de la necesidad de financiación de los Estados y las empresas. El desarrollo exponencial de estos capitales flotantes puede desestabilizar países enteros. 

Los que en un principio, en los años de la posguerra, fueron paraísos fiscales, en poco tiempo, con la llegada de los ordenadores, los satélites y el desarrollo de los mercados financieros, se transformaron en paraísos bancarios. La liberalización de los mercados ha transformado los paraísos fiscales en paso obligado de los capitales, cualquiera sea su origen. Mientras los paraísos fiscales continúen ahí la precariedad se irá incrementando hasta el punto de un sometimiento total y absoluto. Los casos de infidelidad fiscal se multiplican, se puede decir, que cada uno a lo suyo, se les ha ido de las manos. En el blog ya he ilustrado de varias empresas (del Ibex-35 y fuera de él) que dan esquinazo a Hacienda. En marzo de 2013 le tocó el turno al icono de los refrescos (Ver:Coca-Cola, la chispa de la vida, nos la da con queso.) vale la pena seguir este acontecimiento que es el vivo ejemplo de lo que necesitamos … si nos queremos suicidar.

La compañía Coca-Cola se estableció en España a través de una política expansiva que se sostenía en concesiones territoriales al igual que la empleada en otros países. Pero las cosas cambian, ahora lo que interesa es la agrupación de la oferta, una epidemia que se extiende por el mundo occidental, y en España se ha consolidado con la fusión de los siete concesionarios y fabricantes del refresco que había repartidos por España, Portugal y Andorra. Esta concentración de la oferta en las mismas manos se ha materializado a través de la sociedad Coca-Cola Iberian Partners y tiene que ver con una cuestión fiscal impuesta, tutelada y auspiciada por la compañía madre desde Atlanta. Ahora nos podemos situar, después de consumado este múltiple matrimonio, en los daños colaterales de esta decisión empresarial. Las 15 plantas embotelladoras agrupaban una plantilla de 5.000 trabajadores. Coca-Cola Iberian Partners ha presentado un expediente de regulación de empleo (ERE) que afectará a un total de 1.250 trabajadores y ha comunicado el cierre de cuatro de sus once plantas en España, ¡¡Agua vaaa!! De una tacada se fulmina al 25% de la plantilla y esto es solo el empezar. Cabe preguntarse que nos aportan estos negocios, adheridos a las multinacionales, cuyo objetivo es el máximo beneficio. La orientación mundial se ha propuesto conseguir el objetivo de la concentración de la oferta con el rollo patatero del libre mercado que nuestros representantes políticos aplauden a rabiar como cosa divina olvidando las políticas de pleno empleo. Todavía hay más, la producción del líquido oscuro y con burbujas se le califica como el primer grupo alimentario, no obstante los antecedentes de Coca-Cola al escaquearse de la contribución fiscal perduran desde hace años. Cada vez que alguien toma una Cola-Cola en un bar o carga en el carro de la compra un pack de esta marca, ingenuamente pensará que un producto tan conocido y vendido ayudará a la economía del país. No es así. 

La batalla entre Coca-Cola y Hacienda por discrepar sobre el pago de impuestos viene de años atrás por lo que cada una de las actas atraviesa su particular proceso legal. Es un continuo, cuando no se trata del IVA, se trata del Impuesto Sobre Sociedades ya que se discute la mayor: Coca-Cola no fabrica sus bebidas en España. Los 3.000 millones de euros de facturación son totalmente invisibles respecto a la fiscalidad, La magia consiste en que la marca vende a las embotelladoras españolas el concentrado del producto, que llaman charop, y que se elabora en Irlanda. Refrescos Envasados, la compañía con los contenciosos pendientes con Hacienda, es una sociedad sin personal, con beneficios de 637.000 euros en 2009, pero de la que cuelgan Compañía de Servicios de Bebidas Refrescantes, Pemberton Productions y Coca-Cola Gestión. Todo esto es un montaje ya que resulta que el dichoso charop se factura, por la empresa radicada en Irlanda, al precio del oro. La empresa madre de Coca-Cola situada en Atlanta (EE.UU.) extrae de esta forma los beneficios hacia Irlanda con un régimen fiscal super favorable y España se queda a dos velas, destruyen puestos de trabajo, se llevan los beneficios y no tributan fiscalmente. ¿Para que coño necesitamos a estas sanguijuelas? No se trata solo de esta compañía la que extrae los beneficios obtenidos en el país en el sector alimentario es una plaga, para hacer boca veremos como se lo monta la cervecera Damm, Gallina Blanca y sus polvos mágicos para la sopa y el gigante de los supermercados Carrefour.  

Las grandes empresas representadas en el IBEX-35, prácticamente todas, tienen sociedades radicadas en los paraísos fiscales con el único fin de expatriar beneficios y escaquearse de pagar los impuestos correspondientes. Todo se hace legal ya que a base de sobornos han conseguido las exenciones fiscales para no pagar nada o casi nada. (Ver: Escrache a las empresas del IBEX-35 que dan esquinazo a Hacienda (1)Esto es lo que hay, una corrupción que ha dejado al país sin ingresos por lo que para mantener el tinglado hace falta apretar las clavijas al populacho con nuevos impuestos o apretar de lo lindo con los que ya teníamos.

Aparte de esta élite del IBEX-35 están las familias tradicionales que controlan negocios boyantes, entre ellas está la familia Carceller que controla la cervecera Damm. El presidente, Demetrio Carceller Coll, se le acusa presuntamente de defraudar 72 millones a Hacienda y de cometer el delito de blanqueo de capitales además se atribuye desde los años noventa “una actividad dirigida a ocultar que su residencia efectiva y real radicaba en España” a pesar de que su domicilio estaba en Madrid y Galapagar, el empresario llevó a cabo maniobras para “ocultar sus rentas y patrimonios a la Hacienda Pública española” mediante la utilización de estructuras fiduciarias radicadas en paraísos fiscales y la reinversión de las cuotas defraudadas en sociedades que también controlaba. Los Carceller utilizaban un entramado societario y planificaron la simulación de su residencia en Portugal y Reino Unido. Su hijo, Carceller Arce participó “activamente” en la gestión del patrimonio de su padre, especialmente en las inversiones que tiene en Arizona (Estados Unidos). Entre las actividades de ocultación que habría realizado Carceller se encuentran la de la titularidad de “importantes paquetes accionariales”.

Las familias cambian pero la historia se repite con un común denominador: pagar los mínimos impuestos en España, son muchos los empresarios que contratan a despachos de abogados y fiscalistas para pagar menos impuestos. No siempre sale todo bien y en el afán por “ahorrarse” dinero meten la pata. La familia Carulla que controla, entre otras empresas el grupo Agrolimen (un conglomerado en la que se distinguen Gallina Blanca, Ausonia o Pans & Company). Al frente de la familia Carulla se encuentra Jordi Carulla Font, uno de los seis hermanos cuyo domicilio está ubicado en Londres, pero que hace vida en Barcelona. El rollo siempre es el mismo y se argumenta motivos de estructura corporativa para eludir pagar impuestos. Sería conveniente preguntarse la necesidad que tiene el grupo Agrolimen para situar empresas en paraísos fiscales de Sudamérica y de las Antillas Holandesas para moverse en un negocio que no lo requiere. 
El descubrimiento de la trama se sustentaba en dos sociedades: Marimare Investments y Venelpark, domiciliadas en las Antillas Holandesas. Estas dos compañías están administradas por Jordi Carulla, el hermano que tiene la condición fiscal de no residente en España. Con esta condición de no residente es el primer eslabón para eludir  fácilmente la fiscalidad española que se acompaña de una compleja operación de ingeniería financiera y el resultado no puede ser más beneficioso: se evaporan los beneficios de vender en España y se colocan a buen recaudo. El Impuesto de Sociedades queda para hacer bonito. Los Carulla intentaron repatriar todas las sociedades a España. Sin embargo, ya era tarde y Hacienda había empezado a investigar un fraude que podría ascender a entre 160 y 180 millones de euros.

La plaga de la evasión fiscal cubre todo el espectro va desde las empresas que cotizan en Bolsa, las selectivas del IBEX-35 las poderosas familias que en sagas controlan importantes empresas y ahora, para completar el desaguisado, nos falta dar una pincelada por las multinacionales se han hecho con el mercado, venden en España y sin ningún miramiento se llevan los beneficios fuera del país sin pagar un euro. Para seguir con la cadena alimentaria cumple traer a escena el grupo Carrefour que opera en España a través de la sociedad de cartera Norfin Holvés que a pesar de movilizar cifras impresionantes (cobra al contado y paga a sus proveedores cuando se acuerda)

Hacienda le ha echado el ojo.  Se trata de discrepancias que ascienden a 366 millones de euros que la empresa del supermercado ha recurrido al Tribunal Económico Administrativo Central. El escaqueo es completo y variado: descuadre en las retenciones de IRPF, Impuesto de Sociedades, IVA y otros impuestos. En el blog ya se ha dejado constancia de cómo se lo montan las multinacionales que se apoderan del mercado y no dejan un euro en las arcas públicas. Bruselas ya se ha pronunciado sobre esta plaga pero pasan los meses, los años y no se hace nada de nada. ¿Tan indefensos estamos como demandantes de bienes y servicios? Appel traslada sus beneficios a una filial en Irlanda. Google refactura los gastos a una filial irlandesa que deja escuálida a la red de ventas en España. Más de lo mismo en Facebook que los ingresos los traslada a la dichosa Irlanda. Microsoft actúa como comisionista de las ventas que realiza Ireland Operation Ltd. Amazon, factura prácticamente todo su negocio en España a una filial en Luxemburgo. Las ventas en España de e-Bay se van hacia Suiza. Así, por el procedimiento de que si te he visto no me acuerdo centenares de multinacionales y miles de empresas se marchan sin pagar un euro siempre bajo la más estricta legalidad. Hasta que no se publiquen listas con las ventas de las sociedades que cotizan en Bolsa, las empresas controladas por sagas familiares y las multinacionales que actúan en nuestro mercado especificando los impuestos “ingresados realmente” en Hacienda no habrá solución alguna para el populacho que le tocará pagar lo que estos canallas eluden. (Ver: ¡Queremos la lista de los listos!)

Máxima de Upton Sincler: Es difícil conseguir que un hombre entienda algo cuando su salario depende de que no lo entienda.  


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