INSOLVENCIA Y COOPERATIVAS
Herramientas para proteger la autogestión ante la ley
La insolvencia es la situación en la que se encuentra una
persona cuando sus acreedores no pueden hacerle pagar porque no tiene bienes a
su nombre para hacerlo.
Actualmente hay muchas personas en situación de insolvencia, algunas de
ellas han llegado a serlo por motivos ideológicos y otras muchas lo son de
forma involuntaria.
En un momento en que los morosos somos millones de personas, mediante
nuestra unión como deudores podemos recuperar la libertad de dejar de serlo.
El poder económico manipula para que las personas deudoras sean vistas con
rechazo social. En cambio, la persona morosa, aunque llegue a serlo por errores
en la gestión de su dinero, deja de ser parte del sistema consumista y
eso le da una oportunidad para aprender a vivir de
otra manera.
De hecho, muchas de nosotras nos hemos decidido por la insolvencia
como herramienta útil para nuestra vida cotidiana. La combinación de la
práctica antidemocrática del poder político y de la legislación vigente hace
que las personas insolventes podamos disfrutar de muchas más libertades civiles
que las otras. El Estado nos puede castigar con multas pero no tiene
herramientas para hacernos pagar.
Las personas insolventes nos podemos organizar para llevar a cabo acciones colectivas
Es por este motivo, que ya desde la publicación PODEMOS
comenzamos a generar herramientas para poner en contacto a todas las personas
que estamos en situación de insolvencia o que queremos llegar a ella. Con los
conocimientos adecuados podremos utilizar esta nueva libertad que disfrutamos
en beneficio de la sociedad y en beneficio de nosotros mismos.
Las personas insolventes nos podemos organizar para llevar a cabo acciones
colectivas sin sufrir ninguna represalia económica por parte del Estado.
Nuestra libertad nos permitiría hacer muchas acciones de desobediencia
civil: dejar de pagar el transporte público, distribuir materiales de
colectivos sociales, dar el nombre para concentraciones o manifestaciones, etc…
Entre todos y todas se nos pueden ocurrir un montón más.
Por ello, presentamos aquí la insolvencia como una herramienta de
transformación social. Si quieres participar te presentamos lo que
deberías saber:
¿Cómo me hago insolvente?
No hay que hacer ninguna declaración de insolvencia ante una institución del
Estado, sino simplemente llevarlo a la práctica con determinadas medidas.
- No tener propiedades inmuebles, ni vehículos registrados a tu nombre.
- No tener cuentas bancarias a tu nombre (sí puedes estar como autorizada).
- No tener acciones en bolsa, ni en sociedades mercantiles.
- No tener nóminas, pensiones, paro o ningún ingreso oficial parecido.
Además, deber dinero no figura como delito en el código penal, es sólo un
incumplimiento de contrato que depende del código civil. Debes olvidar la
asociación juicio-delincuente. No eres ninguna delincuente. Eres libre de
viajar cuando quieras.
Dejar de pagar créditos únicamente te cierra las puertas a pedir nuevos
créditos, te puede producir embargo de cuentas o nómina y de bienes presentes y
futuros. Pero la ley tiene previstos unos bienes e ingresos que no son
embargables.
Hay muchas situaciones personales que dificultan la insolvencia a corto
plazo, con lo cual, quizás la parte de no tener una nómina, una pensión o
cualquier otra paga del Estado, es la más difícil que se cumpla para la
insolvencia. Aun así el embargo de una parte de la nómina o similares puede
salir más a cuenta que seguir pagando deudas y multas.
¿Qué cantidad me embargarán de la nómina?
(También para pensión, autónomos, bajas y personas paradas). En el
caso que la nómina esté por debajo del salario mínimo interprofesional (SMI),
ésta no se puede embargar. Para el año 2012, el SMI es de 641 euros.
Por encima de esta cantidad se embarga, según los tramos que define el artículo
592 de la Ley de Enjuiciamiento Civil (LEC), lo que habitualmente será mucho
menos de lo que pagas a los bancos. Y en caso que la deuda sea por una hipoteca
impagada el mínimo inembargable se queda en 961 € según la nueva ley de julio
del 2011.
Cosas a pensar antes de dejar de pagar
La morosidad puede gestionarse con ética. Puedes pagar primero a tus amigos
si les debes dinero y a tus proveedores que sean empresas pequeñas y medianas, dejando
de pagar impuestos al Estado y sobre todo a las multinacionales y a los bancos.
Si tienes alguna propiedad de la que necesitas deshacerte, hazlo antes de
empezar a dejar de pagar una deuda, o lo antes posible una vez decidas que no
vas a pagar más multas. En el apartado siguiente te hacemos algunas propuestas
en este sentido. Finalmente antes que te embarguen puedes vender acciones,
sacar tu dinero y cerrar tus cuentas.
Vivir fuera del sistema
Las propuestas que puedes encontrar en esta publicación, como son las cooperativas
integrales y todos los elementos que forman parte del modelo de sociedad
que proponemos, son sin duda la mejor forma de vivir en la insolvencia. Se
trata en el fondo de generar unas nuevas relaciones económicas, unas
nuevas relaciones sociales, nueva confianza, nuevos derechos y que por tanto,
sustituyamos las leyes, las privaciones y la represión del sistema capitalista
por la libertad y la confianza que encontraremos participando de la nueva
sociedad.
Recursos para ampliar información
En relación al no-pago de deudas en general, la comunidad de morosos puede ser un espacio donde aclarar dudas concretas que os surjan. http://www.sincapitalismo.net/morosesEn cuanto al no-pago de hipotecas, podeis encontrar recursos en la plataforma de afectados por la hipoteca (PAH) http://afectadosporlahipoteca.com/documentos-utiles/
En cuanto a opciones de autoempleo para personas insolventes consultad la página 4.
Para profundizar en el no pago y en la insolvencia desde el punto de vista de la desobediencia civil, miraos el manual http://www.autogestionaos.net/manualdesobedienciaeconomica-
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