VIVIR BIEN CON MENOS Y EN COMÚN
Hace tiempo que lo estamos escuchando y viviendo, la necesidad que tenemos los humanos de mantener un status social y económico se está debilitando, y creo que es una buena noticia. Poco a poco nos vamos dando cuenta que no necesitamos poseer muchas cosas para tener un status social, por el simple hecho de mostrarle a nuestros vecinos lo importantes que somos al poseer bienes materiales.
Los recursos son limitados y hemos vivido una época, larga época, en la que necesitábamos cada vez más y más para mantener nuestra posición, esa posición que tiempo atrás considerábamos tan importante.
En «Economic
Possibilities for our Grandchildren»; en 1930 John Maynard Keynes,
ya reflexionaba sobre estos temas, os dejo aquí algunas perlas
encontradas en Las
Indias
“Es
verdad que las necesidades de los seres humanos pueden resultar
insaciables. Pero en realidad podríamos dividirlas en dos clases:
necesidades que son absolutas en tanto que independientes de la
situación del resto de nuestros congéneres y aquellas que son
relativas en el sentido de que solo nos sentimos satisfechos si nos
elevan por encima, nos hacen sentir superiores, a ellos. Las
necesidades de la segunda clase, aquellas que satisfacen el deseo de
superioridad, pueden ser ciertamente insaciables; cuanto mayor sea el
nivel general mayores serán. Pero
eso no es verdad para las necesidades absolutas.
En ellas se puede encontrar un punto antes, mucho antes quizás de lo que creemos, en el que esas necesidades se vean satisfechas en el sentido de que, una vez alcanzado preferimos dedicar nuestras energías más allá de él a propósitos no económicos.”
“Cuando
la acumulación de riqueza ya no tenga gran importancia social,
vendrán grandes cambios en los códigos morales.”
“La
idea de que quien menos se preocupa por el mañana es quien más
certeramente camina por las sendas de la virtud y la sensata
sabiduría. Valoraremos los fines sobre los medios y preferiremos lo
bueno a lo útil. Honraremos a aquellos que puedan ensañarnos como
apurar una hora y un día virtuosamente y bien, la gente deliciosa
que es capaz de disfrutar directamente las pequeñas cosas.”
Claro que no nos
hemos dado cuenta solos, hemos necesitado de una importante crisis
económica que nos ha afectado a casi todos para tenernos que
desprender de nuestros bienes más “valiosos”. Y esto no tiene
vuelta atrás, el futuro promete traer nuevos valores al respecto,
con:
El “desempleo tecnológico”, con su concentración de innovaciones científicas y tecnológicas que están dando lugar a una nueva revolución industrial, que promete hacernos más ricos en tiempo y más pobres en ingresos.
Más perlas de
Keynes:
Sufrimos una
nueva enfermedad que será algo importante a tener en cuenta en los
años por venir: el desempleo tecnológico. Es decir, el desempleo
debido al descubrimiento de formas de economizar el uso del trabajo
será más rápido que la velocidad a la que encontraremos nuevos
usos para el trabajo.”
“Por
primera vez desde su creación, los humanos tendrán que enfrentarse
a su problema real y permanente: cómo usar su libertad recién
alcanzada frente a las preocupaciones económicas y ocupar el
ocio que
la ciencia y el interés compuesto habrán ganado para ellos, para
vivir sabiamente, de forma agradable y buena.”
-
La economía colaborativa que nos permite compartir esos recursos limitados. Cada vez tiene menos sentido acumular propiedades y bienes materiales para uso individual, únicamente si lo puedes compartir con los demás y viceversa. ¿Para qué quiero un yate, una segunda residencia, un coche, etc. si probablemente me sale más rentable compartir con otros y utilizar lo que necesite alrededor del mundo, porque esa nueva cultura de intercambio de bienes y servicios entre particulares (Blablacar, Airbnb…) está cada vez más extendida?
Estamos ante
un cambio sociológico de colectivismo emergente.Recomiendo
este artículo: “La
tecnología zarandea el “statu quo” económico”
Y ante estos
cambios sociológicos…
¿Está
cambiando algo en las empresas?
¿Vamos a
compartir recursos con otras empresas?
¿Vamos a
empezar a colaborar, de verdad, finalmente?
¿Qué papel
le toca en todo esto a la función de RRHH?
¿Estamos
ante la economía del decrecimiento?
¿Nos
dirigimos realmente hacia la Renta Básica? Y, sobretodo
¿Vamos a ser
más felices y más humanos?
Me hago éstas y
otras preguntas y reflexiones recurrentes para las que no encuentro
respuesta ¿Me ayudas?
Comparto un
vídeo de Javi Creus que me encanta y nos dice que “más allá de
la tecnología hay otra manera de generar abundancia: compartir”.
Alicia Pomares
- Serendipia
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