ECONOMÍA SOLIDARIA: UN NUEVO ENFOQUE DE LA ECONOMÍA ALTERNATIVA
La economía solidaria plantea un nuevo enfoque conceptual, a nivel de
la teoría económica, con injerencia a las formas económicas cooperativas,
autogestionarias y asociativas; es una forma diferente de producir, mercadear y
comercializar aquello necesario para la vida.
No hay explotación humana ni de
los recursos naturales. Se promulga la cooperación, fortaleciendo el grupo, sin
patrón ni empleado, cada uno pensando en el bien de todos y no en su propio
bien.
Como movimiento de ideas, la economía solidaria se ha convertido en uno
de los principales movimientos sociales que ha logrado traducir su lema “Otro
mundo es posible” por el de “Otra economía es posible.”
Es un proceso real en el que diferentes países de América Latina, como
por ejemplo, Brasil, Ecuador y Colombia incursionaron y donde convergen la
búsqueda de variados y múltiples sectores y grupos; estos conjuntos de
emprendimientos populares de carácter asociativo, se manifiestan en una serie
de iniciativas comunitarias de hacer economía en todas sus expresiones:
producción, consumo, distribución y ahorro.
Existe un pilar en la economía alternativa, cimentado en la
cooperación, la autogestión y la ayuda mutua. Otra economía para fortalecer la
autogestión, la consolidación de emprendimientos productivos, el desarrollo
comunitario, las prácticas agroecológicas, la soberanía alimentaria, el consumo
responsable y el comercio justo, todo ello converge en redes locales,
regionales, nacionales e internacionales que fortalecen esta alternativa.
La economía solidaria ofrece una contribución relevante al
potenciamiento del desarrollo para Costa Rica, por medio de la cual se logre un
desarrollo humano, más inclusivo, más participativo y ecológicamente
sustentable.
En la economía solidaria se plantean dos grandes fines en primer
lugar, rescatar las formas económicas alternativas a las meramente mercantiles,
basadas en valores solidarios; y en segundo lugar, ser la base de una nueva
corriente teórica-metodológica económica, que permita la consolidación de esas
nuevas corrientes alternativas.
Luis Razeto (1988) plantea: “Es importante entender que el concepto de
solidaridad no es de simple fraternidad hacia los más pobres o la simple
gratuidad ni caridad para con los más débiles, sino que es y representa “la
unión de conciencias, voluntades y sentimientos tras un objetivo compartido que
genera energía social y se manifiesta eficientemente, dando lugar a efectos
positivos, incrementando el logro de los objetivos de la organización en que
opera”.
Finalmente, tal y como lo señala Manfred Max-Neef: “El desarrollo debe
ser pensado a escala humana…, es necesario crear vínculos que orienten la labor
conjunta de todos los interesados”.
Por Dr. Jorge E. Loaiza Cárdenas desde Costa Rica
FUENTE: www.prensalibre.cr
No hay comentarios:
Publicar un comentario