17/6/14

El rendimiento social del dinero no viene de estar depositado, sino del uso que se le va a dar

PROYECTO JAK:  Banca ética sin intereses

 
En los años sesenta nació en Suecia JAK, un nuevo modelo de banca ética que aboga por la soberanía financiera y por la gestión democrática y horizontal. Su factor diferencial frente a otras propuestas similares de la economía solidaria es que JAK concede préstamos a sus miembros sin ningún tipo de interés, rompiendo de esta manera con una de las reglas básicas del sistema financiero. Hoy JAK cuenta en Suecia con aproximadamente 40.000 socios y además se ha extendido por otros países como Finlandia, Italia, Dinamarca o Alemania. Lo cual demuestra la viabilidad de este modelo de banca libre sin intereses, según los integrantes del grupo promotor del proyecto JAK en Madrid, que están trabajando para hacerlo posible también en su ciudad.

La presencia en JAK Suecia del madrileño Miguel Ganzo, actual coordinador de Relaciones Internacionales de la entidad financiera, tuvo mucho que ver con la conformación de este grupo promotor en Madrid hace unos tres años. “Cada vez que Miguel venía de visita a Madrid hablaba a sus amigos y familiares de lo mucho que le gustaría que hubiera algo parecido aquí. Al final, se juntó un grupo de personas interesadas y comenzaron a difundir el modelo de JAK”, explica a Noticias Positivas Carlos Céspedes, miembro del grupo promotor madrileño.

El proyecto JAK Madrid está constituido actualmente como asociación sin ánimo de lucro, a la espera de captar el número de miembros y el capital suficiente para convertirse en cooperativa de crédito y poder así comenzar a prestar servicios financieros. Siempre sin tipos de interés, como defiende esta propuesta de banca ética.


“Si le quitas el interés al dinero, lo dejas como una herramienta, que es lo que debe ser, y no como un fin en sí mismo. Que lo consideremos como un fin provoca que queramos acaparar todo el dinero posible. Pero como dicen en JAK, el dinero no crece en los árboles. Es decir, el dinero no tiene por qué generar más dinero. Sobre todo porque su rendimiento social no viene de estar depositado, sino del uso que se le va a dar”, afirma Céspedes.

¿Cómo conseguir un préstamo en JAK?
En primer lugar, habrá que ser socio de la futura cooperativa de crédito para recibir un préstamo. Ser socio supone adquirir el compromiso de garantizar la sostenibilidad del sistema. Dicho compromiso se traduce en la obligación de ahorrar para que dichos ahorros se depositen en JAK a fin de disponer de fondos que puedan prestarse a otros miembros.

Cuando un socio de JAK ahorra o pide un préstamo dentro del sistema, consigue los llamados “puntos de ahorro”. Un punto de ahorro positivo equivale a ahorrar un euro durante un mes. Mientras que un euro prestado mensualmente sería un punto de ahorro negativo. El balance entre los puntos positivos y negativos determina la cuota mensual que deberá pagarse por el préstamo recibido. Céspedes pone el siguiente ejemplo:
“Si pides 1.000 euros para devolver en 10 meses, la cuota mensual resultante es de 100 euros, pero todo dependerá de si has ahorrado previamente o no. Si no lo has hecho, además de devolver 100 euros al mes, deberás ahorrar otros 100 euros mensuales para contribuir a la sostenibilidad del sistema. De esta forma se te obliga a ahorrar. Así, al final de los 10 meses has devuelto los 1.000 euros del préstamo y además, has ahorrado otros 1.000. Lo cual permite que el sistema cuente con ese dinero ahorrado para ser empleado en otros préstamos”.

“En cambio –prosigue Céspedes –si tienes puntos de ahorro por haber preahorrado los 1.000 euros antes de pedir ese mismo préstamo, la cuota que deberás afrontar es solo de 100 euros al mes porque ya has hecho el trabajo de ahorrar. Por tanto, ya has dejado dinero en el sistema para contribuir a que funcione”.

El miembro del grupo promotor también señala que el préstamo no tiene ningún tipo de interés pero sí hay un coste que habrá que abonar para mantener la estructura operativa de JAK (personal, equipos, alquiler de oficinas, etc.). Dicho coste tiene un precio fijo que se paga de una sola vez. “Un préstamo de 1.000 euros a lo mejor tendrá un coste de 20 euros, más o menos. Pero será un pago único que se establecerá dependiendo del coste de mantenimiento de la estructura”.

El objetivo de JAK es ofrecer este servicio de préstamos financieros principalmente a particulares y autónomos. “Las empresas ya tiene otros instrumentos de finanzas éticas a los que acudir, como Coop57 y Fiare, para disponer de financiación. Por tanto, no tiene sentido estar ahí porque estas entidades ya están haciendo un gran trabajo. Queremos cubrir el espectro que no está cubierto. Por ejemplo, el del autónomo que quiere poner una tienda ecológica”, añade Céspedes.

JAK contará con un comité ético que evaluará todas las peticiones de crédito que reciba. La autorización o denegación de un préstamo dependerá no solamente de la sostenibilidad financiera del proyecto en cuestión, sino también, y muy especialmente, de su sostenibilidad social y ambiental, en línea con los valores de JAK. Del equilibrio entre todas estas variables dependerá la decisión final.

Próximamente, el grupo promotor de JAK Madrid pondrá en marcha una campaña de crowdfunding y una emisión de pequeñas participaciones a fin de alcanzar los 3.000 euros que requiere para convertirse en cooperativa de crédito. La todavía asociación también está buscando nuevos miembros que quieran sumarse a este movimiento de la banca libre sin intereses.



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