8/11/13

Es necesario un sistema monetario en el que el dinero no se cree como deuda con interés.

NEIX EL PROJECTE EUROCAT: Una moneda catalana complementària a l'euro


Les monedes alternatives

La crisi financera i les turbulències que ha patit l'euro han esperonat les monedes alternatives. Són monedes amb un rerefons solidari i sostenible. Pretenen conservar i promoure la riquesa en l'àmbit d'una comunitat de proximitat. Actualment, a Catalunya, hi ha una vintena d'aquestes monedes locals en ple funcionament. Són els ecosol, els res o les turutes, que s'han reproduït com intents d'economia alternativa.

Comerciants, professionals i cooperatives formen part d'aquests mercats locals i ofereixen els seus productes, serveis o coneixements, que són adquirits per consumidors amb aquestes monedes. Els establiments cobren i poden adquirir productes a d'altres negocis amb aquests diners. Segons els seus creadors, aquestes monedes ajuden el comerç local i n'eleven les vendes i, a més, els riscos d'impagament són inferiors.

Un grup d'experts i activistes pretén fer un pas molt més ambiciós i ha proposat una moneda d'àmbit català complementària a l'euro i anomenada Eurocat. Seria una moneda virtual, és a dir, que no hi hauria ni monedes ni bitllets físics, i només existiria com a apunt comptable. El mitjà de pagament de la moneda seria una targeta com les dels bancs. D'aquesta manera, sempre es podria saber qui té els diners i en què els gasta. En breu es donarà a conèixer al públic i a les institucions.


PROYECTO EUROCAT  http://euro-cat.cat/ca/

1. INTRODUCCIÓN

Cataluña vive hoy unas circunstancias especiales. Sumida en una recesión internacional que se ha cebado con las clases medias y bajas de los países del primer mundo, dispone, sin embargo, de una oportunidad histórica para dar contenido real a su soberanía. El contexto es favorable, ya que las medidas económicas impuestas con criterios políticos restrictivos para paliar la crisis bancaria iniciada en 2007 han tenido resultados dramáticos para el pueblo catalán, que está reaccionando de manera similar a como ha reaccionado a las coacciones a su soberanía nacional. Esta concienciación social da pie a abandonar definitivamente las viejas soluciones estilo "parche" que se han estado aplicando a la debacle del actual modelo político-económico-financiero que ya no responde a las legítimas aspiraciones de la mayoría los ciudadanos, y a proponer una radicalmente nueva y mucho más eficaz.

2. DIAGNÓSTICO

La quiebra de una parte del sistema bancario del primer mundo, sorprendentemente, ha sido resuelta con una redistribución de la renta de abajo arriba: los ciudadanos pagamos la factura del desaguisado bancario, mientras los grandes financieros salen fortalecidos y enriquecidos. Este es un proceso más político que económico y merece nuestra atención, ya que sus raíces están profundamente relacionadas con las características del sistema monetario y financiero, un sistema que sigue funcionando mal, ya que las causas esenciales de la crisis siguen activas. Nos referimos a la tendencia cíclica a financiar burbujas especulativas y la imposibilidad de dejar caer determinadas entidades financieras, lo que desincentiva la gestión bancaria prudente y socializa entre la población las posibles pérdidas en las que puedan incurrir. Es más, estas fallas del sistema se han acentuado: el sector bancario está sufriendo una reestructuración que se traduce en una concentración bancaria aún mayor de la que ya había antes de la crisis, de modo que se extiende la clasificación de "demasiado grande para caer" a la práctica totalidad del sistema financiero. También han desaparecido las cajas de ahorro y con ellas la tarea de financiación a la PYME local que estas entidades solían practicar antes de darse a la especulación inmobiliaria.

Esta falta de financiación a la economía productiva se agrava con el secuestro de la liquidez en la que nos encontramos, que deriva el negocio financiero a la inversión en activos objeto de especulación, distorsionando muchos mercados, algunos, con consecuencias gravísimas, como es el caso de las materias primes alimentarias.

Como consecuencia, no hay ninguna previsión de cambio de tendencia económica, sobre todo si contemplamos el largo plazo, y mucho menos de mejora de la vida de las personas o de su capacidad de regir su propio destino como ciudadanos catalanes (españoles o no). Tampoco podemos olvidar que, aparte de todas estas cuestiones que reciben puntual atención, hay otros no menos graves que no la reciben, como la propensión al crecimiento permanente del sistema económico, una exigencia consustancial con el sistema de crear dinero mediante créditos con interés, que obliga a crecer a una tasa igual o superior a éste. Tal tendencia está agotando las reservas de numerosas materias primas insustituibles y depauperando el medio natural.

Una de las causas de estos problemas es el sistema monetario y financiero, en concreto, la forma de creación monetaria como deuda con interés. En el sistema monetario actual, toda unidad monetaria se pone en circulación como un préstamo: cuando un banco otorga créditos o compra deuda pública. Como esta deuda siempre está gravada con un interés, en el sistema económico siempre hay más deuda que dinero para pagarla. Cada año, nuevos préstamos deben ser emitidos, para poner nuevo dinero en circulación, ya que el interés de los préstamos anteriores es dinero que nunca fue creado y debe salir de algún lugar para poder ser pagado al sistema bancario. Si estos préstamos con los intereses correspondientes no se devuelven, entonces comienza la crisis ya que algunos serán incapaces de pagar sus deudas y lo más normal es que arrastren otros tras de sí. Esto sitúa a la sociedad en una dependencia crónica del sistema financiero, que empuja el sistema económico en su conjunto a un camino de crecimiento permanente insostenible y deriva cada vez más recursos hacia el sistema financiero.

3. LA PROPUESTA EUROCAT

Ante este estado de cosas, los firmantes planteamos una propuesta hacia la soberanía financiera, que es posible ahora y, también es compatible con cualquiera de los resultados que se puedan dar en la consulta o referéndum que deba celebrarse.
Queremos poner en marcha un nuevo sistema monetario y financiero en Cataluña: una moneda ciudadana complementaria que funcione de forma paralela a la moneda convencional. El nombre que inicialmente sugerimos es EUROCAT, aunque obviamente se podría escoger otra sin que ello alterara el sentido de esta propuesta.
El EUROCAT sería una unidad de cuenta creada a partir de un sistema de crédito mutuo multilateral que los catalanes se otorgarían entre sí. Se mantiene la equivalencia inicial con el euro, para facilitar la continuidad en la gestión microeconómica como la facturación o la contabilidad. Esta compatibilidad facilitaría la adaptación de la población, sin perjudicar ninguna de las ventajas del nuevo sistema monetario y financiero.
La gestión de la EUROCAT la llevará una entidad independiente, profesionalizada y transparente, en forma de asociación o fundación.
El principal objetivo sería inyectar la liquidez necesaria para las pymes y el gobierno -algo que la banca convencional, por más rescates que reciba, no parece que tenga intención de hacer a corto plazo. Como consecuencia de ello, se reduciría el paro y aumentaría la actividad empresarial, y por tanto los ingresos públicos. De hecho, esta moneda permitiría avanzar hacia la soberanía de la ciudadanía catalana ante el gran capital financiero internacional.
Y finalmente, la sostenibilidad de la vida en el planeta nos exige un sistema monetario y financiero que no imponga el imperativo de crecimiento económico permanente -como hemos citado -. Y, por tanto, es necesario un sistema monetario en el que el dinero no se cree como deuda con interés. Así, el EUROCAT también contribuiría a dar una solución estructural a los retos medioambientales y económicos a los que nos enfrentamos en la actualidad.

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