VACACIONES EN LA VÍA LÁCTEA
La vastedad infinita del espacio y los misterios que encierra han sido siempre una fuente de inspiración para la artista digital rumana Larisa Murariu, más conocida como Morysetta. «Es un recordatorio de nuestra propia perspectiva limitada y del infinito potencial de lo desconocido.
Para mí, el espacio simboliza
las infinitas profundidades de la mente y el subconsciente humanos,
recordándonos nuestro pequeño lugar en el gran esquema de las cosas. Explorando
estos temas, pretendo desenterrar una comprensión más profunda de nuestra
propia existencia y de las maravillas ilimitadas del universo», explica.
Lo suyo son los collages, llenos de color y con ciertos matices surrealistas donde se mezcla lo vintage con lo actual, lo imaginario con lo real.
Morysetta nos invita, así, a desconectar de nosotros
mismos a través de sus potentes imágenes. «Como artista, creo que nuestro
subconsciente es la puerta de entrada al universo infinito que llevamos
dentro», comenta. «La sociedad crea a menudo limitaciones y patrones que dan
forma a las versiones de nosotros mismos que presentamos al mundo. Sin embargo,
a través de la autoexploración y la expresión artística, tenemos la oportunidad
de escapar de estas construcciones sociales y acceder a la esencia cruda y sin
filtrar de nuestro ser».
La elección del collage como medio de
expresión artística fue para ella, según sus propias palabras, «profunda y
transformadora». Sintió como si el universo conspirara para que se encontraran.
«Mi camino en el mundo de las artes y las manualidades ha sido largo y
tortuoso, pero nada me había llamado la atención hasta que me topé con el collage.
La creación de mi primera obra fue un momento de pura inspiración, como si
todos los elementos de mi vida y mis experiencias convergieran en ese
instante».
Así, el collage digital, una técnica que
tiene, en su opinión, un potencial creativo ilimitado, supuso para esta artista
rumana un nuevo nivel de libertad para expresar sentimientos y emociones
difíciles de explicar con palabras. «La combinación de texturas, imágenes y
colores en mis obras es una representación visual de la naturaleza polifacética
y compleja de la experiencia humana. La facilidad y fluidez de la creación
de collages me permite canalizar mis pensamientos y emociones
en la obra, en lugar de estancarme en tecnicismos».
Morysetta describe su arte como una exploración del
subconsciente simbolizada a través de temas celestiales del universo y el
espacio exterior. «Mi proceso creativo representa un viaje continuo de
autodescubrimiento, una búsqueda para comprender el mundo que me rodea». Además
del espacio y el universo, la soledad, la sensación de no pertenencia, las
complejidades de los sueños y la espiritualidad aparecen con frecuencia en sus
trabajos. «Cada obra que creo es una pausa en este viaje, una oportunidad para
reflexionar sobre lo recorrido hasta ahora y encontrar sentido a lo
desconocido».
Entre sus referentes artísticos, menciona a destacados
artistas de esta técnica como Frank Moth y Mr. Babies,
gracias a los cuales, comenta, se inspiró para explorar este medio. También la
música juega un importante papel en su proceso creativo, lo que le llevó a
descubrir «el talento del increíble diseñador de portadas Leif Podhajsky».
Y si hay que mencionar un movimiento artístico que haya sido
fundamental para su arte, ese es sin duda el surrealismo, «con el icónico
Salvador Dalí como guía. La calidad onírica del surrealismo y su capacidad para
evocar una sensación de otro mundo siguen inspirándome para ampliar los límites
de mi imaginación».
Todos los días son laborables, para Morysetta, o casi todos,
al menos. Sus rutinas son sencillas y todo empieza una vez que ha terminado
satisfacer las necesidades de su gato. Después, empieza a trabajar si las musas
bajan a verla. «He aprendido a confiar en mis instintos y a no perder un tiempo
precioso tratando de presionarme para trabajar si no me siento inspirada o no
veo progresos significativos. En lugar de eso, me tomo los descansos necesarios
y me dedico a otras actividades, como yoga, tareas domésticas o jugar un poco
con mi colección de lego».
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