23/8/18

Su desaparición certificó la pérdida de la independencia financiera del país

¿CATALUNYA PUEDE RECUPERAR AL MODELO DE CAJAS DE AHORRO?

Han pasado casi diez años desde que se inició el proceso de destrucción del modelo centenario de las cajas de ahorro. Catalunya, el territorio de todo el mundo donde estas instituciones tenían proporcionalmente más mercado, quedó prácticamente sin presencia ni existencia de cajas de ahorro. Y hoy todavía la sociedad se cuestiona que pasó. Cuáles fueron las causas, las de verdad, que precipitaron la muerte repentina y el entierro pagado de un modelo financiero que, en otra época, había ido tan íntimamente ligado a las necesidades del territorio. Malas praxis y corrupción directiva sólo son la punta del iceberg. La parte oculta del fenómeno (la que está, interesadamente, sumergida bajo el agua) y la recuperación de un modelo que, en circunstancias normales, tiene que garantizar el retorno de los beneficios a la sociedad; fueron los dos ejes que condujeron un debate sobre la cuestión en el marco de la 50ª edición de la Universitat Catalana d'Estiu.

Conviene aclarar que Joan Olivé, presidente de la Cooperativa Catalana de Servicios Financieros, me invitó a impartir una conferencia-mesa redonda no tanto en mi calidad de ex-empleado y ex-directivo de una caja de ahorros, sino en la de autor de La caixa negra  (Pagès Editors), un thriller que, con grandes dosis de sarcasmo y humor ácido, novela (o por lo menos lo pretende) el proceso detallado y laminado de destrucción de una de estas instituciones.
En todo caso, el debate puso de relieve que la opinión pública está ávida de saber que pasó exactamente; que y quien había detrás de esta demolición escenificada (la de verdad) sobre el cadalso de una crisis económica que, a estas alturas, ya nadie se traga que no haya sido inducida, que es lo mismo que decir provocada. Quien ha visto la serie televisiva norteamericana Billions o ha leído La caja negra se puede hacer una idea muy aproximada.

Pero la cuestión que genera más interrogantes era: ¿Es posible (y es factible) recuperar al modelo de cajas y con qué propósito?. La respuesta a la primera parte de la cuestión sería la que generó un debate más abierto: ponentes y asistentes debatimos el grado de implicación social y empresarial en un proyecto de esta envergadura. En cambio, en la segunda parte de la cuestión (con qué propósito hay que recuperar el modelo), no hubo prácticamente diferencias de criterio: tanto los ponentes como los asistentes a la sesión coincidimos en que el modelo de cajas, conducido con acierto, garantiza a la sociedad el control de sus propios recursos (el retorno); y sobre todo, la independencia financiera: no ceder la gestión y el control de los recursos de la sociedad a entidades bancarias que actúan contra las aspiraciones sociales y contra la voluntad democrática de su propia clientela.
Circ du soleil como ejemplo
Joan Olivé defendió al modelo cooperativo, y lo argumentó sobre el éxito del caso Circ du Soleil, una iniciativa que nació gracias a la confianza de una cooperativa de crédito quebequesa. Un modelo que entronca con las cajas de ahorro, tan íntimamente vinculadas con una tradición que se remonta a mediados del siglo XIX: la Revolución Industrial y la mecanización del campo que cambiaron para siempre la fisonomía del país y que convirtieron Catalunya en una potencia económica no habrían sido posibles sin la existencia de un aparato financiero propio y ligado a los intereses de su sociedad. Al margen, naturalmente, de su aportación a la construcción de una cultura social de ahorro y de inversión que, desgraciadamente, en la última década de su existencia degeneró (o mejor dicho, fue degenerada) hasta la indecencia más absoluta.
Hace diez años en Catalunya había nueve cajas que gestionaban el 60% de los depósitos del país. Instituciones que, por su particular gobernanza, nunca se hubieran ni siquiera podido plantear la posibilidad de trasladar sus sedes fuera del país. Cuando menos, sin la feroz oposición de los estamentos representativos de instituciones, clientes y empleados en sus órganos de gobierno. Entidades que, con el pretexto que eran "zombies financieros" que amenazaban la pretendida estabilidad económica española, fueron devoradas por sus históricos competidores -la banca- al precio de un menú de restaurante fast-food. Con la inestimable colaboración (por no decir promoción) de los poderes económicos y políticos del Estado español. La desaparición de las cajas certificó la pérdida de la independencia financiera de la sociedad y del país. En Prada (Conflent) se resolvió que es la hora de repensarlo.
Marc Pons 

Marc Pons (Lleida, 1966) ha publicado La caixa negra (PagèsEditors), una novela negra con una trama centrada en el proceso de fusión de las cajas catalanas al principio de la crisis, unos acontecimientos que el autor conoce de primera mano porque había trabajado durante bastante tiempo en el sector


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