1/6/17

La sociedad está indefensa contra esta agresión que elimina las conquistas sociales

LA QUE SE AVECINA EN EL DUELO CATALUÑA VS ESPAÑA

Sobre el tema del enfrentamiento entre Cataluña y España lo trato entre algodones ya que ando escarmentado desde finales de los 90 cuando se me ocurrió publicar los tejemanejes en el cuarto trastero del presidente de la Generalitat de Cataluña y su nutrida familia. Han tenido que pasar unos cuantos años para defenestrar a Jordi Pujol and family por los mismos que hacían negocios con él.
Más allá de la fachada democrática, más allá del decorado y la puesta en escena está la trastienda donde el poder económico se ha comido con patatas al poder político y este al poder judicial. El monstruo depredador, el poder económico, se ha encaramado en la cima del sistema y nos lleva inexorablemente a su redil imponiendo sus condiciones.
La sociedad está indefensa contra esta agresión que elimina las conquistas sociales y conduce a la desesperación de millones de personas que se quedan atrapadas en un cepo y su vida en manos de enfermos de codicia que pretenden, y lo consiguen, esclavizarles.
Lo dicho no se trata de una ocurrencia, se trata de la constatación de lo que le ocurre a una buena parte de la población española. Contra esta agresión una parte de la sociedad civil se ha rebotado contra el monstruo depredador y sus adláteres lo califican de golpe de Estado.

La oligarquía no anda equivocada en su calificación de golpe de Estado, si lo pensamos bien, los que se han rebotado están más que hartos de un Estado depredador y corrupto y se rebelan del fracaso del país.
Para ser precisos echemos un vistazo al diccionario: rebelarse es equivalente a resistirse, insubordinarse o negarse a obedecer. Esto, para ser preciso, es lo que le ocurre a millones de españoles por carnet de identidad y catalanes por convicción que se insubordinan y se niegan a obedecer, a esto se llama revolución.
Aquí hemos llegado a la paradoja (dicho o hecho que parece contrario a la lógica) que va más allá de las condiciones contradictorias, el golpe de Estado resulta válido y real pero también es verosímil la revolución. ¿Puede existir un golpe de Estado sin violentar una revolución civil o militar? No me quisiera extender si son galgos o podencos pero lo que ocurre en Cataluña es lo más parecido a una, de momento, revolución silenciosa o revolución a la catalana.
Ya he dicho que este asunto de Cataluña vs. España lo tengo que tratar con pies de plomo, pero quienes han seguido el blog se habrán percatado que no defiendo a ningún partido, ni grupo, ni ninguna facción, ni tribu que no sea la mía y mi tribu es tan reducida que cabemos todos en un taxi.
Dicho esto, me permito exponer mi opinión: si residiera más allá de la otra orilla del Ebro no me opondría a que los que se han rebotado contra la oligarquía se salieran con la suya. La solución al mal de España, una sucesión de gobiernos vendidos al poder económico, está sin lugar a dudas en la marcha de los acontecimientos de Cataluña.
El choque de trenes está a semanas de producirse por lo cual el desenlace no acabará con esta historia, sino que comenzará una situación nueva e impredecible. Será precisamente, la decisión que tome el gobierno de España la que decante en qué escenario se desarrollen los acontecimientos.
El presidente Rajoy, peor no lo ha podido hacer y ha llevado el enfrentamiento a una peligrosa zona desde el momento que se hizo un referéndum en Cataluña para aprobar el Estatut que su núcleo central está en otros estatutos autonómicos y el PP, en busca de algunos votos lo llevó al Tribunal Constitucional. Lo que votó el pueblo catalán es refutado por un órgano judicial puesto a dedo. Los errores se han ido produciendo uno detrás de otro y ahora cualquier solución se ha radicalizado.
La mejor opción, después de esta cadena de errores, sigue siendo el referéndum: a pesar de que no esté autorizado. La oligarquía tiene los medios para difundir urbe et orbe la falta de legitimidad internacional con que se encuentra el proceso de secesión, que consiste en evitar el derecho de autodeterminación de los catalanes y su derecho a decidir.
El Gobierno lo hace fuera de nuestras fronteras con el fin de evitar una mediación europea. Europa no intervendrá por amor a la democracia, ni lo hará bajo los principios sobre el derecho a decidir, o cualquier otra razón. Intervendrán sólo si piensan que la respuesta de España es un riesgo para la zona euro: y que el enfrentamiento implica un período de inestabilidad prolongada de un caos que llega en el peor momento.
El número de eventos amenazantes que ocurren en Europa en 2017 es de órdago, es posible que Europa presione a España para participar en un diálogo que evite una confrontación: es posible, pero todavía no es probable. Para aquellos que estén interesados en lo que está a punto de ocurrir se pueden entretener en las cinco alternativas que se presentan en este enlace: http:///2017/02/08/catalonia-spain-endgame-scenarios-2017/ van desde el conflicto verbal al enfrentamiento a bofetadas. Vale la pena echarle un vistazo.
Un riesgo para la zona euro
¿Qué asunto puede suponer un riesgo para la zona euro? ¿Qué asunto tan grave puede desestabilizar a la poderosa Europa? Se trata de la deuda soberana española. Si el enfrentamiento lleva a un divorcio en plan de discusiones y peleas, estas pueden afectar a la recaudación de impuestos por huelgas y caída de la producción.
Si afecta a la recaudación fiscal, afectará a la caja del Estado y con el cambio constitucional, del PP y PSOE, que primero cobran los acreedores que tienen en sus manos la deuda española, los recortes a los Presupuestos Generales del Estado se les ira la mano y recortes sobre recortes se supone provocará más disturbios.
Pero eso sería lo de menos, lo gordo estará, si el divorcio es de aquellos que se tiran los platos a la cabeza, en que unos dirán: “si te vas no pienso pagarte la pensión y te vas a jorobar”, y los otros dirán: “te puedes meter la caja de la seguridad social por donde te quepa, ahí te quedas con la deuda soberana que está a tu nombre”.
Ojo por ojo y diente por diente, pero resulta que las pensiones se pagan con las cuotas a la Seguridad Social que patrones y empleados pagan cada mes y en Cataluña ya tienen organizado que estas cuotas lleguen a las arcas catalanas, sin embargo, los vencimientos del Tesoro, el encargado de pagar la deuda soberana, se pagan con los dineros que hay en la caja del Estado, si no hay dinero ya se lo encontrarán los inversores.
La desestabilización del Estado llegará por ahí, el poder financiero sabe que un torpedo de este calibre en la línea de flotación con la marca Cataluña hundirá el trasatlántico España. De este previsible acontecimiento el gobierno nos miente y los medios de comunicación lo silencian y quienes tienen que decir no dicen nada.
Es preferible dar la vuelta a este peliagudo asunto y difundir que una Cataluña escindida vagaría eternamente por el espacio sideral, y en lugar de decir la verdad que España, con una deuda impagable por las “ayudas a la banca”, no podrá atender los vencimientos de la deuda y entrará en el caos del default (el país suspende pagos al dejar de pagar la deuda vencida y los intereses debidos) de ahí, que el problema de Grecia se quede empequeñecido.
La deuda soberana de Grecia es de 200.000 millones de euros y la de España de un billón, es decir, cinco veces más. Estamos cerca de esta catástrofe y el órdago de la deuda saldrá a relucir en cuanto se produzca el choque de trenes. Cataluña tiene una deuda a nombre de la Generalitat, esto es lo que vale, de 62.000 millones de euros que equivale al 31% de su teórico PIB, una deuda asumible ya que es la mitad de lo recomendable y España (sin Cataluña) tendría una deuda del 125% que es el doble de lo que se aconseja ¿Quien gana y quién pierde?
Para añadir algo más dejo mi pronóstico sobre este asunto: Europa intervendrá cuando vea peligrar la integridad del euro ya que la zona euro tiene un problema de diseño, los países que la integran no pueden devaluar ya que la moneda es común y no tienen previsto asistir al país con dificultades. Lo hemos visto en el tratamiento a Grecia.
Cataluña no será independiente y estará atada a España por la parte alícuota que le corresponde de la deuda, por este vínculo será un Estado asociado a España (como Puerto Rico a los EE.UU.). Así y todo los oligarcas no dormirán tranquilos, tendrán la deuda asegurada como también tendrán asegurados los escándalos por corrupción que se destapen en cuanto Cataluña se saque de encima la lacra de los que han ostentado el poder. Ya lo dijo Jordi Pujol: si agitan las ramas acabarán cayendo los nidos.

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