LA CRUDA REALIDAD: No podemos solucionar un problema que no queremos reconocer
Durante
algo más de una hora y media, expertos como Antonio Turiel, Gail
Tverberg, Pedro Prieto, Marga Mediavilla, Antonio Aretxabala o Mikael
Höök nos van mostrando las cada vez más innegables pruebas de que
“la cruda realidad” está ya ahí, y que probablemente ya no
quede apenas tiempo para reaccionar. Cuando entrevisté al
director, Aitor Iruzkieta, hubo una frase que se me quedó muy
grabada: “A la gente no le gusta oír malas noticias”. Ese es el
principal escollo. No podemos solucionar un problema que no queremos
reconocer.
La
obra es un compendio de recursos que resultarán muy útiles, por
ejemplo, para debatir con incrédulos. La primera parte es muy
instructiva, asentando una serie de conceptos como entropía, paradoja
de Jevons, o Tasa
de Retorno Energético (TRE),
para preparar la posterior comprensión del problema. Después entra
de lleno en el Cénit
de todas las cosas o Peak
Everything, y a analizar
pormenorizadamente campos concretos como la economía o la política
en su relación directa con la energía o los recursos básicos.
También hay una parte más centrada en el colapso individual y sus
etapas.
Aitor
nos intenta dar una visión amplia de la problemática y las posibles
soluciones, con las que consecuentemente, finaliza. Como dice el
propio Aitor: “Hay que dar esperanza”. Y él predica con el
ejemplo. De hecho el carácter propositivo es una de las fortalezas
del montaje. Estamos saturados de historias cataclísmicas que nos
advierten o nos atemorizan. Necesitamos historias que nos sirvan más
como ejemplo que como advertencia. Por eso La
cruda realidad o Mañana son
documentales que creo que hacen mucha falta, aunque con éste último
tengo sentimientos encontrados.
La
historia del proceso de creación de La cruda realidad es
casi tan interesante como el propio documental. Aitor, natural de
Bermeo, un tipo informado sobre el Cénit del petróleo y de otros
tantos materiales, del cambio climático y de la política, participa
en un grupo de una conocida red social, denominado Debate
Sobre Energía,
recoge información y opinión de algunos expertos sobre el tema,
como los mencionados Prieto o Turiel. En él se habló de que estaría
bien hacer un documental. Y ahí que va Aitor, y ni crowdfunding ni
nada, sólo con recursos propios y la colaboración de algún amigo,
en dos años hace el que probablemente sea el trabajo audiovisual más
completo realizado en nuestro país sobre el inminente colapso
energético y ecológico.
Aitor
lo explica muy claro: “La idea era generar un contenido para
divulgación más asimilable que los múltiples vídeos de
conferencias que hay ya en la Red, y con mejor calidad, claro. En
2015, en el 2º
Congreso Sobre el Pico del Petróleo
en Barbastro, principalmente gracias a Antonio Turiel, grabé a la
mayoría, como Gail Tverberg o Mikael Höök. A otros, como a Antonio
Aretxabala lo tengo cerca. Y principalmente lo he hecho con mis
recursos porque quería ser coherente, no quería criticar al BAU
(Business As Usual,
los negocios como siempre se han hecho) y hacerlo desde dentro del
sistema que estoy criticando”.
Pese
a concluir con las posibles soluciones, Aitor se sinceró en
el programa
de radio Radiactividad,
del Colectivo Burbuja,
en el que le invitamos a debatir: “Este sistema no se va a
mantener. La gente va a tener que buscar otras formas de vivir. Esa
es nuestra esperanza. Las cooperativas y la economía solidaria
pueden ser una solución para muchos, pero creo que vamos a colapsar.
No estamos haciendo nada. Y los acuerdos del clima, por ejemplo, son
un lavado de cara. Desde el gobierno tampoco se puede hacer nada.”
Alguien
que ve negro el horizonte, pero no le paraliza, al contrario: le
espolea. Ahí radica la fuerza del mensaje de su obra. Por muy negro
que veamos el horizonte, siempre hay que seguir intentándolo.
¿Colapsaremos? Bien, pues que no nos pille sin haber dado todo por
evitarlo. Esa palabra tan en boga últimamente, resiliencia,
la representa a las mil maravillas este diseñador 3D metido a
documentalista. Por eso, como tenemos que seguir, tenemos que
participar encuentros como el de Decrecimiento
y Transición recientemente celebrado en Betanzos,
o hacer nuestro propio documental como Aitor, o verlo e informarnos
para hablar con todo el mundo que podamos acerca de la encrucijada
que tenemos justo delante.
En
definitiva, seguir intentándolo, en la manera que cada cual sienta.
Porque como él, yo creo que a medida que los recursos mengüen,
aumentarán nuestras posibilidades de acercar el discurso de La
Cruda Realidad a la
gran mayoría. Si tenemos una oportunidad, es ahí. Y ese tiempo está
llegando.
Juan
Bordera
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