LA PLATA COLOIDAL
Un potente germicida
que se conoce desde hace más de un siglo. ¿Por qué no se utiliza?
“No conozco ningún
microbio que no haya podido ser eliminado en laboratorio con plata coloidal en
un lapso de seis minutos, sin efectos secundarios negativos, aun utilizando las
concentraciones más altas”. He querido empezar el artículo con estas
palabras del doctor Henry Crookes, cuando la revista The Lancet publicó
su estudio sobre la eficacia de la plata coloidal. ¡Era el año 1914! Ha pasado
mucho tiempo. Sin embargo, este fantástico remedio aún es prácticamente
desconocido. Ya se pueden imaginar por qué. Hagamos un poco de historia.
Cinco mil años atrás, civilizaciones como la china, la griega o la romana
sabían que la plata inhibía el desarrollo de ciertos microorganismos que
estropeaban los alimentos. Por eso se utilizaba este metal en la fabricación de
utensilios de cocina y vasijas. Herodoto, considerado el padre de la Historia,
refiere que el rey de los persas, Ciro, llevaba una mula cargada con vasijas de
plata donde transportaba agua hervida para su consumo. Se cuenta también que
los primeros pobladores de la conquista del Oeste americano introducían monedas
de plata en los recipientes de leche para conservarla en buen estado.
Curiosamente, y dando un salto a nuestro presente, la NASA emplea la plata coloidal en los viajes interespaciales para esterilizar el agua reciclada a bordo de las naves. Las propiedades terapéuticas de la plata se conocen desde la antigüedad. La Medicina Tradicional China la ha empleado a lo largo del tiempo, sola o combinada con otras sustancias, para prevenir y tratar infecciones, incluso como agente rejuvenecedor en pacientes debilitados por la enfermedad o por la edad.
La Medicina Ayurvédica la utilizaba en el tratamiento de afecciones hepáticas y para “refrescar mente, emociones y cuerpo en padecimientos tales como neuritis y neuralgia, inflamaciones de las membranas mucosas y enfermedades del sistema reproductor y mentales. Es asimismo afrodisíaca y útil en casos de debilidad”. El gran Hipócrates también sabía que era un excelente germicida.
La plata coloidal es un superantibiótico natural que los médicos empleaban para cicatrizar heridas y quemaduras y tratar decenas de enfermedades provocadas por hongos, virus o bacterias desde hace unos 150 años. Tras la Segunda Guerra Mundial, la plata coloidal fue quedando en desuso, por un lado, a causa del encarecimiento del metal y los costes de producción y, por otro, a que la industria farmacéutica empezó a comercializar los antibióticos.
Hace unos años hubo un intento de rescatarla del olvido y se hicieron estudios muy favorables destacando sus múltiples cualidades, lo cual supuso su vuelta a los botiquines de las casas. Pero el imperio farmacéutico acabó presionando para que se prohibiera su uso interno, cosa totalmente fiel al modus operandi de estos monopolios de los fármacos, si tenemos en cuenta que es capaz de eliminar más de 650 especies de microbios patógenos en un minuto, es decir, que cientos de medicamentos se harían innecesarios. En la actualidad, solo está permitida su comercialización para uso tópico. También se autoriza su uso en oligoterapia, de acuerdo a los postulados de la Espagiria, el método alquímico de Paracelso.
La mayoría de los médicos alopáticos, por no decir todos, desconocen las cualidades de la plata coloidal. Alegan que no existe bibliografía, pero no es así. Quizá no aparezca en tal o cual revista, pero muchos profesionales, sobre todo, de fuera de España, prescriben la plata en sus consultas y tienen muy buenos resultados, algunos con casos espectaculares, y los suelen publicar en los centros donde investigan. Aquí damos algunas referencias, pero antes veamos qué es la plata coloidal.
Digamos, en primer lugar, que los líquidos más importantes del cuerpo humano, como la sangre o la saliva, son coloidales, es decir, tienen en suspensión partículas muy pequeñas, lo que modernamente conocemos como nanopartículas. (Un nanómetro (nm) es la milmillonésima parte de un metro. Hablamos de dimensiones imposibles de imaginar hace apenas unas décadas, y que aún hoy nos cuesta trabajo concebir. Por poner un ejemplo, una bacteria del género Micoplasma –la forma de vida celular más pequeña—, tiene un diámetro de 200 nanómetros de largo. Ha leído bien: 200 nm de largo).
Por tanto, hablar de agua destilada con nanopartículas en suspensión no es nada extraño, ni anómalo. La plata coloidal es plata y agua, en definitiva, agua y partículas muy pequeñas de plata en suspensión, cargadas eléctricamente, que se obtienen por electrolisis de plata pura 999 en agua destilada. La pureza de la plata es muy importante para obtener un buen producto. Estas partículas microscópicas (entre 0,1 y 0,001 micrones de diámetro) de plata en suspensión son “devoradas” por los virus y bacterias y en unos minutos quedan eliminados.
Puede ser incolora, color champán o incluso ligeramente más oscura. Es insípida, no tiene contraindicaciones y no interfiere con ningún medicamento. Algunos de los textos que vemos en internet –publicidad engañosa en contra—vienen de parte de profesionales de la salud, que ni conocen sus propiedades ni la han utilizado en sus consultas, porque oficialmente y como hemos expresado, solo se permite su uso tópico. Así, aparece información alertando sobre manchas de color oscuro en la piel, pero nada de eso produce la plata coloidal. Debemos tener claro que se están refiriendo –sabiéndolo o no—al nitrato de plata, al cloruro de plata, al sulfuro de plata y al óxido de plata. La plata coloidal no es nada de eso.
Elimina más de 650 tipos de gérmenes
Sus propiedades se vienen publicando en revistas científicas desde hace
varias décadas. Como expresamos en el encabezamiento, en 1914, la revista The
Lancet publicó los resultados de un estudio con plata coloidal llevado
a cabo por el doctor norteamericano Henry Crookes, en el que se demostraba su
potente poder germicida, sin ningún tipo de contraindicación para el organismo.
Estas fueron sus palabras al respecto: “No conozco ningún microbio que no haya
podido ser eliminado en laboratorio con plata coloidal en un lapso de seis
minutos, sin efectos secundarios negativos, aun utilizando las concentraciones
más altas”. Esto es tremendamente esperanzador, pero hay más investigaciones.
Recientemente, la Universidad de Los Angeles (UCLA) confirma
que bastan esos seis minutos, o incluso menos, para que el germen quede
eliminado definitivamente. La función de la plata es inactivar las enzimas que
estos organismos –hongos, bacterias, virus, levaduras y otros microorganismos—
utilizan para su metabolismo del oxígeno, es decir, no pueden respirar y
mueren, no solo los organismos adultos sino sus formas pleomórficas o mutantes
en su fase de huevo, impidiendo de esta manera que el microorganismo desarrolle
mecanismos de resistencia, cosa que sí ocurre con los antibióticos sintéticos.
Las células del sistema reticuloendotelial, que forman parte del sistema
inmunitario, son las encargadas de expulsar los gérmenes muertos.
Estamos hablando de 650 tipos de gérmenes, entre ellos, los streptococcus
pyogenes, staphylococcus aureus, neisseria gonorrea, gardnerella vaginalis,
salmonella typhi y otros microbios patógenos entéricos, así como la candida
albicans, la candida glabrata y la malassezia furfur. Se puede
concluir, por tanto, que la plata coloidal es un potente germicida de
amplio espectro, como también demostró el doctor Larry Ford, investigador de la
misma universidad, opinión que también comparte el bioquímico e investigador de
la Universidad de Saint Louis, doctor Harry Margraf: “La plata coloidal es, sin
duda, el mejor y más versátil combatiente de gérmenes que tenemos”. Según el
Brigham Young University (Utah) funciona óptimamente para el tratamiento del
síndrome de inmunodeficiencia adquirida (Sida).
Fortalece el sistema inmunitario
La plata coloidal fortalece el sistema inmunitario y previene muchas
dolencias, sobre todo, las de tipo infeccioso. El cirujano ortopédico e investigador,
doctor Robert Becker, uno de los pioneros en el resurgimiento de la plata en
aplicaciones médicas asegura que “la deficiencia de plata es responsable del
funcionamiento incorrecto del sistema inmune” (Aunque nos parezca extraño, el
oro y la plata están presentes en nuestro organismo, aunque en cantidades
minúsculas). En un estudio publicado en 1978 declara:
“Gracias a la investigación de mente abierta, la plata
coloidal está emergiendo como una maravilla de la medicina moderna. Un
antibiótico puede matar quizá a una docena de organismos patógenos diversos,
pero la plata mata alrededor de 650 y sin que se generen mutaciones
resistentes. Es más, además de acabar con los microorganismos causantes de
decenas de enfermedades, la plata coloidal estimula de forma notable el sistema
de defensas del cuerpo humano”.
Por todo esto, los expertos se atreven a postular que tomar
plata coloidal diariamente genera un segundo sistema de defensas, aumentando
los glóbulos blancos en la sangre, reduciendo toxinas y aportando energía y
vitalidad.
El doctor Becker descubrió que la plata coloidal estimula el crecimiento de
los huesos y la regeneración de los tejidos circundantes. En el caso de
fracturas, la recuperación se realiza en la mitad de tiempo. Por su capacidad
regeneradora de tejidos, es muy útil en casos de heridas y quemaduras. De
hecho, en las secciones de quemados se emplea la plata como uso tópico y en
apósitos y láminas creados para ese fin. En muchos casos no suele quedar señal
de la cicatriz. Enfermos con “pie diabético”, a punto de ser amputados han
visto recuperar completamente el tejido de sus pies.
En los años ochenta del siglo pasado, el doctor Becker empezó una investigación
sobre la posible capacidad de la plata coloidal en la remisión de las células
tumorales, pero le retiraron de inmediato las subvenciones para la
investigación y se vio obligado a cerrar su laboratorio.
El doctor sueco Bjorn Nordestrom del Instituto Karolinska de Estocolmo
trabaja con enfermos de cáncer, algunos desahuciados, y ha publicado varios
casos. Uno de los pioneros en la investigación del cáncer, Gary Smith, afirma
que “cuando la plata está presente, las células cancerosas son diferenciadas y
el cuerpo restablecido”.
En síntesis, aparte de los casos extremos de cáncer o sida, la plata
ingerida funciona muy bien como reconstituyente general del organismo, alivia
la inflamación, mejora la digestión, fortalece el sistema inmunitario, restaura
la energía y hace que la persona se sienta más vital. De manera tópica, es muy
eficaz como antiséptico, para eliminar verrugas y acné, para hacer enjuagues,
como colirio para descansar los ojos y en casos de conjuntivitis, ácaros de
pestañas y otras afecciones oculares. También se puede pulverizar en los
genitales y como desodorante, ya que el mal olor es causado por bacterias. En
caso de bronquitis o neumonías, resultan muy beneficiosas las nebulizaciones.
Estas se pueden realizar también con una mezcla de plata coloidal y agua de mar
al cincuenta por ciento.
En la concentración adecuada no tiene contraindicaciones. No obstante, la
dosis debe establecerla un terapeuta especialista en plata coloidal, pues no es
lo mismo tratar un cáncer que una jaqueca. Debe tomarse en ayunas. Se mantiene
debajo de la lengua unos treinta segundos para que pase rápidamente al torrente
sanguíneo, a continuación, se hacen unas gárgaras y se traga. Se deben esperar
cinco minutos para ingerir bebidas o alimentos.
Como norma, se desaconseja en los tres primeros meses de embarazo, sobre
todo, si va formulada con aloe. A partir del tercer mes es muy beneficiosa para
el bebé y para la madre, tanto durante la gestación como en el parto y también
en la lactancia. No interfiere con ningún medicamento. La única precaución es
mantener los niveles de selenio, pues pueden descender, lo cual se solventa con
la ingestión de alimentos ricos en este elemento, como nueces, trigo, ajo,
pipas de girasol o tomándolo como suplemento.
La plata coloidal debe almacenarse en un recipiente de cristal color ámbar,
fuera de la nevera, en un lugar seco y alejado al menos dos metros de
ordenadores, imanes o máquinas, pues se podrían descargar las nanopartículas y
perder su efecto.
Estamos ante un redescubrimiento revolucionario que, además podemos
aprender a prepararlo en casa. Pero no debemos tomar al pie de la letra las
“recetas” de internet, porque la plata de los joyeros que se recomienda no es
pura, por tanto, no es idónea para fabricar el preparado. Los kits que se
adquieren online, con sus instrucciones para fabricar el producto en casa,
tampoco son muy recomendables, porque las varillas de plata no tienen la pureza
requerida. Debe ser plata 999.
La plata coloidal está disponible en el mercado, pero solo está permitido
su uso tópico y así lo especifica la presentación. Por tanto, la persona que
decide ingerirla lo hace bajo su responsabilidad. Solo se permite la
fabricación con concentraciones de menos de diez partes por millón.
Algo muy importante que no siempre se explica bien es el tema de la crisis
curativa. En algunos pacientes, y dependiendo de la gravedad, la crisis
curativa, llamada también síndrome de Herxheimer puede ser muy fuerte, pudiendo
aparecer fiebre, vómitos, sudoración, cambios de frío a calor durante la noche,
diarrea, dolor de garganta, dolores en el cuerpo y picores o palpitaciones.
Esto quiere decir que el cuerpo está reaccionando positivamente y está
eliminando toxinas. En estos casos, no debe abandonarse el tratamiento a no ser
que el especialista lo recomiende.
Es una gran irresponsabilidad no hacer un intento con la plata coloidal.
Nuestra salud debería ser más importante que los intereses de la bigfarma.
(Capítulo de mi libro “Sanar como sea el cuerpo y el alma”,
de próxima aparición).
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