VOCES
¿No oyen ustedes estas voces?
En ocasiones oigo voces, lo reconozco. Al principio estaba preocupado. Y me daba un poco de vergüenza contárselo a nadie. Pero ahora estoy decidido a hacerlo, y no me importa lo que ocurra después.
Escuché unas voces lastimeras que pedían, que mendigaban un trabajo. Me conmovieron. Busqué a quien les pudieran proporcionar uno digno, pero solo encontré seres codiciosos que especulaban y se enriquecían con la desgracia de aquellas voces. Desesperé.
Escuché voces y más voces que reclamaban una vivienda digna. Me emocionaron. Busqué a quien les pudiera proporcionar un hogar, pero solo encontré a desalmados que parecían haber nacido para aprovecharse de la desgracia de aquellas voces Desesperé.